Tribunas
23/09/2024
Guadalix, que te la estás jugando
José Francisco Serrano Oceja
Jorge González Guadalix es un cura atípico no en uno, sino en varios sentidos. Desde hace ya un tiempo se dedica a esto de la información, bueno, más que a la información al comentario eclesial, a la opinión, que dicen, en los nuevos medios.
Vamos, que le ha salido una vocación de periodista de libro. Quizá por eso de que pertenece a una generación clásica, formada en la buena escuela de San Agustín, del San Agustín de el “Catechizandis rudis”.
El P. Guadalix comenzó publicando un blog y ahora tiene también un programa semanal en Youtube, “¿Qué pasa en la Iglesia?”, que la está petando, que dicen mis chavales. También es muy activo en las redes sociales, directo y certero.
No sé por qué cada vez que escribo cura, éxito mediático, de los de toda la vida y Youtube me entra un escalofrío y pienso en sentencias ejemplares de procesos canónicos, en la libertad de palabra y de pensamiento, en la doctrina sobre la Opinión Pública de Pío XII y de Pablo VI, que habrá que retomar un día los largos artículos que la revista “Razón y fe” publicaba antes sobre estas cuestiones, defendiendo que hay que hablar en la Iglesia, etcétera.
A lo que vamos, querido amigo Jorge. Me he quedado muy tranquilo porque cuando te veo y te escucho, en un programa que se pasa volando, veo que lo que dices lo llevas escrito. Que sigues la máxima del sabio que decía aquello de amicus Plato, sed magis amica veritas, que no comentas rumores, sólo noticias, que buceas para tener informaciones hasta debajo de las piedras, que contrastas los temas con tus fuentes, que eres respetuoso y que no permites ni un solo desliz referido al Papa Francisco. Ni en lo que dices, ni en los comentarios que escribe la peña, bueno, la gente, en la red. Y esto es fundamental.
Don Jorge, no bajes la guardia. El problema no es lo que dices sino lo que algunos dirán que dices. El día que publiquen un titular sobre ti, en determinados medios, ya sabes, vacaciones en el mar, o en la finca de tu familia, que para eso la tienes.
Les tengo que confesar que lo que más me atrae de don Jorge es su aplastante sentido común, como sentido eclesial, del que siempre se aprende algo nuevo. Guadalix es el cura del pueblo, es el cura que todos quisiéramos tener como párroco, es el cura que sintetiza ese sensus fidelium del que tanto habla el papa Francisco, ese sentido de fe que salvó, en no pocos momentos de la historia, la fe católica y apostólica.
Ese sentido que, verdaderamente, hace progresar la doctrina en su realización práctica. Ese sentido que estaba en mis abuelas, en las personas que me rodean que no tienen estanterías llenas de libros de alta o baja teología y que saben hacer un juicio más que certero sobre la realidad de lo que pasa. Un sentido alejado de lo que se llaman ahora “programas de culto” porque no está hecho para los cultos sino para el pueblo fiel.
Ése es don Jorge González Guadalix, por cierto, un cura párroco de unos pueblos perdidos de la montaña de la diócesis de Madrid, si es que en la diócesis de Madrid hay pueblos perdidos en la montaña.
Entiendo que don Jorge, a su edad, con su trayectoria, y en los pueblos en los que está, tiene toda la libertad del mundo. Pero ojo, querido don Jorge, que te sorprendería saber quién te ve y quien te escucha, y quien te lee… Que en esto de lo público hay mucho retruécano.
Mucho ánimo y unidos en la oración y en el comentario.
José Francisco Serrano Oceja