EL EVANGELIO DEL DOMINGO
por Gervasio Portilla García
30.11.2025
I Domingo de Adviento (A)
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (24, 37-44)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
― «Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. En los días del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre:
»Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán. Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
»Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejarla abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Palabra del Señor
COMENTARIO:
«Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor».
Está exhortación que recoge el Evangelio de este Primer Domingo del Adviento del ciclo A, no dice que nos preparemos para la venida del Señor, estas Navidades. No veremos a Cristo, pero si vivimos con intensidad nuestra fe, poniendo en práctica la oración, los Sacramentos y una vida en coherencia, viviremos una llameante esperanza de paz.
La vigilancia con que debemos esperar la llegada del Señor, no se debe confundir con pasividad estéril y fatalista.
Vigilar significa vivir en actitud de servicio permanente a los demás.
Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.