Servicio diario - 19 de julio de 2017


En un ‘Tuit’ el Papa pide rezar por las víctimas de las mafias y combatir la corrupción
Anne Kurian

“Nunca digas nunca” responde Francisco a un niño que le invita a una peregrinación
Redacción

Venezuela: el Card. Parolin manifiesta cercanía al Card. Urosa y a los fieles retenidos por paramilitares
Redacción

El coro de la Capilla Sixtina lleva a Corea la melodía de la Fe
Sergio Mora

Vaticano en la ONU: es fundamental el compromiso de los fieles con la Agenda 2030
Redacción

Sembrar esperanza, no amargura
Felipe Arizmendi Esquivel

Beato Luigi Novarese – 20 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

19 julio 2017
Anne Kurian

En un ‘Tuit’ el Papa pide rezar por las víctimas de las mafias y combatir la corrupción

El mensaje publicado hoy en su cuenta Twitter en idioma italiano, coincide con el 25 aniversario del asesinato del juez antimafia Paolo Borsellino

(ZENIT – Roma, 19 Jul. 2017).- “Recemos por todas las víctimas de la mafia, pidiendo la fuerza para seguir adelante, para continuar la lucha contra la corrupción.” Este es el mensaje que el papa Francisco ha publicado hoy en su cuenta Twitter en idioma italiano, y que coincide con el 25 aniversario del asesinato del juez antimafia Paolo Borsellino.

Como magistrado y conjuntamente con el juez Giovanni Falcone, Borsellino llevó a cabo los procesos judiciales contra Cosa Nostra. Así, menos de dos meses después del asesinato de Giovanni Falcone, su esposa y tres personas de su escolta, a quien la mafia les hizo saltar por el aire junto a un trozo de autopista A29 en la desviación hacia la localidad de Capaci, le tocó al juez Borsellino.

El 19 de julio de 1992 el juez Borsellino de 52 años fue la víctima del ataque con un ‘auto bomba’ en la “Via Amelio” junto con cinco agentes de policía de su escolta. Los recientes documentales indican que él juez sabía que el próximo era él y que le habían informado que la carga de explosivo ya había llegado a la ciudad de Palermo. A pesar de ello no desistió de proseguir con su labor.

El Papa menudo ha levantado su voz contra las mafias, o criminalidad organizada que según la región toma un nombre distinto (en Nápoles que se llama ‘camorra’, o en Calabria que se llama n’drangheta, etc.). Lo hizo en junio de 2014 durante su visita en Cassano all’Jonio en la provincia de Cosenza, afirmando que estos grupos criminales “no están en comunión con Dios, están excomulgados”.

El pasado 15 de junio, el Papa en el prefacio al libro ‘Corrosione‘ escrito por el cardenal Peter Turkson señaló que la corrupción es “el peor de los males sociales”, una “forma de blasfemia”, un “cáncer”, “un proceso de muerte que es como la savia de la cultura de la muerte para las mafias y organizaciones criminales”.

 

 

19/07/2017-15:05
Redacción

“Nunca digas nunca” responde Francisco a un niño que le invita a una peregrinación

“¡Nunca digas nunca!”. Este es el consejo que el papa Francisco le dio a un niño de nueve años de edad, Andrea, que le invitó a una peregrinación. Y añadió que para él “estar con los niños es la alegría más grande” que hay.
Lo informó hoy el diario italiano on-line ‘Il sussidiario‘, precisando que Andrea le había escrito diciéndole que el regalo de su primera comunión fue una peregrinación al santuario de Loreto.
“Estimado Andrea, fue hermoso recibir tu carta y saber de tu rica aventura vivida con la Unitalsi en la peregrinación a Loreto para los niños”, escribió el Pontífice.
El Santo Padre extiende su agradecimiento a los amigos de Loreto y revela: “Alguien me dijo que antes de mandar la carta la has leído a tus amigos, y cuando le has preguntado si estaban contentos de que me la enviarías, ellos aplaudieron con fuerza”. El sucesor de Pedro señala también que vio la foto que le hicieron llegar. “Los bendije de corazón” a ellos, sus papás, los voluntarios y sacerdotes responsables del Unitalsi, escribió el Papa.
La Unitalsi es una institución italiana que se ocupa del transporte de los enfermos a Lourdes y a otros santuarios, que se basa principalmente en la labor de médicos, enfermeros y voluntarios.

