Ahuyentan a los indigentes con olor a peste

27.08.07 | 17:07. Archivado en Organismos, Francia

 

(PD/AGENCIAS).- El Partido Socialista ha pedido al presidente francés Nicolas Sarkozy que condene la compra por parte de una alcaldía conservadora, de un producto nauseabundo llamado "Malodore", que está siendo rociado en las calles del centro de la ciudad para alejar a las personas en estado de indigencia, en una acción catalogada como deplorable.


El responsable del PS para la igualdad, Faouzi Lamdaoui, calificó como "inaceptable" la actuación del ayuntamiento al realizar la compra de un producto repugnante cuyo fin es alejar a las personas que viven en la calle del centro de la ciudad.

Lamdaoui, quien pidió a Sarkozy emitir una "condena" por tan "deplorable acto", también exigió al presidente francés y al primer ministro dejar la "tolerancia hacia la actuación escandalosa de un miembro de su mayoría parlamentaria", en referencia al alcalde..

La alcaldía de Argenteuil dirigida por George Mothron, del partido conservador gobernante, Unión por un Movimiento Popular (UMP), compró el mes pasado un producto nauseabundo llamado "Malodore".

El objetivo era pulverizarlo en los lugares donde las personas sin techo suelen instalarse, y que ante el olor detestable se marcharan de la zona.

Los funcionarios municipales se negaron a emplearlo, pero se encargó a empleados del principal centro comercial de la localidad la tarea de rociar con el repulsivo una zona junto a una vía de acceso a comienzos de mes.

Este domingo tres militantes progresistas afirmaron que denunciarán la actuación de la Alcaldía ante la Alta Autoridad de Lucha contra las Discriminaciones (HALDE), así como ante la Prefectura.

En una primera reacción gubernamental a la acción de la Alcaldía de Argenteuil, la ministra de la Vivienda, Christine Boutin, dijo que utilizar repulsivos contra personas sin hogar es "inaceptable" y atenta contra la dignidad del ser humano.

Indicó que prepara una iniciativa para ayudar a los municipios a encontrar soluciones para las personas que viven en estado de indigencias y que a la vez, "preserven la dignidad de la persona y el respeto de los habitantes".