Servicio diario - 08 de febrero de 2018


 

"No podemos permanecer en silencio": Jornada Mundial contra la Trata
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "Vigilar sobre tu corazón" todos los días
Rosa Die Alcolea

Benedicto XVI: "Interiormente estoy en peregrinación hacia Casa"
Redacción

Lucha contra el tráfico de personas: el "Grupo Santa Marta" estará con el Papa
Marina Droujinina

Beato Leopoldo de Alpandeire, 9 de febrero
Isabel Orellana Vilches


 

 

08/02/2018-17:22
Rosa Die Alcolea

"No podemos permanecer en silencio": Jornada Mundial contra la Trata

(ZENIT — 8 feb. 2018).- La Iglesia celebra hoy, 8 de febrero, memoria litúrgica de Josefina Bakhita, la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la trata de personas.

El Papa Francisco ha publicado esta mañana, 8 de febrero de 2018, en Twitter: “Acojamos con espíritu de misericordia a las víctimas de la trata y a quienes huyen de la guerra y del hambre”.

 

Dignidad herida

Horas más tarde, el Santo Padre escribió otro ‘tweet’ en esta red social: “No podemos permanecer en silencio ante el sufrimiento de millones de personas cuya dignidad está herida”.

Este año el lema de la Jornada es “Emigración sin trata. Sí a la libertad, no a la esclavitud”. El número de víctimas aumenta de año en año. Millones de hombres y mujeres, niños y adultos, son víctimas de trata en todo el mundo.

 

¿Qué es el tráfico de personas?

“Tráfico de personas –señalan en la web de la Jornada— significa reclutar, trasladar, desplazar, ocultar o recibir personas, por medio de amenazas, uso de la fuerza u otras formas de coacción, secuestro, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad así como el acto de dar o recibir cualquier tipo de retribución o beneficios con el fin de conseguir el consentimiento de una persona que tenga dominio sobre otra, con el propósito de ejercer una explotación”.

En palabras del papa Francisco se trata de un «un crimen contra la humanidad». El Pontífice hace una llamada a hacerle frente y a cuidar a sus víctimas. “Necesitamos tanto eliminar las causas de este fenómeno tan complejo como también asistir adecuadamente a las personas que caen en los lazos de la trata” (Palabras del papa Francisco a los miembros del Grupo Santa Marta y RENATE, octubre-noviembre 2016).

 

Josefina Bakhita

Esta Jornada se celebra el mismo día que la Iglesia recuerda a Josefina Bakhita, la religiosa sudanesa que de niña vivió la dramática experiencia de ser víctima de la trata (Leer biografía).

Promueve esta Jornada el Comité para la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la trata, coordinado por Talitha Kum, la Red Internacional de la Vida Consagrada Contra la Trata de Personas. Colaboran la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA); el Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, la Sección Migrantes y Refugiados; Caritas Internationalis; la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas (WUCWO); el Grupo de Trabajo contra el Tráfico de seres humanos (UISG/UISG); y el Servicio Jesuita a los Refugiados.

Más información sobre la Jornada Mundial contra la Trata

 

 

08/02/2018-16:50
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "Vigilar sobre tu corazón" todos los días

(ZENIT — 8 feb. 2018).- "¿Cómo está tu corazón? ¿Fuerte? ¿Permanece fiel al Señor? ¿O tú resbalas lentamente?".

Este jueves, 8 de febrero de 2018, Francisco ha reflexionado en la Misa matutina a partir de la lectura del primer Libro de los Reyes, que refiere acerca de Salomón y de su desobediencia.

Francisco ha matizado que cuando el corazón comienza a debilitarse, no es como una situación de pecado: tú cometes un pecado, y te das cuenta enseguida: "Yo he cometido este pecado", está claro. El debilitamiento del corazón es un camino lento, que resbala poco a poco, poco a poco, poco a poco...

