Servicio diario - 31 de mayo de 2018


 

Chile: Francisco llama al cambio radical para luchar contra la "cultura del abuso"
Redacción

Chile: Visita de Mons. Scicluna y Mons. Bertomeu a la diócesis de Osorno
Rosa Die Alcolea

Medjugorje: El Papa designa a Mons. Henryk Hoser visitador apostólico
Rosa Die Alcolea

Venezuela: El Papa erige la nueva diócesis de El Tigre
Redacción

Cuba: Ordenación episcopal del nuevo obispo de Guantánamo-Baracoa
Redacción

Rito bizantino: Eparquía "Bienaventurada Virgen María de la Asunción en Strumica-Skopje"
Redacción

Beato Juan Bautista Scalabrini, 1 de junio
Isabel Orellana Vilches


 

 

31/05/2018-19:17
Redacción

Chile: Francisco llama al cambio radical para luchar contra la "cultura del abuso"

(ZENIT — 31 mayo 2018).- El Papa Francisco llama a la Iglesia chilena a hacer un cambio radical para luchar contra la "cultura del abuso", en una carta a los chilenos, publicada el 31 de mayo de 2018 sobre el abuso sexual, la conciencia y el poder cometidos en las últimas décadas.

"El llanto de las víctimas ha llegado al cielo", escribe con tristeza, "no sabíamos cómo escuchar y actuar a tiempo". "Nunca más", insiste en este mensaje que condena las "atrocidades" cometidas.

Tras los encuentros de los obispos chilenos con el Papa en Roma, celebrados del 15 al 18 de mayo de 2018, y en el marco de la jornada de equipos de conducción pastoral, la Conferencia Episcopal de Chile ha publicado la carta de Francisco dirigida al pueblo chileno.

En el texto, el Papa enfatiza en que "hoy sabemos que la mejor palabra que podemos dar frente al dolor causado es el compromiso para la conversión personal, comunitaria y social que aprenda a escuchar y cuidar especialmente a los más vulnerables. Urge, por tanto, generar espacios donde la cultura del abuso y del encubrimiento no sea el esquema dominante; donde no se confunda una actitud crítica y cuestionadora con traición. Esto nos tiene que impulsar como Iglesia a buscar con humildad a todos los actores que configuran la realidad social y promover instancias de diálogo y constructiva confrontación para caminar hacia una cultura del cuidado y protección".

El Santo Padre explica en su carta que la visita de Mons. Scicluna y Mons. Bertomeu se origina al constatar que "existían situaciones que no sabíamos ver y escuchar. Como Iglesia no podíamos seguir caminando ignorando el dolor de nuestros hermanos".

 

Falta de reconocimiento

Luego, sobre los encuentros con algunas víctimas de abuso sexual, de poder y de conciencia, el Papa expresa su constatación sobre "cómo la falta de reconocimiento/escucha de sus historias, como también del reconocimiento/aceptación de los errores y las omisiones en todo el proceso, nos impiden hacer camino. Un reconocimiento que quiere ser más que una expresión de buena voluntad hacia las víctimas, más bien quiere ser una nueva forma de pararnos frente a la vida, frente a los demás y frente a Dios".

 

"Santos de la puerta de al lado"

Por otro lado, Francisco comparte su alegría y esperanza al confirmar en el diálogo con las víctimas "su reconocimiento de personas a las que me gusta llamar "santos de la puerta de al lado". Seríamos injustos si al lado de nuestro dolor y nuestra vergüenza por estas estructuras de abuso y encubrimiento que tanto se han perpetuado y tanto mal han hecho, no reconociéramos a muchos fieles laicos, consagrados, consagradas, sacerdotes, obispos que han dado la vida por amor en las zonas más recónditas de la querida tierra chilena.

 

Leer la carta del Papa

 

 

31/05/2018-12:48
Rosa Die Alcolea

Chile: Visita de Mons. Scicluna y Mons. Bertomeu a la diócesis de Osorno

(ZENIT — 31 mayo 2018).- "Con el fin de avanzar en el proceso de reparación y sanación de las víctimas de abusos", en los próximos días partirán de nuevo a Chile Mons. Charles Scicluna y Mons. Jordi Bertomeu, esta vez en misión a la diócesis de Osorno, de acuerdo con el Papa Francisco, ha declarado esta mañana Greg Burke, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El próximo fin de semana, del 1 al 3 de junio, tal y como estaba previsto, el Papa Francisco hospedará en la Casa Santa Marta a un grupo de sacerdotes chilenos.

Mientras tanto —ha señalado Burke— el Papa hará llegar al Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile una carta redactada personalmente y dirigida a todo el Pueblo de Dios, como había prometido a los obispos.

 

Encuentros en Santa Marta

Habrá diversas reuniones a lo largo del fin de semana, que se desarrollarán en un ambiente de confianza y confidencialidad. En la mañana del sábado 2 de junio el Papa celebrará una misa privada en Casa Santa Marta; a primera hora de la tarde está previsto un encuentro de grupo y, a continuación, los coloquios individuales, se indicó en el comunicado publicado por el Vaticano el pasado 22 de mayo.

 

Perdón

El pasado 18 de mayo de 2018, los obispos de Chile presentaron al Papa Francisco su renuncia al finalizar los encuentros llevados a cabo con el Santo Padre en Roma, del 15 al 18 de mayo, para "examinar en profundidad sus causas y consecuencias, así como los mecanismos que han llevado en algunos casos a su encubrimiento y a las graves omisiones hacia las víctimas".

En su declaración, los prelados chilenos pidieron perdón "por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones" y agradecieron al Pontífice "por su escucha de padre y su corrección fraterna".

 

 

31/05/2018-11:02
Rosa Die Alcolea

Medjugorje: El Papa designa a Mons. Henryk Hoser visitador apostólico

(ZENIT — 31 mayo 2018).- El Papa Francisco ha nombrado a un Visitador Apostólico con carácter especial para la parroquia de Medjugorje, por tiempo indeterminado y a disposición de la Santa Sede (ad nutum Sanctae Sedis).

En la mañana del martes, 31 de mayo de 2018, la Santa Sede ha dado a conocer este nombramiento a través de un comunicado de prensa.

El recién designado Visitador Apostólico es Mons. Henryk Hoser, sacerdote de la Sociedad del Apostolado Católico y arzobispo-obispo emérito de Varsovia-Praga (Polonia).

 

Encargo pastoral

Se trata de un encargo "exclusivamente pastoral" —señala la Santa Sede— en continuidad con la misión del Enviado especial de la Santa Sede a la parroquia de Medjugorje, confiada a Mons. Hoser el 11 de febrero de 2017, y completada por él en los últimos meses.

La misión del Visitador Apostólico tiene la finalidad de "asegurar un acompañamiento estable y continuo de la comunidad parroquial" de Medjugorje y de los fieles que van allí en peregrinación, cuyas necesidades requieren una atención particular, se puede leer en el comunicado del Vaticano.

En 2010, el Papa Benedicto XVI creó una Comisión Internacional de Investigación dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La responsabilidad de pronunciarse sobre estas presuntas apariciones que habrían comenzado en 1981, pasó de la jurisdicción del obispo local a la de la congregación romana.

En junio de 2015, el propio Papa Francisco anunció en una conferencia de prensa desde Sarajevo en la que expuso que los hallazgos de la investigación le habían sido presentados recientemente.

Con Anne Kurian

 

 

31/05/2018-12:31
Redacción

Venezuela: El Papa erige la nueva diócesis de El Tigre

(ZENIT – 31 mayo 2018).- El Santo Padre ha erigido la nueva diócesis de El Tigre (Venezuela), con territorio desmembrado de la diócesis de Barcelona y haciéndola sufragánea de la archidiócesis metropolitana de Cumaná.

En este contexto, el Papa ha nombrado primer obispo de la diócesis de El Tigre (Venezuela) a Mons. José Manuel Romero Barrios hasta ahora obispo titular de Materiana y auxiliar de Barcelona.

Así lo ha comunicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, esta mañana, 31 de mayo de 2018.

 

Mons. José Manuel Romero Barrios

Mons. José Manuel Romero Barrios nació en Pariaguán, hasta ahora diócesis de Barcelona, ​​desde hoy  diócesis de El Tigre, el 9 de abril de 1955. Realizó sus estudios eclesiásticos de Filosofía en el Seminario Mayor Interdiocesano de Caracas, y de Teología en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma , obteniendo una Licenciatura en Teología Dogmática.

Recibió la ordenación sacerdotal el 1 de diciembre de 1979 para la diócesis de Barcelona.

Como sacerdote ha ocupado los siguientes cargos: vicepárroco de  “San Juan Bautista” en Aragua de Barcelona, ​​Vicerrector y Prefecto de disciplina del Seminario Menor de Barcelona, Rector del Seminario Menor, párroco de “Nuestra Señora del Carmen” en Barcelona, ​​párroco de la catedral  de Barcelona, ​​director adjunto de la Universidad / Seminario “Santa Rosa de Lima” en Caracas, Rector del Teologaado del Seminario interdiocesano de Caracas, Vicerrector de la Universidad “Santa Rosa de Lima” en Caracas, vicario episcopal para la pastoral, párroco de “El Espíritu Santo” en Barcelona y vicario general de la diócesis.

El 2 de febrero de 2012 fue nombrado obispo titular de Materiana y auxiliar de Barcelona. Recibió la Consagración Episcopal el 14 de abril de 2012.

 

Neo-erecta diócesis de El Tigre

La nueva diócesis de El Tigre corresponde a la zona sur del territorio civil del Estado Anzoátegui, específicamente a los municipios civiles de Simón Rodríguez (El Tigre), Guanipa (El Tigrito), Independencia (Soledad), Miranda (Pariaguán), y Monagas (Mapire), la parroquia civil Cachipo, del municipio Aragua de Barcelona y la parroquia civil de San Tomé, del municipio de Pedro María Freites (Hugo Chávez Frías), hasta ahora pertenecientes a la diócesis de Barcelona.

Los datos estadísticos son los siguientes:

  Diócesis de Barcelona

 

Antes de la división

Diócesis de Barcelona

 

Después de la división

Nueva diócesis de El Tigre
Superficie 43.300 Km² 20.322 Km² 22.978 Km²
Población 1.768.329 1.362.279 406.050
Parroquias 60 46 14
Sacerdotes 56 43 13
Seminaristas 28 22 6
Religiosas 37 28 9

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

31/05/2018-18:17
Redacción

Cuba: Ordenación episcopal del nuevo obispo de Guantánamo-Baracoa

(LA HABANA, Cuba).- Aplausos, mucha alegría, muestras de cariño y buenos consejos formaron parte de la ordenación episcopal del nuevo obispo de Guantánamo-Baracoa, Mons. Silvano Pedroso Montalvo que tuvo lugar el domingo 27 de mayo en la Catedral de San Cristobal de los Ángeles de La Habana.

En sus palabras de saludo, al final de la Eucaristía, Mons. Pedroso dio gracias a Dios y a todos los que durante su vida y su sacerdocio le han apoyado y acompañado y han orado por él. Agradeció la acogida del pueblo y de los fieles de Guantánamo y Baracoa, expresando publicamente su compromiso para con ellos y les dijo que consideraba voluntad del Señor "que en comunidad muchos hagan, aunque sea poco, y no que pocos hagan mucho".

Habían acudido muchos fieles de las parroquias en las que ha servido durante sus 23 años de sacerdocio en la Arquidiócesis de La Habana, en las comunidades de Güines, Alquizar, Santa Catalina de Siena, Jesús María y José y Nuestra Señora del Pilar. También sacerdotes y religiosas de otras diócesis. Según la observación de Rolando Suárez, abogado de la Conferencia de Obispos, "más de mil quinientas personas llenaron el templo.

Desde el coro Benito Luis Espinosa Cheo había contemplado el rito lleno de gratitud por haber conocido al nuevo obispo desde su llegada a Quivican y encargado de la comunidad de San Felipe Neri en 1995, recién ordenado. La Iglesia no tenía sacerdote y la atendía el entonces Obispo Auxiliar de La Habana Mons. Carlos Baladrón. Espinosa considera un signo que su antiguo párroco vaya a Guantánmo-Baracoa como Obispo, diócesis iniciada en 1998 por Mons. Baladrón.

Aún recuerda como llegó el padre Pedroso, "risueño como siempre, saludando a todos". Dice de él que "es persona que se da muy a querer y atrae a las personas". Entonces tenía 42 años y "nos nucleamos a su alrededor pues tenía un carisma particular para tratarnos, siempre para todos sacerdote, director espiritual, colega y amigo".

Fue su padrino de Confirmación y reconoce que es "persona tímida, muy observadora, reservada, que solo emite criterio cuando la situación lo amerita". En su experiencia, le veia como estudioso de la Palabra de Dios que tenía "una manera particular y certera de llegar a los fieles con la predicación". Para Espinosa "toda esa sensibilidad humana le potenciaba sobre todo en el confesionario adonde acudíamos siempre en busca de la misericordia de Dios y el consejo de amigo".

El se atreve a afirmar que su presencia "fue edificante para muchos pues ayudó al crecimiento personal y espiritual de todo el que se acercaba a él", y piensa que "visto así, parecería esta una historia idílica. Pero quienes realmente conocimos al P. Silvano por aquel entonces y le distinguimos con los ojos del corazón y la agudeza de la fe siempre vimos en él un potencial enorme para algo superior, inimaginable entonces, realidad hoy".

Para su ordenación episcopal han acudido todos los obispos de Cuba, también los obispos eméritos y tres obispos del exterior. No faltó el Nuncio de su Santidad, una representación del Consejo de Iglesias y la presencia de Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central de Partido Comunista de Cuba y el Lic. Carlos Samper Almaguer.

La ceremonia dio comienzo a las 19 horas cuando, vestido con ornamentos blancos Mons. Pedroso hizo entrada en la Catedral y se detuvo a orar unos instantes ante el Santísimo.

Mons. José Félix Pérez Riera junto al Padre Antonio Rodriguez fueron los Rectores del Seminario durante la formación sacerdotal del ordenando e hicieron su presentación. A continuación se leyó la Bula Pontificia del nombramiento.

El Arzobispo de la Habana pidió a Mons. Pedroso que se apoye en el testimonio y ayuda de San Antonio María Claret, que siendo Obispo visitó Baracoa llevando comida, cuando sus habitantes estaban diezmados por la enfermedad del cólera.

Mons García también se refirió al testimonio y la labor de sacerdotes en Guantánamo y en la zona de Maisí y a la presencia actual de más de 200 comunidades de misión en las montañas, semilla de futuras parroquias. Recordó a los obispos anteriores: Mons. Carlos Baladrón obispo fundador de la Diócesis y Mons. Wilfredo Pino Estévez, que fue nombrado Arzobispo de Camagüey en 2015, fecha desde la que la diócesis esperaba el nombramiento de un nuevo obispo.

A continuación, después de que Mons. Pedroso aceptara el servicio de obispo, uno a uno, sus hermanos en el episcopado le impusieron las manos invocando al Espiritu Santo.

Entre ellos Mons. Alfredo Petit Vergel, hoy obispo emérito de La Habana quien acompañó al joven Pedroso enla etapa previa a su entrada al seminario. Lo describe como "hombre de figura distinguida y muy equilibrado. Con amplio sentido del humor y madurez de juicio en sus asuntos más fundamentales. De trato afable y de fácil conversación. Atento, educado, correcto en todos los momentos. Se da a querer y no parece tener ningún complejo. Acepta su condición racial con equilibrio y sencillez".

Reconoce que este nombramiento "aporta a la Iglesia en Cuba la apertura a la ordenación del primer obispo de la raza negra en su historia, porque sacerdotes los ha habido y hay varios pero nunca un obispo". En entrevistas a raíz de su nombramiento, Mons. Pedroso manifestó que nunca se había sentido superior o inferior a nadie por el color su piel. Es consciente de que, "a muchas personas les puede gustar tener un obispo negro porque la Iglesia es universal".

Al final de la Eucaristía Mons. Pedroso recorrió el pasillo central de la Catedral, acompañado por el Arzobispo de Santiago de Cuba Mons Dionisio García Ibanez y el obispo de Pinar del Río Mons. Jorge Serpa, impartiendo la bendición a los fieles. Todo el rito se extendió por unas tres horas y una hora más los saludos y las muestras de cariño hacia el nuevo Obispo que se quedó saludando a la gente en el presbiterio. Espinosa considera que La Iglesia puede enorgullecerse con "un auténtico pastor con olor a oveja" y señala que "como la Iglesia es una donde quiera que esté, entonces ni La Habana pierde ni Guantánamo-Baracoa ganan sino que todos, juntos, como único pueblo de Dios, le alabamos, le bendecimos y le damos gracias por el don y la vocación del P. Silvano y oramos constantemente para que la buena obra comenzada en él sea sostenida y conducida a término".

Rolando Suárez opina es un obispo "capaz de llegar a todos. Le toca un trabajo muy grande pero estimo que sabe cómo involucrar a muchos en la misión".

