Fe y Obras

 

Sobre cabrones (con perdón) y pederastas

 

 

 

01.03.2019 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

El que esto escribe ha visto un twitter de un partido político en el que se llama al Papa, nada más y nada menos, que “Cabrón pederasta”.

El caso es que el Santo Padre Francisco ha tenido a bien decir una verdad más que grande y que es, a saber, esto:

“Todo feminismo acaba siendo un machismo con falda”.

Sería muy fácil decir aquí que muchas feministas, más bien, parecen, en fin, de naturaleza varonil y que, en efecto, no se trata más que de machismo con falda. Y eso podría resultar hasta gracioso porque no creemos haya nadie que no haya dicho en alguna ocasión algo así como “no me extraña que sea feminista porque es más fe que Picio”. Aunque, claro, también hay mujeres que no están en tal grupo y se manifiestan como feministas porque, seguramente, es la moda y pareciera que no se puede decir otra cosa sin ser mal vista o mal tratada.

Pero aquí ni siquiera vamos a hacer tal gracia o a sostener tal pensamiento, faltaría más.

Algo, de todas formas, sí vamos a decir.

Ya se sabe lo que ha sucedido hace unos días, y durante unos días, en la capital mundial del catolicismo, Y es que en Roma, y seguramente por decisión Papal, se han estado aireando muchas malas acciones y muchos delitos. Y eso está bien porque, a lo mejor, es la única forma de que se sepa que, al menos, la Esposa de Cristo, tiene, a tal respecto, las cosas claras.

No vamos a entrar ahora a decir nada sobre la oportunidad de tales días y de las cosas que ahí se han dicho. Y es que así dicho, en general, pudiera pensarse que estamos de acuerdo con la especie según la cual la Iglesia católica es un nido de pederastas y de delincuentes. Y no lo hacemos porque de eso ya se está encargando el resto de medios de comunicación que han acogido lo allí sucedido con gozo que, casi podríamos decir, llega al orgasmo periodístico… tanto gusto y puesto en bandeja de plata...

En fin…

Tampoco vamos a entrar en la causa de todo eso y que tiene que ver, no ya con la condición de sacerdote sino con otra, con otra condición. Y es que el 80% de los casos de lo que se ha tratado ha sido de relaciones homosexuales. Y ahí, claro, está el problema.

Ya podemos pensar que los hijos de Satanás que están atacando a la Iglesia católica nunca dirán que la inmensa mayoría de casos de pederastia tienen su origen en la condición homosexual de quien, en el seno de la Esposa de Cristo, ha cometido tal tipo de atrocidades propias de un desviado natural. No. Eso nunca se puede decir porque ya sabemos que lo políticamente correcto es sostener que cada cual escoja el sexo que le dé la gana y, eso, desde bien pequeño. Vamos, desde la escuela misma donde introducen eso de la “opción sexual” como si se tratase, claro, de una obligación, como si nadie naciese como nace o fuese hombre o mujer al venir al mundo. Y esto resulta, como poco, curioso, porque son los mismos los que defienden la naturaleza y la promiscuidad y cambio de origen sexual de la personal los que no se dan cuenta de que “natural” quiere decir “original” y, por tanto, quien nace hombre sólo puede ser hombre y quien nace mujer, por original y natural, sólo puede ser mujer. Aunque ya sabemos que ciertas verdades ni se escuchan ni se tienen por puestas...

El caso es que sí, se trata de eso y es por ser de condición homosexual por lo que se cometen tales delitos. Y no por serlo y vivir en castidad, no, sino por todo lo contrario. Y es que esto lo decimos porque la Iglesia católica tiene a mal, claro, la homosexualidad (no puede ser de otra forma porque así consta en las Sagradas Escrituras) pero tiene a mal la práctica de la misma porque a quien así se considera pero no lleva a la práctica lo que tal condición implica… en fin, que no es mal visto ni nada por el estilo sino que es amparado por su Madre la Iglesia católica.

Decimos todo esto porque, según ponemos arriba, hay un partido (más bien partida de individuos malcarados y puño-en-alto) que ha tenido a bien llamar al Papa, repetimos, “Cabrón pederasta”.

Es de suponer que esto lo hace tal partido político (engendro, por cierto, de las entrañas de Satanás como sus corruptos antepasados) porque sabe que no va a tener consecuencia alguna. Es decir, que no va a haber ningún sacerdote, obispo o, incluso, algún alto cargo de Roma, que se presente hoy mismo en el juzgado más próximo e interponga una demanda por todo lo que se le pueda ocurrir desde donde se encuentre hasta el Juzgado más próximo. Y es que saben más que bien estos mamarrachos de la política roja que la Esposa de Cristo, en este tipo de casos, opta, seguramente, por el silencio judicial y deja pasar las cosas. Y, ya sabemos que hay un refrán que dice eso de que “quien calla, otorga”.

Ya sabemos, pues, lo que tiene que hacer en este caso la Iglesia católica. No vaya a ser que haya alguien que crea que no se dice nada porque se otorga cuando, en realidad, ni puede ser así ni es así.

Por cierto, aquí ni siquiera hemos dicho el nombre del partido político que ha cometido semejante -y presunto- (faltaría más) acto delictivo. Y no lo hacemos porque ya sabemos que los hijos de Satanás les gusta demostrar que lo son. Y hay tantos... aunque, en realidad, podemos decirlo.

Pues eso, que ahí queda el nombre aunque, al parecer, y según se dice en la noticia en cuestión, ya se ha retirado el citado, digamos, mensaje porque no se trataba de que tal partido político, en sí mismo considerado, opinara eso, sino de un individuo “desbocado” o, mejor, “desteclado” (porque se le fue no la boca sino la tecla). Pero ya sabemos lo que dijo Pilato sobre que “lo hecho, hecho está” y en este tipo de cosas siempre hay quien las guarda y nada se pierde definitivamente. Para que luego no se diga que todo era mentira…

Pero lo más triste de todo es que en el citado twitter aparecía, junto al corazón que indica, digamos, un “me gusta” cordial, un 1. Es decir, aún había una persona a la que le gustaba que al Papa le llamasen “Cabrón pederasta” (creemos, seguro, que hay más). Y, aunque no sabemos si se trataba del mismo malcarado individuo que había escrito eso o de otro, no podemos negar que eso dice mucho, y malo, de ciertas y rastreras condiciones humanas se borren o no se borren ciertos mensajes que no son, sino, una manifestación del subconsciente.

 

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net