 

Vigilar tu corazón

El Papa recomienda vigilancia: "Vigilar sobre tu corazón. Vigilar. Todos los días, estar atento a lo que sucede en tu corazón". El drama del debilitamiento del corazón puede sucedemos a todos nosotros en la vida, señala.

Paradójicamente "es mejor la claridad de un pecado, que el debilitamiento del corazón" —afirmó Francisco— porque "el gran Rey Salomón terminó corrupto: tranquilamente corrupto, porque el corazón se le había debilitado".

"Y un hombre y una mujer con el corazón débil, o debilitado, es una mujer, un hombre derrotado", añadió Francisco.

"David es santo —ha indicado el Papa— a pesar de haber sido un pecador, mientras en cambio, el grande y sabio Salomón fue rechazado por el Señor porque se había vuelto corrupto".

 

Corazón íntegro

El Papa expuso que "el corazón de Salomón no permaneció íntegro con el Señor, su Dios, como el corazón de David, su padre", y explicó que es "extraño" porque Salomón cometió grandes pecados. "Era siempre equilibrado, mientras de David sabemos que tuvo una vida difícil, que fue un pecador. Y sin embargo, David es santo y de Salomón se dice que su corazón se había "desviado del Señor". Él que había sido elogiado por el Señor cuando había pedido prudencia para gobernar, en lugar de las riquezas.

 

 

08/02/2018-10:00
Redacción

Benedicto XVI: "Interiormente estoy en peregrinación hacia Casa"

(ZENIT — 8 feb. 2018).- La peregrinación, la gratitud y la oración de Benedicto XVI se expresan en una carta a la redacción del diario italiano "Corriere della Sera", publicada el 7 de febrero de 2018.

"Urgente a mano", es la indicación que aparecía en la misiva, que fue llevada —desde el Monasterio Mater Ecclesiae, de los Jardines Vaticanos— a la sede romana del periódico y dirigida al periodista Massimo Franco, apunta 'Vatican News' en español.

El Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano donde el Papa emérito Benedicto XVI se retiró en 2013, rodeado por su secretario, Mons. Georg Gánswein, cuatro "Memores Domini" consagrados, Comunión y Liberación, y asistido por su secretaria, Birgit Wansing, laico consagrado del Movimiento de Schónstatt.

Así, el Papa emérito Benedicto XVI redactó estas líneas llenas de "profunda gratitud": "Me conmovió" que tantos lectores de tu periódico quieran saber "cómo paso este último período de mi vida", escribe al director.

RD

Sigue el texto completo de la carta, publicado en español por Vatican News':

«Querido Doctor Franco me ha conmovido que tantos lectores de su diario deseen saber cómo transcurro este último periodo de mi vida. Sólo puedo decir al respecto que, en la lenta disminución de las fuerzas físicas, interiormente estoy en peregrinación hacia Casa.

Es una gran gracia para mí estar rodeado, en este último tramo de camino a veces algo fatigoso, por tal amor y bondad que nunca me hubiera podido imaginar. En este sentido considero también las preguntas de sus lectores como acompañamiento por un tramo.

Por ello, no puedo dejar de agradecer, asegurando de mi parte a todos ustedes mi oración.

Cordiales saludos

Benedicto XVI»

Con Anita Bourdin

 

 

08/02/2018-17:36
Marina Droujinina

Lucha contra el tráfico de personas: el "Grupo Santa Marta" estará con el Papa

(ZENIT — 8 feb. 2018).- La actividad del "Grupo Santa Marta" contra el tráfico de seres humanos, iniciado en 2014 por el Papa Francisco, será seguida por la prensa, el viernes 9 de febrero de 2018, a las 13 horas, en el Vaticano. El grupo será recibido antes por el Papa Francisco.

Organizado por el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, Presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y del país de Gales y presidente del "Grupo Santa Marta", la conferencia se llevará a cabo al final de la audiencia con el Papa y la reunión del Grupo previsto en el Vaticano del 8 al 9 de febrero.

En la conferencia de prensa estarán presentes: el cardenal Charles Bo, S.D.B. arzobispo de Yangon (Myanmar); el cardenal John Olorunfemi Onaiyekan, arzobispo de Abuja (Nigeria); la Sra. Cressida Dick, comisario del Servicio de Policia Metroplitana de Londres; Sr. Nestor Roncaglia, comisario general de la Policía Federal de Argentina; Sra. Jean Baderschneider, miembro del Fondo Mundial para poner fin a la Esclavitud Moderna.

Una red internacional para luchar contra el tráfico, el "Grupo Santa Marta", ha nacido gracias a un acuerdo "antiesclavista" entre la Iglesia y la policía, al final del segundo congreso internacional titulado: "Combatir el tráfico de seres humanos: colaboración de la Iglesia y de la Ley" («Combating Human Trafficking: Church and Law Enforcement in partnership », 9-10 de abril 2014).

El Papa Francisco ha hablado del tratado y de la fiesta de santa Joséphine Bakhita (1869-1947), una antigua esclava que se hizo religiosa, en la audiencia general este miércoles 7 de febrero.

El Papa evoca la fiesta de santa Joséphine Bakhita, hoy 8 de febrero, y apoya el Día Mundial contra la Trata, con el tema "Migración sin trata: sí a la libertad, no a la trata".

También pide una oración por la conversión de los "traficantes" y la liberación de las personas sometidas a la esclavitud.

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

08/02/2018-12:25
Isabel Orellana Vilches

Beato Leopoldo de Alpandeire, 9 de febrero

«El virtuoso capuchino, santo limosnero, conquistó incontables almas para Cristo haciendo de su misión un campo abonado para que germinase el bien en los corazones afligidos. En todos infundió su excelsa devoción por la Virgen María»

¡Cuántos integrantes de la vida santa han alcanzado la gloria sin notoriedad alguna! Incontables. En un mundo, como el nuestro, abocado al éxito, fama y oropeles de diverso calado, la existencia de personas como este beato no viene sino a corroborar la futilidad de los títulos humanos. Éstos fenecen casi a la par que lo hace cada uno, salvo contadas excepciones, en las que existe una cierta perdurabilidad de la trayectoria de alguien concreto por razones históricas, literarias, etc. En cambio, la perennidad en la memoria de todos de quienes tuvieron como único objeto de su vida a Dios es inextinguible. La sencillez y la humildad, su existir en la sombra, por así decir, en estos casos se tornan en una luminaria que no se apaga nunca. Es resultado de algo tan simple, y a la par tan poco valorado, como sobrenaturalizar la misión que cada uno haya recibido, por modesta que sea, y acogerla gozosamente creyendo que es enviada por Dios, una aceptación, como es sabido, que presupone un completo desasimiento.

Leopoldo de Alpandeire Sánchez Márquez (su nombre de pila era Francisco Tomás), nació el 24 de junio de 1864 en Alpandeire, Málaga, España. Era el primogénito de cuatro hermanos. Sus padres trabajaban en el campo, labores en las que él se empleó en cuanto tuvo edad para ello. A esta ocupación dedicó treinta y cinco años de su vida, dejando un reguero de caridad en las personas que halló a su paso. Alimento, escasas pertenencias y dinero, el poco que tenía, salían de su zurrón y bolsillos a costa de mermarlo a su familia y a sí mismo, con tal de asistir a cualquiera que consideraba más pobre que él. Compasión, generosidad, penitencia y misericordia, junto con su amor a la Eucaristía y admirable devoción mariana, fueron algunas de sus muchas virtudes. Adolecía de formación, pero tenía la sabiduría adquirida con su oración, que es lo que cuenta, y su gran corazón era incomparable con cualquier enseñanza académica.

A la bella localidad de Ronda llegaron los capuchinos para celebrar la beatificación de fray Diego José de Cádiz. Y el recogimiento y la fuerza con la que hablaban de Dios fue todo un descubrimiento para él: «Yo quiero ser un fraile como éstos», se dijo. Le costó la admisión cuatro años de espera por diversos contratiempos humanos ajenos a su voluntad; mientras, perseveraba en su empeño. En medio, ante las dudas por la falta de respuesta, incluso pensó en el matrimonio, pero siempre sin desistir de su vocación que no ocultó a la joven. Finalmente, en 1899 un sacerdote al que confió la situación que le impedía convertirse en religioso intervino en el asunto, solventándolo. El 16 de
noviembre de ese año ingresó en Sevilla. Allí le dieron el nombre de Leopoldo, reconociendo después que esa elección «le había caído como un jarro de agua fría». Este comentario era una nimiedad porque desde el primer instante, labrando la huerta, como se le encomendó, llevó una vida edificante, y así lo constataron sus hermanos de comunidad que vieron en él un fraile humilde, obediente, discreto, fiel a la regla, lleno de fervor.

Fue hortelano sucesivamente en Antequera y Granada, último destino. En éste se le confiaron las misiones de sacristán y limosnero. Inclinado a la contemplación, tomó la labor de pedir limosna como signo de la voluntad divina. Y con esta disponibilidad salió a la calle en la que fue dejando el poso de su admirable virtud. Su convicción: «Dios da para todos», sintetiza su quehacer apostólico y el espíritu orante con el que sobrenaturalizó esta misión ejercida durante medio siglo, incluso en situaciones de grave intolerancia. En incontables ocasiones, el precio de una modesta limosna fue el insulto, el desaire, la violencia verbal y física. Comprensivo y paciente le decía a su compañero de camino: «Hermano, vamos pidiendo y tenemos que recibir de buen grado todo lo que nos den; lo bueno y lo malo». Si algún obrero lo tildaba de holgazán y le instaba a trabajar en lugar de pedir, respondía aplicándose en el tajo con tanta destreza que dejaba a todos atónitos. Era el momento de recordar que un fraile no era un vago, hablándoles a continuación del amor de Dios que se extiende sobre todos. Las gentes, que ya lo conocían y estimaban, tras haber sido apedreado le libraron de la muerte.

Este prudente limosnero solo aceptaba las dádivas que consideraba justas, las que no menoscababan las posibilidades del donante. Siempre entregaba a otros parte de su limosna, como hacía en conventos de religiosas, y no rivalizaba con los pobres, a los que dejaba la vía abierta para mendigar si se cruzaba con ellos. En el ejercicio de su misión logró convertir a muchos, medió por los débiles, evitó injusticias. Contrarrestaba las blasfemias prorrumpiendo en alabanzas. Era especialmente querido por los niños que salían a su encuentro llamándole «Fray Nipordo». Muchos buscaban sus palabras de consuelo y él rezaba con profunda devoción tres avemarías, que atemperaban las preocupaciones de los que acudían a él, seguros de que la divina Providencia les ayudaría gracias a la bondad del religioso. Al juicio sobre debilidades de un hermano, replicaba con admirable piedad: «Es santo a su manera». Y si alguien protestaba, recordaba: «Para ganar el cielo hay que tragar mucha saliva».

Como la prensa local se hizo eco de sus bodas de oro, con peculiar gracejo manifestó a uno de los hermanos: «¡Qué jaqueca, hermano, nos hacemos religiosos para servir a Dios en la oscuridad y, ya ve, nos sacan hasta en los papeles!». Acogió de buen grado todas las contrariedades de la vida y los padecimientos que fueron llegando. A los 89 años mientras mendigaba se fracturó el fémur. Impedido para salir, pudo dedicarse por entero a la contemplación, recóndito anhelo que había pervivido en su corazón. Murió el 9 de febrero de 1956 dejando consternada a la ciudad que siempre vio en él a un santo. Fue beatificado el 12 de septiembre de 2010.