Oído Cocina

MEJOR CRETINO QUE PAYASO

 

Miguel del Río | 30.10.2016


 

Yo también soy de los que pienso que llamar payaso a cualquiera o definir como payasada algo que hace alguien, resulta una falta de respeto a la grandeza de una profesión, la de payaso, que anhela hacer reír a los demás, especialmente a los niños. Cómo si no hay que ver las actuaciones de los payasos que acuden a los hospitales o a los Payasos Sin Fronteras, organización ésta nacida en España, cuyos miembros viajan a los puntos más conflictivos del mundo para demostrar que la risa es mejor que la guerra.

Abrazafarolas, alcornoque, besugo, lechuguino, petimetre… El idioma español es muy rico en insultos, muy recomendables de utilizar antes que llamar payaso a un cretino, faltando así al honor de los verdaderos payasos. Panoli es un calificativo que viene a la medida de todos éstos que se están disfrazando de payasos diabólicos para provocar auténtico terror a quienes se topan al oscurecer con semejantes soplagaitas. Es tal el pánico que están creando que hay países como Estados Unidos o Irlanda que se han plantado contra los disfraces de payasos asesinos. Hay casos también en España porque ya se sabe que cada día que amanece el número de tontos crece. Esta absurda moda pasará, pero no así el daño que se ha creado a los artistas que se ganan la vida como payasos, a quienes por cierto deberíamos mostrar mucho más respeto simplemente por su dedicación a los demás. Disfrazarse o maquillarse con estos aspectos terroríficos no hace gracia alguna, primeramente a la policía que ya alerta a quienes tengan la tentación de aumentar el ritmo cardiaco de los que se topan por la calle con estos esperpentos. Incluso se han dado persecuciones para la caza del impostor, prueba palmaria de que el asunto es serio y se nos puede ir de las manos a nada que los suplantadores insistan en sus apariciones para crear pánico. En resumen, se les puede y debe llamar de todo, menos payasos. ¡Ya quisieran serlo de verdad y tener, como los auténticos, la virtud de ser graciosos, hacer reír y divertir a los demás! En todo caso, quienes se disfrazan de payasos malos son tristes bufones.

 

Miguel del Río