COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO

 

EN MISIÓN TERRENAL, CON LA CONVICCIÓN DIVINA

 

 

"El cometido del Redentor, expansivo a sus seguidores, está todavía lejos de cumplirse. Cada amanecer, debemos comprometernos con nuestras energías en su servicio. Es un deber que nos incumbe a todos, hasta llegar a que seamos uno, con el desplome de ideologías y sistemas políticos opresores. Dejémonos, pues, que la esperanza nos abrace. Sintámonos próximos con el análogo, sin fronteras ni frentes, valores evangélicos que el Martirizado encarnó con su esencia”

 

 

 

Víctor Corcoba Herrero, Escritor | 29.04.2023


 

 

 

I.- EL SALVADOR NUESTRO NOS LLAMA

En el hecho liberador está el amparo,
ayuda que asume un valor universal,
la fe en un solo cielo que nos aviene,
que nos concilia y reconcilia la savia,
con el sol de la verdad y la bondad.

Nadie parte al Padre sino por el Hijo,
como ninguno camina sin el espíritu.
Pedimos saborear la virtud del afecto,
como creación y recreación del bien,
don que mana y emana del Creador.

La providencia es dada a las gentes,
obra de la gracia de un modo etéreo,
volviéndonos a la naturaleza divina,
como herederos místicos de la cruz,
vaciando penas y cargando poemas.

 

 

II.- EL REINO CELESTE NOS ESPERA

Jesús de Nazaret conquistó a la paz,
llevó a cumplimiento un plan pulcro,
de hacer lo justo y deshacer el mal,
de restablecer lo armónico amando,
y de rehacernos entre sí y con Dios.

Al renacer de entre los agonizados,
se clama y se proclama la estética,
la hermosura de ascender al edén,
donde todo es un mar de acuerdos,
y un oleaje de alianzas inmortales.

Dejemos que la acción del espíritu,
adquiera cuerpo en las conciencias,
tome respiro y remueva el corazón,
se esfuerce en cumplir su voluntad,
por todos los perímetros terrenales.

 

 

III.- EL TESTIMONIO COOPERANTE NOS UNE

La acción cooperante nos resucita,
se propaga y no se apaga en la vida,
nos requiere como prueba de amor,
y como validación de humanidad,
gastando existencia por el prójimo.

No se puede comprender y hallarse
en la tarea encomendada, sin volver
a los sendas de la mística del Señor,
donde nos espera y no se desespera,
y nos aguarda mientras nos guarda.

Abrirse a la pasión del Crucificado,
es la efectiva liberación de todo ser.
Todas las visiones se forjan con Él,
pues sólo en Él, hallamos la alegría,
y el gozo de sentirnos sin la tristeza.

 

 

Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
29 de abril de 2023