 

 

19/07/2017-10:00
Redacción

Venezuela: el Card. Parolin manifiesta cercanía al Card. Urosa y a los fieles retenidos por paramilitares

(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 19 Jul. 2017).- En una situación que se agrava cada vez más en Venezuela, el domingo pasado un piquete armado, mantuvo retenido por unas cuatro horas al cardenal Jorge Urosa Sabino, que celebraba una misa por la fiesta de la Virgen del Carmen.
El lunes el cardenal Pietro Parolin envió una carta al cardenal Urosa, manifestando su cercanía a él y a los fieles, y condenó el asedio y la violencia.
«Querido Señor Cardenal: Jorge Urosa Sabino:
Quiero expresar mi cercanía a Usted, a los padres, a los diáconos y a todos los feligreses que fueron atacados en la iglesia del Carmen de Catia y condenar rotundamente el asedio y la violencia.
He rezado mucho ayer (domingo 16) para que la Virgen del Carmen, tan amada y venerada en Venezuela, logre de su Divino Hijo una solución pacifica y democrática para el país. Y que las Autoridades escuchen el clamor del pueblo que pide libertad, reconciliación, paz y bienestar material y espiritual para todos, sobre todo para los más pobres y postergados.
Con un fraterno abrazo in Domino.

Pietro Parolín 17 de julio de 2017».

Ver también: Cardenal venezolano retenido dentro de una iglesia por grupos armados

 

 

19/07/2017-11:15
Sergio Mora

El coro de la Capilla Sixtina lleva a Corea la melodía de la Fe

(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 19 Jul. 2017)- El Coro Pontificio de la Capilla Sixtina concluyó el 14 de julio, su primera gira de conciertos en Corea del Sur, donde, se presentó en seis ciudades: Seúl, Daejon, Gwangju, Busan y Daegu.
La Conferencia Episcopal coreana invitó al coro pontificio en el marco de la conmemoración del tercer aniversario de la visita del papa Francisco a Corea del Sur, del 13 al 18 de agosto de 2014.
Iniciaron la gira en la catedral de Myeongdong, en Seúl, donde el Papa rezó por la paz y la reconciliación de la península de Corea. El cardenal arzobispo de Seúl, monseñor Andrew Yeom Soo-jung, observó que era significativo que la primera presentación del coro fuera en dicha catedral. “Deseo que el público sienta –añadió el cardenal coreano– el amor y la paz de Dios a través de las voces celestiales del coro”.
El coro entonó su amplio repertorio que va desde los cantos gregorianos a la polifonía del renacimiento y del barroco, con autores como Giovanni Pierluigi da Palestrina, Orlando di Lasso, Gregorio Allegri y Lorenzo Perosi.
La gira del coro, bajo la dirección del maestro salesiano Mons. Massimo Palombella, contó con la participación de poco más de 50 cantantes entre adultos y voces blancas y en los diversos auditorios o iglesias en los que cantó despertó el entusiasmo del público presente.
La gira del coro pontificio tuvo repercusión en las televisiones y medios nacionales y locales, dándole cobertura desde su llegada a la península coreana.
El coro fue fundado en el siglo VI bajo el pontificado de San Gregorio Magno el nombre de Schola Cantorum Romana. Su labor ha sido interrumpida en momentos de crisis dentro de la Iglesia, como el cambio de la sede a Avignon (1309 – 1377). En 1471 recibió el nombre actual, con el papa Sixto IV quien reorganizó el colegio de cantores papales.

Leer también:
El Coro de la Capilla Sixtina interpreta a Palestrina profundizando los orígenes
Música y evangelización en un CD del Coro de la Capilla Sixtina

 

 

19/07/2017-15:43
Redacción

Vaticano en la ONU: es fundamental el compromiso de los fieles con la Agenda 2030

(ZENIT – Roma, 19 Jul. 2017).- El observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de las Naciones Unidas, Mons. Bernardito Auza, intervino este lunes en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, sobre el tema: “Movilizar a las comunidades religiosas. Actuar con solidaridad y responsabilidad compartida para poner fin a la pobreza y promover la paz”.
El observador del Vaticano señaló que la mayor contribución que los fieles pueden dar para implementar la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible –que tiene como objetivo la reducción de la pobreza– es proseguir en su compromiso con este objetivo, con la protección del medio ambiente y la construcción de la paz.
Sin entretanto perder las coordenadas humanas fundamentales, porque contrariamente se corre el grave riesgo de que los objetivos de desarrollo sostenible puedan ser considerados solamente de modo parcial. De este modo se corre el riesgo, en particular, de privilegiar aspectos económicos y sociológicos y no su contexto ético y antropológico, explicó el nuncio.
Por eso dijo que es esencial que los líderes religiosos, las comunidades y los fieles contribuyan a alimentar, con coraje y perseverancia, “el alma” y la “conciencia” en pro de un desarrollo auténticamente sostenible. Y que en una época como la actual marcada por el relativismo, también es urgente ayudar a las personas a desarrollar el verdadero sentido del bien y de la belleza.
Además, advirtió el arzobispo filipino, deben corregirse aquellas acciones dirigidas a instrumentalizar la religión para fines incompatibles con su verdadera esencia, como la incitación a la violencia que puede llevar a cometer crímenes y atrocidades.
Los líderes religiosos –precisó el nuncio– no son líderes políticos o expertos. No están llamados a medir objetivos e indicadores científicos, sino a dar las razones de la esperanza, a favorecer el diálogo. Porque reiteró, la verdadera prioridad es promover el desarrollo humano integral de toda persona.
Mons. Auza indicó también que los líderes religiosos y los fieles deben comprometerse a proteger la vida para defender a los más débiles y los oprimidos. Además, deben ayudar a las poblaciones a desarrollar sus recursos naturales de manera responsable, a protegerlos de las explotaciones económicas y de los intereses políticos.
El observador del Vaticano en la ONU, citó también la Carta encíclica Laudato si’, del Papa Francisco: “Las directrices para la solución exigen un enfoque integral para combatir la pobreza, para restituir la dignidad a los excluidos y al mismo tiempo para cuidar la naturaleza”. Y reiteró que los indicadores más importantes para el desarrollo sostenible no son cuantitativos, pero cualitativos y se refieren a los valores éticos, a los valores que se oponen a la cultura del descarte.

 

 

19/07/2017-06:35
Felipe Arizmendi Esquivel

Sembrar esperanza, no amargura

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de Las Casas

VER
Ya casi no me dan ganas de ver los noticiarios de la televisión, pues lo que más difunden son robos, asesinatos, accidentes, casos de corrupción, secuestros, fallas del sistema penal o judicial, desgracias por las lluvias, contaminación, casos de pederastia, guerras, etc. Son pocos los ejemplos de éxito, de solidaridad, de honradez, de trabajo, de superación, de familias armónicas, de jóvenes honestos, de políticos rectos, de servidores de la comunidad. Se queda uno con amargura en el corazón, con tristeza y decepción por nuestra realidad. Pareciera que todo está mal. Como dice la propaganda: Lo bueno no se cuenta. ¡Hay tantas cosas buenas entre nosotros, y no se conocen, no se difunden; no son noticia!
Hay personas en nuestra sociedad, e incluso en nuestros grupos, que son especialistas en descubrir y resaltar el prietito negro en el arroz. Sólo tienen ojos, mente y corazón para denunciar lo que consideran que está mal. Nunca sale de su boca una palabra alentadora, un agradecimiento, una valoración del bien que alguien ha hecho. Pareciera que alabar a alguien por algo justo y digno es una adulación, una degradación, una traición a la misión profética. Hay corazones amargados y con visiones unilaterales, incapaces de animar y felicitar. ¿Cómo habrá sido su infancia? ¿Por qué siempre están a la defensiva, o mejor dicho, a la ofensiva? ¿Qué complejos vienen arrastrando?
En días pasados, fui a una comunidad tseltal, cien por ciento indígena. Al terminar la Misa, muchas personas se me acercaban con el deseo intenso de recibir una bendición personal. Me querían compartir, más con su rostro que con palabras, sus dolencias, sus enfermedades, sus problemas, y me pedían con insistencia una oración. Para mi sorpresa, pues son pobres, me daban alguna moneda, o un billete de baja denominación, algunos incluso con un papel escrito y con dinero dentro, en que me solicitaban plegarias por algunos de sus familiares enfermos. Me destroza el alma sentir su dolor, su enfermedad, sus carencias, y al mismo tiempo lo poco que puedo hacer para remediar sus males. No me pedían medicinas ni dinero, sino sólo una bendición, una oración. Y al hacerla, en sus ojos brillaba el consuelo, la esperanza, la paz. No dejo de orar todos los días por sus necesidades. Y lo mismo nos pasa con tantos migrantes y personas necesitadas que se nos acercan con confianza. Piden una ayuda económica, pero sobre todo ser escuchados, orientados y animados.

PENSAR
El Papa Francisco, en su catequesis del miércoles anterior a Pentecostés, nos decía: “El Espíritu Santo no nos hace sólo capaces de esperar, sino también de ser sembradores de esperanza, de ser también nosotros -como El y gracias a El- ‘paráclitos’, es decir, consoladores y defensores de los hermanos, sembradores de esperanza. Un cristiano puede sembrar amarguras, puede sembrar perplejidad, y esto no es cristiano. Quien hace esto, no es un buen cristiano. ¡Siembra esperanza: siembra aceite de esperanza, siembra perfume de esperanza, y no vinagre de amargura y de desesperanza! Y son sobre todo los pobres, los excluidos y no amados, quienes necesitan a alguien que se haga para ellos ‘paráclito’; es decir, consolador y defensor, como el Espíritu Santo hace con cada uno de nosotros. Nosotros tenemos que hacer lo mismo con los más necesitados, con los más descartados, con los que más lo necesitan, los que sufren más. ¡Defensores y consoladores! Que el Espíritu Santo nos haga abundar en la esperanza. Os diré más: Nos haga derrochar esperanza con todos aquellos que están más necesitados, más descartados, y por todos aquellos que tienen necesidad” (31-V¬2017).

ACTUAR
Aprendamos a ponernos en los zapatos de los otros. ¿Qué necesitan? ¿Qué anhela su corazón? ¿Qué les duele? ¿Qué les ayudaría más? ¿Qué puedo hacer por ellos? Si yo estuviera en su situación, ¿qué valoraría más? Además de ser críticos y denunciar lo que en verdad está mal, pues eso nunca debemos dejar de hacerlo cuando sea necesario, demos ánimos y esperanzas a los que sufren. Si no podemos resolver todos sus problemas, hagamos lo que más podamos por ellos. Que no se sientan solos, sino que cuentan con nuestro apoyo y nuestra solidaridad, material y espiritual.

 

 

