Servicio diario - 22 de abril de 2019


 

Papa Francisco: Jesús resucitado "se manifiesta a los que lo invocan y lo aman"
Rosa Die Alcolea

Regina Coeli: Francisco reitera su "cercanía espiritual y paternal" al pueblo de Sri Lanka
Rosa Die Alcolea

Panamá: Los obispos ofrecen criterios para emitir un voto "responsable, libre y consciente"
Larissa I López

Argentina: Nombramiento del Obispo Auxiliar de San Juan de Cuyo
Larissa I López

Beata María Gabriela Sagheddu, 23 de abril
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

22/04/2019-12:01
Rosa Die Alcolea

Papa Francisco: Jesús resucitado "se manifiesta a los que lo invocan y lo aman"

(ZENIT — 22 abril 2019).- "Jesús resucitado camina junto a nosotros", ha anunciado el Papa en el rezo del Regina Coeli esta mañana. "Él se manifiesta a los que lo invocan y lo aman. En primer lugar, en la oración. Pero también en las alegrías sencillas vividas con fe y gratitud".

El Regina Coeli sustituye el rezo del Angelus durante el tiempo pascual. De este modo, el Papa Francisco ha rezado en este "Lunes del Ángel", 22 de abril de 2019, la oración mariana Regina Coeli a las 12 horas, desde una de las ventanas del Palacio Apostólico Vaticano, junto a los fieles congregados en la plaza de San Pedro.

Repetimos "Cristo, mi esperanza, ha resucitado", ha invitado el Santo Padre. "En Él, nosotros también hemos resucitado, pasando de la muerte a la vida, de la esclavitud del pecado a la libertad del amor". Y ha exhortado a "dejarnos alcanzar", pues, por el "mensaje consolador de la Pascua y dejémonos envolver por su luz gloriosa, que disipa las tinieblas del miedo y de la tristeza".
"Pidamos a la Virgen María poder tomar a manos llenas la paz y la serenidad, dones del resucitado, para compartirlos con los hermanos, especialmente con quien tiene más necesidad de consuelo y de esperanza", ha concluido el Pontífice.

 

Reina del cielo

Regina Coeli es el nombre de una oración mariana y cristológica de la Iglesia católica en honor de la Virgen. Son las palabras latinas con que abre el himno pascual a la Santísima Virgen María que traducidas al español son "Reina del cielo".

Es una composición litúrgica a manera de felicitación a María por la resurrección de su Hijo Jesucristo. Se reza durante la Pascua hasta el domingo de Pentecostés.

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Palabras del Papa antes del Regina Coeli

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy y a lo largo de toda esta semana se prolonga la alegría pascual de la Resurrección de Jesús, cuyo acontecimiento maravilloso conmemoramos ayer. Durante la vigilia pascual resonaron las palabras que pronunciaron los ángeles junto a la tumba vacía de Cristo, a las mujeres que habían ido al sepulcro, al amanecer del primer día después del sábado, les dijeron: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado". (Lc 24, 5-6). La Resurrección de Cristo constituye el acontecimiento más sorprendente de la historia humana, que atestigua la victoria del amor de Dios sobre el pecado y sobre la muerte, y da a nuestra esperanza de vida un fundamento tan sólido como la roca, lo que humanamente era impensable ha sucedido. A Jesús de Nazaret (...) Dios lo ha resucitado liberándolo de los dolores de la muerte". (At 2, 22.24).

En este Lunes "del Ángel", la liturgia con el Evangelio de Mateo (cfr 28, 8-15) nos remite al sepulcro vacío de Jesús. Nos hará bien ir con el pensamiento al sepulcro vacío de Jesús. Las mujeres, llenas de temor y de alegría, están yendo deprisa a llevar la noticia a los discípulos porque el sepulcro estaba vacío y en ese momento, Jesús se presenta ante ellas. Ellas "se le acercaron, le abrazaron sus pies y le adoraron" (v. 9). No era una fantasma, lo tocaron. Jesús está vivo. Era Él, con la carne. Jesús expulsa de sus corazones el miedo y las anima aun más a anunciar a los hermanos lo que ha sucedido. Todos los evangelios resaltan el papel de las mujeres. María Magdalena y las demás como primeras testigos de la Resurrección. Los hombres asustados estaban encerrados en el cenáculo. Pedro y Juan advertidos por María Magdalena hacen solo una rápida salida, en la que constatan que la tumba está abierta y vacía, pero fueron las mujeres las primeras que se encuentran con el resucitado y las que llevan el anuncio de que Él está vivo.

Hoy, queridos hermanos y hermanas, también resuenan para nosotros las palabras de Jesús dirigidas a las mujeres. "No tengan miedo, vayan a anunciar..." (v. 10). Después de los ritos del Triduo Pascual, que nos han hecho revivir el misterio de la muerte y de la Resurrección de nuestro Señor, ahora con los ojos de la fe, lo contemplamos resucitado y vivo. También nosotros estamos llamados a encontrarlo personalmente y a convertirnos en sus anunciadores y testigos.

Con la antigua secuencia litúrgica pascual repetimos "Cristo, mi esperanza, ha resucitado". Y en Él, nosotros también hemos resucitado, pasando de la muerte a la vida, de la esclavitud del pecado a la libertad del amor. Dejémonos alcanzar, pues, por el mensaje consolador de la Pascua y dejémonos envolver por su luz gloriosa, que disipa las tinieblas del miedo y de la tristeza. Jesús resucitado camina junto a nosotros. Él se manifiesta a los que lo invocan y lo aman. En primer lugar, en la oración. Pero también en las alegrías sencillas vividas con fe y gratitud. También podemos sentirlo presente compartiendo momentos de cordialidad, de acogida, de amistad, y de contemplación de la naturaleza. Que este día de fiesta en el que se acostumbra a disfrutar de un poco de ocio y de gratuidad, nos ayude a experimentar la presencia de Jesús.

Pidamos a la Virgen María poder tomar a manos llenas la paz y la serenidad, dones del resucitado, para compartirlos con los hermanos, especialmente con quien tiene más necesidad de consuelo y de esperanza.

 

Oración del Regina Caeli (español/castellano)

V/. Reina del Cielo, alégrate; aleluya.

R/. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.

V/. Resucitó según dijo; aleluya.

R/. Ruega por nosotros a Dios; aleluya;

V/. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.

R/. Porque resucitó en verdad el Señor; aleluya.

 

Oración:

¡Oh, Dios!, que te dignaste alegrar al mundo por la Resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo: concédenos, te rogamos, que por la mediación de la Virgen María, su Madre, alcancemos los gozos de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor.

Amén.

 

 

 

22/04/2019-16:26
Rosa Die Alcolea

Regina Coeli: Francisco reitera su "cercanía espiritual y paternal" al pueblo de Sri Lanka

(ZENIT — 22 abril 2019).- Después de rezar la oración mariana del Regina Coeli, este Lunes de Pascua, 22 de abril de 2019, el Papa ha expresado de nuevo su "cercanía espiritual y paternal" al pueblo de Sri Lanka, tras las siete explosiones ocurridas ayer, 21 de abril de 2019, en tres iglesias y hoteles de Colón, dejando cerca de 290 fallecidos y más de 500 heridos, según los medios internacionales.

"Estoy muy cercano a mi querido hermano el Cardenal Malcolm Ranjith Patabendige Don, y a toda la Iglesia de Colón", ha asegurado Francisco. "Rezo por las numerosas víctimas y heridos. Y pido a todos que no duden en pedir toda la ayuda necesaria. Deseo asimismo que todos condenen estos actos terroristas inhumanos, jamás justificables".

El Pontífice ya condenó estos actos terroristas el Domingo de Resurrección, confiando al Señor las numerosas víctimas y exhortando a los fieles a rezar por la masacre, al pronunciar el mensaje de Pascua e impartir la bendición `Urbi et Orbi' desde el balcón central de la Basílica del Vaticano.

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Palabras después del Regina Coeli

Queridos hermanos y hermanas:

Quisiera expresar nuevamente mi cercanía espiritual y paternal al pueblo de Sri Lanka. Estoy muy cercano a mi querido hermano el Cardenal Malcolm Ranjith Patabendige Don, y a toda la Iglesia de Colón. Rezo por las numerosas víctimas y heridos. Y pido a todos que no duden en pedir toda la ayuda necesaria. Deseo asimismo que todos condenen estos actos terroristas inhumanos, jamás justificables.

Pidamos a la Virgen María.

(Rezo del Ave María)

En el clima pascual que caracteriza esta jornada, saludo con afecto a todos ustedes. Familias, grupos parroquiales, asociaciones y peregrinos procedentes de Italia y de diversas partes del mundo.

A cada uno de ustedes les deseo que transcurran con fe estos días de la Octava de Pascua en que prolonga la memoria de la Resurrección de Cristo. Aprovechen toda buena ocasión para ser testigos de la alegría y de la paz del Señor Resucitado.

Buena Pascua y por favor no se olviden de rezar por mí. Que tengan un buen almuerzo y hasta la vista.

 

 

 

22/04/2019-16:13
Larissa 1. López

Panamá: Los obispos ofrecen criterios para emitir un voto "responsable, libre y consciente"

(ZENIT- 22 abril 2019).- Ante las próximas elecciones presidenciales del 5 de mayo de 2019, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Panameña propone a los católicos una serie de criterios de orientación para emitir un voto "responsable, libre y consciente".

El pasado 19 de abril de 2019, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Panameña, redactó un mensaje de Pascua titulado "Resucitar Panamá" en el que se recogen seis criterios para enfrentarse a las inminentes elecciones. Tal y como señalan en el mismo, durante la Pascua de este año la comunidad panameña está inmersa en pleno periodo electoral "lo que es un signo esperanzador porque nos invita de manera especial a los panameños a hacer visible nuestro compromiso cristiano de renovar nuestro Istmo, a través de un primer paso, como es la de elegir consciente y responsablemente a las nuevas autoridades que dirigirán a nuestro país".

 

Las 6 propuestas de "Resucitar Panamá"

A continuación se exponen las 6 propuestas concretas incluidas en el mensaje de Pascua "Resucitar Panamá":

1. Seamos parte del proceso electoral. El voto es un derecho inalienable y un deber Nadie debería privarse de votar. Todos los ciudadanos deben involucrarse en la política con la participación en el debate democrático y analizar con seriedad y responsabilidad, las propuestas electorales.

2. Reforcemos el comportamiento ético. Es inmoral e ilegal comprar y vender votos: como votar por regalías. Podemos acabar con la corrupción, si rechazamos estas prácticas.

3. Demandemos campañas transparentes y de propuestas. El país necesita respeto, diálogo y creatividad política, con propuestas basadas en el bien común y en el respeto a la dignidad de persona. Hay que respetar la opción electoral, evitando toda polarización entre los ciudadanos.

4. Examinemos la trayectoria y propuestas de los candidatos. Considerar su capacidad de ejecución de su plan político y en poner en marcha soluciones de fondo a los graves problemas del país. Determinar su compromiso en sacar la miseria material y espiritual a tantas mujeres, hombres, niños, adultos y ancianos en nuestro país, dándole oportunidades y no regalías o migajas. No dejarnos llevar simplemente por propuestas populistas, por simpatías y antipatías o por intereses particulares.

5. Elijamos a quienes les duela la realidad de los panameños. Panamá necesita ser gobernada por personas íntegras, honestas, dignas, competentes, capaces de vencer la corrupción y la violencia, que se preocupen por la salvaguarda de la casa común, decididos a afrontar la injusticia, desempleo y falta de oportunidades; y a trabajar por los excluidos y marginados.

6. Aseguremos la institucionalidad del país. Debemos afrontar, con claridad y determinación, la colonización ideológica de opciones políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano. Siguiendo la enseñanza de la Iglesia, apoyemos con nuestro voto a quienes defiendan la dignidad de la persona, la vida en todas sus etapas; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; el derecho primario de los padres en la educación de sus hijos; la libertad religiosa; y las instituciones democráticas.

 

La Iglesia Madre y Maestra

Al final del mensaje, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Panameña, recuerda que a Iglesia Católica no posee ni apoya a un partido político ni a ninguno de los candidatos. Dichas orientaciones nacen de su misión de "Madre y Maestra, que tiene el compromiso moral de orientar a sus hijos e hijas", indica el texto.

 

Campaña "Por un voto responsable"

El pasado 1 de marzo, la Conferencia Episcopal Panameña publicó un comunicado al término de la asamblea plenaria ordinaria, celebrada del 25 de febrero al 1 de marzo de 2019, en el que se exponían las conclusiones de dicho espacio de encuentro y reflexión.

Entre ellas, se encontraba la de lanzar una campaña de sensibilización ciudadana para el voto en las próximas elecciones.

Bajo el título "Por un voto responsable y consciente", esta tarea busca ofrecer a los ciudadanos aquellos elementos necesarios para que puedan ejercer su voto "motivado en elegir a quienes realmente tienen un legado de compromiso por la dignidad de la persona y el bien común", tal como lo indican los obispos en dicho comunicado.

En la puesta en marcha de "Por un voto responsable y consciente" han participado La Comisión de Justicia y Paz, junto con el equipo del Consejo de Medios de Comunicación y la Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Panameña.

