Colaboraciones
Progresismo «católico»
21 mayo, 2025 | Javier Úbeda Ibáñez
En el decreto Lamentabili sine exitu (aprobado por el Papa Pío X, 3 de julio de 1907), fue condenada la siguiente postura: «57. La Iglesia se manifiesta enemiga de los progresos en las ciencias naturales y teológicas». Aquí vemos específicamente la palabra «progreso», aplicada a las ciencias naturales e incluso a la Teología, constituyéndolo en particular una especie dentro del género del modernismo definido en todo el documento.
Su fundamento no es más que el sustento del relativismo teológico, tal como se colige de la siguiente posición condenada: «58. La verdad no es más inmutable que el hombre mismo, y que, con él, en él y por él evoluciona».
El «progreso» reaparece también en las siguientes formulaciones condenadas: «63. La Iglesia se muestra incapacitada para defender con eficacia la moral evangélica al adherirse obstinadamente a doctrinas inmutables que no pueden estar en armonía con el progreso moderno» y «64. El progreso de las ciencias está exigiendo una modificación de los conceptos acerca de Dios, de la Creación, de la Redención, de la persona del Verbo Encarnado y de la Redención».
El denominado «progresismo católico» es una actualización del modernismo, que en realidad constituye otra religión herética, que contradice la Fe y la Tradición, y que se encuentra dentro del catolicismo, con principios y finalidades distintas de la enseñanza de Jesucristo. Su estrategia para afirmarse como católicos es afirmar: ¿Y con qué autoridad Usted va a decir que estoy fuera de la Iglesia, que la doctrina que sustento es una herejía? O: «mi opinión vale tanto como la suya». Es decir, el relativismo religioso, intelectual filosófico, moral y científico campea en su pensamiento.
Así, desde una supuesta «libertad de expresión», se dedican a atacar dogma por dogma de la Iglesia, en su totalidad o parcialmente, como si todo fuese «opinable», haciéndose llamar «intelectuales católicos», «pensadores católicos», y hasta «teólogos católicos» si son sacerdotes o incluso obispos…
El progresismo «católico» es en realidad una religión, que tiene una cosmovisión propia distinta de la Católica, herética, sincretista, y hasta con su propio clero que realiza con otra interpretación interna los ritos de la Misa y los Sacramentos católicos. La herejía transita por dentro, utilizando farisaicamente la liturgia católica. Se trata de un neofariseismo sincretista paganizante.
En el progresismo «católico» Dios se confunde con la naturaleza (por ejemplo, con la Pachamama), en tanto que los hombres son en realidad animales depredadores peligrosos, como una plaga dañina a la naturaleza (que es Dios) y que deben por tanto ser controlados. Plaga dañina, porque son capaces de fabricar armas y de contaminar.