Está convencido de que los guantanameros y baracoanos tendrán en él, un ejemplo de lo que el mismo Mons. Pedroso leyó en sus palabras, citando a San Isidoro, sobre lo que debe ser un obispo : "trabajador, humilde, cercano y que coma poco."

En esta nueva etapa de su vida y de su ministerio, Mons. Petit le desea "prudencia, discreción y tacto. Actitudes que siempre lo han caracterizado" y pide que "recen por él para que su ministerio sea fructífero y fecundo".

Espinosa le desea " que no se olvide nunca de los pobres, que fije siempre su mirada en Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote y que se deje guiar por el Paráclito". Y también que María Santísima, la Virgen de la Caridad, lo tenga siempre bajo su amparo y sea para él ejemplo inequívoco del incondicional y definitivo sí a Dios".

Mons. Pedroso tomará posesión de la Diócesis de Guantánamo-Baracoa el 9 de junio.

Texto: A. Cantero

 

 

31/05/2018-18:52
Redacción

Rito bizantino: Eparquía "Bienaventurada Virgen María de la Asunción en Strumica-Skopje"

(ZENIT — 31 mayo 2018).- El Papa Francisco ha elevado el Exarcado Apostólico para los fieles católicos de rito bizantino residentes en la ex República Yugoslava de Macedonia a Eparquía (similar a diócesis), asignando a la nueva circunscripción el título de "Bienaventurada Virgen María de la Asunción en Strumica-Skopje".

Asimismo, el Pontífice ha nombrado primer obispo eparquial a Mons. Kiro Stojanov, obispo de Skopje, hasta ahora exarca apostólico de la misma circunscripción.

La Santa Sede ha hecho pública esta información en un comunicado de prensa, el jueves, 31 de mayo de 2018.

 

Mons. Kiro Stojanov

Mons. Kiro Stojanov nació en Radovo, exarcado apostólico de Macedonia el 9 de abril de 1959. Fue ordenado el 6 de abril de 1986, elegido para la Iglesia titular de Centuriones el 4 de enero de 1999, consagrado el 1 de mayo de 1999 y transferido el 20 de julio de 2005. Exarca apostólico para los fieles del rito bizantino que residen en la ex República Yugoslava de Macedonia.

 

 

31/05/2018-18:36
Isabel Orellana Vilches

Beato Juan Bautista Scalabrini, 1 de junio

«Mártir de la verdad, padre de los migrantes y apóstol del catecismo. Fue obispo de Piacenza, fundador de los Misioneros de San Carlos (Scalabrinianos), y cofundador de las Hermanas Apóstoles del Sagrado Corazón»

Se definió a sí mismo diciendo que era: «uno que se pone de rodillas ante el mundo para implorar como una gracia el permiso de hacerle el bien».Perfecta descripción de este defensor de la «unidad en la verdad».Nació en Fino Mornasco, Como, Italia, el 8 de julio de 1839. Pertenecía a una familia de clase media. Era el tercero de ocho hermanos. El rezo comunitario del rosario, la devoción materna por Cristo crucificado y por María, entre otras, fueron lecciones inolvidables que aprendió en su hogar, aunque en sus hermanos calaron de forma desigual. Uno estuvo a punto de ser encarcelado por temas económicos, y otro tuvo que emigrar perdiendo la vida en la travesía. Los restantes destacaron en la política y en la universidad. Sus hermanas estuvieron cerca de él. Una alumbró a dos sacerdotes, y la benjamina respaldó generosamente sus proyectos y fue artífice de otros. Por su afán en compartir la fe con sus amigos, mientras estudiaba en el Instituto, se veía que estaba abocado a la consagración.

A los 18 años su padre le condujo al seminario. Fue ordenado en 1863 con un expediente impecable, impregnado de su grandeza humana y espiritual. Versado en ciencias modernas, políglota, inquieto e inteligente, cifró su afán evangelizador en el continente asiático. Contaba con la bendición materna que rogó hincándose de rodillas. Pero el prelado le disuadió diciéndole: «Tus Indias están en Italia».Comenzó siendo coadjutor de una modesta parroquia, misión breve porque el obispo pronto le encomendó otras. En 1867 se produjo una epidemia de cólera y por su heroica acción con los damnificados fue galardonado civilmente. Ese mismo año fue designado vicerrector del seminario; sería también su rector. Allí ejerció la docencia.

En esa época tomó contacto con el beato Luigi Guanella, que se ocupaba de los emigrantes, y con dos científicos: Serafino Balestra, admirable por su labor con los sordomudos, y Antonio Stoppani que era, además, escritor. Los tres dejaron su huella en él. Y otro tanto sucedió con Jeremías Bonomelli, entonces arcipreste de Lovere, que sería nombrado obispo. Ambos se influenciaron entre sí compartiendo similares afanes. En 1870 fue nombrado párroco de San Bartolomé. Su quehacer apostólico y formativo era extraordinario. Fundó un jardín de infantes, promovió la obra de San Vicente destinada a niños enfermos y creó un oratorio para jóvenes. Se ocupó de los sordomudos a los que ayudó de manera decisiva aplicando el método fonético de su amigo Balestra. También se implicó activamente en temas socio-laborales teniendo siempre como trasfondo el elemento espiritual. Allí escribió un catecismo para niños y dictó una serie de conferencias sobre el Concilio Vaticano I que no pasaron desapercibidas para Pío IX.

No tenía más que 36 años cuando ocupó la sede episcopal de Piacenza a la que fue elevado en 1876. Durante casi tres décadas actuó como un pastor infatigable, ejemplar. Tenía la agenda repleta con la administración de sacramentos, predicación, asistencia y educación al clero y a su grey. Visitó cinco veces las 365 parroquias de la diócesis a pie o a caballo, ya que aún no había llegado el progreso. Realizó tres sínodos, reformó los estudios eclesiásticos, consagró doscientas iglesias, etc. Y se preocupó por infundir en todos el amor por la comunión frecuente y la Adoración Perpetua. En 1895, junto al padre Giuseppe Marchetti, fundó la congregación de Hermanas Apóstoles del Sagrado Corazón.

Pero su acción más representativa la llevó a cabo con los emigrantes. Conocía perfectamente el drama del éxodo de los que partían de Italia con el ideal americano en sus corazones y la esperanza de una vida mejor. Muchos hallaron frustrados sueños y fe. Viendo el peligro que corrían de perderla, en 1887 instituyó la congregación de los Misioneros de San Carlos (Scalabrinianos), aprobada por León XIII, para darles asistencia religiosa y humana. A él se debe el traslado de santa Francisca Javier Cabrini a América en 1889 para socorrer a niños, huérfanos y enfermos italianos. El beato nunca abandonó a sus emigrantes. Visitó a los que se hallaban en América del Norte y del Sur en dos ocasiones.

Su consigna fue: «Hacerme todo a todos para ganarlos a todos para Cristo». Y ciertamente lo consiguió. Tuvo dilección por los pobres, especialmente los «vergonzosos» (personas que gozaron de gran posición venidos a menos por la crisis), así como por los prisioneros. Fundó un instituto para sordomudos, organizó la asistencia a las obreras del arroz, impulsó la sociedad de mutuo socorro, asociaciones de obreros, cajas rurales y cooperativas. Con sus propios bienes rescató del hambre a millares de campesinos y obreros. Para ello vendió sus caballos, así como el cáliz y la cruz pectoral obsequios de Pío IX. Fue el creador del primer Congreso catequético nacional, y fundador de la primera revista italiana de catequesis. ¿El secreto? Sus numerosas horas de adoración ante el Santísimo Sacramento. Decía que la oración «es la parte más viva, más fuerte, más poderosa del apostolado».

Era un apasionado de la cruz que solía apretar junto a su pecho suplicando: «Haz que me enamore de la cruz»,y de María, de la que hablaba con vehemencia en las homilías que pronunciaba. Impulsor de las peregrinaciones a santuarios marianos, donó las joyas de su madre para coronar a la Virgen. A su paso fue dejando el sello de su amor por la Iglesia y el pontífice. Llevaba trazada en sus labios la bendición del perdón. Es memorable y profético el discurso que pronunció en el «Catholic Club» de Nueva York en 1901 sobre la emigración.El 1 de junio de 1905 falleció agotado por tantas fatigas. Antes exclamó: «¡Señor, estoy listo. Vamos!». Juan Pablo II lo beatificó el 9 de noviembre de 1997 denominándolo «mártir de la verdad», aunque ya era mundialmente conocido como el «padre de los Migrantes», y «apóstol del Catecismo», título otorgado por Pío IX. En 1961, alumbradas por su enseñanza, nacieron las Misioneras Seglares Escalabrinianas.