REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

LA PÉRDIDA DEL SENTIDO COMÚN

 

 

 

Gervasio Portilla | 23.08.2024


 

 

 

El sentido común: es una facultad mental. Aristóteles, consideraba la existencia de una capacidad cognitiva en los seres humanos, que les permite comparar las cualidades recibidas de más de un sentido, como sensibles comunes.

En definitiva, las impresiones sensibles constituirían lo verdadero.

En la sociedad actual, sobre todo la occidental, se esta produciendo un proceso muy peligroso de perdida del “sentido común”. Al apoderarse la mentira de las relaciones habituales entre las personas y en el seno de la sociedad, como vemos claramente en la clase política, se ha ido debilitando poco a poco, lo que entendíamos como sentido común.

Al negarse la verdad, al apropiarse del relato que interesa en cada momento, aunque sea evidentemente falso, se pierden las coordenadas propias que modulan el sentido común y este acaba desapareciendo.

Detrás de la pérdida del sentido común, está la “barbarie”, el caos y el control por parte de los poderosos, a través de la mentira de la sociedad en su conjunto, que se siente ya huérfana del propio sentido común, al no saber ya ni siquiera, lo que es verdad o mentira y distinguir, lo que está bien de lo que está mal.

De esta manera, se discute y se pone en cuestión la propia naturaleza humana, a través de los conocimientos de la ciencia, y se llega a crear una especie de falso relato, que trata de sustituir a la propia naturaleza.

Estamos, por lo tanto, entrando en un proceso muy peligroso y destructivo, que puede acabar con el propio ser de los individuos y por lo tanto de la sociedad.

Nada de ello es casual, es fruto de poderes fácticos, que quieren controlar a los seres humanos y dejarlos como meros esclavos de sus caprichos e intereses, es decir, negar el derecho a la propia dignidad de las personas.

Por todo ello, la batalla de los próximos años, debe ser por la defensa de la verdad y la puesta del hombre y la mujer, en el centro de la creación; todo lo que no sea así, nos llevará al desastre social y humano.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista