REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

OCCIDENTE SIN CRITERIO MORAL

 

 

 

Gervasio Portilla | 10.03.2021


 

 

 

No acabo de entender, la sobreactuación de algunos líderes políticos de Europa en relación con la invasión de Ucrania por el ejercito ruso. Me pregunto, con muchas dudas, si el envió de armas a la valerosa resistencia ucraniana, no sirve para justificar los errores del pasado en las relaciones con Rusia, por parte de casi todos los países de Europa y por supuesto Estados Unidos. El envió de armas, no sirve nada más que para prolongar la agonía del pueblo ucraniano, ante un ejercito poderoso y en vez de enviar armamento que prolonga el dolor y la muerte se debiera de negociar día y noche con Rusia, porque en el futuro habrá tiempo de sobra para replantear la defensa europea y las relaciones con Rusia. Parece, que desde el salón de la televisión nuestros políticos ven muy bien prolongar los bombardeos y las muertes de inocentes y destacan el heroísmo. Los mismos, que crearon empresas mixtas con Rusia, los mismos, que no se preguntaban de donde venia el dinero de los oligarcas rusos y se les daba permisos de residencia, los mismos, que miraron hacia otro lado con el derribo del avión de Malasya, ahora nos dicen que Putin es un criminal y un asesino. Es verdad, Putin es un sátrapa y un ser sin entrañas, con el que todos estos dirigentes, sin criterio ni valor, hacían negocios, le vendían aeronaves comerciales, firmaban contratos multimillonarios e incluso algunos iban de cacería. Por lo tanto, la sobreactuación de los líderes europeos, obedece también a otras circunstancias que no acabo de entender, porque de lo contrario se negociaría directamente las veinticuatro horas del día con Putin. Que credibilidad, que criterio moral, tiene ahora occidente si el Presidente Biden envía una delegación a Caracas a negociar con un sátrapa como Nicolás Maduro, la compra de petróleo.¿Es que Maduro con cientos de desparecidos, muertos y exiliados en Venezuela, es mejor que Putin? Estamos dirigidos por un clase política sin moral ni ética alguna, salvo excepciones, así no podemos buscar la paz y el bien, es algo obvio, por mucho que se “rasguen” las vestiduras.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista