Tribunas

Geopolítica y Geodoctrina en el Cónclave (I)

 

 

José Francisco Serrano Oceja


Un momento de la reunión entre los cardenales
(VATICAN MEDIA Divisione Foto).

 

 

 

 

Conversaba a finales de la pasada semana con un avezado miembro de la diplomacia vaticana sobre algunos de los procesos históricos subyacentes que, de una forma u otra, van a influir en el Cónclave que dará comienzo el próximo día 7 de mayo.

Antes de entrar en la cuestión de fondo, permítanme, o permitidme, algunas pinceladas de contingencia.

Lo primero que hay que aclarar, cuando escribo estas líneas, es que los cardenales han decidido el siguiente proceso: Congregaciones largas, Cónclave corto. Veremos.

Segundo. Respecto a las Congregaciones, sobre las que pesa el secreto, ya estamos en los momentos de las filtraciones interesadas y, cómo no, de los procesos de intoxicación de la opinión pública y publicada.

Intoxicación que es evidente en campañas en las redes sociales. Desde el punto de vista de lo que se denomina el “social listening”, es decir, la monitorización de los contenidos en línea de las redes sociales, se perciben con claridad las campañas, por un lado de promoción de candidatos y por otro de denigración de candidatos. No olvidemos que las redes son mecanismos de alteración de la percepción de la realidad. No sólo en política, en esta cuestión también.

Tercero. Atentos al cardenal Tagle. Todo el mundo habla de él y él no habla. Centro Mariápolis de Castel Gandolfo. No pasa sólo con Tagle. Criterios para detectar candidatos reales.

Cuarto. Sobre exposición mediática del cardenal Müller en legacy media, medio clásico. Lógico. Asienta en prescriptores límites territoriales de geodoctrina sabiendo que no conseguirá ni un voto. No lo pretende. Ese protagonismo se corresponde con otros tipos de protagonismos.

Quinto. Los idiomas. Al final las conversaciones entre los cardenales, fuera de las Congregaciones, se hacen por círculos lingüísticos. Quien más idiomas domina, más amplia tiene su paleta. Quien menos, más limitado ésta. Curiosamente, predominio de idiomas en los cardenales mayores; inglés e italiano común en los jóvenes, que no saben latín.

Sexto, de cuestiones contingentes. A medida que nos separamos del Papa Francisco, aumenta el tono en los balances del pontificado que se hacen en perspectiva de Cónclave. Pongo un ejemplo. Lean en “Domani” a Giovanni Maria Vian.

Séptimo y esta cuestión sí de fondo.

El Cónclave que eligió a Juan Pablo II (1978) sacó las primeras conclusiones del proceso de internacionalización del Colegio cardenalicio que había asentado Pablo VI. El primer círculo fue el Europeo, que incluye los dos pulmones de Europa, rompiendo la dinámica italiana.

Después fue elegido Benedicto XVI (2005), ratificaba ese círculo europeo y los ampliaba al ámbito intelectual-cultural-teológico, conexión Vaticano II.

La llegada de Jorge Mario Bergoglio (2013) asienta un círculo más de ese proceso de internacionalización, el de Hispanoamérica. Pero al fin y al cabo, es una variación del Europeo-Occidental desde otra perspectiva.

¿Se atreverán los cardenales ahora a seguir ampliando el círculo? ¿Hacia dónde, hacia donde más crece el catolicismo? ¿Estamos hablando de Asia?

 

 

José Francisco Serrano Oceja