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Los tiempos que nos ha tocado vivir

 

Escribo sólo para hacer pensar a mis lectores, si es que se atreven, aunque pueden soñar con la lotería de Navidad que ya falta poco

 

 

 

Francisco Rodríguez Barragán | 31.10.2022


 

 

Se termina octubre, pero el verano se alarga. Se ha celebrado el aniversario del triunfo del partido socialista, aunque no ha resultado tan brillante como esperaban sus dirigentes que nos “desgobiernan”.

Hace cuarenta años mis ilusiones estaban intactas: se entraba en una nueva etapa de la historia donde todo iría a mejor, pero no ha sido así. Todos los días los lacayos de los telediarios nos vuelven a poner canciones y bailoteos de los años setenta que no me emocionan nada. Cuando veo a aquellos jóvenes hoy calvos, arrugados o peinando canas igual que yo, pienso que el tiempo pasa y no perdona.

La estridente música del rock, sus saltos y meneos me aburren. ¿Qué hemos sacado de nuevo? centros de alterne, casas de juego, fiestas de Halloween, drogas y borracheras.

Aunque se desgañiten hablándonos de la difusión de la cultura, lo único que se ha difundido es el teléfono móvil cuyo uso compulsivo afecta a todo el mundo y nadie sabe vivir sin el dichoso aparatito.

Como no me dedico a hacer encuestas ignoro si la gente lee o compra libros. Desde luego el nivel cultural no ha ascendido, aunque para montar un WhatsApp solo hace falta desparpajo. Reconozco que muchos de los que recibo me hacen reír y hasta los reexpido a mi gente.

He recibido un WhatsApp en el que el juez Calatayud hace un acertado comentario sobre el cambio de hora y se pregunta la razón de que sigamos anclados en el meridiano de Berlín, que ordenó Franco, y no nos situamos en el de Greenwich que geográficamente nos corresponde, como hizo Portugal, con quien deberíamos coincidir igual que con las islas Canarias.

Ya es mucho pedir que nuestros gobernantes sepan algo de astronomía, tan ocupados como están con la ley de memoria histórica o la del cambio de sexo.

La victoria de Lula en Brasil habrá alegrado a las huestes comunistas que están destruyendo desde Méjico a la Patagonia con aquel virus que nació en la Sierra Maestra de Cuba mientras Fidel Castro se fumaba un puro. Dios pedirá cuentas a los que promovieron la teología de la liberación como Gustavo Gutiérrez y compañeros.

Al norte de Méjico tampoco es que las cosas pinten bien. Sospecho que la guerra de Ucrania favorece la economía de USA dirigida por un anciano con gafas de sol, estilo manoletinas, que hace negocio con la venta de armas.

La semana pasada se celebró la fiesta de San Judas Tadeo que firmó una curiosa carta que figura al final de la biblia, antes del Apocalipsis. No suele leerse en las misas, como se hace con los demás apóstoles, pero dice cosas interesantes como que se ve obligado a escribir su carta para animarnos a combatir por la fe ya que se han infiltrado ciertos individuos que incurren en la condenación anunciada por la Escritura, impíos que han convertido en libertinaje la gracia de nuestro Dios y rechazan a Jesús, el Mesías. ¿Les suena?

 

 

Francisco Rodríguez Barragán