EL EVANGELIO DEL DOMINGO
por Gervasio Portilla García
23.11.2025
XXXIV Domingo del Tiempo Ordinario (C)
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO, solemnidad
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (23, 35-43)
En aquel tiempo, el pueblo estaba mirando, pero los magistrados hacían muecas a Jesús, diciendo:
― «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».
Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:
― «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».
Había también por encima de él un letrero:
― «Éste es el rey de los judíos».
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:
― «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
― «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo».
Y decía:
― «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».
Jesús le dijo:
― «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».
Palabra del Señor.
COMENTARIO:
La Iglesia celebra hoy la festividad de Cristo Rey.
En esta lectura, se recogen las mofas de los jefes judíos a Jesús, una mofas, que encierran una profunda contradicción: es precisamente sobre la cruz donde el misterio se manifiesta en toda su dimensión, creando el hombre nuevo.
La cruz, a lo largo de los siglos se ha convertido en símbolo de violencia por parte de aquellos que han combatido el bien y la verdad, bien de forma consciente o inconsciente.
La cruz, abarca todo el Evangelio, es la palabra que grita a todos los hombres de buena voluntad : "sólo el amor puede salvar".
Jesús, murió y cumplió la voluntad de su Padre y su sangre fue definitiva en nuestra salvación.
Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.