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Acalorado debate parlamentario en Inglaterra por la eutanasia... no pasó lo mismo en España

 

 

 

29/11/24 | Zenón de Elea


 

 

 


Gordon Brown, primer ministro del Reino Unido
entre 2007 y 2010.

 

 

 

La Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia se aprobó en España en plena pandemia, sin apenas debate parlamentario y con escaso debate social por las circunstancias (estaban restringidas las manifestaciones) en un intento de aprobar a toda prisa una ley que no tenía consenso en España.

El debate parlamentario fue tímido; tan solo Vox alzó la voz en contra de esta ley y algunos diputados del PP más comprometidos. Parece que en España no es políticamente correcto abordar con argumentos sólidos las leyes ideológicas en el Congreso de los Diputados.

Fue la sociedad civil y un buen número de médicos y profesionales de la salud, quienes más se opusieron a esta ley.

Sin embargo, en Inglaterra y Gales, el proyecto de ley para legalizar la muerte asistida que se somete hoy a votación en la Cámara de los Comunes, ha ocasionado un acalorado debate parlamentario y ha dividido el país.

En España, esta ley tampoco dividió al país. Pocas voces comprometidas organizaron campañas de información y a favor de los cuidados paliativos, recibiendo fuertes críticas por parte de los sectores llamados progresistas. 

Este es el primer debate sobre la muerte asistida en la Cámara de los Comunes desde 2015, cuando fracasó un intento similar. El debate está programado para cinco horas, y más de 150 miembros se han inscrito para participar. Se prevé que la votación sea reñida.

El proyecto de ley, que ha generado controversia, autorizaría a los adultos con menos de seis meses de vida esperada a solicitar asistencia para morir, bajo estrictas salvaguardias y medidas de protección.

Los defensores de la ley argumentan que proporcionaría dignidad a los pacientes terminales, aliviándoles de sufrimientos innecesarios. Los opositores sostienen que podría poner en riesgo a personas vulnerables, como ancianos o discapacitados, quienes podrían sentirse presionados a tomar esta decisión para no convertirse en una carga para sus familias.

Y, sobre todo, que teniendo una ley de eutanasia ¿qué Estado invierte dinero que cuidados paliativos?

Voces como la del ex primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, se ha sumado al debate sobre el proyecto de ley de muerte asistida en Inglaterra y Gales para señalar que este no es el camino adecuado, sino el apoyo a los cuidados paliativos, cuyo valor descubrió en el 2002 con la muerte de su hija recién nacida.

Esto es lo que dice en una columna publicada en The Guardian: "Pasar tiempo con personas en sus últimos días me mostró que no necesitamos una muerte asistida, sino una mejor atención al final de la vida".

Gordon Brown es el enviado especial de las Naciones Unidas para la educación mundial y fue primer ministro del Reino Unido entre 2007 y 2010.

Sus palabras conmueven: "Jennifer, la pequeña hija que mi esposa Sarah trajo al mundo unos días después de la Navidad de 2001, murió a los 11 días. Al cuarto día, cuando se había diagnosticado la gravedad de su hemorragia cerebral, sabíamos que se había esfumado toda esperanza y que no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir. Sólo podíamos sentarnos con ella, coger su pequeña mano y estar allí para ella mientras la vida se apagaba. Murió en nuestros brazos, pero aquellos días que pasamos con ella siguen siendo unos de los más preciados de mi vida y la de Sarah. La experiencia de estar con una niña que estaba en estado terminal no me convenció de la necesidad de la muerte asistida, pero me convenció del valor y la necesidad de una buena atención al final de la vida".

A ellos les tranquilizaban saber que su hija no sufría, que no tenía dolor. "En el centro del debate sobre la muerte asistida está nuestro deseo de evitar el sufrimiento", señala.

Agradecemos las palabras de Gordon Brown y sobre todo, su determinación en emitir su opinión a favor de la cultura de la vida.

 

 

Zenón de Elea.