14.11.13

Fecundación in vitro

Mali y Dudi Ben-Yaakov son una pareja israelí cuyo hijo Ohad murió en 2010 a los 27 años sin dejar descendencia. Como no hay documento de voluntades anticipadas contrataron una madre de alquiler para fecundarla con el esperma de su hijo muerto y así poder ser abuelos:

«Dimos a sus órganos, ¿por qué no usar su esperma?»

Después de varios recursos el Fiscal General ha considerado que en este caso el uso del esperma está justificado porque es «el deseo de satisfacer las más profundas y fundamentales deseos humanos». Demencial. Ahora resulta que las personas están para satisfacer deseos otros humanos. No hay derecho al hijo, no hay derecho a la esposa, no hay derecho a los nietos. Soy de ciencias, pero me parece que el sujeto de derecho no puede ser objeto de derecho. Nunca.

Los niños no son mascotas, el único derecho es de los niños todo a ser engendrado en un hogar estable, con un padre y una madre. Francisco Jose Ramiro se pregunta retórica y provocativamente, si se tiene derecho a ser padres, ¿por qué no a ser abuelos?. Yo iría un paso más, ¿tengo derecho a «fabricar» un esclavo? Por qué no, ya puestos, si tengo derecho a fabricarlo, a matarlo, ¿por qué no a usarlo?

La cosificación del ser humano no es nueva, sólo desapareció de la antigüedad con el cristianismo. Ahora que el cristianismo es arrancado de las leyes y la sociedad el «progreso» muestra hacia dónde se dirige, al pasado más brutal. Cuando se pierde el fundamento de la dignidad de la persona, se pierde la persona. Por cierto, también un concepto que en su significado actual tiene un origen únicamente cristiano.