Colaboraciones
No hay democracia verdadera y estable sin participación ciudadana y justicia social
24 enero, 2025 | Javier Úbeda Ibáñez
No hay democracia verdadera y estable sin participación ciudadana y justicia social. La actividad democrática se ha reducido a la mera participación en los procesos electorales. Necesitamos un horizonte cultural capaz de hacer germinar y de suscitar el renacimiento de la vida política. Esto no será posible sin una responsable participación ciudadana. El sistema político democrático exige el protagonismo de los ciudadanos en la vida pública; por eso los cristianos tienen que participar activamente en ella, pues no basta tener fe y querer hacer el bien, es necesario además dar vida a las instituciones de la vida pública y actuar con eficacia dentro de ellas. Es conveniente promover el crecimiento de la sociedad civil en el nivel local, lo que supone desarrollar el sentido de pertenencia a la comunidad, el compromiso, la generosidad, el sentido moral y el interés por los asuntos públicos. La vertebración ciudadana favorecerá que nuestra democracia, además de representativa, sea participativa.