Servicio diario - 07 de febrero de 2018


 

Liturgia de la Palabra: Homilía "breve" pero "bien preparada"
Redacción

Evangelio y homilía: Luz y diálogo con Jesús en nuestros días
Rosa Die Alcolea

Día Mundial contra la Trata: El Papa llama a "unir fuerzas" para proteger a las víctimas
Rosa Die Alcolea

Pablo VI podría ser canonizado en el 50° aniversario de `Humanae vitae'
Anita Bourdin

Taiwan: El Papa ora por las víctimas de los terremotos en Hwalien
Redacción

Circo: Con su belleza, "hagan que todos suban más cerca de Dios"
Rosa Die Alcolea

PyeongChang 2018: "Los juegos olímpicos adquieren una especial importancia"
Anita Bourdin

Mons. Felipe Arizmendi: Francisco y pueblos originarios de Chile
Felipe Arizmendi Esquivel

Estados Unidos: Culminó la jornada nacional de Pastoral Social
Enrique Soros

Santa Josefina Bakhita, 8 de febrero
Isabel Orellana Vilches


 

 

07/02/2018-13:27
Redacción

Liturgia de la Palabra: Homilía "breve" pero "bien preparada"

(ZENIT — 7 feb. 2018).- "¿Qué es la homilía? Es un retomar ese diálogo que ya está entablado entre el Señor y su pueblo, para que encuentre su cumplimiento en la vida".

Ese "diálogo entre Dios y su pueblo", ya entablado, se desarrolla en la Liturgia de la Palabra en la misa, y llega al "culmen en la proclamación del Evangelio", ha explicado Francisco en su 8a catequesis sobre la Misa, en la Audiencia General del miércoles, 7 de febrero de 2018.

 

Homilía breve

El Santo Padre ha animado a los sacerdotes a que hagan la homilía breve, pero bien preparada. Para ello, les indica: "Se prepara con la oración, con el estudio de la Palabra de Dios y haciendo una síntesis clara y breve; no tiene que durar más de diez minutos, por favor".

Esta mañana, el Papa ha recordado que Cristo es el centro y plenitud de toda la Escritura, y también de toda celebración litúrgica, "Jesucristo está siempre en el centro, siempre".

Si escuchamos la "buena noticia" —ha señalado el Papa— ella nos convertirá y transformará y así podremos cambiarnos a nosotros mismos y al mundo. ¿Por qué? Porque la Buena Noticia, la Palabra de Dios "entra por los oídos, va al corazón y llega a las manos para hacer buenas obras".

RD

Sigue el texto completo de la catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General:

 

Catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Seguimos con las catequesis sobre la santa misa. Habíamos llegado a las lecturas.

El diálogo entre Dios y su pueblo, desarrollado en la Liturgia de la Palabra en la misa, llega al culmen en la proclamación del Evangelio. Lo precede el canto del Aleluya — o, en Cuaresma, otra aclamación — con el cual "la asamblea de los fieles acoge y saluda al Señor quién le hablará en el Evangelio"[1]. Como los misterios de Cristo iluminan toda la revelación bíblica, así, en la Liturgia de la Palabra, el Evangelio es la luz para entender el significado de los textos bíblicos que lo preceden, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Efectivamente "Cristo es el centro y plenitud de toda la Escritura, y también de toda celebración litúrgica"[2]. Jesucristo está siempre en el centro, siempre.

Por lo tanto, la misma liturgia distingue el Evangelio de las otras lecturas y lo rodea de un honor y una veneración particular[3]. En efecto, sólo el ministro ordenado puede leerlo y cuando termina besa el libro; hay que ponerse en pie para escucharlo y hacemos la señal de la cruz sobre la frente, la boca y el pecho; las velas y el incienso honran a Cristo que, mediante la lectura evangélica, hace resonar su palabra eficaz. A través de estos signos, la asamblea reconoce la presencia de Cristo que le anuncia la "buena noticia" que convierte y transforma. Es un diálogo directo, como atestiguan las aclamaciones con las que se responde a la proclamación, "Gloria a Ti, Señor", o "Alabado seas, Cristo". Nos levantamos para escuchar el Evangelio: es Cristo que nos habla, allí. Y por eso prestamos atención, porque es un coloquio directo. Es el Señor el que nos habla.

Así, en la misa no leemos el Evangelio para saber cómo han ido las cosas, sino que escuchamos el Evangelio para tomar conciencia de que lo que Jesús hizo y dijo una vez; y esa Palabra está viva, la Palabra de Jesús que está en el Evangelio está viva y llega a mi corazón. Por eso escuchar el Evangelio es tan importante, con el corazón abierto, porque es Palabra viva. San Agustín escribe que "la boca de Cristo es el Evangelio".[4] Él reina en el cielo, pero no deja de hablar en la tierra". Si es verdad que en la liturgia "Cristo sigue anunciando el Evangelio" [5], se deduce que, al participar en la misa, debemos darle una respuesta. Nosotros escuchamos el Evangelio y tenemos que responder con nuestra vida.

Para que su mensaje llegue, Cristo también se sirve de la palabra del sacerdote que, después del Evangelio, pronuncia la homilía[6]. Vivamente recomendada por el Concilio Vaticano II como parte de la misma liturgia[7], la homilía no es un discurso de circunstancias, — ni tampoco una catequesis como la que estoy haciendo ahora- ni una conferencia, ni tampoco una lección: la homilía es otra cosa. ¿Qué es la homilía? Es "un retomar ese diálogo que ya está entablado entre el Señor y su pueblo",[8] para que encuentre su cumplimiento en la vida. ¡La auténtica exégesis del Evangelio es nuestra vida santa! La palabra del Señor termina su carrera haciéndose carne en nosotros, traduciéndose en obras, como sucedió en María y en los santos. Acordaos de lo que dije la última vez, la Palabra del Señor entra por los oídos, llega al corazón y va a las manos, a las buenas obras. Y también la homilía sigue a la Palabra del Señor y hace este recorrido para ayudarnos a que la Palabra del Señor llegue a las manos pasando por el corazón.

Ya he tratado el tema de la homilía en la Exhortación Evangelii gaudium, donde recordé que el contexto litúrgico "exige que la predicación oriente a la asamblea, y también al predicador, a una comunión con Cristo en la Eucaristía que transforme la vida. "[9]

El que pronuncia la homilía deben cumplir bien su ministerio — el que predica, el sacerdote, el diácono o el obispo- ofreciendo un verdadero servicio a todos los que participan en la misa, pero también quienes lo escuchan deben hacer su parte. En primer lugar, prestando la debida atención, es decir, asumiendo la justa disposición interior, sin pretensiones subjetivas, sabiendo que cada predicador tiene sus méritos y sus límites. Si a veces hay motivos para aburrirse por la homilía larga, no centrada o incomprensible, otras veces es el prejuicio el que constituye un obstáculo. Y el que pronuncia la homilía debe ser consciente de que no está diciendo algo suyo, está predicando, dando voz a Jesús, está predicando la Palabra de Jesús. Y la homilía tiene que estar bien preparada, tiene que ser breve ¡breve!. Me decía un sacerdote que una vez había ido a otra ciudad donde vivían sus padres y su papá le había dicho: "¿Sabes? Estoy contento porque mis amigos y yo hemos encontrado una iglesia donde si dice misa sin homilía". Y cuántas veces vemos que durante la homilía algunos se duermen, otros charlan o salen a fumarse un cigarrillo... Por eso, por favor, que la homilía sea breve, pero esté bien preparada. Y ¿cómo se prepara una homilía, queridos sacerdotes, diáconos, obispos? ¿Cómo se prepara? Con la oración, con el estudio de la Palabra de Dios y haciendo una síntesis clara y breve; no tiene que durar más de diez minutos, por favor.

En conclusión, podemos decir que en la Liturgia de la Palabra, a través del Evangelio y la homilía, Dios dialoga con su pueblo, que lo escucha con atención y veneración y, al mismo tiempo, lo reconoce presente y activo. Si, por lo tanto, escuchamos la "buena noticia", ella nos convertirá y transformará y así podremos cambiarnos a nosotros mismos y al mundo. ¿Por qué? Porque la Buena Noticia, la Palabra de Dios entra por los oídos, va al corazón y llega a las manos para hacer buenas obras.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

07/02/2018-10:40
Rosa Die Alcolea

Evangelio y homilía: Luz y diálogo con Jesús en nuestros días

(ZENIT — 7 feb. 2018).- "En la lectura del Evangelio tomamos conciencia de que Jesús sigue hablando y actuando en nuestros días. La homilía —ha continuado— no es un discurso o una conferencia, sino que retoma ese diálogo entre Dios y su pueblo".

Francisco ha dedicado la nueva catequesis del ciclo sobre la Santa Misa, en la Audiencia General, a la proclamación del Evangelio y a la predicación del sacerdote, como parte misma de la liturgia, este miércoles, 7 de febrero de 2018, en la Sala Pablo VI del Palacio Vaticano.

El Santo Padre ha indicado que con la proclamación del Evangelio se llega al "culmen de ese diálogo entre Dios y su pueblo" que es la liturgia de la Palabra en la Misa.

 

"Luz para comprender"


"La luz para comprender el sentido" de los textos bíblicos que se han leído antes viene del Evangelio, señala Francisco. En efecto, sólo el ministro ordenado puede leerlo y cuando termina besa el libro; hay que ponerse en pie para escucharlo y hacemos la señal de la cruz sobre la frente, la boca y el pecho.

El Papa ha dado la explicación: La asamblea reconoce así la "presencia de Cristo" que le anuncia la buena noticia que convierte y transforma, y responde con la aclamación: «Gloria a ti, Señor Jesús».

 

Escuchar desde nuestro interior

La homilía, como parte de la misma liturgia, "no es un discurso o una conferencia" —matiza el Papa—, sino que "retoma ese diálogo entre Dios y su pueblo".

En este sentido, la predicación debe orientar a todos, también al predicador, "hacia una comunión con Cristo en la Eucaristía que transforme la vida". El Santo Padre ha señalado que es importante que quien predica "cumpla bien su ministerio", tanto como que los que escuchan procuren hacerlo con las mejores "disposiciones interiores".

 

Peregrinos hispanohablantes

El Santo Padre ha exhortado a los visitantes de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina, a contemplar a la Virgen María, y "esforzarnos como Ella para escuchar la Palabra del Señor con un corazón dócil y sencillo, y así poder hacerla carne en nosotros traduciéndola en obras de amor y de santidad".

 

 

07/02/2018-11:19
Rosa Die Alcolea

Día Mundial contra la Trata: El Papa llama a "unir fuerzas," para proteger a las víctimas

(ZENIT — 7 feb. 2018).- El Papa Francisco invita a todos, ciudadanos e instituciones, a "unir fuerzas" para prevenir la trata y garantizar la protección y asistencia a las víctimas.

El Santo Padre ha recordado en la Audiencia General que mañana, 8 de febrero de 2018, fiesta litúrgica de Santa Josefina Bakhita, se celebrará la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata.

Así, Francisco ha exhortado a orar "para que el Señor convierta los corazones de los traficantes" y "brinde la esperanza de recuperar la libertad" para aquellos que sufren de esta plaga vergonzosa.

 

"Migración sin trata"

El tema de este año es "Migración sin trata. ¡Sí a la libertad! No a la trata!", ha anunciado Francisco.

"Con pocas posibilidades de canales regulares, muchos migrantes deciden aventurarse de otras maneras, donde a menudo se esperan abusos de todo tipo, explotación y esclavitud", ha explicado el Papa.

 

 

07/02/2018-12:37
Anita Bourdin

Pablo VI podría ser canonizado en el 50° aniversario de 'Humanae vitae'

(ZENIT — 8 feb. 2018).- Los cardenales acaban de dar su opinión favorable para el reconocimiento de un milagro debido a la intercesión de Pablo VI, confirma Andrea Tornielli, director de la Corriere de la Serna este 6 de febrero de 2018. Una curación que publicamos el 28 de diciembre.

La decisión de promulgar el decreto ad hoc de la Congregación para las Causas de los Santos y la Canonización pertenece al Papa Francisco, que se compromete con su magisterio en una canonización. Pueden pasar al menos quince días entre el voto de los cardenales y la aprobación papal.

Si el Papa da luz verde, el Beato Pablo VI podría ser canonizado en el año del 50° aniversario de su Encíclica sobre la vida humana, 'Humanae Vitae', del 25 de julio de 1968, tal vez durante el Sínodo de los jóvenes 3- 28 de octubre de 2018.

El Papa Francisco beatificó a Pablo VI (1897-1978) el 19 de octubre de 2014, al final del primer Sínodo de obispos sobre la familia.

 

Curación milagrosa

La oración del Beato Pablo VI ha obtenido una "curación inexplicable, de acuerdo con el estado actual de la ciencia", como dice el refrán: Esto fue declarado por la diócesis de Brescia (Italia), "La voce del Popolo", del 22 de diciembre de 2017, titulada: "Será el año de Pablo VI santo" y "Pablo VI santo: una hermosa noticia".

El 13 de diciembre, los teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos aprobaron el reconocimiento del "milagro", mientras que la comisión médica ya había emitido una opinión favorable. Los cardenales tuvieron que pronunciarse. Eso ya está hecho. Todo lo que queda es la decisión del Papa Francisco.

La curación, que se produjo en 2014, se refiere a una niña pequeña de la región de Verona (Italia), Amanda, que, antes de su nacimiento, sobrevivió a un riesgo comprobado de aborto. Ella tenía tres años en Navidad.

Su madre, Vanna Pironato, de 35 años, ya era madre de un niño de 5 años, estaba en su 13a semana de embarazo cuando tuvo que ser hospitalizada por el riesgo de aborto luego de la ruptura prematura de la placenta. Pero la situación no mejoró, los médicos evocaron un "aborto terapéutico". Vanna y su esposo, Alberto, decidieron continuar el embarazo.

Un amigo les sugirió que confiaran al niño a la oración de Pablo VI, que sería beatificado, precisamente después de un milagro que salvó la vida de un feto. La pareja decidió ir en peregrinación al Santuario de las Gracias para orar al Papa Montini, quien amaba este santuario y celebró allí su primera misa. Invocaron su oración todos los días. La madre continuó los controles médicos regulares, las terapias, pero la pérdida del líquido amniótico continuó.

El 25 de diciembre de 2014, alrededor de las 4 am, Vanna Pironato fue hospitalizada con signos de un parto inminente. Unas dos horas más tarde, dio a luz a su pequeña hija, en la semana 26 del embarazo. El bebé prematuro estuvo dos días en cuidados intensivos y cuatro meses después abandonó el hospital con buena salud.

 

Beatificación

Para la beatificación, el milagro fue la inexplicable curación de un niño en el seno de su madre en California 18 años antes. El niño fue amenazado de muerte o malformaciones graves, lo que llevó a los médicos a aconsejar el aborto.

Pero, rezando con la oración del Papa Pablo VI, la joven madre había decidido llevar a cabo su embarazo. Esperó hasta que su hijo tuviera 15 años para hablar sobre un milagro. Un milagro que recuerda el compromiso de Pablo VI con la vida.

 

"Fuerza espiritual" para Francisco

En una reunión con miembros de la Diócesis de Brescia, el 22 de junio de 2013, Francisco rindió homenaje al "gran Papa" Pablo VI, que vivió de manera "apasionada" el amor de Cristo, el amor de la Iglesia y el amor del hombre.

El Papa Bergoglio confesó que los discursos de Pablo VI eran para él "una fuerza espiritual". "Me han hecho mucho bien en mi vida ... vuelvo a ello todo el tiempo, porque me hace sentir bien escuchar estas palabras de Pablo VI hoy".

Fue varias veces a reunirse en su tumba, en las "grutas vaticanas", bajo la Basílica de San Pedro.

El Papa Benedicto XVI aprobó el decreto reconociendo que Pablo VI había vivido las virtudes cristianas y humanas de una manera "heroica", 20 de diciembre de 2012.

© Traducción de Rosa Die Alcolea

 

 

07/02/2018-12:55
Redacción

Taiwan: El Papa ora por las víctimas de los terremotos en Hwalien

(ZENIT — 7 feb. 2018).- El Papa Francisco invoca de corazón sobre todo el pueblo de Taiwan las bendiciones divinas de la fortaleza y la paz, y expresa su solidaridad a todos los afectados por los terremotos en Taiwan, ocurridos los últimos días.

Telegrama que el Cardenal Mons. Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, ha enviado en nombre del Santo Padre a Mons. Philip Huang Chao-ming, Obispo de Hwalien, con motivo del terremoto que asoló ayer, 6 de febrero de 2018, la ciudad portuaria de Hwalien (Taiwan).

El Papa garantiza sus oraciones por aquellos que han perdido sus vidas y por los heridos, al mismo tiempo que alienta a las autoridades civiles y al personal de emergencia comprometido en la labor de rescate.

 

 

07/02/2018-11:47
Rosa Die Alcolea

Circo: Con su belleza, "hagan que todos suban más cerca de Dios"

(ZENIT — 7 feb. 2018).- Francisco ha disfrutado esta mañana, en la Audiencia General, 8 de febrero de 2018, del espectáculo de algunos artistas del circo, a quienes ha agradecido su "trabajo de belleza".

"Ustedes con su arte, expresan belleza, hagan que todos suban más, más cerca de Dios. Su trabajo de belleza es bueno para todos nosotros, ¡muchas gracias!" han sido las palabras del Papa Francisco.

Así, el Papa ha dedicado un saludo en sus palabras finales, en italiano, a los dirigentes y artistas del Circo `Medrano' y del Circo Rony Rollert Circus'.

El número ha comenzado con dos malabaristas, después una mujer ha hecho malabares con sus pies, tumbada boca arriba, y un trapecista ha actuado frente al Papa, quien ha sonreído en todo momento con el espectáculo.

El Papa ha saludado también al grupo del proyecto "Puertas Abiertas" de Guardiagrele, acompañado por Monseñor Bruno Forte, Arzobispo de Chieti-Vasto, los grupos parroquiales.

Asimismo, el Santo Padre ha mencionado a los representantes de la Fundación Banco Farmacéutico que recogerán medicamentos para personas necesitadas en las farmacias italianas el próximo sábado.

 

 

07/02/2018-19:41
Anita Bourdin

PyeongChang 2018: "Los juegos olímpicos adquieren una especial importancia"

(ZENIT — 7 feb. 2018).- "La tradicional competición olímpica está adquiriendo una importancia especial", dijo el Papa Francisco sobre los Juegos PyeongChang.

Pasado mañana, viernes 9 de febrero, se inaugurarán los XXIII Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad de PyeongChang, Corea del Sur, con la participación de 92 países, ha recordado el Papa, en italiano, en la Audiencia General del miércoles, 7 de febrero de 2018, en el Salón Pablo VI del Vaticano.

El Papa ha recibido con agrado la participación conjunta de las delegaciones deportivas del norte y sur de la península de Corea: "La competición olímpica tradicional, este año, adquiere una importancia especial: las delegaciones de Corea marcharán juntas bajo la misma bandera y competirán en un solo equipo".

 

Esperanza

El Papa ve en este fruto del compromiso deportivo una esperanza de paz en el mundo:

"Este hecho nos da esperanza en un mundo donde los conflictos se resolverán pacíficamente a través del diálogo y el respeto mutuo, como el deporte enseña".

El Papa invocó una oración por los participantes, la gente de Corea y los organizadores: "Envío saludos al Comité Olímpico Internacional, a los atletas que participan en los Juegos PyeongChang, a las autoridades y personas de la península de Corea. Los acompaño a todos con la oración y renuevo el compromiso de la Santa Sede de apoyar todas las iniciativas útiles para la paz y el encuentro de los pueblos. ¡Que estas Olimpiadas sean una gran celebración de amistad y deporte! ¡Que Dios te bendiga y te guarde!".

Con una traducción de Héléne Ginabat

 

 

07/02/2018-18:12
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi: Francisco y pueblos originarios de Chile

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

En la mayoría de sus servicios informativos, los medios de comunicación lo que más resaltan son conflictos, problemas, denuncias, descalificaciones de los otros, accidentes, robos, etc. Unos subsisten económicamente porque a eso se dedican, y hay público al que le atrae consumir este tipo de noticias y comentarios.

Durante la reciente visita del Papa Francisco a Chile, ¿qué resaltaron? Casi en forma obsesiva y repetitiva, las inconformidades de algunos grupos, muy minoritarios por cierto, la quema de iglesias, las imputaciones contra un obispo a quien se acusa de encubrimiento de un sacerdote pederasta, las peticiones de perdón por los abusos clericales contra menores, los gastos del viaje, etc. Casi nada publicaron de lo que dijo el Papa sobre asuntos de suma trascendencia para la vida social, política y religiosa de esos países. Si usted le pregunta a alguien qué recuerda de esa visita, sólo le hablará de los problemas que difundieron muchos medios no eclesiales, y nada tendrá en cuenta del mensaje evangélico del Papa.

 

PENSAR

Podría traer a la memoria varios mensajes que tocaron situaciones muy delicadas, sobre todo el problema de la corrupción; pero sólo retomo algo que, por mi cargo en el CELAM para la pastoral con los pueblos originarios, me parece que se debe resaltar.

En Santiago, dijo a las autoridades civiles: "Es preciso escuchar a los pueblos originarios, frecuentemente olvidados y cuyos derechos necesitan ser atendidos y su cultura cuidada, para que no se pierda parte de la identidad y riqueza de esta nación... La sabiduría de los pueblos originarios puede ser un gran aporte. De ellos podemos aprender que no hay verdadero desarrollo en un pueblo que dé la espalda a la tierra y a todo y a todos los que la rodean. Chile tiene en sus raíces una sabiduría capaz de ayudar a trascender la concepción meramente consumista de la existencia para adquirir (16-1-2018).

En Temuco, al sur del país, con gran población indígena, expresó: "Quiero detenerme y saludar de manera especial a los miembros del pueblo Mapuche, así como también a los demás pueblos originarios que viven en estas tierras australes: rapanui, aymara, quechua, atacameños, y tantos otros. Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron, y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias. Y recordando estas cosas nos quedamos un instante en silencio ante tanto dolor y tanta injusticia. Una de las peores amenazas que golpea y golpeará a los suyos y a la humanidad toda será la división y el enfrentamiento, el avasallamiento de unos sobre otros. ¡Cuántas lágrimas derramadas!

La unidad no nace ni nacerá de neutralizar o silenciar las diferencias. La unidad no es un simulacro ni de integración forzada ni de marginación armonizadora. La riqueza de una tierra nace precisamente de que cada parte se anime a compartir su sabiduría con los demás. No es ni será una uniformidad asfixiante que nace normalmente del predominio y la fuerza del más fuerte, ni tampoco una separación que no reconozca la bondad de los demás. La unidad pedida y ofrecida por Jesús reconoce lo que cada pueblo, cada cultura está invitada a aportar en esta bendita tierra. La unidad es una diversidad reconciliada porque no tolera que en su nombre se legitimen las injusticias personales o comunitarias. Necesitamos de la riqueza que cada pueblo tenga para aportar, y dejar de lado la lógica de creer que existen culturas superiores o culturas inferiores.

La unidad que nuestros pueblos necesitan reclama que nos escuchemos, pero principalmente que nos reconozcamos, que no significa tan sólo recibir información sobre los demás... sino recoger lo que el Espíritu ha sembrado en ellos como un don también para nosotros. Es imprescindible defender que una cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrándose vidas humanas. No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único que despierta es mayor violencia y división. La violencia llama a la violencia, la destrucción aumenta la fractura y separación. La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa. Por eso decimos «no a la violencia que destruye», en ninguna de sus dos formas.

Estas actitudes son como lava de volcán que todo arrasa, todo quema, dejando a su paso sólo esterilidad y desolación. Busquemos, en cambio, y no nos cansemos de buscar el diálogo para la unidad. Por eso decimos con fuerza: Señor, haznos artesanos de unidad" (17-I-2018).

Y en la Universidad Católica de Santiago, recalcó: "Es indispensable prestar atención a los pueblos originarios con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios" (17-I-2018).

 

ACTUAR

Estos mensajes valen para toda la Iglesia y para la sociedad. No los echemos en saco roto. Reflexionemos en su hondo contenido humano y cristiano, y también nosotros aprendamos a respetar y valorar a nuestros muy variados pueblos originarios, que no son un lastre, sino una riqueza. ¡Conozcámoslos!

Y seamos críticos, para no dejarnos apabullar por el negativismo informativo de algunos medios.

 

 

07/02/2018-14:27
Enrique Soros

Estados Unidos: Culminó la jornada nacional de Pastoral Social

(ZENIT — 7 feb. 2018).- Ayer culminó la Jornada Católica de Pastoral Social, de cuatro días, que se desarrolla todos los años en Washington, DC, organizada por el Departamento de Justicia, Paz y Desarrollo Humano, de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.

Esta iniciativa cuenta con el auspicio de renombradas instituciones sociales, como Catholic Relief Services CRS, Red Católica de Ayuda Legal al Inmigrante, Conferencia Jesuita — Oficina de Justicia y Ecología, Mesa Redonda — Asociación de Directores Católicos Diocesanos de Acción Social, Una Iglesia Una Misión, Alianza Católica Sobre el Clima y 'Bread for the World'.

Ante 500 líderes de pastoral social provenientes de todo Estados Unidos, y en algunos casos también del exterior, abrió la Jornada el obispo Eusebio Elizondo, mexicano, auxiliar de Seattle, expresidente de la comisión de Migración y Servicios a Refugiados, y actual presidente de la subcomisión Iglesia en Latinoamérica, del Episcopado de Estados Unidos. Con pasión latina, expresó claramente la importancia de respetar los derechos de los más vulnerables, haciendo mención a las palabras del Papa Francisco, sobre el derecho de las personas a migrar, y a no tener que emigrar.

También mencionó una frase del Santo Padre expresada en el Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado 2015: "A la globalización del fenómeno migratorio hay que responder con la globalización de la caridad y de la cooperación". Al finalizar la charla, los participantes aplaudieron de pie, mostrando el entusiasmo con el que recibían las palabras del obispo Elizondo.

Distintas personalidades del mundo de la justicia social y la ecología brindaron conferencias, tanto desde la perspectiva anglo, como latina. De esta última, se destaca Adelson Da Silva, líder indígena, proveniente de Sáo Luis, un pueblo tribal en la reserva indígena de Vale do Javari, en Brasil, cercano a la frontera con Perú. A los once años, fue el primero de su tribu en abandonar el poblado para estudiar en una ciudad. Retornó más tarde a su lugar de origen, donde ejerce distintos cargos de coordinación de los habitantes del lugar. En su alocución hizo referencias a las dificultades que deben sortear los indígenas, por ser relegados para la sociedad y olvidados y manipulados por la política.

Por su parte, Mauricio López Oropeza, ecuatoriano, secretrio ejecutivo de REPAM, Red Eclesial Panamazónica, y secretario ejecutivo de Pastoral Social Cáritas Ecuador, desarrolló puntos centrales de la encíclica Laudato Si, del Papa Francisco, que remarca la importancia del cuidado de la naturaleza, la tierra, como hermanos, en una comunidad solidaria de destinos, teniendo como principal meta la dignidad del hombre, y especialmente de los más vulnerables, remarcando que todas las personas de buena voluntad están llamadas a actuar, como un imperativo ético universal a transformar la realidad.

También Colombia estuvo presente en esta jornada de Pastoral Social, de la mano de Haszel Dallana Contreras, subcordinadora regional de Desarrollo Humano Integral, quien participa en estrategias de paz en el sudeste de Colombia, con Pastoral Social Cáritas Colombia, donde trabajó por cinco años. Como agente de pastoral social desarrolla su actividad con las comunidades campesinas, que han sido gravemente afectadas por el conflicto armado, y tienen fuertes deseos de salir adelante y recuperar la esperanza perdida por la guerra que minó la convivencia pacífica por más de 50 años. En su relato, expresa el drama vivido por el secuestro de su padre. Luego de que se pagara rescate, cuando Dallana era pequeña, la familia tuvo que emigrar a Venezuela, por razones de seguridad. A los 16 volvió a Colombia para estudiar en la universidad.

En el último día del encuentro, los participantes estuvieron invitados a llevar a cabo un cabildeo, visitando a los legisladores de su estado respectivo. Cabe mencionar que esta acción normalmente no se realiza reuniéndose directamente con un senador o diputado, sino con asistentes de los mismos, los cuales transmiten luego al legislador la razón de la visita.

Estela Villagrán Manancero, presidenta de la Asociación Católica Nacional de Directores Diocesanos de Pastoral Hispana en Estados Unidos, relató a Zenit sus experiencias en ocho horas de cabildeo en oficinas de legisladores en el día de ayer: "Fui con un equipo de agentes de pastoral de Minnesota a visitar a nuestras dos senadoras y algunos diputados. Tuvimos la suerte que nos atendiera una de las senadoras, Amy Klobuchar, personalmente.

La principal petición que llevamos fue bregar por los dreamers, por los que tienen el permiso DACA, y también por aquellos que no accedieron el mismo. Entre todos suman 1.800.000 jóvenes. También pedimos porque no se reduzca el presupuesto para el seguro social de los carenciados, y para que los más pobres tengan acceso a una vivienda digna", relató Villagrán.

La Misa de envío al cabildeo y de cierre del encuentro estuvo presidida por el Cardenal Daniel DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston, y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, quien motivó a los presentes a ser portadores de liderazgo social que acentúe el servicio a los más desprotegidos.

 

 

07/02/2018-07:48
Isabel Orellana Vilches

Santa Josefina Bakhita, 8 de febrero

«Su estremecedora vida no puede dejar a nadie indiferente. Encarnó de forma sublime el precepto evangélico: hasta setenta veces siete, perdonando a sus crueles verdugos y agradeciendo que indirectamente la hubieran acercado a Dios»

La conmovedora existencia de esta mártir africana, doctora del perdón, una de las más impresionantes que han desfilado en esta sección de ZENIT, dio la vuelta al mundo cuando san Juan Pablo II la canonizó el 1 de octubre de 2.000. Fue la suya una vida que interpela sobre ese insondable misterio del amor de Dios que se impone sobre la felonía y brutalidad de algunos seres humanos. Ya es verdaderamente trágico pasar por la vida siendo verdugo de otros, de tantas formas como se manifiesta la agresión en los distintos escenarios donde discurre la convivencia, siempre que en ella campea el egoísmo. Pero cuando se alcanzan cotas como las que que tuvo que padecer esta santa, enmudecen las palabras y uno siente que el latido del corazón se queda en suspenso. Si a eso se le añade su insólita capacidad para perdonar, movida sin duda alguna por la gracia, el amor brilla con poderosísima fuerza en medio de tanta fiereza, y no cabe otra salida que volver los ojos al cielo donde habita la unidad, la verdad, la bondad y la belleza, atributos del Absoluto, porque en Él radica la explicación de tan excelsa respuesta. Ella encarnó admirablemente la indicación de Cristo de perdonar sin límites: «hasta setenta veces siete» (Mt, 18, 22).

Vino al mundo en un continente con una tradición de siglos de esclavitud aterradora. Nunca supo ni su fecha exacta de nacimiento, aunque pudo producirse en torno a 1.870 en Olgossa-Darfur, Sudán, en la tribu de los dagiu, y tampoco recordó su nombre, borrado para siempre por la conmoción de un hecho espantoso que le acaeció alrededor de sus 9 años. Fue capturada por dos negreros mientras paseaba con una amiga. Inocente y temerosa siguió a los extranjeros que intimaron a su compañera: «Deja a la niña pequeña ir al bosque a buscarme alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar tu camino; te alcanzaremos dentro de poco». Una vez aislada de su amiga, uno de los malhechores la sujetó mostrando un cuchillo que aplicó a su costado, y en tono amenazador, revelando sus aviesas intenciones, advirtió: «¡Si gritas, te mato! ¡Adelante, camina, síguenos!». La infeliz criatura no fue capaz de decir su nombre cuando se lo preguntaron, y entonces la denominaron Bakhita, «afortunada», aunque el simbolismo encerrado en este significado le sería develado por completo a través de un atroz camino signado por la cruz. Tenía tres hermanos y dos hermanas, una de ellas era su gemela. Otra había desaparecido antes en manos de diferentes negreros; tan cruel separación produjo una honda amargura en toda la familia.

Bakhita fue vendida a cinco amos distintos, siendo maltratada junto a otros esclavos como «bestias de carga», encadenada, brutalmente golpeada, pasando hambre y sed, hacinada en nauseabundos espacios. Inútilmente intentó fugarse. El cuarto amo al que la entregaron en torno a sus 13 años la tatuó con una cuchilla marcándola con 114 incisiones: «seis en el pecho, setenta en el vientre y cuarenta y ocho en el brazo derecho». Para evitar infecciones le aplicaron sal durante un mes: «Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal». En 1.882 fue comprada por el cónsul italiano Calixto Legnani: «Esta vez fui realmente afortunada porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me quería mucho [...]. No había reproches, ni castigos, ni golpes, y a mí me parecía imposible gozar de tanta paz y tranquilidad». Con este amo y su amigo Augusto Michieli viajó a Italia. La señora Michieli no tuvo escrúpulos en manifestar su deseo de poseer numerosos esclavos, y el cónsul se desprendió de Bakhita, a la que su nueva ama destinó como niñera de su hija Minnina.

Los negocios obligaron al matrimonio a residir fuera de Italia, y dejaron a Bakhita y a Minnina bajo el amparo de las cannosianas de Venecia. El administrador de la familia, Cecchini, le regaló un crucifijo que ella contemplaba sintiendo una indescriptible emoción en lo más íntimo de su ser. A través de la formación recibida, comprendió que el Dios de los cristianos «había permanecido en su corazón» y le había ayudado a soportar la esclavitud. En un momento dado, expresó: «Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa». ¿Quién puede decir algo así, con una trayectoria tan dramática como la suya, si no es por una gracia que procede de lo alto?

El 9 de enero de 1.890 recibió el bautismo, la comunión y la confirmación de manos del cardenal de Venecia, tomando el nombre de Josefina Margarita Afortunada. Cada día era ocasión para conocer más al Dios «que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma». Aún trataron de aherrojarla con las cadenas a través de la señora Michieli, quien a su regreso de Sudán quiso llevársela con ella. Con enorme valentía Bakhita se negó y se quedó con las religiosas canossianas. La esclavitud era ilegal en Italia y esa baza jugada a su favor la rescató. A los 38 años de edad se convirtió en una de las hermanas de la orden. Trasladada a Venecia desempeñó trabajos humildes, limpiando y cocinando, a la par que cuidaba a los pobres.

No fue agraciada con dones extraordinarios, pero su fama de santidad la precedía. Impresiona su sentido del humor y su alegría en medio de la tragedia que asoló su existencia. En 1.929 tuvo que narrar su vida por obediencia y comenzó a viajar por Italia impartiendo conferencias. El 8 de febrero de 1.947 en Schio (Italia) sucumbía su débil organismo aquejado por el dolor y la enfermedad. Decía a su enfermera: «¡Por favor, desatadme las cadenas... es demasiado!». Sus últimas palabras fueron: «¡Madonna! Madonna!». El papa la denominó Nuestra Hermana Universal.