Opinión

Pueblerinos

 

 

Daniel Tirapu


Basílica de San Pedro. Ciudad del Vaticano. Roma.

 

 

 

 

 

"Fue Jesús a su pueblo...empezó a enseñar...y la multitud que le oía se quedó asombrada...¿de dónde saca todo esto?.. y esos milagros de sus manos?...no es este el carpintero, el hijo de María?" Jesús se extraña de su falta de fe y señala que nadie es profeta en su casa.

Dicen que la vulgaridad es estar ante algo grande, bello y no ser consciente. Recuerdo en una convivencia en Roma, la expresión de un chico de Tudela, al llegar a la plaza de San Pedro. "está bien, pero es casi como la Iglesia de mi pueblo".

También habréis oído la expresión, " señaló a las estrellas con su dedo y se quedaron mirando el dedo". Salvando las distancias, como discípulos de Cristo, también nos pasará algo de esto; pero éste, de qué va?, pero si te hemos visto los zurcidos del pantalón, si cecea, si conocemos a tus hermanos. En fin, que muchos llevamos a un pueblerino dentro. No dejemos la capacidad de admirarnos ante lo que merece ser admirado y no ser envidiosos.

 

 

Daniel Tirapu
dtirapu@ujaen.es