Servicio diario - 12 de julio de 2018


 

El Card. Sodano elogia al "inolvidable" cardenal Tauran y su "gran espíritu apostólico"
Anne Kurian

Ayuda a la Iglesia Necesitada: Campaña de oración por Nicaragua
Redacción

Laudato Si': El Papa llama a un "cambio radical a la altura de las circunstancias"
Redacción

Exhortación del Episcopado Venezolano: "No temas, yo estoy contigo"
Redacción

ENTREVISTA: Cardenal Sako: "Occidente no debe permanecer indiferente"
Deborah Castellano Lubov

Beato Carlos Manuel Rodríguez Santiago, 13 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

12/07/2018-19:37
Anne Kurian

El Card. Sodano elogia al "inolvidable" cardenal Tauran y su "gran espíritu apostólico"

(ZENIT — 12 julio 2018).- El cardenal Angelo Sodano rindió homenaje al "inolvidable" cardenal Jean-Louis Tauran y su "gran espíritu apostólico" al celebrar su misa fúnebre el 12 de julio de 2018, en la Basílica de San Pedro.

El cardenal francés, fallecido el 5 de julio de 2018, era presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, y "se dedicó al diálogo con todos los hombres de buena voluntad", dijo Mons. Sodano. Al final de la liturgia, el Papa Francisco presidió el rito de Ultima Commendatio y Valedictio.

Visiblemente emocionado durante la celebración transmitida por la televisión del Vaticano, el Decano del Colegio de Cardenales conmemoró a su hermano de fe "profunda", que sirvió "valientemente a la Santa Iglesia de Cristo hasta el final", a pesar del "gran" peso de su enfermedad.

"Su nombre —agregó— siempre vivirá en bendición entre nosotros". Y dijo esta oración: "Señor, no lloramos porque nos lo quitaste, ¡pero te damos gracias porque nos lo diste!".

"En el Evangelio —explicó el Cardenal Sodano— Jesús nos recordó las verdaderas Bienaventuranzas del cristiano. Siempre es conmovedor escuchar proclamar estas Bienaventuranzas en nuestra Iglesia. Bienaventurados los pobres de espíritu. Bienaventurados los mansos. Bienaventurados los misericordiosos. Bienaventurados los corazones puros. Bienaventurados los artesanos de la paz. Estas son las Bienaventuranzas que siempre han iluminado la vida de nuestro amado hermano difunto, como estrellas brillantes en su camino.

El decano destacado esta "gran figura" de sacerdote, obispo y cardenal que "dedicó su vida al servicio de la Iglesia y al diálogo con todos los hombres de buena voluntad". Así, "siguió la línea trazada por el Concilio Ecuménico Vaticano II" en un compromiso —según Gaudium et Spes— de "ser hermanos", trabajando juntos "sin violencia, sin engaños" a la construcción "del mundo en verdadera paz".

Al final de la ceremonia, el Papa presidió el rito de la Ultima Commendatio y el Valedictio , bendiciendo e incienso del ataúd, frente al altar. La hermana del cardenal Tauran, Geneviéve Dubert, también participó en la ceremonia. El Papa recientemente le envió un telegrama de condolencias.

El camarlengo de la Santa Iglesia Romana, originalmente de Burdeos, murió el 5 de julio en Hartford, Estados Unidos. Llegó al Parkinson durante años, cumplió 75 años en abril. Fue enterrado en Roma, en la Basílica de St. Apollinaris en Terme Neroniane-Alessandrine, que ocupó, dice 'Vatican News' en italiano.

El cardenal español Santos Abril y Castelló, que estuvo profundamente en contacto con el cardenal francés, dice: "Recientemente, vi que estaba debilitado. Pero incluso durante este período, puso su deber en primer lugar: el de tratar de llevar sus posiciones del mundo a otras religiones, especialmente el Islam. Y lo hizo con gran respeto por todos, gran habilidad y una gran capacidad de diálogo, proponiendo posibles soluciones. Hizo todo esto al precio de un gran sacrificio porque su salud estaba muy debilitada últimamente: se dio cuenta de que no estaba en las condiciones ideales para poder continuar este magnífico trabajo que hizo por la Iglesia".

 

 

12/07/2018-20:00
Redacción

Ayuda a la Iglesia Necesitada: Campaña de oración por Nicaragua

(ZENIT — 12 julio 2018).- La Iglesia católica en Nicaragua está asumiendo un papel fundamental en la crisis que este país sufre desde el pasado abril, señala la organización del Vaticano Ayuda a la Iglesia Necesitada, promotora de una campaña de oración por la grave crisis que atraviesa el país centroamericano.

Alrededor de 320 muertos, más de 1.300 heridos y de 500 detenidos es el balance, a julio de 2018, de la represión que el gobierno dictatorial ejerce sobre la población nicaragüense, informa la organización.

En un principio, el Gobierno pidió a la Iglesia que fuera mediadora. Y así lo hizo. Pero como ésta no puede mostrarse neutral ante la violencia y la injusticia que están sufriendo los nicaragüenses, el Gobierno ha reaccionado atacando y amenazando de muerte a sacerdotes y obispos, relata Ayuda a la Iglesia Necesitada. "Necesitan nuestra oración": "Recen por el amado pueblo de Nicaragua" nos decía hace unos días el Papa Francisco.

Este país de Centroamérica está viviendo su crisis más sangrienta desde los años 80. El pueblo ha salido a la calle y el ejército le hace frente sembrando el terror. El Gobierno ha pedido a la Iglesia que sea mediadora.

La Iglesia se ha vuelto la institución más creíble para el pueblo nicaragüense, mientras el Gobierno ha desatado una guerra mediática para atacar, calumniar y amenazar de muerte a sacerdotes y obispos. El Papa Francisco nos pide oración "por el amado pueblo de Nicaragua" y manifiesta su deseo de unirse a "los esfuerzos de los obispos en su rol de mediación para el diálogo, en el camino a la democracia".

"Nos sentimos especialmente orgullosos de la Iglesia en Nicaragua y queremos seguir apoyándola, como llevamos haciendo desde hace años", expresan en Ayuda a la Iglesia Necesitada.

 

 

12/07/2018-19:49
Redacción

Laudato Si': El Papa llama a un "cambio radical a la altura de las circunstancias"

(ZENIT — 12 julio 2018).- El Papa Francisco recibió en audiencia a los participantes en la Conferencia Internacional "Saving our Common Home and the Future of Life on Earth", (Salvaguardar nuestra casa común y el futuro de la vida en la tierra) en el III aniversario de la encíclica del Santo Padre Francisco Laudato Si', que tiene lugar en el Aula Nueva del Sínodo, en el Vaticano, del 5 al 6 de julio de 2018.

Publicamos a continuación el discurso que el Papa ha dirigido a los presentes en la audiencia:

***

 

Discurso del Papa Francisco

Señores cardenales,
Eminencia,

Queridos hermanos y hermanas,
Ilustres señores y señoras:

Os doy a todos mi bienvenida, con motivo de la Conferencia Internacional convocada en el tercer aniversario de la publicación de la encíclica Laudato st sobre el cuidado del casa común. Quisiera saludar de forma especial a Su Eminencia el arzobispo Zizoulas porque fue él, junto con el cardenal Turkson, quien presento la encíclica hace tres años. Gracias por haberos reunido a "escuchar con el corazón" los gritos cada vez más angustiosos de la tierra y de sus pobres en busca de ayuda y responsabilidad, y para atestiguar la gran urgencia de acoger la llamada de la Encíclica a un cambio a una conversión ecológica. El vuestro es el testimonio del compromiso inaplazable de tomar medidas para salvar la Tierra y la vida en ella, partiendo del presupuesto de que "todo está conectado" concepto-guía de la Encíclica, en la base de la ecología integral.

También en esta perspectiva podemos leer la llamada que Francisco de Asís recibió del Señor en la iglesia de San Damián: "Ve, repara mi casa, que, como ves, está en ruinas". Hoy, incluso la "casa común " que es nuestro planeta necesita urgentemente ser reparada y asegurada para un futuro sostenible.

En las últimas décadas, la comunidad científica ha puesto a punto, en ese sentido, evaluaciones cada vez más precisas. "El ritmo de consumo, de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes, como de hecho ya está ocurriendo periódicamente en diversas regiones". (Enc. Laudato si `, 161). Hay un peligro real de dejar a las generaciones futuras escombros, desiertos y suciedad.

Por lo tanto, espero que esta preocupación por el estado de nuestra casa común se traduzca en una acción orgánica y concertada de ecología integral. De hecho, "la atenuación de los efectos del actual desequilibrio depende de lo que hagamos ahora " (ibid.). La humanidad tiene el conocimiento y los medios para colaborar con este propósito y, con responsabilidad, "cultivar y proteger la Tierra de manera responsable. En este sentido, es significativo que vuestra discusión también se refiera a algunos eventos clave del año en curso.

La cumbre climática COP24, programada en Katowice (Polonia) en diciembre próximo, puede ser un hito en el camino trazado por el Acuerdo de París de 2015. Todos sabemos que hay mucho por hacer para implementar ese Acuerdo. Todos los gobiernos deberían esforzarse por cumplir los compromisos asumidos en París para evitar las peores consecuencias de la crisis climática. "La reducción de gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsabilidad, sobre todo de los países más poderosos y más contaminantes." (ibid., 169). No podemos darnos el lujo de perder tiempo en este proceso.

Además de los Estados, también están interpelados otros actores: las autoridades locales, los grupos de la sociedad civil, las instituciones económicas y religiosas pueden fomentar la cultura y la práctica ecológica integral. Espero que eventos como la Cumbre Mundial de Acción Climática, programada para el 12 y 14 de septiembre en San Francisco, brinden respuestas adecuadas, con el apoyo de los grupos de presión de los ciudadanos de todo el mundo. Como afirmamos junto con Su Santidad el Patriarca Ecuménico Bartolomé, " no puede haber una solución sincera y duradera al desafío de la crisis ecológica y del cambio climático si no se da una respuesta concordada y
colectiva, si la responsabilidad no es compartida y responsable, si no damos prioridad a la solidaridad y al servicio". (Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por la Creación , 1 de septiembre de 2017).

Las instituciones financieras también juegan un papel importante como parte del problema y de su solución. Se necesita un cambio en el paradigma financiero para promover el desarrollo humano integral. Las organizaciones internacionales, como, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, pueden promover reformas efectivas para un desarrollo más inclusivo y sostenible. La esperanza es que "las finanzas [...] vuelvan a ser un instrumento encaminado a producir mejor riqueza y desarrollo". (Benedicto XVI, Enc. Caritas in veritate, 65), así como el cuidado del medio ambiente.

Todas estas acciones presuponen una transformación a un nivel más profundo, es decir, un cambio de los corazones, un cambio de las conciencias. Como decía San Juan Pablo II: "Es necesario [...] estimular y apoyar la conversión ecológica" (Catequesis, 17 de enero de 2001). Y en esto las religiones, en particular las Iglesias cristianas, tienen un papel clave que desempeñar. La Jornada de Oración por la Creación y las iniciativas relacionadas con ella, comenzadas en el seno de la Iglesia Ortodoxa, se están difundiendo en las comunidades cristianas de todo el mundo.

Por último, la confrontación y el compromiso por nuestro casa común deben reservar un espacio especial a dos grupos de personas que están en la vanguardia del desafío ecológico integral y que serán el tema central de los próximos dos Sínodos de la Iglesia Católica: los jóvenes y las poblaciones indígenas, especialmente las de la Amazonía.

Por un lado, "nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos. "(Laudato Si', 13). Son los jóvenes quienes deberán enfrentar las consecuencias de la actual crisis ambiental y climática. Por lo tanto, la solidaridad intergeneracional no es "una actitud opcional, sino de una cuestión básica de justicia, ya que la tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán. " (ibíd., 159).

Por otro lado, "es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales" (ibid., 146). Es triste ver a las tierras de los pueblos indígenas desposeídos y sus culturas pisoteadas por una actitud depredadora a nuevas formas de colonialismo, alimentadas por la cultura del derroche y el consumismo (cf. Sínodo de los Obispos, el Amazonas: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología completa, 8 de junio de 2018). "Para ellos, la tierra no es un bien económico, sino que es don de Dios y de los antepasados "que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores" ( Laudato si `, 146). ¡Cuánto podemos aprender de ellos! La vida de los pueblos indígenas es "memoria viva de la misión que Dios nos ha encomendado a todos: cuidar la Casa Común. " (Discurso en el encuentro con los pueblos indígenas, Puerto Maldonado 19 de enero, 2018).

Queridos hermanos y hermanas, los desafíos abundan. Expreso mi más sincera gratitud por vuestro trabajo al servicio del cuidado de la creación y de un futuro mejor para nuestros hijos y nietos. A veces puede parecer una tarea difícil, ya que "hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos" (Laudato si',54); pero " los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan" (ibíd., 205). Por favor, seguid trabajando por un "cambio radical a la altura de las circunstancias" (ibid., 171). "La injusticia no es invencible" (ibid., 74).

Que san Francisco de Asís continúe inspirándonos y guiándonos en este camino, y que "nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza" (ibíd., 244). Después de todo, el fundamento de nuestra esperanza descansa en la fe en el poder de nuestro Padre Celestial. Él, "que nos convoca a la entrega generosa y a darlo todo, nos ofrece las fuerzas y la luz que necesitamos para salir adelante. En el corazón de este mundo sigue presente el Señor de la vida que nos ama tanto. Él no nos abandona, no nos deja solos, porque se ha unido definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar nuevos caminos. Alabado sea" (ibid., 245).

Os bendigo. Y por favor no os olvidéis de rezar por mí.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

12/07/2018-13:13
Redacción

Exhortación del Episcopado Venezolano: "No temas, yo estoy contigo"

(ZENIT — 12 julio 2018).- Al término de la CX Asamblea Plenaria Ordinaria de la Conferencia Episcopal de Venezuela, los Obispos presentaron ayer, 11 de julio de 2018, la Exhortación Pastoral con miras a los desafíos pastorales de la Iglesia en Venezuela.

A continuación, ofrecemos el texto de la Exhortación Pastoral:

***

 

Exhortación del Episcopado Venezolano: "No temas, yo estoy contigo", Is. 41, 10

1. Los Obispos de Venezuela, reunidos en la 110° Asamblea General de nuestra Conferencia Episcopal, como pastores del Pueblo de Dios, atendemos los temas pastorales que nos son propios; sin embargo, como ciudadanos, dirigimos la mirada y la reflexión hacia nuestro país y su situación particular, que sin temor a equivocarnos calificamos como una "gran tribulación" (Cfr. Ap 12, 7-12), que afecta a la vida de los venezolanos y compromete seriamente su futuro.

2. Como lo vislumbrábamos en nuestra Declaración del 23 de abril del presente año, -1 situación del país se torna cada vez más grave. La mayor parte de la población no cuenta con los medios para hacer frente a la monstruosa hiperinflación. La calidad de vida de los venezolanos, ya sumamente precaria, se deteriora día a día. A los graves problemas que reiteradamente hemos puesto de relieve en nuestras exhortaciones y comunicados, relativos a las áreas de la alimentación, la salud, los servicios públicos (agua, electricidad, comunicaciones, vialidad), la seguridad personal, el empleo y el ingreso, se suman ahora los de la circulación y venta del efectivo y el del transporte público. En este último caso, siendo evidente la desaparición paulatina del parque automotor, la improvisación de medios de transporte sin control ni seguridad ha sido ocasión de tragedias en distintos puntos del país, con pérdida de vidas humanas y mayores dolores para numerosas familias.

 

El problema político

3. El principal responsable de la crisis por la que atravesamos es el gobierno nacional, por anteponer su proyecto político a cualquier otra consideración, incluso humanitaria; por sus erradas políticas financieras, por su desprecio a la actividad productiva y a la propiedad privada, por su actitud constante de poner obstáculos a quienes tienen voluntad de resolver algún aspecto de la problemática actual. El gobierno se presenta ante el país como víctima de manejos externos e internos. Esto no es más que la confesión de la propia incapacidad para manejar el país. No se puede pretender resolver la situación de una economía fallida con medidas de emergencia como bolsas de comida y bonos.

4. Es necesario favorecer en la acción de gobierno y de las instituciones públicas y privadas al ciudadano, al venezolano, al hombre y mujer concretos que sufren y padecen los males actuales, y anhelan su superación. Ignorar al pueblo, hablar indebidamente en su nombre, reducir ese concepto a una parcialidad política o ideológica, son tentaciones propias de los regímenes totalitarios, que terminan siempre despreciando la dignidad del ser humano.

5. La consulta electoral realizada a finales del mes de mayo, a pesar de todas las voces —entre ellas la nuestra— que advertían su ilegitimidad, su extemporaneidad y sus graves defectos de forma, sólo sirvió para prolongar el mandato del actual gobernante. La altísima abstención, inédita en un proceso electoral presidencial, es un mensaje silencioso de rechazo, dirigido a quienes pretenden imponer una ideología de corte totalitario, contra el parecer de la mayoría de la población.

6. Desde el Ejecutivo Nacional, la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente y el Consejo Nacional Electoral se pretende conculcar uno de los derechos más sagrados del pueblo venezolano: la elemental libertad para elegir a sus gobernantes en justa competencia electoral, con autoridades imparciales, sin manipulaciones ni favoritismos. Mientras existan presos políticos, y adversarios a quienes se les niega su derecho a postularse, no habrá proceso electoral libre y soberano. Reiteramos que la convocatoria del 20 de mayo fue ilegítima, como lo es la Asamblea Nacional Constituyente impuesta por el Poder Ejecutivo. Vivimos un régimen de facto, sin respeto a las garantías
previstas en la Constitución y a los más altos principios de dignidad del pueblo.

7. Las actitudes de prepotencia, autoritarismo y abuso de poder, así como la constante violación de los derechos humanos, van acumulando sobre sus autores un rechazo que las generaciones futuras les reclamarán. En cierto modo resulta suicida seguir insistiendo tercamente en un camino de autodestrucción que se volverá contra sus promotores. La Iglesia no alienta los deseos de venganza ni las retaliaciones, pero tampoco promueve la impunidad de delitos que atentan contra la vida, la dignidad humana y los derechos fundamentales.

8. Urge en Venezuela una dirigencia política que ponga en el centro de sus reflexiones y de su accionar al pueblo venezolano, que tenga conciencia de que más allá de controlar el poder, la política es el oficio de quien movido por la nobleza y los principios éticos sabe ponerse al servicio de los ciudadanos y no de mezquinos intereses. Los líderes de la oposición deben ofrecer al pueblo alternativas de cambio, y trabajar con más fuerza por su bienestar.

 

Un país en diáspora

9. Una de las situaciones que clama dramáticamente desde su silencio es el fenómeno de la emigración. Venezuela se ha ido convirtiendo en un país en diáspora. Manos que construían y producían, mentes que investigaban y enseñaban, van dejándonos para irse a otros países. La emigración produce situaciones dramáticas: la dura lucha por hacerse un lugar en un país extraño; la posibilidad de caer en el vicio o en la prostitución, o en manos de redes que explotan a sus semejantes; el estigma del rechazo; la tristeza de quienes aquí se quedan; el regreso en situación de fracaso de quienes no han encontrado dónde colocarse (Cfr. COMISIÓN EPISCOPAL DE FAMILIA E INFANCIA, Documento "Familia en Migración", 15 de junio de 2018, nn. 6-8). Muchas de estas situaciones han encontrado alivio en la mano generosa que las iglesias hermanas de países vecinos han extendido a nuestros compatriotas, lo cual agradecemos de todo corazón.

10. Muchos emigrantes venezolanos desempeñan oficios humildes y honestos, que en modo alguno los rebajan o los envilecen, y que por lo tanto no pueden ser motivo de burla ni desprecio. En otros casos el emigrante lleva el acervo de una excelente formación académica y una dilatada experiencia laboral, que le permite ejercer en muchos países la docencia, la medicina, disciplinas científicas o industriales de alta calificación. En todo caso, quienes se han marchado, especialmente los jóvenes, constituyen un talento humano que se va perdiendo para la construcción de nuestro país. Si se ofreciera al venezolano alguna esperanza de futuro no tendría que emigrar. Venezuela espera la vuelta de sus hijos para reemprender el camino de un sano progreso.

 

El mensaje de la Palabra de Dios

11. La Palabra de Dios nos alecciona al garantizarnos que Dios está siempre al lado de su pueblo, en especial en sus horas más difíciles. El libro del Éxodo nos enseña que Dios guía a su pueblo de la esclavitud a la libertad, pero que también lo educa, a través de pruebas y dificultades, para que alcance la madurez necesaria como nación. Dios, por medio del profeta Isaías, nos invita a no tener miedo, conscientes por nuestra fe, de que no estamos solos, sino que el Señor nos acompaña y nos fortalece en nuestras vicisitudes.

12. Dios nos quiere decir también que las pruebas, sinsabores y amarguras de la vida no son señal de su abandono, sino que pueden ser también ocasión de crecimiento y de salvación. La oración, el ofrecimiento del sacrificio y de las horas adversas nunca serán inútiles, aunque no veamos su resultado de inmediato: la oración perseverante alcanza lo que pide, como nos garantiza el Señor en el evangelio (Mt 7, 7).

 

Aporte y respuesta de la Iglesia

13. La Iglesia, cuya misión espiritual está claramente señalada por Cristo en el Evangelio, no pretende sustituir en su papel y vocación a quienes conocen y manejan la Política. No aspira dominar el panorama social, ni convertirse en factor de gobierno o de oposición. Sin embargo, estimula al laicado debidamente formado y consciente de sus obligaciones y derechos ciudadanos, a hacer oír su voz y a intervenir activamente en la palestra política, con el fin de que los altos principios y valores que la fe cristiana nos transmite se vivan también en el ámbito de lo público y se traduzcan en obras de bien común.

14. Ante la situación desastrosa que se deteriora permanentemente por las erradas políticas establecidas, y que los responsables se niegan a rectificar, animamos a la sociedad civil a ofrecer sus talentos y capacidades para explorar soluciones. Hay muchas personas comprometidas con el país, sus comunidades, sus familias. Existe en el venezolano mucha creatividad, iniciativa, espíritu de sacrificio: todo ello se manifiesta en un trabajo esforzado y diversas iniciativas de emprendimiento. Ciertamente la situación es abrumadora, pero no nos podemos acostumbrar a la precariedad que tanto humilla a nuestro pueblo. Por otra parte, animamos a las diferentes organizaciones de la sociedad civil, y a los partidos políticos, a exigir la restitución del poder soberano al pueblo, utilizando todos los medios que contempla nuestra Constitución (referendo consultivo, manifestaciones y otros).

15. Exhortamos a la Fuerza Armada a que se mantenga fiel a su juramento ante Dios y la Patria de defender la Constitución y la democracia, y a que no se deje llevar por una parcialidad política e ideológica.

16. El Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia nos invitan a ser solidarios. Nuestras diócesis, parroquias y demás instituciones, a pesar de sus limitaciones logísticas y financieras, han desplegado una amplia campaña de ayuda a los más necesitados, especialmente en lo que se refiere a alimentación y acceso a medicamentos (ollas comunitarias, comedores, bancos de medicinas). Debemos continuar y reforzar en lo posible esta acción solidaria con el apoyo generoso que tantos fieles aportan, aun desde su pobreza. Pero, además, la comunidad eclesial está llamada a favorecer un cambio estructural en pro de la transformación de nuestra sociedad (Cfr. CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA, Documento La Contribución de la Iglesia... N° 58): corresponde a cada Iglesia local buscar los medios, los métodos y las estrategias para contribuir a ese cambio con acciones concretas.

17. No debemos desanimarnos nunca frente a los desafíos de un presente incierto y difícil: al contrario, puesta nuestra confianza en Dios, que nos da la fuerza para el testimonio y para hacer el bien, afiancemos las exigencias en favor de la justicia y la libertad. Con el fin de animar la esperanza y rogar por las necesidades concretas de cada comunidad, nos comprometemos a realizar actos y eventos de religiosidad popular, por ejemplo: procesiones con las imágenes del Señor, la Virgen o los santos más queridos en cada lugar. La esperanza y el compromiso concreto deben llevarnos a ser samaritanos unos de otros en esta hora difícil en que nos encontramos. En ese contexto, el IV Encuentro Nacional de Jóvenes (ENAJÓ), que se celebrará del 1° al 4 de agosto en la Provincia eclesiástica de Cumaná, quiere ser un aporte valiente y esperanzador de los jóvenes católicos de Venezuela ante la situación que vive el país.

18. Una vez más, Dios nos reitera: "No temas, yo estoy contigo". En sus horas de dolor y prueba, el creyente se toma con más fuerza de la mano de su Señor. En estos momentos de sufrimiento y lucha, invocamos una vez más la maternal intercesión de la Santísima Virgen María de Coromoto, para que Ella, con su oración ante su Hijo, nos ayude a superar los males de la situación actual. Como nos ha dicho el Papa Francisco: "María es como Dios quiere que sea su Iglesia: Madre tierna, humilde, pobre de cosas y rica en amor" (Papa Francisco, Fiesta del Inmaculado Corazón de María, 9 de junio de 2018).

Con nuestra bendición,

Los Obispos de Venezuela

Caracas, 11 de julio de 2018

 

 

12/07/2018-17:43
Deborah Castellano Lubov

ENTREVISTA: Cardenal Sako: "Occidente no debe permanecer indiferente"

(ZENIT — 12 julio 2018).- "Occidente no debe permanecer indiferente": En una entrevista con Zenit, el Cardenal Louis Raphaél I Sako, Patriarca Católico Caldeo de Babilonia, Iraq, hizo este llamamiento tras el encuentro ecuménico del 7 de julio de 2018, en el que el Papa Francisco y los líderes cristianos se unieron para reflexionar y rezar por el Medio Oriente, en la ciudad de Bari, en el sur de Italia, la ciudad de San Nicolás.

En la entrevista, el Cardenal habló del impacto del encuentro, porqué tiene una gran esperanza y qué le expresará a sus fieles en Iraq. Además, explicó porqué está convencido de que "hay un futuro para el Evangelio" en el Medio Oriente, y porqué lo que cuenta más que los números es la calidad de aquellos que atestiguan el Evangelio en su tierra.

Aquí está la entrevista de Zenit con el Cardenal Louis Raphaél I Sako, publicada el 7 de julio de 2018:

***

 

ZENIT: Cardenal Sako, ¿cómo resumiría el mensaje del encuentro ecuménico en Bari?

Cardenal Sako: Antes que nada, yo diría la "unidad" entre los líderes de las diferentes Iglesias y representantes de diferentes culturas. Esta unidad fue un hecho! Cuando estábamos todos juntos en el autobús, la gente gritaba "¡Unidad! ¡Unidad!" a nosotros. Me sentí como si estuviera en el barco de San Pedro, como si estuviéramos todos juntos en el barco, unidos! Esta reunión ya era en sí misma un mensaje para todo el mundo y, en particular, para nuestros fieles que sufren: "Estamos cerca de ustedes, oramos por ustedes, pensamos en ustedes, estamos a su servicio!".

El Papa Francisco en su discurso durante la reunión insistió en nuestro llamado a ofrecer cercanía humana y espiritual a la gente, como pastores... Fueron momentos poderosos que nos conmovieron profundamente y nos dejaron con tantas esperanzas!

 

ZENIT: No se ha alejado de los problemas de Medio Oriente, empezando por la emigración de cristianos...

Cardenal Sako: Hemos hablado de todo, de cómo se edifica la Iglesia, incluso en medio de las dificultades y los sufrimientos de nuestro pueblo. Una Iglesia que reza, que es fiel, que espera, pero también una Iglesia al servicio del pueblo... ¡Estoy tan lleno de esperanza y vuelvo con tanta fuerza!

 

ZENIT: ¿y qué transmitirá a sus fieles en Iraq?

Cardenal Sako: Hablaré de la reunión y la unidad entre los líderes de la Iglesia. Después de todo, estoy convencido de ello, estamos unidos en la fe. Las diferencias son culturales, geográficas, pero esto es normal, porque el mensaje del Evangelio se encarna en diferentes culturas, a través de la inculturación. Pero básicamente estamos unidos. Entonces diré "todos estamos cerca de ustedes, a su servicio hasta el final, incluso hasta el martirio". Incluso hoy en día hay mártires que derraman sangre, no solo en el pasado... ¡y estamos listos!

 

ZENIT: Hoy, tiene más fe en el futuro de la Iglesia en el Medio Oriente...

Cardenal Sako: Estoy convencido de que hay un futuro para el Evangelio. Hay problemas, pero el Evangelio es como la sal y la luz de la que Jesús habla. Pequeñas cosas, por supuesto, pero el impacto y la fuerza no dependen de los números. Depende de la calidad del testimonio. Imagínate a 120.000 personas que salen de sus casas por la noche con solo la ropa en la espalda y dejan todo, dejando Nineveh y Mosul, para escapar. ¡Son confesores de la fe! Y el mundo Occidental no debe permanecer indiferente, incluso hoy en día cuando se avergüenza de decir que su civilización es cristiana... y esto es una pena para mí!

Traducción de Richard Maher

 

 

12/07/2018-17:57
Isabel Orellana Vilches

Beato Carlos Manuel Rodríguez Santiago, 13 de julio

«"Charli", el beato de Puerto Rico: un apóstol en la universidad. Su innegable carisma subyugaba a jóvenes y universitarios. Admirable por su audacia y compromiso llevado al límite»

«Charli» pudo haberse escudado en buenas razones para no comprometerse, pero no lo hizo. Eligió al Dios que libera, dejando atrás lo que no procedía de Él, y la huella de su generosidad en multitud de jóvenes.

Nació en Caguas, Puerto Rico, el 22 de noviembre de 1918. La raigambre cristiana heredada de sus padres caló en su corazón y en el de sus hermanos. Dos de las chicas contrajeron matrimonio, el otro varón se vinculó a la Orden benedictina y fue el primer abad de Puerto Rico, y la benjamina ingresó en la Orden carmelita fundada por la Madre Vedruna. Poco duró la dichosa y sencilla existencia de la familia Rodríguez, truncada por un incendio que les arrebató morada, trabajo y pertenencias. Carlos tenía 6 años cuando sufrieron este revés, y tuvo que alojarse en casa de su abuela, una mujer religiosa que le transmitió su piedad.

En el centro católico donde inició su formación escolar trabó amistad con las Hermanas de Notre-Dame, quienes, junto a los redentoristas, le dieron una buena educación integral. Después de recibir la primera comunión, y siendo monaguillo, se sintió llamado a consagrarse. Culminó los estudios de primer grado y se matriculó en la escuela superior pública de Caguas. En plena adolescencia se le diagnosticó una colitis ulcerosa que lo mantuvo temporalmente apartado de las aulas. No fue una enfermedad pasajera; se agravaría con el tiempo. Luego se matriculó en la universidad de Puerto Rico (UPR) de Río Piedras, pero debido a su mala salud únicamente completó el primer año. Fue oficinista en Caguas, Gurabo y en la Estación Experimental Agrícola, adscrita a la UPR. Los modestos emolumentos que percibía los destinaba a difundir artículos relacionados sobre todo con la liturgia.

Su paciente progenitor, que había visto desaparecer de un golpe todo lo que tanto trabajo le costó amasar, murió en 1940. Carlos tenía 21 años y seguía acusando los problemas derivados de su frágil constitución, aunque esta realidad no constituyó un veto para sus estudios. Dejó en los centros académicos su impronta de alumno excelente, atestiguada por sus altas calificaciones, y su loable inquietud por todas las disciplinas. Era inteligente, poseía una memoria excepcional, gran sentido del humor, y voluntad de hierro para llevar adelante lo que se proponía. Tenía la sana curiosidad de los inteligentes. Por eso le apasionaba la lectura, el arte, disciplinas como las ciencias y la filosofía, y disfrutaba con la naturaleza. Estaba dotado para la música. Aprendió prácticamente solo a tocar el piano y el órgano, que ejecutaba en la iglesia.

Promovió el Misterio Pascual entre laicos, sacerdotes y religiosos, junto al padre McWilliams. Esta acción impulsada en la universidad fue guiada por el único afán de dar a conocer a Cristo: un Círculo de Liturgia que pasaría a denominarse Círculo de Cultura Cristiana; lo sostenía con su sueldo. Nació con vocación universal, sustentado en la fe: «Necesitamos católicos despiertos al momento actual [...]. Católicos del presente, que sepan nutrirse del pasado, pero con los ojos puestos en el futuro»; era el espíritu que animaba a Carlos.lnició los «Días de Vida Cristiana» dirigidos a los universitarios entre quienes difundió la liturgia. Además, se implicó en otras asociaciones católicas como la Sociedad del Santo Nombre y los Caballeros de Colón. En 1948, junto al padre McGlone, creó el coro parroquial Te Deum Laudamus.

Era integrante de la Cofradía de la Doctrina Cristiana. Le sirvió como trampolín para nuevas acciones apostólicas dirigidas a estudiantes de diversas poblaciones, a los que estimulaba a vivir la fe en grupos que les permitían poner en común los temas esenciales. Muchos jóvenes, impactados por su generosa entrega, se convirtieron. Le hacían partícipe de sus dificultades abriéndoles su corazón con plena confianza. Este fragmento de su respuesta a un joven, que se resistía a la llamada de Cristo, pone de manifiesto su celo apostólico: «Dios, Cristo, cielo, infierno, pecado, muerte, redención, salvación, sacramentos, gracia, Resurrección, vida eterna, visión beatífica, no son mera palabrería hueca y sin sentido; no son sueños de poetas, ni hipótesis de pseudo científicos, ni especulaciones de filósofos, ni escape para frustrados; son la realidad más objetiva sostenida y respaldada con las pruebas más irrefutables en todas las órdenes —sentido común, científico, filosófico, teológico— pero sobre todo, son la revelación hecha por Aquél que es la Verdad misma, y que sabe a perfección qué dice y por qué lo dice, Él mismo ha asegurado: 'Yo soy el camino, la verdad y la vida... Yo soy la luz del mundo, quien me sigue no camina en tinieblas... El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no fallarán [..I. Ahora bien, si esto es la verdad, y esto es lo que pide, exige y necesita nuestra naturaleza humana, ¿por qué esa cobardía? ¿Por qué ese escape que nos lleva a la angustia y a la frustración? ¿Por qué no decidirse de una vez para siempre? ¿Por qué no arriesgarlo todo para ganarlo todo?...».

Culminando 1962 se le diagnosticó un cáncer terminal del recto, y prosiguió actuando con la audacia y el arrojo que le caracterizaba. Aunque el final de su existencia estuvo marcado por la «noche oscura», se mantuvo firme en la esperanza. En marzo de 1963 sufrió una gravísima operación, pero poco se pudo hacer. Murió el 13 de julio de 1963. Tenía 44 años. Juan Pablo II lo beatificó el 29 de abril de 2001. El milagro para el meteórico reconocimiento de sus virtudes: la curación de un linfoma maligno No-Hodgking en 1981, que fue aprobado por el pontífice en 1999.