Colaboraciones

 

Sobre la Cuaresma (y III)

 

 

 

01 marzo, 2023 | Javier Úbeda Ibáñez


 

 

 

 

Cuaresma

La Cuaresma es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo.

La Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos.

La Cuaresma es un camino hacia la Pascua, que es la fiesta más importante de la Iglesia por ser la resurrección de Cristo, el fundamento y verdad culminante de nuestra fe. Es la buena noticia que tenemos obligación de difundir.

En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.

El espíritu de la Cuaresma debe ser como un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la Iglesia, proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales, con la purificación del corazón, una práctica perfecta de la vida cristiana y una actitud penitencial.

 

Cómo vivir la Cuaresma:

1.    Arrepintiéndonos de nuestros pecados y confesándonos. El pecado nos aleja de Dios, rompe nuestra relación con Él, por eso debemos luchar contra él y ello se logra a través de la conversión interna de mente y corazón.

2. Luchando por cambiar nosotros mismos.

3. Haciendo sacrificios.

4. Haciendo oración.

Si se vive bien la Cuaresma, deberá lograrse una auténtica y profunda CONVERSIÓN personal, preparándonos, de este modo, para la fiesta más grande del año: el Domingo de la Resurrección del Señor.

Convertirse es reconciliarse con Dios, apartarse del mal, para establecer la amistad con el Creador. Arrepentimiento y confesión de todos nuestros pecados. Una vez en gracia, hemos de proponernos cambiar desde dentro (en actitudes), todo aquello que no agrada a Dios.

 

Temas propuestos por la liturgia cuaresmal

Tres son en particular los temas que son propuestos por la liturgia cuaresmal:

1.    El tema pascual. Porque la Cuaresma es preparación a las celebraciones pascuales, el tema muerte-vida asume una importancia fundamental. Comienza desde el segundo domingo (la Transfiguración) y se hace más explícito en las dos últimas semanas.

2.    El tema bautismal. La Cuaresma en su estructura fundamental se formó en torno al sacramento del Bautismo administrado a los adultos durante la Vigilia Pascual. Los cristianos toman mayor conciencia del propio bautismo.

3.    El tema penitencial. Se desarrolló sobre todo al inicio de la Cuaresma (miércoles de ceniza y el evangelio de las tentaciones de Jesús en el primer domingo).

 

¿Qué implica la Cuaresma?

La Cuaresma implica un empeño ascético, individual y colectivo, cuyas formas tradicionales son:

·  Oración (Misa cotidiana sobre todo y el Vía Crucis).

· Ayuno (es el conjunto de las prácticas de mortificación: comida-palabras-diversiones. La mortificación permite una mayor disponibilidad hacia el prójimo, mayor tiempo para el voluntariado y más dinero para la caridad).

 

¿Qué recuerda y recomienda la Iglesia en Cuaresma?

En Cuaresma la Iglesia recuerda que están mandados:

· Ayuno y abstinencia de carne: el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

· La abstinencia de carne: todos los Viernes de Cuaresma.

La Iglesia recomienda en particular la práctica, durante la Cuaresma, de las obras de misericordia corporales y espirituales:

 

Benedicto XVI y la Cuaresma

Gracias al ayuno, la Cuaresma es el tiempo ideal para «alejar todo lo que distrae el espíritu y para intensificar lo que alimenta el alma y la abre al amor de Dios y del prójimo» (Benedicto XVIMensaje para la Cuaresma, 2009).

 

Triduo Pascual

También cabe decir que la liturgia considera el Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de resurrección, toda una celebridad junta llamada «Triduo Pascual».

Cada celebración del Triduo presenta su fisonomía particular: la tarde del Jueves Santo conmemora la institución de la Eucaristía; el Viernes Santo se dedica entero a la evocación de la Pasión y Muerte de Jesús en la Cruz; durante el Sábado Santo la Iglesia medita el descanso de Jesús en el sepulcro. Por último, en la Vigilia Pascual, los fieles reviven la alegría de la Resurrección.

La vida cristiana exige esfuerzo, empeño en la decisión diaria de entregarse a Dios. La Ascesis o Penitencia es el esfuerzo humano que responde a la gracia de Dios, y es el medio por el cual el hombre se dispone y purifica su vida para que en ella se desarrolle en plenitud la vida divina.