Colaboraciones
La verdadera autoridad debe estar al servicio del bien del educando
21 enero, 2025 | Javier Úbeda Ibáñez
Elda María Millán Ghisleri.
«El autoritarismo tiene que ver con la imposición de algo sin buscar el bien del educando, mientras que la autoridad tiene que ver con la libertad, con la búsqueda del bien de quien recibe la educación. No se ejecuta ni se impone, sino que “se gana”», afirma Elda María Millán Ghisleri, doctora en Educación. «La raíz del ejercicio de la autoridad se fundamenta en el amor por el hijo o el alumno», sentencia Millán.
Dar órdenes es igual que mandar, imponer y dominar. Ordenar es organizar, preparar y poner orden. La autoridad debe ser sinónimo de servicio a los demás, por amor y con amor.
La verdadera autoridad debe estar al servicio de la familia, del grupo y de la comunidad, con la finalidad de formar seres responsables y verdaderamente libres. La autoridad debe dialogar no monologar, debe ejecutar lo que sus gobernados le solicitan y debe vigilar y actuar en consecuencia y trabajar por el bien común y no sólo por sus intereses personales. El autoritarismo se origina en no conocer ni mucho menos vivir ni practicar el amor y el respeto consigo mismo y con los demás.
«Muchas de las actitudes violentas que encontramos tienen su principal causa en la falta de autoridad», asegura Elda María Millán.
Millán tiene publicaciones científicas en Revistas y Editoriales de primer nivel. Ha participado como ponente en diversos congresos nacionales e internacionales.
Juan José Javaloyes (Orihuela, Alicante, falleció un 26 de enero en Madrid. Ese día cumplía 70 años), doctor en Pedagogía, afirma que «la permisividad es una consecuencia negativa de la falta de autoridad», e insiste en que «debemos enseñar a los hijos a discernir entre lo que está bien y lo que está mal, y entre lo que es cierto y lo que es falso».
Para Juan José Javaloyes, «la inteligencia, donde se educa es en la casa» (La Tribuna de Albacete, 11-IV-2014).