REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA BAJO MÍNIMOS

 

 

Gervasio Portilla | 24.05.2018


 

La presunción de inocencia es un precepto Constitucional que no se está garantizando debidamente ni mucho menos.

La espectacularidad de una intervención de la UCO o de la Policía salvo con delincuentes peligrosos, es una sobreactuación innecesaria y que aunque luego las responsabilidades sean menores o no existan, el daño causado al imputado es ya irreparable.

La espectacularidad de la detención de Rodrigo Rato para llevarle a declarar fue una sobreactuación; máxime, después de que muchos de los asuntos que se le imputaban, han quedado en nada y que la persona intervenida no iba a ofrecer resistencia alguna.

Otro tanto, ha ocurrido con la detención del señor Zaplana con cámaras casi en directo y fotógrafos por doquier. ¿Quién informa y quién quiere publicidad?

¿Es que el señor Zaplana, es un delincuente violento? Una persona que  al parecer está teniendo sesiones de quimioterapia.

Todo se puede hacer con más sigilo y menos daño moral a las personas que en ese momento están indefensas.

Una vez que la Justicia actúe, todo será diferente, pero mientras, se debiera garantizar el sigilo.

Hay que legislar en esta materia y tomar decisiones urgentes, porque no tiene un pase democrático, este tipo de actuaciones, tan ampulosas en medios, máxime cuando muchas veces quedan en “agua de borrajas”.

Lógicamente, otra cosa sería la precaución de medios en una intervención con terroristas, narcotraficantes violentos o grupos que puedan estar armados.

La presunción de inocencia es algo fundamental, que, parece, la fuerza de los hechos está debilitando en España de forma muy preocupante.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista