EL EVANGELIO DEL DOMINGO

por Gervasio Portilla García

09.10.2016


XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario (C)

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (17,11-19)

 

En aquel tiempo, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:

˗ «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».

Al verlos les dijo:

˗ «Id a presentaros a los sacerdotes».

Y sucedió que mientras iban de camino quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús, tomó la palabra y dijo:

˗ «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».

Y le dijo:

˗ «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Palabra del Señor.

 


COMENTARIO:

Este Evangelio del Domingo Vigésimo Octavo del Tiempo Ordinario, nos muestra como Jesús realiza el milagro en favor de los más postergados de la sociedad de aquel tiempo: los leprosos.

Jesús, les acoge y les rehabilita para que vuelvan a insertarse de lleno en aquella división de castas y separaciones.

Jesús, muestra claramente su doctrina, acogiendo a los pobres, a los débiles, a los marginados.

Creer en Jesús, es levantarse. como los leprosos después de su curación, resurgiendo como hombres nuevos y servirnos del don que Dios nos brinda, para hacernos servidores de los demás.

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.