NOTA DE PRENSA

EL OBISPO ALERTA DE QUE UNA SOCIEDAD QUE APARTA A DIOS, MERMA LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS Y EROSIONA LA CONCIENCIA ÉTICA


  • .- En la fiesta de Sta. Catalina, Patrona del Seminario, Mons. Jiménez recordó que seguir a Cristo es construir un auténtico humanismo.
  • .- En la homilía pidió a los sacerdotes diocesanos a ser promotores de nuevas vocaciones mediante el testimonio evangélico.

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Homilía del Obispo

 

SANTANDER | 24.11.2014


El obispo de Santander, Mons. Vicente Jiménez, ha alertado de que “cuando Dios queda eclipsado” en una sociedad, se ocasiona una merma de la dignidad de la persona humana y se provoca la ausencia de “una verdadera conciencia ética” formada a la luz de los valores humanos y cristianos.

Así lo ha manifestado hoy en una homilía que ha dirigido a los presentes en la misa celebrada con motivo de la fiesta de Santa Catalina de Alejandría, patrona del seminario diocesano de Monte Corbán.

En su intervención dijo que seguir a Cristo es “convertirnos en constructores de un auténtico humanismo”, pues no es posible decir “la verdad plena sobre el hombre” sin conocer a Cristo, el cual ayuda a descubrir “la grandeza de su vocación”.

Mons. Jiménez destacó que para “disfrutar de nuestros derechos” no es necesario renunciar a Dios porque es Él quien “fundamenta esos mismos derechos” y es su “mejor garante”. El cristianismo es “capaz de transformar la vida de las personas y de ayudarlas a realizar su propia vocación en el transcurso de la historia”, remachó.

Asimismo, el obispo cántabro instó a “promover el bien” y a “curar tantas llagas abiertas en nuestro entorno social”, que son consecuencia de “la carencia” de lo necesario para vivir y que afecta a muchas personas y familias en estos momentos de crisis económica.

Mons. Jiménez denunció los casos de “pobreza severa”, según atestiguan estudios de CÁRITAS y el informe de la Fundación FOESSA. En esta línea recordó “la realidad trágica” que están padeciendo “tantos emigrantes” y la situación de los “sin papeles”; la violencia doméstica que “atormenta a numerosas mujeres y niños”; la situación de muchos ancianos que “se sienten olvidados” o la “desesperanza de tantos jóvenes” que se afanan en buscar “paraísos perdidos”; a todo lo cual hay que añadir “el hartazgo de la corrupción bastante generalizada, que tanto irrita  a los ciudadanos”.

Llamada a promover las vocaciones

Mons. Jiménez recordó en la fiesta de Santa Catalina, la patrona del seminario de Corbán, la necesidad de “promover las vocaciones sacerdotales”, una necesidad a la que “quiere dar respuesta” la Programación Pastoral Diocesana del presente curso 2014-2015.

El obispo exhortó a los sacerdotes de la Diócesis a ser “promotores” de vocaciones sacerdotales, para lo cual “es importante que demos testimonio evangélico de nuestra vocación con alegría y humildad, aun en medio de las dificultades y cruces de la vida”. Además instó a “no tener miedo ni complejo de hacer la propuesta vocacional a los jóvenes de un modo claro y directo”.

Mons. Jiménez pidió al presbiterio diocesano a manifestar “a los jóvenes que somos felices en nuestro ministerio sacerdotal y que merece la pena ser sacerdote”.

Al tiempo instó a “crear una cultura de la vocación” al sacerdocio en los entornos cotidianos, así como en las parroquias, entre los niños y monaguillos, a los que también llama el Señor, precisó. Esta propuesta también debe hacerse a “los adolescentes, jóvenes y mayores; en el ambiente de los catequistas, de los educadores y de los profesores de Religión.

 

GABINETE DE PRENSA
Santander,
24 noviembre 2014
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