11.09.13

 

Parto de un hecho. Es comprensible que los colegios católicos alquilen sus salones de actos o auditorios para celebrar eventos no confesionales. Así se le saca un rendimiento económico que puede ayudar al sostenimiento económico del centro o incluso de la orden o congregación religiosa propietaria del mismo. Pero una cosa es hacer negocio con un congreso de defensores de las ballenas o de amigos de la papiroflexia y otra muy distinto sacar dinero de un congreso de brujos, mediums, profesores de yoga o echadores de cartas.

Basta tener un poco de sentido común y de respeto por la religión católica que se supone que profesan los responsables de los colegios religiosos, para que rechacen alquilar sus centros escolares para un congreso de Nueva Era. Desde el blog de RIES en InfoCatólica se ha venido informando en los últimos años sobre la incompatibilidad entre la fe católica y todo lo que tenga que ver con el mundillo del esoterismo y el orientalismo occidentalizado propio de esa “familia” espiritual. En otras ocasiones hemos denunciado el uso de las casas de retiros de religiosos para organizar cursos de meditación trascendental, zen, etc. Es lo mismo.

Lo que está ocurriendo en el colegio que los padres escolapios tienen en la calle Conde de Peñalver de Madrid es inaceptable. Pero no es nuevo. Yo fui alumno de ese colegio durante un curso escolar. Años después, siendo protestante evangélico, regresé al mismo para asistir a un concierto de Marcos Vidal, cantautor evangélico. Ya entonces me llamaba la atención que un colegio católico se prestara a un acto así, pero pensé que era cosa del ecumenismo. Peor fue cuando, habiendo regresado a la Iglesia Católica, decidí asistir a una sesión de bautismos de la comunidad eclesial evangélica de Betel en Zaragoza que se celebraba en el salón de actos del colegio que los salesianos tienen en la capital de Aragón.

El titular de este artículo es ciertamente llamativo, pero no se crean ustedes que es exagerado. En la Escritura vemos al Señor tratando como adulterio la infidelidad de su pueblo en materia religiosa. Para la salud de las almas, tan peligroso o más es dedicarse al espiritismo como a la pornografía. Y si un colegio católico no osaría nunca cedes sus instalaciones para rodar una película “porno", tampoco puede cederlos para que se celebre un congreso con mediums, profesores de yoga y paladines del esoterismo y el mundo de lo oculto.

Si la congregación de los padres Escolapios no es capaz de entender algo así, corresponde a los pastores de las diócesis donde tienen sus colegios advertirles de que no está permitido que un centro católico sirva para esos actos. San José de Calasanz no se merece que ocurran estas cosas. Por respeto a él y a su carisma, el Foro 2013 Nueva Conciencia no debería celebrarse en el Colegio Calasancio de Madrid (*).

Luis Fernando Pérez Bustamante

(*) No es el único acto “raro” que se ha celebrado últimamente allá. Vean ustedes: