Servicio diario - 04 de septiembre de 2017


El Papa a la Comunidad Shalom: “Diálogo entre jóvenes y ancianos”
Rosa Die Alcolea

El Papa recibe a los obispos de Honduras
Redacción

Videomensaje: “Salir al encuentro del otro y extender la mano”
Rosa Die Alcolea

Santa Teresa de Calcuta, 5 de septiembre
Isabel Orellana Vilches


 

04/09/2017-16:04
Rosa Die Alcolea

El Papa a la Comunidad Shalom: “Diálogo entre jóvenes y ancianos”

(ZENIT – 4 Sept. 2017).- “Enseñar y ayudar al diálogo entre jóvenes y ancianos” es la recomendación que ha dado el papa Francisco a los miembros de la Comunidad Católica Shalom. “Ellos tienen la sabiduría, y ellos, más aun, tienen necesidad de que les golpees el corazón para que te den la sabiduría”, ha dicho de los ancianos.
El Papa ha recibido en audiencia esta mañana, 4 de septiembre de 2017, a los miembros de la Comunidad Católica de Shalom para conmemorar los 35 años de su fundación y les ha concedido la indulgencia plenaria coincidiendo con la peregrinación a Roma.
En el encuentro, celebrado en la Sala Pablo VI, ha participado Moysés Azevedo, quien fundó la Comunidad ofreciendo su vida por la evangelización de los jóvenes ante el entonces papa Juan Pablo II, en 1982.
A continuación, ofrecemos el texto completo de las palabras que ha dirigido el papa Francisco a los miembros de la Comunidad Shalom tras escuchar los testimonios de jóvenes: Juan, Justine y Matteus.

 

Palabras del Papa

Muchas gracias por los testimonios. Pregunté si podía hablar en español (gritos y aplausos) y no en italiano porque así me puedo expresar mejor, pero hablando en español se habla un poco de “portuñol” y un poco “cocoliche”, que es italiano y español junto, así que con el español nos arreglamos.
Juan, encontraste en la oración el sentido de tu vida. En la vida fraterna, en comunidad y en la evangelización, o sea rezando, compartiendo y evangelizando te diste cuenta de que tu vida tenía un sentido. Fíjate que los tres verbos que usaste para explicar esto son verbos de movimiento, de salir de vos mismo. Saliste de vos mismo en la oración para encontrarte con Dios, saliste de vos mismo en compartir la fraternidad para encontrarte con los hermanos, y saliste de vos mismo para ir a evangelizar, para dar una buena noticia, y la buena noticia es la misericordia en un mundo marcado por la esperanza y por la diferencia.
Es curioso, la misericordia es algo absoluto, vos no “podés” hablar de la misericordia solamente, la “tenés” que testimoniar, la “tenés” que compartir, la “tenés” que enseñar saliendo de vos mismo, para hablar de misericordia hay que poner la carne sobre el asador, sino no se entiende. Ese testimonio de no estar encerrado en uno mismo, en los propios intereses, sino en salir, salir buscando a Dios, no es fácil buscar a Dios, es todo un camino... Salir compartiendo con los demás, no jugando al nene privilegiado a quien le regalan todos los juguetes y todo para él, y salir para contarles a los demás que Dios es bueno y que Dios te está esperando aun en los peores momentos de la vida. Y ese es quizás el mensaje de la misericordia que uno puede dar, ¿no?
“Acordate” del pasaje del hijo que vuelve a la casa, Lucas, capítulo 15. Hay una frase que dice que “El padre lo vio venir de lejos”. Se había ido algunos años antes, lo que le llevó gastar toda la plata que tenía, lo vio venir de lejos, eso a mí me hace pensar que ese padre todos los días y quizás a cada rato subía a la terraza a ver si el hijo volvía. Así es Dios con nosotros, aun en los peores momentos de pecado, aun en los momentos difíciles y sigue el Evangelio: Y el padre, al verlo de lejos, se conmovió, con ese verbo que e hebrero significa “se le removieron las entrañas”, esas entrañas paternas y maternas de Dios.
“Y salió corriendo y se le tiró al cuello”, ese hijo estaba en el peor de los pecados, en la pero de las situaciones y cuando dijo voy a mi padre, el padre ya lo estaba esperando. Esa es la misericordia. No desesperar nunca. Además, parece que nuestro Dios tiene una especial predilección por los pecadores, incluso los de pura sangre, los peores, nos espera. Así que yo te sugeriría eso, seguís saliendo de vos mismo, y “hacele” entender a todos que siempre hay un Padre que nos espera con cariño y con ternura al primer paso que nosotros queramos dar. Eso es lo que se me ocurre decirte. Gracias.

 

¡Rompan el espejo!

Justine, vos recibiste el Bautismo en el Jubileo de la Misericordia, lindo. Vos te diste
cuenta que el haber encontrado a Dios te llevó a despojarte, salir de estar centrado en sí mismo, hacia fuera, hacia la alegría de vivir por Dios y para Dios.
Una de las cosas, acá son todos jóvenes, e incluso ustedes, que son jóvenes en la segunda vuelta, son todos jóvenes, jóvenes de la segunda etapa. Una de las cosas que caracteriza la juventud y la eterna juventud de Dios, porque Dios es eternamente joven, es la alegría, la “gioia”, la alegría. A la alegría se opone la tristeza, una tristeza que es precisamente de lo que vos saliste, vos saliste de algo que produce tristeza, que es estar centrado en uno mismo, la autoreferencialidad. Un joven que se mete en sí mismo, que vive solamente para sí mismo, termina (y espero que entiendan el verbo porque es un verbo argentino) termina “empachado” de autorreferencialidad, es decir, lleno de atuorreferencialidad.
Hay una imagen que me viene ahora, esta cultura que nos toca vivir, como es muy egoísta, muy así (hace un gesto con las manos) de mirarse a sí mismo, tiene una dosis muy grande de narcisismo, de ese estar contemplándose a sí mismo, y por lo tanto ignorar a los demás. El narcisismo te produce tristeza porque “vivís” preocupado de maquillarte el alma todos los días, de aparecer mejor de lo que “sos”, de contemplarte si “tenés” una belleza mejor que la de los demás, es la enfermedad del espejo. Jóvenes, ¡rompan el espejo! no se miren al espejo, porque el espejo engaña.
Miren hacia fuera, miren hacia los demás, escapen de este mundo, de esta cultura que estamos viviendo a la que vos hiciste referencia, que es consumista y narcisista, y si algún día quieren mirarse en el espejo, les doy un consejo: ¡Mírense al espejo para reírse de sí mismos! hagan la prueba un día, miren y empiecen a reírse de eso que ven ahí, se les va a refrescar el alma, saber reírse de sí mismo, eso da alegría y nos salva de la tentación del narcisismo. Gracias Justine.

 

Arraigos del corazón

Matteus, hablaste “portugués brasileiro”, yo tengo que hacerte una pregunta: ¿Quién es mejor? ¿Pelé o Maradona? (Todos se ríen) Por mucho tiempo pasaste por el túnel de la droga, y es uno de los instrumentos que tiene la cultura en la cual vivimos para dominarnos, y es por otro lado, como una necesidad que nosotros tenemos para hacernos sutiles, invisibles a nosotros mismos, como si fuéramos de aire.
La droga nos lleva a negar todo lo que tenemos de arraigo, de arraigo carnal, de arraigo histórico, de arraigo problemático, todo lo que sea arraigo, te quita la raíz y te hace vivir en un mundo sin raíces, desarraigado de todo: desarraigado de proyectos, desarraigado del presente, desarraigado de tu pasado, de tu historia, desarraigado de tu patria, de tu familia, de tu amor, de todo. Uno vive en un mundo sin ningún arraigo, y ese es el drama de la droga, jóvenes totalmente desarraigados, sin compromisos reales, es decir, sin verdaderos compromisos de carne, porque en la droga ni tu propio cuerpo sentís.
Y después de haber pasado por esa experiencia de invisibilidad, y después de haber vuelto a tomar conciencia, te diste cuenta de todos los arraigos que hay en el corazón. Yo le pregunto a cada uno de ustedes: ¿son conscientes de todos los arraigos que hay en el corazón? ¿Son conscientes de sus raíces? ¿Son conscientes de sus amores?¿Son conscientes de sus proyectos?¿Son conscientes de la capacidad creativa que tienen? ¿Son conscientes de que son poetas en este universo para crear cosas nuevas y lindas?
Salir de la droga es ir tomando conciencia de eso, testimonio de uno que viene, por eso nos pone esta pregunta que yo os acabo de hacer, cada uno que se responda: ¿Yo soy consciente de tener los pies sobre la tierra, con todo lo que significa de arraigo histórico, social, de arraigo de sabiduría, de amor, de proyectos, de capacidad creativa? Y vos, queréis corresponder al plan de Dios y te das cuenta de que para ti es consolar los dolores de la humanidad y “decís” que en este camino sinodal “querés”, que en este camino sinodal todos tenemos que discernir nuestra vocación, como vos decís, para ver que nos quiere decir el Señor en vistas a una misión.

 

Dar gratuitamente

Yo lo voy a decir con una sola palabra, que no es mía: Dar gratuitamente. Si vos estás acá, si nosotros estamos acá es porque gratuitamente nos trajeron acá. Por favor demos gratuitamente lo que hemos recibido. Dar gratuitamente lo que hemos recibido. Y dar gratuitamente te llena el alma, te des-comercializa, te hace magnánimo, te enseña a abrazar y a besar, te hace sonreír, te desata de todo interés de tipo egoísta, da gratuitamente lo que gratuitamente recibiste. Esa es la enseñanza que Él nos está invitando a hacer ¿De acuerdo?
Los miembros de Comunidad Shalom responden: Siiiiiii. El Papa dice: Ay Dios mío, ¡como están! Parece que yo en vez de darles ánimos, les estoy dando un calmante nervioso para dormirlos. (Los jóvenes gritan y silban, el Papa y todos se ríen).
Los más adultos, los más antiguos de la Comunidad Shalom, ¿qué tienen que hacer? ¿qué servicios nos está pidiendo hoy este mundo, este carisma, esta comunidad? ¿qué servicio? Aquí hay una cosa que está lindo, los más antiguos y los más jóvenes. El servicio que se les pide es el diálogo, el diálogo entre ustedes, pasar la antorcha, pasar la herencia, pasar el carisma, pasar la vivencia interior de ustedes, pero quiero ir más allá y uno de los desafíos que hoy este mundo nos pide es el diálogo entre los jóvenes y los ancianos, y en esto me baso en el testimonios de ustedes.

 

Diálogo entre los jóvenes y los ancianos

“Sí, padre, ya se lo oímos decir”, y me lo van a escuchar decir varias veces más. Diálogo entre los jóvenes y los ancianos. Los jóvenes necesitamos escuchar a los ancianos, y los ancianos necesitamos escuchar a los jóvenes. “¿Y yo qué voy a hacer?” puede preguntar un joven, “¿qué voy a hacer, hablar con un anciano...? que aburrido va a ser eso”.
Yo tengo la experiencia de haberlo visto muchas veces en la otra diócesis, ir con grupos de jóvenes, por ejemplo a una casa de reposo, a un asilo y tocar la guitarra a los ancianos, y bueno, sí, tocan la guitarra... y después empieza el diálogo espontáneo, se da, nace solo, y los jóvenes no se quieren ir de ahí, porque de los ancianos sale sabiduría, pero una sabiduría que les llega al corazón y los empuja a ir adelante.
Los ancianos, para ustedes jóvenes, ¡los ancianos no son para guardarlos en el ropero! los ancianos no son para tenerlos escondidos, los ancianos están esperando que un joven vaya y los haga hablar, que los haga soñar y ustedes, jóvenes, necesitan recibir de esos hombres y de esas mujeres esos sueños, esas ilusiones que los hagan revivir.
Esa sería mi respuesta a la experiencia que los más antiguos en diálogo con los más jóvenes del Movimiento Shalom tendrían que hacer: Enseñar y ayudar al diálogo entre jóvenes y ancianos. “Sí, yo hablo con mi mamá, con mi papá...”. No, tu mamá y tu papá no son ancianos, “hablá” con tu abuelo y tu abuela, o sea, una generación más alta. Ellos tienen la sabiduría, y ellos más aun, tienen necesidad de que les golpees el corazón para que te den la sabiduría, y esa sería la recomendación que yo les doy.
Anímense, anímense a ese diálogo, ese diálogo es promesa para el futuro, ese diálogo nos va a ayudar a ir adelante. No sé si respondí tu pregunta, muy bien, gracias.
No sé como sigue el programa ahora... pero me quedó una duda al final de la última pregunta, en el diálogo jóvenes y ancianos: Moisés, ¿es joven o anciano?. (Risas y aplausos)

