Diócesis

 

Así ha sido el acto de reparación a las víctimas de abusos de la Iglesia de la archidiócesis de Madrid

 

"No queremos, no podemos, no debemos pasar página", ha afirmado el cardenal Cobo en un discurso que ha buscado mostrar un cambio en la actitud de la Iglesia hacia las víctimas

 

 

 

21/10/24


 

 

 

  1. Silencio y dolor
  2. Palabras del cardenal Cobo
  3. Memoria y justicia

 

 

 


El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid,
en el acto de reparación de las víctimas de abusos en el seno de la Iglesia.

Foto: David Mingo/archimadrid.

 

 

 

Este lunes, 21 de octubre, a las 19:00 horas, la Iglesia de Madrid ha acogido, en el pórtico de la catedral de la Almudena, el acto público de reconocimiento y reparación a las víctimas de abusos de la Iglesia.

 

 

 

 

 

 

Silencio y dolor

La convocatoria buscaba unirse en oración en un emotivo evento marcado por el silencio y el dolor. El acto ha comenzado con un primer momento, el de la escucha. Un silencio profundo, roto solo por la proclamación del salmo 13: «¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome?». Un cuarteto de cuerda ha acompañado suavemente los testimonios de las víctimas, informa Archimadrid.

Posteriormente, se ha invitado a los asistentes al interior de la catedral, donde ha tenido lugar el acto penitencial. En el presbiterio, ante el altar de la catedral, un olivo como símbolo de paz y reconciliación, acompañado por una placa con la inscripción: "En memoria de todas las personas víctimas de abusos en nuestra Iglesia. “Lo que a uno de estos le hicisteis, a mí me lo hicisteis” (Mt 25, 40)». Un gesto que representa no solo el compromiso de la Iglesia de Madrid con las víctimas, sino también la necesidad de recordar y reparar.

 

 

 

 

 

 

Palabras del cardenal Cobo

El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, visiblemente conmovido, ha expresado cómo las lágrimas y las heridas «nos han abierto los ojos para reconocer que no hemos cuidado a las víctimas, que no os hemos defendido y que nos hemos resistido a entenderos cuando más lo necesitabais». No hay "palabras vacías", ha insistido; "solo el reconocimiento de un dolor que ha marcado vidas enteras. No queremos, no podemos, no debemos pasar página", ha declarado el arzobispo en un discurso que ha buscado mostrar un cambio en la actitud de la Iglesia hacia las víctimas.

Concluidas estas palabras y después de rezar el padrenuestro, una persona ha depositado incienso ante la cruz. También los seminaristas de la diócesis han querido ser parte del acto y han cantado el salmo 130: «Desde lo más profundo te llamo a ti, Señor: ¡Señor, escucha mi voz! ¡Que tus oídos atiendan la voz de mis súplicas!».

Este acto, aunque no borrará el sufrimiento vivido por las víctimas, representa un paso hacia adelante en el reconocimiento y la reparación del daño causado. "La Iglesia de Madrid, consciente de su responsabilidad, ha dejado claro que no pasará página", han expresado desde el Proyecto Repara de la archidiócesis.

 

Memoria y justicia

"Las heridas aún abiertas de las víctimas requieren memoria, justicia y una transformación profunda en la forma en que la institución afronta los abusos, no solo de carácter sexual, sino también de poder y conciencia". "Nunca será suficiente lo que hagamos para reparar lo que ha sucedido. Solo nos queda la fe y vuestras heridas. No serán en vano", han recalcado desde Repara.

Esta promesa, la de no repetir los errores del pasado, ha sido sellada simbólicamente con la plantación de un olivo, que servirá como un recordatorio permanente de que la Iglesia de Madrid no olvida el dolor de sus víctimas.