Fe y Obras

 

Ahora matar es un derecho

 

 

 

25.06.2021 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

 

Al parecer, según se ve y como suelen hacer los malvados en sus nigérrimas intenciones, eso que se llama “Europa” como si fuese una entidad abstracta que nada tuviera que ver con nuestras vidas, va a aprobar algo así como que el aborto es un derecho. Bueno, no sabemos si va a aprobar o ya se ha producido la tan aberrante decisión. Poco importa eso.

En realidad, es tan vergonzoso tener que decir que el ser humano es capaz de disponer de la vida de un semejante de una manera tan artificial y tan mundana que da vergüenza ajena la cosa.

Resulta, por tanto, que cuando un ser humano, que come, bebe y hace lo que tiene que hacer dentro del seno materno, que crece desde el mismo momento de la fecundación donde se produce la separación celular en el tal instante y no catorce días después; resulta, pues, que a tal ser humano se le puede negar el derecho a nacer porque lo piden los tiempos que corren, porque lo aprueban personas que no tienen alma y son, pues, desalmadas y, en fin, porque se creen en el derecho, como decimos arriba, de disponer de la vida de un semejante cosa que, como sabemos, es patrimonio de Dios y Quien está legitimado para hacer lo que crea oportuno con sus criaturas.

¡Qué vergüenza que lo que iniciaron personas creyentes (alguna de ellas está en procesos especiales de reconocimiento eclesial) haya devenido en una caterva de asesinos en ciernes!

¡Qué vergüenza que haya quien se crea más que Dios!

¡Qué asco le da a uno pensar que hay personas que se sientan en sus buenos sillones en sus inmejorables despachos y se permiten el lujo de fomentar algo como el aborto!

¡Qué vergüenza que pueda ser un derecho matar como lo es el derecho a la vida!

¡Que vergüenza que se vaya a obligar, como están las cosas, a los médicos a practicar tal antiterapia!

¡Qué vergüenza que haya personas que no tengan conciencia alguna de lo que supone un ser humano que se desarrolla en el seno de una mujer y que tal vida es sagrada!

¡Qué asco le da a uno ver esos estómagos agradecidos con el Nuevo Orden Mundial!

Y así podríamos estar mucho rato. Sin embargo acabaremos con algo que, como se ha visto en todas partes, es lo que va a pasar:

¡Qué vergüenza que sean pocas las personas las que se levanten en armas, del querer convencer y de no querer soportar, para evitar una atrocidad como reconocer que se puede matar a un ser humano y eso sea considerado una posibilidad admitida en derecho!

Asco, esto da puro asco.

Sólo nos queda refugiarnos en Dios y pedirle que su Justicia actúe en consecuencia.

 

 

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net