 

 

04/09/2017-14:17
Redacción

El Papa recibe a los obispos de Honduras

(ZENIT – 4 Sept. 2017).- El papa Francisco ha recibido en visita “ad Limina Apostolorum” a los once obispos de Honduras que componen la Conferencia Episcopal del país centroamericano, esta mañana, 4 de septiembre de 2017, en el Vaticano.
La visita “ad Limina Apostolorum” es la visita que todos los obispos diocesanos realizan al Vaticano con el objetivo de informar al Papa, cada cierto período, el estado de la diócesis que gobiernan, además de visitar la tumba de los apóstoles como signo de comunión plena con la Iglesia y con el Papa.
En este ocasión, los obispos hondureños han mantenido un diálogo informal con el Papa, el Vaticano no ha informado de un discurso oficial por parte del Santo Padre.
Los obispos que han participado en la visita “ad Limina” han sido: El cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, salesiano y Arzobispo de Tegucigalpa; Mons. Juan José Pineda Fasquelle, claretiano, Obispo de Obori; Mons. Guy Charbonneau, sacerdote de la Sociedad para las Misiones Exteriores de la provincia de Québec y Obispo de Choluteca; Mons. Roberto Camilleri, franciscano, Obispo de Comayagua; Mons. Joseph Bonello, franciscano y Obispo de Juticalpa; Mons. Michael Lenihan, franciscano y Obispo de La Ceiba; Mons. Ángel Garachana Pérez, claretiano y Obispo de San Pedro Sula; Mons. Darwin Rudy Andino Ramírez, de los Clérigos Regulares de Somasca y Obispo de Santa Rosa de Copán; Mons. Luis Solé Fa, lazarista y Obispo de Trujillo; Mons. Héctor David García Osorio, Obispo de Yoro; y Mons. José Antonio Canales Motiño, Obispo de Danlí.
El cardenal Mons. Rodríguez Madariaga es uno de los nueve Cardenales Consejeros del Papa Francisco (C9), un equipo de cardenales de los cinco continentes que asesoran al Papa en la labor de reforma de la Curia Romana e instituciones eclesiásticas con la finalidad de volverlas más eficientes en su labor apostólica. El próximo encuentro del C9 será los días 11, 12 y 13 de septiembre.

 

Nueva diócesis

El papa Francisco erigió una nueva diócesis en Honduras el pasado mes de enero de 2017: la diócesis de Danlí, que cuenta con un territorio desmembrado de las diócesis de Tegucigalpa, y la volvió sufragánea de la arquidiócesis metropolitana de Tegucigalpa.
Honduras tiene una población de casi 8 millones de habitantes. Con una superficie de 112.492 kilómetros cuadrados, más del 80% es montañosa (colinas), son datos de la página web de los focolares, cuyo movimiento tiene en el país unos 900 seguidores. Según Wikipedia, el 76,4% de los habitantes de Honduras son católicos, el 16% son protestantes, el 3,6% no cree en ninguna religión, y el 2,1% pertenecen a sectas.

 

 

04/09/2017-17:36
Rosa Die Alcolea

Videomensaje: “Salir al encuentro del otro y extender la mano”

(ZENIT – 4 Sept. 2017).- “Dar el primer paso nos anima a salir al encuentro del otro y a extender la mano, y darnos el signo de paz” dice el Papa en el videomensaje con ocasión del viaje a Colombia.
El papa Francisco envía un videomensaje con ocasión del inminente viaje apostólico a Colombia, que hará del 6 al 11 de septiembre de 2017.
El Papa viajará a Colombia el 6 de septiembre, irá a la capital, Bogotá, donde se quedará el 7 de septiembre, y dormirá todos los días. El día 8 visitará Villavicencio, el sábado 9 se trasladará a Medellín y el domingo 10 asistirá a Cartagena.

 

Ver videomensaje del Papa

Texto del videomensaje:

Querido pueblo de Colombia, dentro de pocos días visitaré vuestro país. Iré como peregrino de esperanza y de paz, para celebrar con ustedes la fe en nuestro Señor y también para aprender de vuestra caridad y vuestra constancia en busca de la paz y la armonía.
Los saludo cordialmente y doy las gracias, al señor presidente de la República y a los obispos de la Conferencia episcopal, por la invitación a visitar Colombia. También agradezco a cada uno de ustedes, que me acogen en su tierra y en su corazón. Sé que han trabajado -y han trabajado mucho- para preparar este encuentro. Mi agradecimiento a todos lo que han colaborado y siguen haciéndolo para que sea una realidad.
“Demos el primer paso” es el lema de este viaje. Nos recuerda que siempre se necesita dar un primer paso para cualquier actividad y proyecto. También nos empuja a ser los primeros para amar, para crear puentes, para crear fraternidad. Dar el primer paso nos anima a salir al encuentro del otro y a extender la mano, y darnos el signo de paz. La paz es la que Colombia busca desde hace mucho tiempo y trabaja para conseguirla. Una paz estable, duradera, para vernos y tratarnos como hermanos, nunca como enemigos. La paz nos recuerda que todos somos hijos de un mismo Padre que nos ama y nos consuela. Me siento honrado de visitar esa tierra rica de historia, de cultura, de fe, de hombres y mujeres que han trabajo con tesón y constancia para que sea un lugar donde reine la armonía y la fraternidad, donde el Evangelio sea conocido y amado, donde decir hermano y hermana no resulte algo extraño sino un verdadero tesoro a proteger y defender. El mundo de hoy tiene necesidad de consultores de paz y de diálogo. También la Iglesia está llamada a esta tarea, a promover la reconciliación con el Señor y con los hermanos, y también la reconciliación con el medioambiente que es creación de Dios y que estamos explotando de una manera salvaje.
Que esta visita sea como un abrazo fraterno para cada uno de ustedes y en el que sintamos el consuelo y la ternura del Señor.
Queridos hermanos y hermanas colombianos, deseo vivir estos días con ustedes con ánimo gozoso, con gratitud al Señor. Los abrazo con afecto y pido al Señor que los bendiga, que proteja vuestro país y les conceda la paz. Y a nuestra Madre, la Virgen Santa, que los cuide. Y por favor, no se olviden de rezar por mí.
Gracias y hasta pronto.

 

 

04/09/2017-04:00
Isabel Orellana Vilches

Santa Teresa de Calcuta, 5 de septiembre

«El ángel de los pobres. Entre otros galardones por su labor humanitaria, en 1979 obtuvo el Nobel de la Paz. Fallecida con fama de santidad en 1997, fue beatificada en 2003 por Juan Pablo II y canonizada por Francisco en 2016»

Pocos dudan de que la vida de Teresa es conmovedora y fascinante, aunque determinadas críticas mordaces atenten contra su nombre y quehacer. A través de ella ha irradiado la misericordia de Dios en los deprimidos rincones de Calcuta con una fuerza tal que se siente la tentación de considerarla irrepetible. Y ciertamente cada ser humano lo es ante el Padre. Pero esta mujer, de la que hoy se hace eco este santoral de ZENIT, acogió la gracia con tanto brío que multiplicó con creces los numerosos talentos que recibió, sembrándolos en el tembloroso corazón de esos hermanos y hermanas que jamás conocieron otro consuelo que el que ella les dio. Digan lo que digan sus detractores cuesta dudar de la presencia de Dios y de su infinita bondad cuando se examina el testimonio de Agnes Gonxha Bojaxhiu. El sello de los justos es fácil de reconocer porque tras de sí dejan una huella inextinguible, como la suya.
«Soy un lápiz en manos de Dios», le gustaba decir. Era albanesa. Había nacido en Skopje, hoy Macedonia, el 26 de agosto de 1910. En 1950 adquirió la ciudadanía india. Fue la benjamina de la familia. Influenciada por la honda fe materna, poco antes de cumplir los 12 años, y cuatro después de morir su padre, ya barajó la posibilidad de hacerse misionera. Participaba activamente en la parroquia del Sagrado Corazón. Un día, hallándose ante la imagen de la Virgen de Letnice, sintió que debía consagrarse a Dios. A la espera de tener edad para entrar en una Orden, se afilió a las Hijas de María, donde nació su vocación por los desfavorecidos. A los 18 años ingresó en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María (hermanas de Loreto) sito en una localidad irlandesa. Y queriendo emular a la santa de Lisieux, tomó el nombre de Teresa. Pocos meses más tarde se trasladó a la India. Llegó a Calcuta el 6 de enero de 1929. En 1931 comenzó a ejercer la docencia en la escuela femenina St. Mary, regida por la comunidad. En 1944 fue designada directora de la misma, y como tal ejerció hasta 1948. Cesó al ser autorizada para dedicarse por entero a la atención de los «más pobres de entre los pobres». Poseía todas las cualidades para ello: audacia, abnegación, espíritu de sacrificio, compasión, osadía, temple, misericordia, fortaleza, fidelidad, dotes
organizativas, una fe insondable, etc. Y todo lo que hacía estaba impregnado de alegría.
Pero antes, como era una mujer de profunda oración, en ella fue vislumbrando la nueva vía que debía seguir. La denominó «llamada dentro de la llamada». Sucedió el 10 de septiembre de 1946 cuando iba de camino a Darjeeling para realizar el retiro anual y marcó el inicio de una travesía irreversible en la que su anhelo de amar a Cristo y a los demás llenó su vida por completo. En medio de una serie de locuciones y visiones se fue incrementando su sed por hallar «víctimas de amor» para Cristo. En una de ellas sintió que Él le decía: «Ven y sé mi luz. No puedo ir solo». Y fue dirigida por Cristo hacia el colectivo más desfavorecido de la tierra, para lo cual, según Él mismo le indicó, debía fundar una Congregación. Pasó dos años de pruebas y dificultades hasta que en agosto de 1948, obtenido el permiso correspondiente y vestida con su inmaculado sari de algodón, se dispuso a paliar todo el sufrimiento humano que le fuese posible sin ahorrar ningún esfuerzo, ni escatimar sacrificios.
Tras brevísima estancia con las Hermanas Médicas Misioneras de Patna, especializándose para su misión, y con las Hermanitas de los Pobres, en diciembre de ese mismo año comenzó su labor. Recibía la Eucaristía, y salía rosario en mano a buscar a los enfermos y moribundos, «los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba»; tanto daban hombres, mujeres, niños o ancianos, y lo mismo sucedía con el tipo de enfermedades que padeciesen. Ni repugnancia, ni temor a contagios, ninguna selección, la Madre Teresa no tenía otro horizonte que cubrir con su ternura al sufriente. Atendía, lavaba y curaba con delicadeza y misericordia a todos ellos en las calles donde se encontraban y también en sus casas. Vio la simbiosis entre amor y oración: «Dios nos ha creado para amar y para ser amados, y este es el comienzo de la oración, saber que Él me ama, que yo he sido creado para obras mayores», y que la santidad no es un lujo selectivo sino un deber de todos.
Pronto se fueron uniendo a la labor algunas de sus antiguas alumnas y surgió la congregación de las Misioneras de la Caridad, fundada en octubre de 1950 y aprobada por Pablo VI en 1965. Después nacieron los Hermanos Misioneros de la Caridad, los Misioneros de la Caridad Contemplativos y los Padres Misioneros de la Caridad. Creó también los colaboradores de Madre Teresa, y los colaboradores Enfermos y Sufrientes. Además, inició el Movimiento Sacerdotal Corpus Christi. Luchó contra el aborto –«el niño es un regalo de Dios para la familia», decía–, y la eutanasia. Abrió centros en distintos puntos del mundo para la atención de leprosos, ciegos, ancianos, enfermos de SIDA, así como orfanatos para niños pobres y abandonados. Consideraba que «las obras de amor son siempre obras de paz».
Espiritualmente vivió una prolongada «noche oscura» hasta el fin de sus días, que acrecentó su sed de amor divino. «El amor, para que sea auténtico, debe costarnos [...]. Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él». Por su heroica labor fue galardonada con premios significativos como el Nobel de la Paz que obtuvo en 1979. En 1986 Juan Pablo II la visitó en Calcuta, en la conocida «Casa del moribundo». El 5 de septiembre de 1997, con el gozo de haber dejado nombrada una nueva superiora general, y su fundación extendida por diversos países, murió. El gobierno le dispensó un funeral de Estado, y de forma inmediata fue aclamada con fama de santidad en todo el mundo. Juan Pablo II la beatificó el 19 de octubre de 2003. Fue canonizada el 4 de septiembre de 2016 por el papa Francisco.