Servicio diario - 25 de octubre de 2018


 

Los padres sinodales, jóvenes y expertos peregrinan juntos a la tumba de Pedro
Rosa Die Alcolea

Sínodo 2018: María Luisa Berzosa quiere "defender la Iglesia desde dentro"
Rosa Die Alcolea

El Papa Francisco ofrece un `Docat' a los jóvenes auditores del sínodo
Anne Kurian

Santa Marta: "¿Quién es Cristo para ti?"
Anne Kurian

Armenios: El Catholicós Karekin II recibido por el Papa Francisco
Anita Bourdin

El Papa desea un "mundo que viva un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos"
Rosa Die Alcolea

Capilla Papal en sufragio de los cardenales y obispos fallecidos durante este año
Rosa Die Alcolea

Sínodo 2018: Diálogo entre el Papa, los jóvenes y los mayores
Anne Kurian

Beata Celine Chludzińska Borzęcka, 26 de octubre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

25/10/2018-17:03
Rosa Die Alcolea

Los padres sinodales, jóvenes y expertos peregrinan juntos a la tumba de Pedro

(ZENIT – 25 oct. 2018).- Cerca de 300 participantes en el Sínodo de los Obispos –entre ellos padres sinodales, auditores, expertos, más algunos jóvenes de la diócesis de Roma– han participado esta mañana, 25 de octubre de 2018, en la peregrinación a la tumba de San Pedro, desde el Monte Mario, para unirse al Papa Francisco en la Basílica Vaticana, donde han celebrado la Santa Misa.

El grupo formado por 192 Padres sinodales –entre ellos 101 obispos y 9 cardenales–, 82 jóvenes auditores y expertos laicos, y 100 jóvenes de la diócesis de Roma, ha recorrido 6 kilómetros, desde el Centro Don Orione, pasando por la calle Edmondo de Amicis y la Reserva Natural de Monte Mario, han continuado por el sendero de la Via Francigena, y Viale Angelico, finalizando el camino en la Basílica de San Pedro.

Al llegar a la Basílica, el Santo Padre Francisco los ha recibido y ha rezado con ellos la profesión de fe. Después han celebrado juntos la Eucaristía, que ha presidido el Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.

El Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización ha organizado esta peregrinación. Por ello, la homilía ha sido predicada en la Santa Misa por el Cardenal Rino Fisichella, Presidente de dicho Consejo.

El Papa ha participado en la celebración eucarística, a un lado del altar, junto a los padres sinodales, procedentes de los cinco continentes.

 

Vía Francígena

Los peregrinos han recorrido una parte de la Etapa 45, el último tramo de la Vía Francígena, que desde el pórtico sur de la Catedral de Canterbury, pasando por Francia y Suiza, conduce a la Basílica de San Pedro en Roma y que continúa después hacia el sur, hasta Jerusalén.

Las noticias de los primeros peregrinos que recorrían la Vía Francígena –narra un documento de la Santa Sede– además de los viajeros y mercantes que la usaban para transportar mercancías y especies en Europa, se remontan al siglo IX d.C.

La existencia de este tipo de rutas, con la gran cantidad de personas que las recorrían, provenientes de diversas culturas, favoreció un excepcional traspaso de signos, emblemas, culturas y lenguajes, propios del Occidente cristiano.

 

Monte Mario

Este último tramo permite atravesar una parte de la Reserva Natural de Monte Mario, que se extiende sobre un promontorio de 139 metros de altura, convirtiéndose así en el más imponente de la zona de Roma.

En el medioevo los viajeros llamaban esta altura Mons Gaudii, refiriéndose a la sensación de estupor experimentada cuando el sendero, dejando el bosque, se abría a un panorama que permitía ver por la primera vez la cúpula de la Basílica de San Pedro.

 

 

 

25/10/2018-19:48
Rosa Die Alcolea

Sínodo 2018: María Luisa Berzosa quiere "defender la Iglesia desde dentro"

(ZENIT — 25 oct. 2018).- "¡Usted es el altavoz del Sínodo!" le dijo el Papa Francisco tras verla en la portada de la revista Vida Nueva, junto a un joven que portaba un altavoz.

María Luisa Berzosa es la única religiosa española que participa en el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, y admite que lo hace con muchas inquietudes y deseos "en la línea de que haya más inclusión, de que no seamos tan pocas mujeres, de que la Iglesia esté más presente como pueblo de Dios, no solo como jerarquía".

"El deseo va unido al compromiso. En la medida que yo pueda, pues aquí estoy, jugando por ese compromiso", indica. "Si en la Iglesia no tenemos las mujeres la puerta muy abierta, y se nos abre una rendija, yo entro por ahí. Esta vez se me abrió la rendija y aquí estoy", dice sin tapujos.

 

"Defender la Iglesia desde dentro"

A la jesuitina María Luisa Berzosa le llegó por sorpresa la invitación a participar en el Sínodo de los Obispos, que se celebra en el Vaticano estos días, convocado por el Santo Padre para debatir las inquietudes y los problemas de los jóvenes de todo el mundo.

La consagrada de la Congregación Hijas de Jesús colabora en Entre culturas, que forma parte de Fe y Alegría, fue propuesta por un amigo para participar en esta XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo, y vive esta experiencia como una ocasión para "hablar, luchar y defender la Iglesia desde dentro", describe. "No sentirme espectadora".

 

ZENIT: ¿Cómo es su participación en el Sínodo?

María Luisa: Yo pertenezco a la comisión de expertos. Nuestra comisión tiene como objetivo escuchar, recoger todo lo que dice tanto en el aula como en los Círculos Menores y pasarlo a los dos secretarios especiales. Los que coordinan nuestra comisión son los secretarios especiales y nosotros somos colaboradores de esos secretarios. Después, en los grupos por lenguas, en los Círculos Menores, estamos también en cada uno dos expertos, entonces ayudamos también un poco el proceso de discernimiento de grupo y todos los días nos reunimos la comisión de expertos y ahí volcamos como va el proceso de los grupos, qué puntos son más incisivos, qué puntos son más debatidos... Hacemos recuento de lo que vaya pasando.

Nosotros recogemos y aportamos. También damos nuestra opinión, obviamente. Y en los grupos también hemos participado.

 

ZENIT: ¿Cuál es su misión con los jóvenes?

Yo soy voluntaria en Entre Culturas, parte de Fe y Alegría, que está en España.

Entonces allí hago mucha formación a voluntarios, que son jóvenes y adultos, digamos, porque para salir a países de fuera se exige tener 21 años. De ahí en adelante, es cuando yo hago la formación, hago mucho acompañamiento espiritual, y ahí hay todo tipo de gente.

Fui directora durante 11 años de la escuela Fe y Alegría en Italia para inmigrantes latinoamericanos, y a la vez trabajé en Fe y Alegría Argentina. Entonces, como trabajaba en Argentina, en este movimiento, mi congregación me pidió me pidió venir a coordinar esta escuela.

 

ZENIT: ¿Qué mensaje, y sobre todo, qué proposiciones concretas, va a llevar a España después de participar en este Sínodo?

María Luisa: Los jóvenes han pedido mucho —y yo también lo veo en mi tarea de acompañamiento— ser acompañados, ser escuchados, estar cerca, porque no solo el discernimiento —decían ellos, y es verdad— es para decidir si eres religioso o sacerdote, sino para muchas decisiones que hay que tomar en la vida, y yo lo siento en el acompañamiento espiritual que hago con las personas, que tengo que elegir carrera, que tengo que decidir novio/novia, que tengo que optar por decidir o aceptar un trabajo que me mandan a no sé donde...Estamos siempre decidiendo, ¿no? Entonces yo, si tengo que subrayar algo indicaría la escucha que indica la cercanía, la empatía, ponerse un poco en el lugar de los jóvenes de hoy, los que somos mayores tendemos a
identificamos con lo que fuimos o con lo que ya fue, y creo que hay que situarse en los jóvenes de hoy.

 

ZENIT: Hace unos días veíamos en Internet una iniciativa de mujeres católicas que piden poder votar en el Sínodo de los obispos, concretamente. ¿Qué le parece esta petición? Está siendo muy comentado por todos los que participan en el Sínodo, ¿cree que Francisco cambiará esto?

Yo espero que sí, por lo menos nos hemos empeñado mucho en que se oyeran esas voces. En una conferencia de prensa que dimos las religiosas en Radio Vaticana, me enteré de que había una petición de firmas, no me había llegado la noticia. Pero yo lo que sostengo es que para votar, primero hay que entrar —una cosa obvia—. Entonces yo para lo que estoy luchando es para que se amplíe la participación. Si uno participa, con pleno derecho tiene que votar. Entonces, es muy llamativo, —yo lo dije en mi grupo— es anti-testimonio que haya 10 superiores religiosos y 1 superiora general, que no puede votar, es una desproporción clamorosa.

Yo creo que si hay otro Sínodo, que lo habrá, yo creo que será de otra manera. También se habló el otro día de un Sínodo de las mujeres, y yo digo: "Con esta estructura no quiero Sínodo de las mujeres", porque si va a haber 250 obispos y 30 mujeres (o 20 ó 25...). Entonces, si a mí me preguntan... porque claro, hay mucho derecho canónico por medio, no sé, yo no soy especialista, pero sería un Sínodo de pueblo de Dios, de Iglesia en sentido amplio. La jerarquía, por supuesto que es parte pero no solo. Entonces, jóvenes, ancianos... donde haya jóvenes, ancianos... monjas, gente soltera, gente divorciada... Esa es la Iglesia del Pueblo de Dios, que la sinodalidad tiene que ver que ver con el Vaticano II, es participación, es ampliación... Sínodo significa "todos juntos", pues ¡todos juntos! No solo jerarquía y una proporción mínima. Hay que empujar la inclusión y la amplitud, en mi opinión.

 

ZENIT: ¿Cómo les trata el Papa?

Estos días tengo unas fotos... ¡todas con anécdotas! Porque él se acerca a saludarme. Yo un día me puse en la fila para saludarle y hacerme la foto, y luego ya dije "ya está". Pero el otro día pasó y yo me di cuenta de que me miraba y me dijo: A usted la he visto yo el otro día en la portada de la revista Vida Nueva. Me han puesto en la portada con un joven con un altavoz.

Entonces me dijo: Sí, sí, la he visto. Entonces entramos en el ascensor, que estaba Baldisseri. Y subimos, y todavía en el ascensor, me dijo: "¡Pero que famosa es usted! El altavoz del Sínodo". Y dije: "¡No, no! No exageremos, es el altavoz de los jóvenes, que me han buscado porque tengo mucha juventud acumulada, por nada más". Se mató de la risa. Y el otro día salía él del ascensor, y estaba con unos compañeros esperando que pasara, y lo mismo, iba con el ordenador y me dijo: "¿Qué estás haciendo?", digo: "Trabajando". Dijo: "Bueno, pues si te cansas, este compañero tuyo, que tiene un buen licor... que te ponga una copa", un portugués, de Radio Vaticana, jajaja, riéndose a carcajada limpia. Él rompe mucho el protocolo, es muy espontáneo.

 

ZENIT: Usted dijo que quiere "defender la Iglesia desde dentro". Con este Papa, con este Sínodo... ¿Qué cosas cree que cambiarán?

María Luisa: Yo deseo que cambie la participación de la mujer, que se extienda, que se amplíe... que no puede ser que no haya presencia ni participación, y también en campos de responsabilidad de la Iglesia, porque no puede ser solo otro tipo de labores. Entonces, tomar partido como personas adultas dentro de la Iglesia, como se va haciendo... se va haciendo en la sociedad, es un ritmo lento, pero yo espero que sea así. Y también que sea un empuje, pero eso ya se tiene que hacer en cada diócesis, en cada lugar, en cada parroquia, para el mundo juvenil. Para el mundo juvenil, que yo no quiero verlo como un gueto: "Ay, estos son los jóvenes", no. Un mundo que estemos interrelacionados, porque todos estamos con gente joven, con gente de mediana edad y con gente mayor, esas son las etapas de la vida, y no hacer guetos ni de ancianos, ni de jóvenes, ni de mujeres... No, yo soy de la inclusión. La diversidad. Es la mayor riqueza, y además es la realidad de la vida.

 

 

25/10/2018-13:50
Anne Kurian

El Papa Francisco ofrece un `Docat' a los jóvenes auditores del sínodo

(ZENIT — 25 octubre 2018).- El Papa Francisco dio a los jóvenes auditores en el sínodo un Docat, es decir, un volumen producido por los jóvenes y para los jóvenes sobre la doctrina social de la Iglesia, después del Youcat, indicó la Santa Sede el 24 de octubre de 2018.

El pequeño libro azul se publica en francés con el título Docat: ¿qué hacer?. Forma parte de la serie Youcat, que desde 2010 ofrece un catecismo, una Biblia y un libro de oraciones para los jóvenes. Al mismo tiempo que el Docat, la Fundación Youcat ha lanzado una aplicación de Internet, la "Aplicación Docat".

En un video hecho público en el lanzamiento del Docat en 2016, el Papa confió: "Tengo un sueño: Hay un millón de jóvenes cristianos, o incluso mejor, toda una generación, que encarnan la Doctrina Social de La Iglesia con sus vidas". "Es un manual de conocimiento", explicó, entregándolo a los jóvenes. Es "un manual de camino. Contiene la palabra de Jesús, la palabra de la Iglesia, de tantas personas".

"Los jóvenes", dijo el Papa, "tienen la capacidad de hacer avanzar este mundo. Por eso quiero un millón de jóvenes, jóvenes visionarios, pero capaces de hacer realidad los sueños de los mayores".

La Doctrina Social (presentada a los jóvenes en la Docat) y la reciente encíclica Laudato Si' constituyen un tesoro, pero siguen siendo en gran parte desconocidos, deben ser promovidos".

© Traducción ZENIT, Raquel Anillo

 

 

25/10/2018-17:07
Anne Kurian

Santa Marta: "¿Quién es Cristo para ti?"

(ZENIT — 25 octubre 2018).- Hay muchos cristianos "de palabras", pero la verdadera santidad es realizar el mensaje de Cristo, dijo el Papa Francisco en la misa de la mañana en la Casa Santa Marta, el 25 de octubre de 2018. Dio dos maneras de conocer a Cristo

¿Quién es Cristo para ti? Preguntó en su homilía informada por Vatican Media. Es fácil de responder recitando el Credo, dijo el Papa, pero la pregunta personal "nos avergüenza un poco", porque debemos ir al "corazón".

San Pablo, continuó citando la primera lectura, no conocía a Jesús "al comenzar los estudios de teología": "Lo que Pablo sintió, quiere que nosotros cristianos lo sintamos". A la pregunta que podemos hacerle a Pablo: "¿Quién es Cristo para ti?", Él dará su propia experiencia simple: "Él me amó y se entregó a sí mismo por mí". Pero él está involucrado con Cristo que ha pagado por él ... Pablo quiere que los cristianos ... entren en esta experiencia para que todos puedan decir: "Él me amó y se entregó por mí".

La mejor manera de hacerlo es reconocerse a sí mismo como pecador, explicó el Papa Francisco: "El primer paso para el conocimiento de Cristo, para entrar en este misterio, es el conocimiento de su pecado, de sus pecados". Pero "una cosa es decir los propios pecados" y otra es reconocerse "capaz de hacer cualquier cosa ... reconocer una inmundicia". San Pablo experimentó su miseria que "necesita ser salvada", entendió que alguien tenía que "pagar el derecho de llamarse a sí mismo "hijo de Dios "... todos lo somos, pero para decirlo, para sentirlo, se requería el sacrificio de Cristo".

Segundo paso aconsejado por el Papa: la Contemplación. "Un santo dijo esta hermosa oración: 'Señor, que te conozca y me conozca a mí mismo': conocerme a mí mismo y conocer a Jesús ... no contentarse con decir tres o cuatro palabras acerca de Jesús", porque "conocer a Jesús es una aventura, pero una aventura seria, no una aventura adolescente".

"San Pablo dice:" Él tiene el poder de hacer infmitamente más de lo que podemos pedir o incluso concebir ... Pero nosotros debemos pedirle. "Señor, que yo te conozco; que cuando hable de ti, no diga palabras como un loro, sino que diga palabras nacidas de mi experiencia". Cristianos de palabras, hay muchos. A veces también lo somos. Esto no es la santidad; La santidad es ser cristianos que cumplen en su vida lo que Jesús enseñó ", insistió el Papa.

En conclusión, resumió los pasos para conocer a Jesús: "Primer paso, conocerse a sí mismo: pecadores; pecadores. Sin este conocimiento y sin esta confesión interior, de que soy un pecador, no podemos avanzar. Segundo paso, orar al Señor, para que nos dé a conocer con su poder este misterio de Jesús, que es el fuego que trajo a la Tierra. Será una hermosa costumbre si todos los días, en ciertos momentos, podemos decir: "Señor, que te conozca y que me conozca a mí mismo".

© Traducción ZENIT, Raquel Anillo

 

 

25/10/2018-17:47
Anita Bourdin

Armenios: El Catholicós Karekin II recibido por el Papa Francisco

(ZENIT — 25 octubre 2018).- El Patriarca Catholicós de todos los armenios, Karekin II, de 67 años, líder espiritual de la Iglesia Apostólica de Armenia, fue recibido en audiencia privada por el Papa Francisco el 24 de octubre de 2018 en el Vaticano, anuncia la Santa Sede.

Fue elegido el 27 de octubre de 1999 en la sede del Catolicossate en Etchmiadzin. Recibió al Papa Francisco a Armenia (24-26 de junio de 2016). El Papa denunció el genocidio armenio perpetrado por el régimen turco otomano.

El 5 de abril, el Papa Francisco también recibió en audiencia al ex Presidente de la República de Armenia, Serge Sarkissian, así como a Karekin II, y Aram I, Catholicós de la Iglesia Apostólica Armenia de Cilicia, antes de inaugurar, en su presencia, una estatua de San Gregorio de Narek, en los jardines del Vaticano.

San Gregorio de Narek vivió en el siglo X. Sus abundantes escritos (poemas, himnos y comentarios bíblicos) ocupan un lugar destacado en la literatura nacional.

Teólogo, místico, fue proclamado Doctor de la Iglesia por el Papa Francisco durante una misa presidida en la Basílica de San Pedro el 12 de abril de 2015, con motivo del centenario de "Metz Yeghern", el "gran mal", el genocida que masacró al pueblo armenio, la primera nación cristiana en la historia. Esta celebración intensa y conmovedora destacó la fraternidad entre la Iglesia Católica y las diferentes Iglesias de Armenia.

San Gregorio de Narek, celebrado el 9 de octubre en la Iglesia armenia, el 27 de febrero en la Iglesia católica-, es el segundo doctor de la Iglesia de Oriente, después de San Efrén el sirio, proclamado doctor de la Iglesia en 1920, por el papa Benedicto XV.

© Traducción ZENIT, Raquel Anillo

 

 

25/10/2018-15:02
Rosa Die Alcolea

El Papa desea un "mundo que viva un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos"

(ZENIT — 25 oct. 2018).- "Hoy los jóvenes necesitan de los sueños de los ancianos para tener esperanza, para tener un mañana. Por lo tanto los ancianos y los jóvenes caminan juntos y necesitan los unos de los otros": estas palabras del Papa Francisco han inspirado el proyecto y libro La sabiduría del tiempo.

Ofrecemos un fragmento del prefacio escrito por el Papa Francisco, del libro La sabiduría del tiempo, una colección de 250 historias de personas mayores, entrevistadas por jóvenes y adultos, realizadas a ancianos de 30 países diferentes, que el Papa comenta, compartiendo incluso momentos de su propia biografía personal.

El libro fue presentado el pasado martes, 23 de octubre, en el Vaticano. Es una iniciativa del padre jesuita Antonio Spadaro, director de la revista La Civiltá Cattolica, enmarcada en el Sínodo de los obispos, que tiene lugar del 3 al 28 de octubre en Roma, sobre los jóvenes, la fe y discernimiento vocacional.

La imagen que vemos a la derecha se titula Koinonia (la comunione fraterna), fue mostrada por el Santo Padre para ilustrar su explicación. Representa un joven que camina junto a un anciano, llevándolo encima. El anciano sueña y narra al joven lo que ve, para que el joven sea capaz se avanzar en el camino de la vida. A continuación, ofrecemos estas palabras del Santo Padre, escritas en el prefacio del libro La sabiduría del tiempo.

***

 

Prefacio del Papa Francisco

Últimamente llevo en el corazón un pensamiento. Siento que esto es lo que el Señor quiere que yo diga: que se haga una alianza entre jóvenes y mayores.

Este es el momento en el que los abuelos deben soñar, así los jóvenes podrán tener visiones. Tuve la certeza meditando el libro del profeta Gioele, donde dice: "Infundiré mi espíritu sobre todos los hombres y se convertirán en profetas vuestros hijos y vuestras hijas; vosotros ancianos soñarán, vuestros jóvenes tendrán visiones" (3,1).

¿Qué significa esto? Solamente si nuestros abuelos tienen el coraje de soñar y nuestros jóvenes de profetizar grandes cosas, nuestra sociedad avanzará. Si queremos "visiones" para el futuro, dejemos a nuestros abuelos que cuenten, que compartan sus sueños. ¡Necesitamos abuelos soñadores! Son ellos los que podrán inspirar a los jóvenes a correr hacia delante con la creatividad de la profecía.

Hoy los jóvenes necesitan de los sueños de los ancianos para tener esperanza, para tener un "mañana". Por lo tanto los ancianos y los jóvenes caminan juntos y necesitan los unos de los otros.
Esto es lo que me gustaría: un mundo que viva un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos.

Papa Francisco

Del prefacio de La sabiduría del tiempo (Marsilio, 2018)

 

 

25/10/2018-13:00
Rosa Die Alcolea

Capilla Papal en sufragio de los cardenales y obispos fallecidos durante este año

(ZENIT — 25 oct. 2018).- El sábado, 3 de noviembre, a las 11:30 horas, el Santo Padre Francisco celebrará la Santa Misa en sufragio de los cardenales y obispos fallecidos durante este año, en el altar de la cátedra de la Basílica de San Pedro, como hace por tradición.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ofreció esta información en un comunicado emitido el miércoles,2 4 de octubre de 2018.

Asimismo, el Papa oficiará la ceremonia de conmemoración de los fieles difuntos en el Cementerio Laurino el viernes, 2 de noviembre de 2018, donde presidirá la Santa Misa a las 16 horas.

Zenit ha publicado el calendario de celebraciones del Santo Padre para los meses de noviembre, diciembre y enero.

 

 

25/10/2018-15:20
Anne Kurian

Sínodo 2018: Diálogo entre el Papa, los jóvenes y los mayores

(ZENIT — 24 octubre 2018).- En el marco del Sínodo sobre los jóvenes y la publicación del libro "Sabiduría del tiempo", Francisco dialogó con los jóvenes y personas mayores el pasado martes, 23 de octubre de 2018, a las 16 horas, en el Instituto Augustinianum de Roma.

Respondiendo a la joven Federica, de 26 años, quien le preguntó "cómo vivir una vida feliz en un mundo donde es necesario siempre ser "mejor que los demás", el Papa notó la primacía del "éxito personal". En este mercado de la competencia, la apariencia, la hipocresía, ¿cómo ser feliz? Con un gesto, respondió: la mano tendida, abierta, y con "la sonrisa".

El espíritu competitivo hace cálculos, no corre ningún riesgo, pero la maduración, por el contrario, debe ponerse en camino, para ensuciarse las manos, agregó mientras aconsejaba el "servicio" de los demás: hay más alegría en dar que en recibir.

 

Tony y Grace Naudi, 71 y 65 años

Una pareja maltesa, Tony y Grace Naudi, de 71 y 65 años, estaban tristes por el hecho de que sus hijos rechazaron la fe católica y le preguntaron al Papa cómo compartir su fe con sus hijos y nietos. La fe se transmite "en dialecto", en la familia, no en el catecismo, enfatizó recomendando a los abuelos que no se sientan culpables: habéis transmitió la fe, luego los hijos avanzan, muchos "se alejan de ella, a veces inconscientemente, en medio de las ideologías modernas, pero" no perdáis la paz".

No busquéis nunca convencer, ha recomendado el Papa, porque la fe crece por el testimonio, al contrario, debemos acompañar "en silencio". También lamentó que los malos testigos abran las puertas a las ideologías: sacerdotes neuróticos, cristianos de doble vida, incoherencias ... son "contra-testimonios" que empujan a alejarse de la fe.

 

Rosemary Lane, 30 años

Rosemary Lane, de 30 años, de los Estados Unidos, le preguntó al Papa qué diría "como un abuelo" a los jóvenes que quieren confiar en la vida para un futuro que esté a la altura de sus sueños. En respuesta, invitó a los jóvenes a "soñar", a soñar "sin avergonzarse", a defender sus sueños como ellos defienden a sus hijos, porque soñar ayuda a abrirse a los horizontes. Acepta los sueños de los mayores, instó, y persíguelos.

 

Fiorella Bacheranno, 83 años

Fiorella Bacherini, de 83 años, madre de tres hijos, incluido un jesuita, está preocupada por la violencia del mundo, donde el odio está creciendo. ¿Cómo afrontar este momento de la historia? Sembrando odio por los chismes, advirtió el Papa, es del mismo tipo que las guerras, es matar, matar la paz en la familia, en el barrio, en el trabajo, para hacer crecer los celos. Y citando a Einstein para señalar que la cuarta guerra mundial se hará con piedras y palos porque la tercera habrá destruido todo.

También rogó nuevamente por los migrantes, invitando a recordar la historia de Europa, hecha de migraciones donde los migrantes fueron recibidos con el corazón abierto. Debemos acoger e integrar, necesitamos este trabajo de integración, dijo nuevamente.

 

Martin Scorsese, 75 años

Finalmente, el director estadounidense Martin Scorsese habló con el Papa de su infancia, donde notó mucho sufrimiento en la calle y una brecha con la Iglesia: "el amor de Jesús parecía extraño a lo que vi en la calle" . ¿Cómo podemos guiar a los jóvenes, cómo puede la fe de los jóvenes sobrevivir en este mundo? preguntó.

El Papa estimó que uno no podía tener una conversación con los jóvenes sin empatía; La proximidad hace milagros, la ternura, la dulzura, puede superar los peores conflictos, dijo. Denunciando la crueldad generalizada, un camino erróneo, que mata a la comunidad, ha deseado el "don de las lágrimas" ante la violencia, porque las lágrimas

 

 

25/10/2018-19:53
Isabel Orellana Vilches

Beata Celine Chludzińska Borzęcka, 26 de octubre

«Polaca. Fundadora, junto a su hija, de las Hermanas de la Resurrección; es el primer caso que se da en la Iglesia. Perdió varios hijos y esposo, viendo en ello la mano de Dios que le permitió ser religiosa, como siempre anheló»

La vida de esta beata es una historia de fidelidad en la espera. Nunca dudó de que la voluntad divina guiaba sus pasos, aunque durante un tiempo otras personas la condujeron por una vía distinta a la añorada, que era la consagración religiosa. Al final, se cumplió su honda impresión, y aunque había dado un gran rodeo, llegó al destino soñado.

Nació el 29 de octubre de 1833 en Antowil, antigua ciudad polaca, que pertenece en la actualidad a Bielorrusia, en el seno de una acomodada familia. Era la pequeña de dos hermanos. Con una infancia feliz, que calificó como «años de oro», rodeada de afecto y sintiéndose llamada a ofrendarse por completo a Dios, a los 21 años contrajo matrimonio con Józef Borzęcken la catedral de Vilna. No le fue posible oponerse a la voluntad de sus padres y del prelado, o no lo vio conveniente. Consideraron que lo mejor que podía hacer era desposarse, y a ellos sometió su criterio, que siempre se movió con la certeza de que Dios estaba en medio de lo que iba aconteciéndole.

Se afincó en Obremszczyzna, pero no se olvidó de su vocación. Sus quehaceres cotidianos no la apartaban de la oración. Su ascesis estaba impregnada también con el sacrificio. Además, fue golpeada por el dolor en lo que más afecta a una madre: sus hijos. El primero de ellos, Casimiro, nacido en 1855, murió ese mismo año. Tras un periodo de gozo por la llegada al mundo de su hija Celine en 1858, nuevamente en 1861 pasó por el duro trance de tener que enterrar a otra hija, María, que no sobrevivió. Finalmente, en 1863 nació Hedwig, que iba a recorrer junto a ella el sendero religioso al que siempre aspiró. Ese año Celine se involucró en la lucha para rescatar a los prisioneros que iban a ser ejecutados en medio de los conflictos bélicos desatados en una dividida Polonia. Las autoridades rusas la detuvieron y dio con sus huesos en la cárcel, llevando con ella a la pequeña recién nacida.

En 1869 otro zarpazo recayó sobre la familia. Llevaba dieciséis años casada cuando Józef sufrió un derrame cerebral y quedó paralítico. Buscando para él los mejores especialistas, todos partieron a Viena, confiando en su recuperación. Celine le proporcionó atenciones y ternura a raudales, pero en 1874, hallándose en su domicilio de Obremszczyzna, murió. Tomó a sus hijas Celine y Hedwig, y viajó a Roma al año siguiente segura de que estos dolorosos acontecimientos obedecían a un plan divino. Aún recorrió Polonia, Viena y Roma junto a ellas, atendiendo a su educación, pero siempre en un estado de búsqueda, a la espera de entender la previsión de Dios sobre su vida. En 1879 la joven Celine contrajo matrimonio con un muchacho polaco, y la beata coincidió con el cofundador y superior general de la Congregación de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, el siervo de Dios padre Piotr Semenenko, que aspiraba a poner en marcha la rama femenina. En esa época, 1881, ella y Hedwig se disponían a fundar un convento de inspiración carmelita. Pero las conversaciones con Semenenko les hicieron cambiar de plan. En 1882 madre e hija comenzaron a ser parte de su sueño, preparándose junto a otras cinco aspirantes para acometer la vida religiosa.

En 1884 se asentaron en una casa que tres años más tarde dio lugar a una escuela para niñas sin recursos. Se daba la circunstancia de que en el edificio vivía la familia della Chiesa, hallándose entonces en el domicilio, monseñor Giacomo della Chiesa, que sería pontífice Benedicto XV. Y mientras el padre Semenenko auxiliaba a Celine y a su hija alentándolas en la misión, algo que hizo hasta su muerte en 1886, ellas también contaban con la admiración del que llegaría a ser Vicario de Cristo en la tierra, que fue su capellán y catequista. A estas intrépidas mujeres les enardecía saber que había infinidad de personas a quienes la esperanza parecía darles la espalda, que nunca habían tenido la gracia de que alguien les transmitiera la fe, que les hablara del Dios vivo. La beata conocía muy bien el drama humano plagado de sufrimiento y de injusticias a mansalva. Estaba convencida de que debían «llevar la moral y el renacimiento religioso a la sociedad». La fundación, que por primera vez en la historia de la Iglesia acometían una madre y una hija al unísono, surgía de la confianza en Dios; sabían que Él las acompañaría. Contaron con la ayuda del cardenal Parocchi, entonces vicario de Roma.

El 6 de enero de 1891 ambas emitieron los votos perpetuos, y otras tres religiosas tomaban el hábito; esa fecha la consideraron como el día en el que surgía la Congregación de las resurreccionistas, con el objetivo de proporcionar educación a las niñas pobres, que se hizo extensivo después al cuidado de los enfermos. Hedwig fue su primera superiora general. Fueron abriendo casas rápidamente en países del Este. En Polonia tuvieron que extremar la prudencia. Aún quedaban restos de la ocupación rusa, y trabajaron clandestinamente, estableciendo la fundación en Czestochowa, cerca de Jasna Góra, y en Varsovia. Fueron momentos de grandes recuerdos para Celine que había vivido de lleno el inicio de la invasión. Luego dieron el salto a América, sellándola con la apertura de una casa y una escuela en Chicago en 1900. En 1905 la fundación recibió el decretum laudis.

Hedwig, que tiene abierta causa de beatificación, murió repentinamente en Kety, Polonia, el 27 septiembre de 1906; tenía 43 años. Celine no solo volvió a sufrir la pérdida de otro de sus hijos, sino la de su fiel compañera y hermana en religión. Fue un durísimo golpe. En 1911 el primer capítulo general de la Orden la eligió superiora general, misión que asumió hasta el final de sus días. Entregó su alma a Dios el 26 de octubre de 1913 en Malopolskie, Cracovia, cuando iba de camino a Varsovia en visita apostólica; estaba a punto de cumplir 80 años. Fue beatificada el 27 de octubre de 2007 por el cardenal Saraiva que actuó como Delegado de Benedicto XVI.