COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO
EL BAUTISMO DE JESÚS
“Escribe el apóstol Juan: «En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Unigénito, para que vivamos por medio de Él», y le envió «como víctima de propiciación por nuestros pecados» (1 Jn 4, 9-10). He aquí por qué el primer acto público de Jesús fue recibir el bautismo de Juan, quien, al verle llegar, dijo: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Jn 1, 29). ¡Qué gran don!”
Víctor Corcoba Herrero, Escritor | 07.01.2022
I.- BAÑADO EN LA VOLUNTAD DEL PADRE
Todo viene del cielo y al cielo vuelve,
sólo hay que ver a ese Niño ascender,
sumergirse en la voluntad del Padre,
crearse y recrearse en la voz celestial,
renacer de lo alto y nacer de lo bajo.La cruz de cada día prosigue su furia,
requiere de nuestro deseo de ternura,
del lavado hondo que purga y depura,
regenera y nos genera la fortificación,
para no hundirnos en el tajo del mal.Quién ingresa con certeza en la luz,
se hermana con Cristo para siempre,
se despoja de toda cadena mundana,
y retorna al manantial de la pureza,
donde todo se eterniza y enternece.
II.- EMPAPADO EN EL AMOR DEL SEÑOR
Somos retoños del amor y del amar,
hemos de permanecer bajo esta ruta,
esto traerá buenos vientos al andar,
como la lluvia que bautiza el campo,
y lo hace florecer para gozo nuestro.El Señor jamás nos deja en el olvido,
vive y se desvive por vivir al lado,
sólo hay que dejarse velar y querer,
la cercanía es su modo de habitar,
y de ser lo que soy, porción divina.No pongamos cerrojos a las puertas,
dejemos que la inmersión nos cale,
nos renueve por dentro y por fuera;
únicamente así podremos edificar
el reino de la estima entre nosotros.
III.- RECUBIERTO EN LA GRATUIDAD DEL ESPÍRITU
Concedido el hálito como donación,
todo fraterniza hasta reverdecernos,
lo que nos llevará a invocar el vivir,
como un cohabitar entre hermanos,
y a morar el ser en la barca del verso.Reaparezca la mística en nosotros,
que su aliento nos vivifique siempre,
porque nada somos sin llegar a Dios,
Dios nació para que cada cual pueda
revivirse y guiar su propio destino.Estamos llamados a nombrar el ser,
con las equivalencias de lo terrenal,
cuando lo verídico es oírse y ponerse
en camino, según el espíritu beatífico,
amándonos y glorificando al Creador.
Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
07 de enero de 2022