COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO

APRENDIENDO A NO SER

 

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor | 28.10.2014


Aunque no nos amemos al amarnos,
pongamos el corazón en lo que hacemos.

Somos el latido que buscamos
y el deseo que no hallamos.

Me niego a perderme por este mundo
y a comer nada más que llanto.

Necesito gritar, sentirme vivo,
escribir con las lágrimas del alma.

Huérfano de poemas me siento solo,
como paloma sin alas rodeado de muros.

¡Ay, qué cruel es esta prisión!
¡Y qué inhumanos los humanos!

Solo esperar la huida me causa congoja,
y el dolor es tan fuerte que me traspasa.

¿Para qué ser sino eres y por que vivir sino vives?
Prefiero no existir para hallarme y reencontrarme

Que uno hallándose se eterniza
y encontrándose se halla conociéndose.

No es que muera sin vivir,
es que vivo, y porque he vivido,  me voy.

Porque todo tiene su tiempo y su morada.
Ahora soy nada, quizás mañana sea algo.

Una dulce y triunfante libertad me mueve.
Sueño con ser un verso más del aire, ¡sueño!

 

Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
28 de octubre de 201
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