 

 

 

22/04/2019-11:30
Larissa 1. López

Argentina: Nombramiento del Obispo Auxiliar de San Juan de Cuyo

(ZENIT- 22 abril 2019).- Hoy, 22 de abril de 2019, el Papa Francisco ha nombrado Obispo Auxiliar de San Juan de Cuyo (Argentina) al Reverendo Padre Carlos María Domínguez, de la Orden de los Agustinos Recoletos, Prior Provincial de Santo Tomás de Villanueva, asignándole la sede titular de Vita.

El Padre Carlos María Domínguez, nació en 1965 en San Martin y se ordenó sacerdote el 13 de marzo de 1993, dentro de la Orden de los Agustinos Recoletos. Obtuvo la licenciatura en teología pastoral en la Pontificia Universidad Católica de Argentina.

Después de terminar su formación inicial en el seminario de San Ezequiel, en San Martín (Buenos Aires, Argentina) fue destinado al Colegio San José de Villa Maipú, donde ejerció como Director de la Escuela técnica. Posteriormente vivió su experiencia como diácono en el Seminario San Ezequiel, con el cargo de Vicario Parroquial. Desde 1995 hasta 2003 desarrolló una intensa labor como Promotor Vocacional en Santa Fe (Argentina). En 2003 fue nombrado prior de la comunidad del Seminario San Ezequiel y en 2006 fue designado Vicario Provincial de Argentina, cargo que desempeñó hasta 2012.

En 2012 fue elegido Vicario de la Provincia y nombrado Presidente del Secretariado de Pastoral Juvenil y Vocacional, trasladándose a la comunidad de Guadalajara, en España. Desde el año 2015 es Prior Provincial de la Provincia de Santo Tomas de Villanueva, presente en España, Brasil, Argentina, Venezuela y Perú.

 

Archidiócesis de San Juan de Cuyo

La Arquidiócesis de San Juan de Cuyo fue fundada el 19 de septiembre de 1834. Comprende los límites geográficos de la Provincia de San Juan, contando con una superficie de 89.651 km cuadrados y 620.000 habitantes. Su catedral es la de San Juan Bautista, patrón de la archidiócesis.

La Arquidiócesis de San Juan pertenece a la Región Pastoral de Cuyo, junto con la Arquidiócesis de Mendoza y las Diócesis de San Rafael, La Rioja y San Luis. Su arzobispo actual es Mons. Jorge E. Lozano, que tomó posesión el 17 de junio de 2017.

 

 

 

22/04/2019-07:33
Isabel Orellana Vilches

Beata María Gabriela Sagheddu, 23 de abril

«Ofreció su vida por la unidad de los cristianos. Esta religiosa trapense falleció a los 25 años, consumando su afán victimal que, según recordó, no se halla en la consecución de grandes obras, sino en la ofrenda total del propio yo»

Nació en Dorgali, una localidad de la isla italiana de Cerdeña, el 17 de marzo de 1914. Su padre trabajaba en el pastoreo al servicio de otra persona. Fue la quinta de ocho hermanos. Era una joven idealista y activa que no se detenía ante nada cuando estaba convencida de la grandeza de algo. Y aunque en su infancia y adolescencia dio muestras de terquedad, siempre terminaba imponiéndose su bondad. Así reflejaron su carácter quienes la conocieron: «Obedecía refunfuñando, pero era dócil»; «decía que no y, sin embargo, iba inmediatamente». En esta época en la que rondaba los 6 años de vida había perdido a su hermano mayor y a su padre, todo lo cual influía en el hogar. Y puede que, aún siendo tan niña, se reforzaran los rasgos de una personalidad como la suya tendente a la rebeldía y al autoritarismo. Entre sus aficiones destacaba la lectura y el juego de las cartas.

Dio un giro radical a su comportamiento cuando tenía 18 años, tras fallecer una hermana tres años menor. Hay quienes ante una tragedia de esta naturaleza se enfrentan a Dios o pierden su fe. A otros le sirve para reconciliarse con Él. En ninguno de estos dos polos extremos frente al dolor —hay otras respuestas— se hallaba la beata. Su caso, bastante común, era el de quien sigue la vida con una cierta rutina hasta que es golpeado por un hecho dramático. Pero al sufrir esta pérdida se comprometió con la Acción Católica, se hizo catequista y comenzó a acudir a misa recibiendo la comunión diariamente. Consciente de la muralla que suponían sus debilidades para el progreso espiritual, se afanó en corregirlas. En lo que se propuso: estudios, apostolado, oración..., alcanzó altas cotas porque no escatimó esfuerzo, ni sacrificios. Hubo pretendientes que se hubieran casado con ella, pero en dos ocasiones rechazó las propuestas de matrimonio. A los 20 años eligió el cister de Grottaferrata, vía sugerida por su confesor, para entregar su vida a Cristo por completo. Conmovida por la misericordia divina que le había trazado ese camino, exclamaba: «¡qué bueno es el Señor!». La gratitud fue una de las virtudes que la adornaron.

