Tribunas
30/12/2024
España y el Proyecto Guadalupe 2031
José Francisco Serrano Oceja
Manto de la Virgen de Guadalupe.
El pasado 12 de diciembre, festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, hizo público un proyecto que marcará la vida eclesial de esa diócesis y, con toda probabilidad, la de parte de América. Se trata del Proyecto Guadalupe 2031.
No creo que haga falta que me refiera a las cifras de hispanos católicos que viven en Estados Unidos y del peso de catolicismo hispano en el conjunto del catolicismo norteamericano.
Este Proyecto surgió de la convocatoria del Papa Francisco de una novena de nueve años para prepararse al 500 aniversario de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe en 2031. No olvidemos que en 1999 el Papa Juan Pablo II nombró a Nuestra Señora de Guadalupe patrona de las Américas.
En una entrevista a The Pillar, hecha por Michelle La Rosa, monseñor Cordielone señalaba que “este es un evento muy significativo en la historia de la Iglesia, especialmente en nuestro hemisferio. Pensé que deberíamos hacer algo para promover la conciencia de ella y fomentar una mayor devoción a Nuestra Señora”.
Cordileone fue párroco en una iglesia a pocos metros de la frontera con Méjico. Sabe bien, por tanto, lo que significa la devoción a Nuestra señora de Guadalupe.
Para preparar este proyecto, el arzobispo de San Francisco le pidió al compositor Frank La Rocca que compusiera una misa que incorpora las populares canciones mexicanas de Nuestra Señora de Guadalupe dentro del contexto de la música sacra. El Ave María, en náhuatl, el idioma del pueblo azteca en el que Nuestra Señora le habló a Juan Diego, es una preciosidad, como se puede comprobar en Internet.
Monseñor Cordileone señalaba en esa entrevista que Nuestra Señora de Guadalupe “ha sido la Estrella de la Nueva Evangelización y la Madre de la Vida. Y estos son ciertamente dos problemas importantes a los que nos enfrentamos en nuestro tiempo, con la disminución de la afiliación religiosa y cualquier tipo de sentido cristiano. Y para la defensa de la santidad de la vida humana, vino a unir a estos dos pueblos, a poner fin al derramamiento de sangre, al derramamiento de sangre que los conquistadores estaban derramando del pueblo indígena y luego a los sacrificios humanos del pueblo azteca, para poner fin a eso y traer paz y reconciliación. Vemos nuevos ataques a la vida humana en nuestro propio tiempo y un nuevo tipo de derramamiento de sangre. Así que necesitamos recurrir a ella para buscar esa paz y reconciliación y construir algo de entendimiento mutuo para que podamos defender mejor la vida humana”.
Y yo me pregunto. Este aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, no interpela también a la Iglesia en España, y no sólo al arzobispado de Toledo. ¿Sería posible un proyecto Guadalupe, o algo así, por estos lares?
José Francisco Serrano Oceja