COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO
EL SEÑOR NOS ATRAE HACIA SÍ; ES ALIENTO Y ALIMENTO NUESTRO
“La Eucaristía es el hallazgo continuo del ser humano con su Creador, dándose a sí mismo para transfigurarnos en él mismo. Andamos siempre de servicio, como poetas en guardia y con la gratuidad como horizonte. Saber participar lo poco que somos y tenemos, sin cerrarnos a nadie y sin encerrarnos en nuestras posesiones, nos enseña a morar en profunda unión desprendida, partiendo del asombro y repartiendo el amor de amar amor mutuamente”
Víctor Corcoba Herrero, Escritor | 27.07.2024
I.- FUNDEMOS EL JUSTO TRONCO VIVIENTE
Los caminos de Jesús nos asisten,
nos hacen ver que la savia es don;
que todo germina de la pequeñez,
que el amor es lo que nos florece,
y que lo que nos da valor es amar.En comunión el espíritu se nutre,
se engrandece el alma de bondad,
y se acrecientan los claros deseos,
de crearse y recrearse con los días,
hasta saciarse las miradas de cielo.Nuestra coexistencia será fecunda,
en la medida en que nos miremos,
enramados entre sí unos en otros;
ofreciéndonos corazón a corazón,
que es como se fortalece el árbol.
II.- PROBEMOS A COMPARTIR MEJOR VIDA
Vivir es desvivirse por entregarse,
hallarse consigo mismo y cederse;
es brindarse y dejarse acompañar,
abrirse a las invitaciones celestes,
y a las necesidades de los demás.Cristo percibe nuestros problemas,
eleva los ojos a la cúspide divina,
para legarnos el pan de la caridad,
que es el que nos sacia por dentro,
y nos lleva hacia la casa del Padre.Su temple es la Palabra encarnada,
que sienta y sustenta la existencia,
en un proceder que nos restablece;
con un recto corresponder de dar,
lo que conlleva reforzarse en la fe.
III.- ACORDEMOS SEGUIR MÁS AL MAESTRO
La lógica divina no es la humana,
pues allí nadie se lava las manos,
todo se mantiene en acompañarse,
en ir a una en la acción fusionada,
de vivos penitentes en penitencia.La demostrada pasión de la Cruz,
radica en la compasión del dolor,
en ponerse en la realidad foránea,
lo que alude a un brioso cooperar,
que nos forja más allá del mundo.El gran camino de la misericordia,
es una senda que se inicia en Dios,
y a Dios vuelve con nuestra vuelta,
con el gozo que vierte la voluntad,
tras purgarse el mal y enmendarse.
Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
27 de julio de 2024