Tribunas
02/01/2025
Preguntas sobre el año eclesial 2025
José Francisco Serrano Oceja
El Papa Francisco en su discurso final del Sínodo.
En estas nuevas horas del Año que arranca, quisiera compartir algunas preguntas así, a vuela pluma. Preguntas que, de una forma u otra, están en el transfondo de este nuevo tiempo.
Entendido, con san Agustín, que nosotros somos tiempo y nuestro tiempo, que cada momento es un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de gracia.
¿Cómo está la salud del Papa? ¿Cómo evolucionará? ¿Qué ha pasado en y con los últimos episodios de salud? ¿En qué medida esta situación condicionará la marcha del Jubileo? ¿Habrá algún consistorio para reflexionar sobre el futuro de la Iglesia?
¿Qué papel juega el Jubileo en el proyecto del pontificado? ¿Se tomarán decisiones en Roma que afecten a la doctrina perenne de la Iglesia? ¿Cómo va a evolucionar el Jubileo? ¿Cuál será la afluencia real de peregrinos? ¿Servirá para revitalizar los vínculos entre la Iglesia de Roma y el resto de las Iglesias? ¿Qué interés hay en las Iglesias locales en este Jubileo? ¿Qué se va a hacer respecto al lema central del Jubileo en Roma y en las diócesis? ¿Será sólo una oportunidad para animar la economía romana y de la Santa Sede? ¿Cómo van a evolucionar las cunetas de la Santa Sede y, de paso, de las diócesis españolas?
¿Qué pasará con la Abadía del Valle de los Caídos? ¿Hasta qué punto los responsables eclesiásticos estarán dispuestos a ceder ante el Gobierno? ¿Qué será de Fray Santiago Cantera y de esta Comunidad de Benedictinos? ¿Cuál será la actitud de la Conferencia Episcopal ante este año dedicado a resucitar a Franco y el franquismo como elemento de conflicto político y social?
¿Acaso no todos los obispos españoles son del Papa Francisco? ¿Por qué la insistencia en la idea de que los que se vayan a nombrar a partir de ahora son del Papa Francisco como si los que ya está no lo fueran? ¿Si no son los obispos del Papa Francisco, al ser obispos católicos, de qué Papa son? ¿De qué Iglesia serían entonces? ¿A quién le interesa que se clasifique a los obispos como los que son del Papa Francisco y los que no lo son? ¿Por qué hay medios que sólo hablan de unos obispos y no de otros? ¿Por qué hay obispos dedicados a que los periodistas hablen de lo que ellos hacen como estrategia de política eclesial para denigrar incluso a otros obispos?
¿Dejarán hacer al Nuncio su trabajo? ¿Se seguirá manteniendo el status quo entre las cabezas de la Iglesia en España, según se las denomina? ¿Habrá cambios de sedes episcopales por razones de salud? ¿Afrontará la Iglesia en España la crisis reputacional con el tema de los abusos? ¿Será suficiente la Comisión PRIVA o no lo será? ¿Cuáles serán las conclusiones del equipo del Compliance, cumplimiento normativo, de la Conferencia Episcopal? ¿Se destaparán definitivamente algunos casos en alguna importante diócesis española? ¿Quiénes serán los decanos de la Universidad eclesiástica San Dámaso y qué pasará con las Facultades que tienen más alumnos que profesores? ¿Seguirán los religiosos cerrando comunidades y colegios? ¿Cuáles, cuántas?
¿Qué va a pasar con Torreciudad? ¿Qué tiempo se va a tomar el Comisario Plenipotenciario para sentenciar sobre el caso de Torreciudad? ¿Qué curso seguirá lo que dictamine el Comisario antes de que se promulgue dentro de las instancia vaticanas? ¿Qué pasará con los estatutos del Opus Dei? ¿Será este año el año definitivo del Armagedón canónico de esta institución? ¿Será el año del cierre definitivo de la intervención vaticana en tantas instituciones religiosas como gracia del Jubileo? ¿Acabará la astracanada de Belorado?...
Podría seguir haciéndome más preguntas… En el fondo, cada columna periodística pretende ser una respuesta a una pregunta.
Feliz Año en el Señor.
José Francisco Serrano Oceja