EL EVANGELIO DEL DOMINGO

 

 

por Gervasio Portilla García

18.12.2022


 

IV Domingo de Adviento (A)

 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (1, 18-24)

 

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

― «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:

― «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"».

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

 

Palabra del Señor


 

COMENTARIO:

 

El Evangelio de este Cuarto domingo de Adviento, ya en vísperas de la Navidad, nos presenta el verdadero misterio de Jesús.

En el niño que María ha concebido habita la plenitud del Espíritu Santo, rebasando todos los límites meramente humanos.

En Jesús, Dios se hace visible y una figura palpable, no siendo en adelante necesario recurrir a representaciones supuestas de Dios, porque el Hijo representa la imagen de Dios.

A partir de ahora, nuestro Dios, es un Dios cercano y cotidiano, presente siempre en nuestras vidas.

 

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien. Feliz Navidad.