Crónica de Roma
La gran diferencia entre este cónclave y el que eligió a Francisco: no hay una misión específica
En la preparación del cónclave de marzo de 2013, los cardenales pidieron un papa con un objetivo principal: la reforma de la Curia romana. Ahora, se pide un papa que continúe las reformas
07/05/25 | Jesús Colina
- La preparación ha sido diferente
- Un cónclave con una misión para el nuevo papa
- ¿Por qué fue elegido Francisco?
- Las propuestas al inminente cónclave
- Continuar con las reformas
- Promover la unidad para superar divisiones
- Las relaciones de los cardenales con el Papa
- Afrontar la persecución religiosa
- Del llamado a la Reforma a la necesidad de unidad
Congregación de cardenales (@VATICAN MEDIA)
En la preparación del cónclave de marzo de 2013, los cardenales pidieron un papa con una misión muy específica: la reforma de la Curia romana. Las congregaciones generales, ahora, han presentado más bien los grandes desafíos que afronta la Iglesia, y que deberán convertirse en la agenda del próximo pontificado.
La preparación ha sido diferente
Hoy, a las 16.30 comienza el cónclave. Si algo queda claro es que la preparación ha sido sumamente diferente a la que tuvo lugar con motivo del cónclave del 12 al 13 de marzo de 2013, que eligió al cardenal Jorge Mario Bergoglio.
Las congregaciones generales se desarrollaron entre el 4 y el 11 de marzo de 2013. Si bien, igual que ahora, en esas deliberaciones participaron todos los cardenales, en ese cónclave —celebrado tras la renuncia de Benedicto XVI— solo entraron 115 cardenales. En esta ocasión serán 133.
Un cónclave con una misión para el nuevo papa
Un argumento acaparó mucha atención de todos los cardenales en 2013: la reforma de la Curia Romana.
La Santa Sede había vivido el shock de Vatileaks, las filtraciones de noticias sobre escándalos en la Iglesia. En ese contexto, los cardenales pidieron un Papa que fuera capaz de traer mayor transparencia en las finanzas, incluido el Instituto de las Obras de Religión (IOR), conocido como el “Banco Vaticano”.
Las congregaciones de los cardenales pidieron una reforma de la Curia Romana que simplificara las estructuras del Vaticano, superar intrigas internas, así como el excesivo clericalismo y centralismo.
Los cardenales mencionaron frecuentemente el informe secreto de tres cardenales (el español Julián Herranz, el eslovaco Jozef Tomko y el italiano Salvatore De Giorgi), que había sido entregado a Benedicto XVI en respuesta al escándalo “Vatileaks”. El texto de ese documento no se distribuyó públicamente.
¿Por qué fue elegido Francisco?
En ese sentido, aquel cónclave fue único: se buscó a un Papa con una misión específica: la reforma de la Curia, una de las prioridades absolutas del pontificado del Papa Francisco. Ni los cónclaves precedentes ni este posterior ha tenido un planteamiento tan focalizado en una urgencia específica.
Por lo que se refiere al perfil del Papa que pidieron los cardenales en las congregaciones generales se abogó por un papa espiritualmente sólido, pastoral, humilde, pero también fuerte para abordar reformas.
Muchos purpurados sugirieron una figura con capacidad de comunicación con el mundo moderno. Se valoró que fuera alguien con experiencia pastoral real, no solo de gobierno curial.
Como se puede ver, la elección de Jorge Mario Bergoglio respondía bien estas propuestas.
Las propuestas al inminente cónclave
Este martes, han concluido las congregaciones generales y ha comenzado el período de silencio durante el cual cada cardenal elector podrá dedicarse a la oración y la reflexión sobre lo dicho y escuchado en estas reuniones.
Este miércoles por la mañana se celebrará la “Misa por la elección del pontífice”, y por la tarde, a las 16:30, la solemne entrada en la Capilla Sixtina para comenzar el cónclave.
En esta ocasión, las deliberaciones de los cardenales no han planteado una misión específica, como sucedió en el anterior cónclave. Se han concentrado más bien en subrayar los grandes retos que tiene hoy la Iglesia y que deben formar parte de la agenda del próximo papa.
Congregaciones generales de cardenales
celebradas en el Vaticano el 5 de mayo.
Continuar con las reformas
En la última congregación —la duodécima— celebrada este martes de 9:00 a 12:30, con la presencia de 173 cardenales (130 electores) y 26 intervenciones, se trataron varios temas.
Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa vaticana, ha aclarado que obviamente los purpurados en sus intervenciones ante las congregaciones generales han pedido que el próximo obispo de Roma continúe con “muchas de las reformas promovidas por el Papa Francisco: la lucha contra los abusos, la transparencia económica, la reorganización de la Curia, la sinodalidad, el compromiso por la paz y el cuidado de la creación. La responsabilidad de la Iglesia en estos ámbitos se siente de forma profunda y compartida”.
Promover la unidad para superar divisiones
Según el portavoz vaticano, un tema central ha sido el de la comunión, entendida como promoción de la unidad, señalada como una vocación esencial del nuevo pontífice. Se delineó el perfil de un Papa pastor, maestro de humanidad, capaz de encarnar el rostro de una Iglesia samaritana, cercana a las necesidades y heridas de la humanidad.
En tiempos marcados por guerras, violencia y polarización, se siente intensamente la necesidad de un guía espiritual que ofrezca misericordia, sinodalidad y esperanza.
Algunas intervenciones abordaron cuestiones de derecho canónico, reflexionando sobre el poder del Papa. También se habló de las divisiones dentro de la Iglesia y de la sociedad.
Las relaciones de los cardenales con el Papa
Se mencionó la Jornada Mundial de los Pobres, que se celebra el domingo anterior a la solemnidad de Cristo Rey. Al respecto, se subrayó: “cuánto estas dos celebraciones pueden interpretarse en relación mutua, reconociendo la presencia viva de Cristo en los pobres y recordando que la verdadera realeza del Evangelio se manifiesta en el servicio”.
Se ha discutido también sobre cuál debe ser el papel que deben desempeñar los cardenales en su relación con el papa. Los purpurados solicitaron, en particular, “dar mayor significado a las reuniones del Colegio Cardenalicio”. Hoy los cardenales no se conocen entre sí, y esto es debido, entre otras cosas, a los escasos consistorios de cardenales convocados por Francisco en los últimos años.
Afrontar la persecución religiosa
Finalmente, se recordaron los mártires de la fe, especialmente en aquellas tierras donde los cristianos sufren persecución o carecen de libertad religiosa. Entre las urgencias pastorales se reiteró el compromiso de enfrentar con decisión el cambio climático, reconocido como un desafío global y eclesial.
También se reflexionó nuevamente sobre la fecha de celebración de la Pascua, el Concilio de Nicea y el diálogo ecuménico.
La congregación concluyó este martes con la lectura de una declaración oficial: un llamamiento a las partes involucradas en diversos conflictos internacionales.
Del llamado a la Reforma a la necesidad de unidad
En vísperas del inminente cónclave se constatan, por tanto, prioridades muy diferentes a las del otro cónclave. En la ocasión precedente, el restablecimiento de la trasparencia y credibilidad de la Iglesia era la prioridad, a través de una auténtica reforma de la iglesia en clave sinodal y de reorganización de la Curia Romana.
En esta ocasión, los cardenales han incidido en la importancia que debe dar el nuevo papa a la unidad para superar las divisiones que hoy día desgarran a la Iglesia y al mundo.