Cáritas Santander | Noticia • 17/11/2025

 

Emotiva despedida de las Hermanas del Hogar Belén tras 25 años de entregado servicio a los demás

 

 

 

Por Fernando Collantes, medios Diócesis de Santander.


 

 

 

 

 

 

El 12 de diciembre de 2000 Hogar Belén, dirigido por Cáritas Diocesana de Santander, abrió sus puertas con una Comunidad inicial de cuatro Hermanas -dos enfermeras y dos ATS- que trabajaron en coordinación con el equipo de infeccioso del Hospital Valdecilla. La misión de la Comunidad era la de atender a enfermos terminales de SIDA o enfermedades similares, dándoles el cariño, amistad y compañía que necesitan.

El pasado sábado, la comunidad formada por las Hermanas Aurelia, Rosa, Celine y Carmen, se ha despedido de Hogar Belén tras 25 años de servicio caritativo, cargado de amor y de cariño hacia las personas que más lo han necesitado. Cientos de vidas salvadas y mejoradas con su presencia y cuidados hacia las personas que han pasado por Hogar Belén desde que ese 12 de diciembre de diciembre del año 2000 llegara a Santander esa primera comunidad.

Desde entonces, son decenas las Hermanas de la Caridad de Santa Ana que han servido a los demás en esta pequeña gran familia en la que se ha convertido Hogar Belén. Junto a ellas, decenas de personas voluntarias y de profesionales contratados por Cáritas Diocesana, que han apoyado la labor de las comunidades de religiosas que en cada momento han curado tantos corazones y tantas heridas provocadas por la exclusión social derivada de situaciones de enfermedad, soledad y pobreza.

 

 


 

 

 

Y se han despedido siendo fieles a su carisma: con una humilde y familiar Eucaristía, rodeadas de las personas que han compartido con ellas este camino. Una despedida cargada de su carisma. Se van discretamente, tras más de 2 décadas de entrega total. Y D. Ricardo Alvarado del Río, Vicario Episcopal para la Acción Caritativa y Social, quien ha presidido esta celebración, ha aprovechado su homilía para, en primer lugar, trasladar un afectuoso saludo y la gratitud de nuestro Obispo, D. Arturo Ros, quien, por compromisos adquiridos con anterioridad, no ha podido asistir a esta despedida.

«Cuando pensamos en Hogar Belén pensamos en eso, en hogar. Hermanas, habéis puesto el calor y el estilo de familia para acompañar a las personas. Aquí, la caridad se volvió trabajo compartido y calor humano», ha asegurado D. Ricardo.

Asimismo, ha aprovechado para traer a esta despedida el sentido de la Palabra escuchada en la Eucaristía: «La Palabra nos dice que se abre camino donde parece no haberlo. La luz se abrió paso en situaciones difíciles en este lugar y Dios ha estado en cada gesto de ternura y en cada historia vivida». Ha afirmado igualmente que «estamos tristes por vuestra marcha, pero al mismo tiempo resuena una convicción: en la vida de la Iglesia el bien permanece y la caridad se convierte en semilla de esperanza».

Ha agradecido a las Hermanas su presencia, profesionalidad y su compañía. «Lo que habéis vivido aquí no desaparece, queda en la historia de esta diócesis, en el corazón de las personas acompañadas y en Dios. Hoy cerramos una etapa, pero seguimos unidos», ha concluido.

En la celebración la comunidad ha estado acompañadas por Hermanas llegadas de otros puntos de España y por el equipo de Cáritas Diocesana de Santander, formado por profesionales y voluntarios, que han mostrado su tristeza por su marcha y su emoción al recordar todo el trabajo realizado en Hogar Belén estos 25 años.