Iglesia-Estado

 

La escalinata de acceso a la basílica del Valle de los Caídos será sustituida por “una gran grieta horizontal”

 

El proyecto “La base y la cruz”, ganador del concurso para la resignificación del recinto, prevé un gran vestíbulo y un centro de interpretación

 

 

 

12/11/25


 

 

 

Pese a que a la hora de escribir esta noticia aún no son públicas las memorias del proyecto, ni la identidad de quién ha firmado la iniciativa ganadora, el secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura del Ministerio de Vivienda y presidente del jurado, Iñaqui Carnicero, anunció ayer que “La base y la cruz” ha sido la propuesta elegida para resignificar El Valle de los Caídos. Un proyecto cuyo presupuesto alcanza los 31 millones de euros.

 

 

 

  1. Más naturaleza que arquitectura
  2. Una gran grieta horizontal
  3. Acceso independiente
  4. Mantenimiento de los signos religiosos
  5. La escultura de la Piedad
  6. “Indefinido y siniestro”

 

 

 


Una "gran grieta" transformará el Valle de los Caídos:
un espacio para el diálogo y la pluralidad.
EUROPA PRESS

 

 

 

En un acto en el que no estaban previstas las preguntas, el presidente del jurado explicó que la clave del proyecto es la eliminación de la escalinata de acceso a la basílica y la creación, en el nuevo plano, del acceso a un lugar del encuentro y al centro de interpretación.

 

Más naturaleza que arquitectura

Con bastante imprecisión sobre plano para saber si se cumplen los términos de lo acordado con la Iglesia, el secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura del Ministerio de Vivienda señaló que “se da más protagonismo a la naturaleza que a la arquitectura, y se rompe la axialidad que tanto había caracterizado este monumento para producir una gran sombra, una grieta que facilita el encuentro, que invita al diálogo y a una visión más plural, más democrática”.

En la presentación del proyecto, Carnicero estuvo acompañado por los miembros del jurado, entre quienes estaba el delegado de Liturgia de la Archidiócesis de Madrid, Daniel Albero Escobar Portillo, presente en el acto sin clériman. Otros miembros del jurado son la artista española Cristina Iglesias y el arquitecto británico David Chipperfield. El proyecto ganador lo ha sido por unanimidad de los miembros del jurado.

 

Una gran grieta horizontal

El cambio más visible que experimentará el acceso a la Basílica será la eliminación de la escalinata vertical y la construcción en su lugar de un soportal a los pies del templo, semejante a una gran grieta horizontal que se extenderá de lado a lado por toda la explanada del recinto.

Los visitantes podrán acceder por debajo de este soportal a un vestíbulo circular con el techo descubierto que permitirá un acceso común tanto a la basílica como al nuevo centro de interpretación.

 

Acceso independiente

No parece que esté claro que este acceso común cumpla el acuerdo de acceso al espacio sagrado de forma independiente, es decir, sin relación con el centro de resignificación, según lo acordado por la Iglesia y el Gobierno.

El modelo que se ha utilizado para este proyecto es el monumento al Holocausto de Berlín.

En la presentación no se han concretado tampoco los elementos de resignificación en el interior. Sólo se ha dicho que se trataría de la instalación de algunos paneles para resignificar las capillas.

 

Mantenimiento de los signos religiosos

Según la nota del arzobispado de Madrid del 16 de abril, las condiciones que debía cumplir el proyecto eran:

“El mantenimiento de la basílica donde se celebra la Eucaristía, así como sus signos litúrgicos y religiosos. Las intervenciones de carácter artístico y museográfico siempre garantizarán el destino litúrgico y cultural de estos espacios sin alcanzar a dicho espacio.

El mantenimiento de las capillas con sus símbolos religiosos y espacios litúrgicos. La intervención museográfica y artística debe respetar las capillas y los símbolos religiosos existentes en ellas.

El acceso independiente desde la entrada principal exterior de la basílica hasta el lugar en que se celebran los sacramentos.

La continuidad de la Comunidad monástica benedictina encargada del servicio litúrgico de la basílica, la hospedería y la escolanía”.

 

La escultura de la Piedad

A lo largo del día de ayer varios medios publicaron que el Gobierno iba a conservar la cruz pero que iba a eliminar la gran escultura de la Piedad. Un supuesto que ha sido negado por fuentes gubernamentales.

Lo que está claro, según especialistas en la materia consultados por Religión Confidencial, es que esta intervención tiene la finalidad de disolver la perspectiva de la entrada a un templo con una confusión de planos y mensajes y con el ocultamiento de la perspectiva de entrada a un lugar sagrado.

 

“Indefinido y siniestro”

En declaraciones a Religión Confidencial, el historiador y autor del estudio más completo sobre el Valle de los Caídos, Alberto Bárcena, ha destacado el carácter de “indefinido y siniestro del proyecto, porque puede significar muchas cosas. Por ejemplo, se puede hacer una interpretación panteísta del círculo por el que entra la luz y de la insistencia de la mayor presencia de la naturaleza, según han dicho en la presentación”.

Para Bárcena, hay que estar muy atentos a dónde se ubique y cómo sea el centro de reinterpretación que se va a construir, dado que “del Valle de los Caídos sabemos lo que fue por la historia, pero no sabemos qué va a ser”.

El especialista en la historia de este templo resalta que tan importante como el lugar de culto fue el Centro de Estudios Sociales constituido por el Decreto de 1957, que era el lugar de estudio de las leyes sociales del franquismo, de las que nadie ahora quiere hablar.

Esta resignificación del Valle de los Caídos es un paso más en el proyecto del Gobierno de expulsión de la Comunidad Benedictina, tal como publicamos ayer.