19/07/2017-04:20
Isabel Orellana Vilches

Beato Luigi Novarese – 20 de julio

(ZENIT – Madrid).- Luigi superó los vaticinios de los galenos que le atendieron poniendo a su vida fecha de caducidad. Es un genuino portador de esperanzas. Su vivencia del dolor hizo de él un apóstol de los enfermos. La solidaridad universal, que hermana a quienes pasan por trances de envergadura, se multiplicó a través de las acciones que impulsó pensando exclusivamente en ellos.
Nació en Casale Monferrato, Italia, el 29 de julio de 1914. No había cumplido 9 meses, cuando su padre murió a consecuencia de una neumonía que no se trató de forma adecuada. Teresa, su madre, tenía 30 años y nueve hijos que atender; Luigi era el benjamín. Los bienes que poseían poco a poco se fueron diezmando. La piedad y el espíritu mariano que presidía el hogar, alentado por Teresa, suscitaba en el pequeño un cúmulo de emociones que le instaron a recibir la primera comunión por su cuenta, haciendo creer al párroco del lugar que la había tomado mucho antes, cuando éste quiso asegurarse de que no era un neófito. La picaresca del niño, envuelta en un inocente anhelo de apresurarse a obtener esa gracia, causó gran disgusto a su madre cuando le vio en el altar. Pero el buen sacerdote, después de plantearle algunas cuestiones del catecismo, muy satisfecho de las respuestas tranquilizó a Teresa diciéndole: «Su hijo, señora, conoce mejor el catecismo que nosotros. Déjelo que de ahora en adelante comulgue».
El año 1923 una caída con funestas consecuencias dio un vuelco a su vida. Tenía 9 años, un crudo diagnóstico: coxitis tuberculosa con una larga veintena de abscesos abiertos y una pesada escayola que le mantuvo apresado en el lecho. Comenzaba a comprender una de las páginas de la vida que tarde o temprano llega a todos: el dolor. Mientras sus amigos jugaban, su escenario eran los hospitales, todos a los que su madre acudió negándose a aceptar lo que decían era irremediable. Así transcurrió su adolescencia y juventud. La oración, la Eucaristía y su devoción a María le convirtieron en un apóstol entre los hospitalizados de su edad. Siempre ejemplar, se esforzaba por enderezarles en la vía del bien y les enseñaba el catecismo. Los médicos no fueron capaces de cortar la infección que generaba casi un litro diario de emponzoñado líquido. Aconsejaban a Teresa que se rindiera; para qué proseguir con tanto gasto si Luigi iba a morir. Éste la ayudaba a costear tratamiento y hospitales cosiendo botones y ojales. Pero fue más lejos. Escribió al salesiano padre Rinaldi y se encomendó a sus oraciones. Solicitaba una cadena engarzada con la fe de los muchos que suplicarían su curación a la Virgen. Y en mayo de 1931, cuando tenía 17 años, se produjo el milagro, aunque la pierna afectada quedó 15 cm. más corta que la sana. Él supo que se obraría la gracia que solicitó porque vio en sueños a María Auxiliadora. Ella le aseguró, siempre en ese estado de vigilia, que se restablecería en el mes dedicado a su celebración y que sería sacerdote, dando respuesta a estas dos preguntas que Luigi formuló. También quiso saber si iría al cielo, pero la Madre simplemente sonrió. Le prometió que dedicaría su vida entera a socorrer a las personas que sufrían y a evitar que los enfermos recibieran el trato deficiente que él mismo padeció. Don Bosco, Luís María Grignion de Monfort y José Cottolengo tuvieron gran peso en su vida.
En 1938 fue ordenado sacerdote. Pasó por varias parroquias y en 1942 dio el salto al ámbito diplomático de manos del futuro Pablo VI, que le introdujo en la Secretaria de Estado del Vaticano. Tenía tantas virtudes y cualidades que lo eligieron Camarero secreto supernumerario en 1952, y prelado doméstico de Pío XII en 1957. Antes, en 1943 creó la Liga Sacerdotal Mariana (LSM), y a partir de ese año inició el apostolado de los voluntarios del sufrimiento, impulsó la publicación «El áncora», emitió semanalmente a través de la radio Vaticana un programa infundiendo esperanza a los enfermos, y en 1950 creó los Silenciosos Operarios de la Cruz. Encabezó peregrinaciones con discapacitados y enfermos, congregó a varios miles recibidos en audiencia por Pío XII, abrió talleres, etc.
En 1964 se ocupó de la oficina para asistencia espiritual hospitalaria de la Conferencia Episcopal Italiana. Ello le permitió conocer de primera mano la situación y necesidades de enfermos, sanatorios y hospitales que solía visitar. Su experiencia e implicación en la subsanación de las deficiencias influyó en la legislación italiana que tomó conciencia de los problemas. Paralelamente, impulsó acciones de gran calado dentro de la pastoral del sufrimiento.
Atendiendo al carácter integral de la persona ponía el acento no solo en el aspecto físico, sino en el espiritual. Sabía que sin este ámbito, que enseña a encontrar un sentido al sinsentido del dolor, no cabía esperar óptimos resultados. Fue consciente del potencial que tienen en su mano los enfermos que pueden poner a los pies de Cristo su sufrimiento. Luchó para que se restableciera su dignidad y logró que no se abandonara a los discapacitados. Quiso llevar a todos a Cristo y a María. Hacía notar: «Conocer, amar y servir a Jesús: conociendo bien a Jesús se ama más; amándolo más se sirve mejor; sirviendo mejor se lleva con mas impulso hacia los demás hermanos enfermos». Amaba la cruz y se propuso implicar a enfermos y discapacitados en un apostolado que sabía sería fecundísimo si se abrazaban a ella. Murió el 20 de julio de 1984 en Rocca Priora. El cardenal Bertone, como Delegado de Benedicto XVI, lo beatificó el 11 de mayo de 2013.