REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

EL PERDÓN

 

 

Gervasio Portilla | 18.06.2021


 

 

 

El acto del perdón, cuando es auténtico y sincero es un acto humano encomiable y que genera siempre el bien.

Pero para perdonar, debe de haber arrepentimiento y solicitud de perdón, lo contrario es utilizar el perdón como una coartada injusta hacia la sociedad en su conjunto.

El independentismo catalán lleva un trayectoria de años y años de menosprecio, insultos y afrentas hacia el resto de España, no puede pedir ahora que la sociedad española, no se de cuenta de la cuestión y no este harta de tanta cesión.

Es curioso que los que piden que se indulte, son los que proyectan una ley de memoria histórica absurda y totalitaria, que no respeta la libertad de expresión, ni siquiera tener una opinión de la historia, son los mismos, que quitan las placas en Cádiz de un hombre insigne como José María Pemán.

Llama la atención que la compasión sea hacia los fuertes en Cataluña y no hacía los que no pueden hablar, porque son atacados verbalmente o atentando a un derecho humano básico se le impide expresarse en su idioma de nacimiento.

Todo es un montaje de las diferentes élites extractoras de esa Cataluña que miró hacia otro lado con la corrupción del tres por ciento o con los casos y casos de latrocinio allí ocurridos.

Claro que el perdón es bueno y necesario, pero es algo que debe ser reciproco y no en una única dirección.

Fuera mentiras, fuera intereses de grupo para maquillar, tanta soberbia.

Parece que se ha perdido la vergüenza.

Por cierto, para algunos grandes ejecutivos, que no empresarios, parece que España está en venta por un puñado de euros, son indignos de representar a los auténticos empresarios.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista