REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

CASI NADA FUNCIONA BIEN

 

 

Gervasio Portilla | 12.01.2021


 

 

 

Es verdad e indiscutible que el temporal de nieve que hemos vivido en España la pasada semana ha sido histórico y ante la naturaleza poco se puede hacer en ocasiones.

Sin embargo, en un país moderno y preparado no debiera ser de recibo que el principal aeropuerto del país y uno de los más importantes de Europa este cerrado prácticamente cuarenta y ocho horas consecutivas y más de 24 después de dejar de nevar.

¿Qué funciona en España?, con decir por las televisiones quédense en casa parece que todo se soluciona, efectivamente no se soluciona nada y todavía es más patético que setenta y dos horas después nuestros políticos sólo nos den mensajes de quedarnos en casa, como se propone a muchos habitantes de Madrid y de la zona centro.

Quédense en casa, la solución para el COVID y para los temporales, nos tratan como a menores de edad, como seres sin inteligencia ni voluntad.

Tenemos unos políticos, salvo excepciones que en cualquier empresa hubieran sido despedidos por incompetentes, es la peor clase política desde el inicio de la democracia y la peor preparada, fruto de nuestro sistema educativo.

Tenemos, desde la aparición del señor Sánchez cuarenta horas después de haber pasado la tormenta de nieve, hasta el show del señor Casado, “tirando de pala”, que forma de llamarnos estúpidos a los ciudadanos.

Que decir del señor Iglesias, nada de nada, ni está ni se le espera, está sólo para dividir y desestabilizar.

En definitiva, tenemos la peor clase política de Europa y ello no es fácil, teniendo en cuenta algunos personajes que “pululan” en nuestro viejo continente.

Que decir de los medios de comunicación que según un estudio de la Universidad de Oxford, son los que menos credibilidad tienen, con una dependencia cada vez más grande del poder debido a su grave situación económica.

España, si que necesita un ERTE de políticos y de medios de comunicación, un reseteo total, seguro que la mejoría seria pronto patente.

Es imposible más ineptitud y más menosprecio al sentido común.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista