Servicio diario - 19 de marzo de 2019


 

Francia: El Papa no acepta la renuncia presentada por el cardenal Barbarin
Rosa Die Alcolea

El Papa Francisco confía la Iglesia a san José
Anne Kurian

Congregación para las Causas de los Santos: El Papa aprueba 14 nuevos decretos
Redacción

España: La religiosa granadina María Emilia Riquelme será beatificada
Rosa Die Alcolea

Scholas Occurrentes: El Papa Francisco lanzará el proyecto `Programando por la Paz'
Redacción

Padre Antonio Rivero: "Demos frutos de penitencia y conversión"
Antonio Rivero

Santa María Josefa del Corazón de Jesús, 20 de marzo
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

19/03/2019-19:27
Rosa Die Alcolea

Francia: El Papa no acepta la renuncia presentada por el cardenal Barbarin

(ZENIT — 19 marzo 2019).- El portavoz de la Santa Sede anunció este martes, 19 de marzo de 2019, a mediodía, que el Papa "no ha aceptado la renuncia presentada por el cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon".

Alessandro Gisotti, director interino de la Oficina de Prensa Vaticana, ha hecho unas declaraciones a los periodistas, después de que el cardenal francés presentara su renuncia al Santo Padre en persona, en el Vaticano, el lunes, 18 de marzo.

El director de la Sala de Prensa del Vaticano ha aclarado que "consciente, sin embargo, de las dificultades que está experimentando la Arquidiócesis en este momento, el Santo Padre dejó al Cardenal Barbarin libertad para tomar la mejor decisión para la Diócesis, y el Cardenal Barbarin decidió retirarse por un período de tiempo".

En este contexto, la Santa Sede ha señalado que será el padre Yves Baumgarten, Vicario general, quien quedará a cargo de la diócesis a partir de ahora.

"La Santa Sede está dispuesta a reiterar su cercanía a las víctimas de abuso, a los fieles de la Arquidiócesis de Lyon y de toda la Iglesia de Francia que están experimentando un momento particularmente doloroso", ha indicado Gisotti.

El Primado de Galia, nombrado Arzobispo de Lyon en 2002, estuvo implicado desde 2016 por "no denuncia" de agresión sexual por parte de un sacerdote de su diócesis, el Padre. Bernard Preynat, quien abusó de unos 70 menores en el Movimiento Scout en los años 70 y 80. El 7 de marzo, el cardenal fue declarado culpable de "no haber denunciado malos tratos a un menor entre 2014 y 2015" . Apeló la sentencia, así como el parquet de Lyon.

 

Con Anne Kurian

 

 

 

19/03/2019-20:10
Anne Kurian

El Papa Francisco confía la Iglesia a san José

(ZENIT — 19 marzo 2019).- "San José, esposo de la Virgen María, siempre vela por toda la Iglesia y la protege en todo momento": este es el tweet publicado por el Papa Francisco el 19 de marzo de 2019, en la fiesta de san José, que marca este año el sexto aniversario de la inauguración de su pontificado (2013).

El Papa argentino está muy apegado a san José. Recibiendo a los Oblatos de San José el 31 de agosto de 2018, exclamó: "Yo amo a San José, él tiene un 'poder'. Durante más de cuarenta años, he recitado una oración que encontré en un viejo misal francés que dice de San José: '...cuyo poder hace posible las cosas imposibles'. El poder de san José. Nunca, nunca dijo que no. Hay que tener coraje".

También hizo hincapié en "las virtudes simples y esenciales" de san José: "humildad", "intimidad con el Señor", "silencio y vida oculta", pero también "celo" y "actividad en beneficio de la voluntad del Señor".

Frente a sus superiores generales en noviembre de 2016, había confiado el secreto de su "serenidad": "¡No tomo pastillas tranquilizantes!... Si hay un problema, lo escribo en un papel para san José y lo pongo debajo de una estatuilla que tengo en mi habitación. Es la estatua de san José durmiendo. ¡Y ahora duerme bajo un colchón de papeles! Y duermo bien: es una gracia de Dios".

 

 

 

19/03/2019-13:51
Redacción

Congregación para las Causas de los Santos: El Papa aprueba 14 nuevos decretos

(ZENIT — 19 marzo 2019).- En la mañana del 19 de marzo el Sumo Pontífice ha recibido en audiencia al Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y ha autorizado a la Congregación a promulgar los siguientes Decretos:

— El milagro, atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios María Emilia Riquelme y Zayas, Fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras del Santísimo Sacramento y de la Santísima Virgen María Inmaculada; nacida en Granada (España) el 5 de agosto de 1847 y fallecida allí el 10 de diciembre de 1940

— El martirio de los Siervos de Dios Valerio Traiano Frenţiu, Vasile Aftenie, Giovanni Suciu, Tito Livio Chinezu, Giovanni Bălan, Alessandro Rusu y Giulio Hossu, Obispos; asesinados por el odio a la fe en varios lugares de Rumania entre 1950 y 1970

— El martirio del Siervo de Dios Alfredo Cremonesi, sacerdote profeso del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras; nacido en Ripalta Guerina (Italia) el 16 de mayo de 1902 y fallecido por el odio a la fe en la aldea de Donoku (Myanmar) el 7 de febrero de 1953

— Las virtudes heroicas del Siervo de Dios Francesco Maria Di Francia, sacerdote diocesano, Fundador de la Congregación de las Hermanas Capuchinas del Sagrado Corazón; nacido en Messina (Italia) el 19 de febrero de 1853 y fallecido en Roccalumera (Italia) el 22 de diciembre de 1913

— Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Maria Hueber, Fundadora de la Congregación de las Hermanas Terciarias de San Francisco; nacida en Bressanone (ahora Italia) el 22 de mayo de 1653 y fallecida allí el 31 de julio de 1705

— Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios María Teresa Cámara, Fundadora de la Congregación de las Hijas de Nuestra Señora de la Merced. Nacida en Ovada (Italia) el 8 de octubre de 1818 y fallecida allí el 24 de marzo de 1894

— Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Maria Teresa Gabrieli, Cofundadora de la Congregación de las Hermanas de los Pobres — Instituto Palazzolo; nacida en Bérgamo (Italia) el 13 de septiembre de 1837 y fallecida allí el 6 de febrero de 1908

— Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Giovanna Francesca del Espíritu Santo (al siglo: Luisa Ferrari), Fundadora del Instituto de las Hermanas Franciscanas Misioneras del Verbo Encarnado; nacida en Reggio Emilia (Italia) el 14 de septiembre de 1888 y fallecida en Fiesole (Italia) el 21 de diciembre de 1984

 

 

 

19/03/2019-17:52
Rosa Die Alcolea

España: La religiosa granadina María Emilia Riquelme será beatificada

(ZENIT — 19 marzo 2019).- La Santa Sede ha confirmado que próximamente será beatificada la religiosa española María Emilia Riquelme y Zayas, Fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras del Santísimo Sacramento y de la Santísima Virgen María Inmaculada.

El Papa Francisco ha aprobado el milagro que atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios, nacida en Granada (España) el 5 de agosto de 1847 y fallecida allí el 10 de diciembre de 1940.

Tras la audiencia con el Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de Los Santos, celebrada el 19 de marzo de 2019, el Santo Padre ha autorizado la promulgación de 14 nuevos decretos, entre ellos el de la granadina.

 

Misioneras del Santísimo Sacramento

María Emilia Riquelme y Zayas, nacida en 1847 en la Diócesis de Granada, fundó en Granada el Instituto de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada.

Sus padres, Joaquín Riquelme y Gómez, y María Emilia Zayas de la Vega, formaron un hogar cristiano. Más tarde, la Madre María Emilia solicitaría que los restos mortales de sus padres se trasladaran a la Casa la Congregación, donde están actualmente.

 

Atraída por la Eucaristía

María Emilia murió a los 93 años, después de una vida intensa y plena, en la Casa Madre el día 10 de diciembre de 1940. Hoy la Congregación cuenta con varias casas en España, Brasil, Portugal, Bolivia, Colombia, USA, Angola, Perú, México y Filipinas.

"María Emilia Riquelme se siente atraída por la Eucaristía, vive de ella y siente la llamada a una mayor entrega. Comienza por poner al servicio su tiempo y cualidades en favor de los más pobres en escuelas para niños pobres, catequesis, visitas a prostíbulos, ayuda a familias necesitadas, etc. A través de estas realidades, María Emilia descubre que Dios tiene un sueño para ella, consagrarse a Dios plenamente como religiosa", indica la Congregación.

 

Veneración de la Madre Riquelme

El 28 de abril de 1991 se clausuró el proceso diocesano de Canonización, y en 1996 se entregó la Positio en Roma. En diciembre de 2015 se aprobó el Decreto de Virtudes heroicas de la Sierva de Dios. En 2008 fueron exhumados sus restos, que se encuentran en la Casa Madre, para ser venerados cuando la Iglesia lo determine.

La capilla de la Casa Madre de la Congregación, en Granada, es una capilla castrense, debido a que Joaquín Riquelme y Gómez, padre de María Emilia, fue teniente general en Granada, y a su vez, la madre de María Emilia, María Emilia Zayas Fernández de Córdoba, era descendiente de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán por lo que en su familia predominaron militares ilustres.

 

 

 

19/03/2019-19:54
Redacción

Scholas Occurrentes: El Papa Francisco lanzará el proyecto 'Programando por la Paz'

Ciudad del Vaticano, 19 marzo 2019. El próximo jueves 21 de marzo a las 16 horas (hora de Roma), el Papa Francisco hará el primer clic al proyecto internacional Programando por la paz, en el marco de la inauguración del Hub Tecnológico Scholas.

Este evento -en el que Francisco participará vía videoconferencia desde la sede de Scholas Global, en el Palacio de San Calixto, Vaticano- da inicio a una serie de proyectos internacionales de base tecnológica que contará con el apoyo de los máximos referentes en desarrollo tecnológico a nivel mundial.

Durante la videoconferencia el Papa también se conectará y dará la bienvenida a las nuevas sedes de Scholas a nivel global, y recibirá a jóvenes de distintas nacionalidades, participantes de los proyectos que la Fundación Scholas realiza en los campos del deporte, el arte y la tecnología, como Scholas Ciudadanía, FutVal (fútbol con valores), Scholas Arte, entre otros Programas.

 

"Programando por la paz"

La programación en informática se fundamenta en buena medida en la búsqueda de resolución de conflictos, en la persistencia a pesar de las dificultades, y en el trabajo colaborativo, principios que se aplican muy bien al espíritu de Scholas. Con el proyecto Programando por la paz se espera que durante este año miles de niños y jóvenes se inicien en el aprendizaje de la programación desde una mirada ética y en la búsqueda de la paz; el primer "bloque" de este proyecto será programado "literalmente" por el pontífice.

La videoconferencia se podrá seguir vía streaming a través de la página web de Scholas: www.scholasoccurrentes.org

 

 

 

19/03/2019-12:51
Antonio Rivero

Padre Antonio Rivero: "Demos frutos de penitencia y conversión"

 

TERCER DOMINGO DE CUARESMA

Ciclo C

Textos: Ex 3, 1-8a.13-15; 1 Co 10, 1-6.10-12: Lc 13, 1-9

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: La higuera de nuestra alma está llamada a dar frutos de penitencia y conversión.

Síntesis del mensaje: Sin duda alguna que todos los males que sufrimos a nivel personal, familiar, social, eclesial, mundial...se deben a nuestros pecados. No es que Dios nos castigue. Pero nuestros pecados no quedan impunes. Pagamos las consecuencias de nuestros extravíos. Por eso, urge dar frutos de conversión. Sólo si nos arrepentimos, obtendremos la misericordia de Dios (evangelio) y Él nos llenará de frutos de santidad. Cuaresma es el tiempo de la experiencia de la misericordia y liberación de Dios (la lectura). Quien crea que está firme, que cuide para no caer (2a lectura).

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, Cristo en esta Cuaresma, y durante nuestra vida toda, nos llama a la conversión y a dar frutos de conversión. Sólo así llegaremos preparados para la Pascua. Somos higueras que Él plantó en el jardín del mundo. Dios nos ha dotado con la capacidad de hacer el bien, de cultivar la justicia y de mantener unas relaciones sanas con los demás y con Dios mismo. Pero como dueño y Señor de esas higueras que somos nosotros, puede exigirnos y pedirnos cuentas. La conversión lleva consigo la renuncia al pecado y al estado de vida incompatible con las enseñanzas de Cristo, y la vuelta sincera a Dios. No bastaría el proponernos cambiar de vida, si no hay dolor por las faltas cometidas. La conversión no es sólo hacer penitencia, en el sentido de realizar unas obras de ayuno o de limosna. La palabra griega para penitencia es "metánoia", que significa cambio de mentalidad. Lo que nos pide Dios en la Cuaresma es un cambio en un nivel bastante más profundo que el de las meras obras exteriores. Una conversión, si es auténtica, "hace daño", porque significa meter el "dedo en la llaga" y corregir las raíces de nuestros males. Si hay que "operar, tenemos que estar dispuesto a coger el bisturí y a cortar lo que sea necesario, y no conformarnos con aplicar una pomada suave que no llega a las raíces de nuestro mal. Y lo que tenemos que cortar sin contemplaciones son las causas de nuestros pecados que ofenden a Dios y a nuestros hermanos.

En segundo lugar, Cristo espera frutos concretos de conversión de nuestra higuera (evangelio). Pablo en la segunda lectura a los cristianos de Corinto les echó en cara que algunos de los israelitas que hicieron el camino con Moisés por el desierto no agradaron a Dios, ni fueron fieles a la Alianza, dejándose llevar de las tentaciones de los pueblos vecinos. Se buscaron otros dioses permisivos. Por eso no entraron en la tierra prometida. Para Pablo eso debería servirnos de escarmiento a nosotros. No basta con pertenecer al pueblo de Dios, o con decir unas oraciones o llevar unas medallas o ir de peregrinación a un Santuario. Algo tiene que cambiar en nuestra vida para que nuestra higuera personal dé los frutos que Dios espera. Tenemos que ser sinceros y entrar en nuestra huerta interior y matar todo bicho o plaga que está destruyendo nuestra higuera: egoísmo, indiferencias, protestas, rebeldías interiores, maltrato al prójimo, infidelidad matrimonial o sacerdotal, mentiras y estafas. Si hay que fumigar con abono eficaz la huerta, ¿a qué esperamos? Si hay que regarla con la oración, ¿por qué le damos largas? Si hay que podar, tomemos las tijeras y cortemos sin contemplaciones. La paciencia de Dios puede tener un límite: "Corta esa higuera".

Finalmente, ¡cuántos siglos viene Dios pidiendo frutos! Pensemos en aquella Europa cristiana [1], que recibió la primera semilla de la fe por boca de los apóstoles mismos, regada con la sangre de innumerables mártires, protegida por santos pastores, civilizada por multitud de monjes, enriquecida con toda clase de dones. Beneficiaria, ella también, de un amor de gran predilección por parte del Señor. ¿Y qué encuentra ese Dueño? Algunos frutos buenos, ¡bendito sea Dios! Pero cuánto fruto malo: ateísmo, agnosticismo, indiferentismo, relativismo, caída de la fe y cierre de iglesias y monasterios, avance de otras religiones fanáticas y blasfemas, como dijo el Papa Francisco, que en nombre de Dios perpetran atentados inhumanos. ¿Dónde están las virtudes cristianas que hicieron posible la edificación de las magníficas catedrales, la creación de las escuelas y universidades, la construcción de una sociedad que tenía por ley el Evangelio, los tesoros del arte, las obras maestras de la literatura cristiana, el gobierno de príncipes santos: san Fernando III de Castilla, santa Margarita de Escocia, san Vladimiro de Kiev, san Luis IX de Francia, san Matilde de Ringelheim, y tantos otros? Oremos por aquellos cristianos fieles que en la vieja Europa, madre de nuestra cultura y de nuestra fe, siguen combatiendo el buen combate, y pidamos con ellos al dueño del campo que le dé a aquella bendita tierra "un año más", y la gracia de que sus corazones se abran a la penitencia que da frutos de vida eterna.

Para reflexionar: Nuestro Señor Jesucristo es un Rey misericordioso que perdonará a quienes confiesen humildemente sus pecados; no perdonará a quienes se rehúsen a echarse a sus manos bondadosas. ¡Abramos nuestras almas al regalo de su misericordia! Sólo así podremos dar frutos de conversión, de santidad y de vida eterna. Miremos nuestro corazón, ¿qué frutos estamos dando a nivel personal, a nivel familiar, a nivel laboral, a nivel parroquial?

Para rezar: Señor y Dios nuestro, tenme paciencia, pues quiero dar fruto abundante para mayor gloria tuya. No me maldigas, como maldijiste aquella higuera en la que sólo encontraste hojas (cf. Mt 21, 19). No quiero que me quites tu Reino, para entregarlo a un pueblo que produzca los frutos que esperas (cf. Mt 21, 43). Que tome conciencia, Señor, que tu Padre Dios será glorificado cuando dé mucho fruto y muestre así que soy tu discípulo (cf. Jn 15, 8).

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

[1] Idea tomada del padre Alfredo Saénz en su libro "Palabra y vida", Gladius 1994.

 

 

 

19/03/2019-10:33
Isabel Orellana Vilches

Santa María Josefa del Corazón de Jesús, 20 de marzo

«Enfermos y necesitados: horizonte de una vida clavada en Cristo forjada de amor y de sacrificios. Fue el santo y seña de esta religiosa española, fundadora de las Hermanas Siervas de Jesús»

María Josefa Sancho de Guerra dedicó su vida entera a cuidar a los enfermos y a asistir a los pobres, inclinación característica de su infancia junto a la devoción por la Eucaristía y por la Virgen María. Como es propio de los santos, la clave de su acción fue el amor a Cristo, a quien veía en su prójimo. Desde esta cátedra inigualable de la caridad dispensó a cada uno el trato preciso. Supo acoger y comprender a todos en sus limitaciones sin exclusión. Porque solo Él, «Varón de dolores», puede mostrar cómo ha de procederse cuando más descarnada se muestra la fragilidad del ser humano que yace atrapado por la enfermedad, y tal vez estremecido por la angustia ante la muerte.

En un momento dado, esta fundadora advirtió a sus hijas: «La asistencia no consiste solo en dar las medicinas y los alimentos al enfermo; hay otra clase de asistencia, y es la del corazón, procurando acomodarse a la persona que sufre».

Natural de Vitoria, España, nació el 7 de septiembre de 1842. Perdió a su padre cuando tenía 6 años. Era la mayor de tres hermanas. A los 15 años se trasladó a Madrid con objeto de completar la educación que venía recibiendo. Y a los 18, teniendo clara vocación, no dudó de que su futuro debía transcurrir al abrigo de un claustro, algo que realmente le atraía. Años más tarde, mirando atrás retrospectivamente, diría: «Nací con la vocación religiosa».

El convento de las concepcionistas de Aranjuez fue el lugar en el que pensó ingresar en 1860. Entonces contrajo el tifus y se frustraron sus sueños de convertirse en contemplativa. El trasfondo de la enfermedad, más allá del ámbito físico, era netamente espiritual. Ella, como le ha sucedido a tantos otros, tenía trazada de antemano una misión para la que había sido elegida por Dios. Y la inoportuna lesión no hacía más que señalarle otro camino. Naturalmente, desconocía este extremo, aunque pronto se le iba a desvelar. Urgida por religioso empeño, acudió al instituto de las Siervas de María. A punto de profesar, se presentaron las dudas. Tenía 22 años cuando surgió el recelo: ¿debía comprometerse con una Orden de vida activa?

Abrió su corazón sucesivamente a la maestra de novicias santa Soledad Torres Acosta, y a san Antonio María Claret. Ambos la ayudaron a dilucidar su camino, juzgando que hasta entonces había errado en el que debía materializar su vocación. Llevada de la mano del santo, después de haberlo meditado durante tres días ofreciendo la Eucaristía al Espíritu Santo por indicación suya, no necesitó más. Comprendió que, efectivamente, tal como este fundador le había advertido, estaba llamada a poner en marcha otra Obra. Aunque los temores volvieron a asaltarla en otros momentos, con la venia del cardenal arzobispo de Toledo, que la alentó, en 1871 dejó a las Siervas de María y se dispuso a fundar en Bilbao el Instituto de las Hermanas Siervas de Jesús dedicado a la asistencia de los enfermos.

Espiritualmente, el viaje, cuyo destino primero había sido Barcelona, constituyó para ella una dura prueba. Echando mano de la confianza en medio de la oscuridad que se cernió sobre su espíritu, junto al consuelo de las cuatro religiosas que le acompañaban, consiguió proseguir adelante y fortalecerse para nuevas dificultades. Tuvo que vencer suspicacias desde el primer momento hasta de personas que después iban a serle de gran ayuda, como le sucedió inicialmente con el bondadoso sacerdote Mariano José de Ibargoingotia. Las vocaciones florecían. Y el Instituto, que instituyó no sin ciertas penalidades y sacrificios, se fue extendiendo dentro y fuera de España. Recibió aprobación diocesana en 1874 y obtuvo la pontificia en 1886.

Al profesar María Josefa tomó el nombre de sor Corazón de Jesús. Fue superiora de la congregación de forma ininterrumpida durante cuarenta y dos años, poniendo de relieve la autenticidad de sus palabras: «Mi vida está en Dios y es para Dios». En esas décadas tuvo que lidiar con las guerras carlistas y diversos asedios sufridos por la ciudad de Bilbao.

Después de intrincados viajes para visitar las diversas comunidades, un grave problema cardíaco, que luego se complicó con una lesión pulmonar, en 1911 la dejó completamente mermada. Solo podía permanecer acostada o sentada en una butaca. Así fue siguiendo el devenir de las fundaciones, atrapada físicamente, pero lúcida y capaz de escribir a sus hijas numerosas cartas.

En ellas plasmó su rica espiritualidad concretada en su gran amor a la Eucaristía y al Sagrado Corazón, la vocación a abrazarse a la cruz participando en el dolor Redentor de Cristo, y la plena dedicación al servicio de los enfermos encarnada en un espíritu contemplativo. Hizo notar: «La caridad y el amor mutuo, forman aún en esta vida el cielo de las comunidades. Sin cruz no hemos de estar, dondequiera que vayamos, la vida religiosa es vida de sacrificio y de abnegación. El fundamento de la mayor perfección es la caridad fraterna».

Encomendaba a sus hijas: «Sean compasivas con los enfermos, en el lecho del dolor, todos son igualmente necesitados».AI final, postrada, como se hallaban tantos en los que pensó al poner en marcha la fundación y a los que había dedicado su vida, al sentir el afecto y delicadeza de sus hermanas pedía que no le dispensaran un trato deferente: «Dejadme morir como una pobre religiosa... Tratadme como a los pobres, quiero morir como he vivido...».

Falleció en Bilbao el 20 de marzo de 1912 diciendo: «Ya está todo». El carisma que había amasado sobre el «amor y sacrificio» era una espléndida realidad. Dejaba 42 casas abiertas y más de un millar de religiosas. Juan Pablo II la beatificó el 27 de septiembre de 1992. Él mismo la canonizó el 1 de octubre del año 2000.