Ingresó en la Trapa en septiembre de 1935. Confiada a la voluntad de Dios, vivía desasida de sí misma, sabiéndose guiada por Él. Condensaba este sentimiento haciendo notar: «ahora actúa Tú». Es lo que brotó de lo más íntimo de su ser cuando le sobrevino la idea de que podría quedar fuera del noviciado. Era servicial, dócil, noble. No le costaba aceptar sus defectos y pedía perdón sin ampararse en justificación alguna. Solía rezar el rosario que llevaba enlazado entre sus dedos en muchos instantes del día. Discreta y abnegada, buscaba el ejercicio de labores ingratas con sumo gozo. A veces le asaltaba un sentimiento de incapacidad, pero la obediencia le ayudaba a progresar en la virtud y a no dejarse llevar por el desánimo. «Estoy en el coro, porque la reverenda madre lo ha querido así. Cantar sé bien poco, mas desafinar, mucho. Por esto habría querido retirarme del oficio, pero la reverenda madre no ha querido, diciendo que poco a poco aprenderé». En un momento dado manifestó: «Ahora he entendido verdaderamente que la gloria de Dios y el ser víctima no consiste en hacer grandes cosas sino en el sacrificio total del propio yo».

Deslumbrada por la elección divina de la que había sido objeto, confesaba por carta a sus allegados: «Él, mi Jesús, habría podido elegir tantas otras almas más amantes, más puras, inocentes, más dignas. Pero no, Él ha querido elegirme a mí, si bien yo soy indigna...». «Podéis imaginar mi alegría... Rezad siempre para que sea fiel a mis obligaciones y a mi regla, haciendo siempre la voluntad de Dios, sin ofenderle nunca y así vivir feliz para toda la vida en su casa». Sabía que la obediencia es llave de libertad: «Es una gran gracia vivir en el monasterio, donde todas las acciones, aún las más viles, cuando son por obediencia, aportan un gran mérito».

Poco a poco fue conquistando el anonadamiento sintetizado en esta sencilla y profunda confesión: «Mi vida no vale nada; puedo ofrecerla tranquilamente». En ese tiempo, el abad padre Couturier impulsaba un movimiento ecuménico, y encomendó a la abadesa María Pía Gullini celebrar ocho días de oración por la unidad de los cristianos. Cuando María Gabriela emitió los votos, los ofreció por la misma intención, al igual que hizo el 25 de enero de 1938, tres meses después de haber profesado, justo en la semana dedicada al octavario. Yendo más lejos, ofreció su propia vida: «Siento que el Señor me lo pide —confió a la madre Gullini— me siento impulsada incluso cuando no quiero pensar en ello». La abadesa no se manifestó en ese momento. Le sugirió que hablase con el capellán. Lo que él dijera sería lo que Dios quería para ella. La respuesta del sacerdote fue afirmativa, y Dios tomó la palabra a la beata. Después de haberse entregado en holocausto, repentinamente se sintió débil y agotada, y se le diagnosticó tuberculosis. El director supo por ella la metamorfosis que se operó en su organismo casi instantáneamente: «desde el día de mi ofrecimiento, no he pasado un sólo día sin sufrir. Soy feliz por poder ofrecer algo por amor de Jesús». María Gabriela solo tenía este sentimiento: «la voluntad de Dios, su gloria».

Hospitalizada, le dijo a la madre abadesa: «El Señor me tiene sobre la cruz y yo no tengo más consolación que la de saber que sufro por cumplir la voluntad divina con espíritu de obediencia». Durante quince meses soportó heroicamente sus padecimientos hasta que el 23 de abril de 1939 falleció en Grottaferrata. Tenía 25 años, y había permanecido en la vida monástica tres años y medio. Su oblación llegó a oídos de una comunidad anglicana que manifestó: «Una caridad como la suya destruye todos los perjuicios que muchos anglicanos tienen contra Roma. Si todos sintiesen su caridad, el muro de la separación dejaría de existir». Juan Pablo II la beatificó el 25 de enero de 1983, último día del octavario de oración por la unidad de los cristianos.