Servicio diario - 03 de mayo de 2019


 

Viaje a Bulgaria: “Signo de la fe, de la unidad y de la paz”
Larissa I. López

Venezuela: Los obispos piden “respeto y garantía de los Derechos Humanos”
Larissa I. López

Argentina: Encuentro del Papa con los obispos en visita ‘Ad Limina’
Larissa I. López

Calendario de celebraciones del Papa en mayo, junio y julio
Larissa I. López

“No nos dejes caer en la tentación”- Catequesis del Papa Francisco
Redacción

Audiencia con los participantes en el encuentro sobre minería
Larissa I. López

Papa Francisco: La economía sirve al bien común
Larissa I. López

Beato Juan Martín Moyë, 4 de mayo
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

03/05/2019-11:50
Larissa 1. López

Viaje a Bulgaria: "Signo de la fe, de la unidad y de la paz"

(ZENIT — 3 mayo 2019).- El Papa ha afirmado en un video mensaje que su viaje a Bulgaria será "una peregrinación en el signo de la fe, de la unidad y de la paz".

Con motivo de su inminente viaje apostólico a Bulgaria, del 5 al 7 de mayo, el Santo Padre ha difundido hoy un mensaje de saludo y agradecimiento al pueblo búlgaro.

 

Siembra fecunda

Francisco ha recordado que, efectivamente, Bulgaria es una tierra de testigos de la fe desde que los santos Cirilo y Metodio difundieran el Evangelio "una siembra fecunda que ha dado frutos abundantes incluso en los períodos difíciles del siglo pasado". Esto último, dice el Papa, lo repetía Juan Pablo II, que trabajó para que Europa "redescubriera la fuerza liberadora de Cristo; y también para que pudiera volver a respirar con sus dos pulmones".

 

Encuentro con la Iglesia Ortodoxa

El Papa ha comentado en el video que se reunirá con su San Santidad el Patriarca y el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Búlgara. "Juntos manifestaremos la voluntad de seguir al Señor Jesús en el camino de la comunión fraterna entre todos los cristianos".

 

"Pacem in terris"

El Pontífice ha resaltado también que en esta peregrinación rememorará al Papa Juan )0011, que ejerció como Delegado apostólico en Sofía durante casi diez años. Este Papa santo, ". Fue un hombre de fe, de comunión y de paz", motivo por el que el Papa ha escogido como lema del viaje apostólico el título de su Encíclica: "Pacem in terris — Mir na zemyata".

Al final del vídeo, el Obispo de Roma pide que le acompañen en el viaje con oraciones y ha dado las gracias. También ha pedido a Dios que conceda "paz y prosperidad" a Bulgaria.

 

 

 

03/05/2019-17:50
Larissa 1. López

Venezuela: Los obispos piden "respeto y garantía de los Derechos Humanos"

(ZENIT — 3 mayo 2019).- La Conferencia Episcopal Venezolana, a través de su Comisión de Justicia y Paz, publicó ayer, 2 de mayo de 2019 un nuevo comunicado. En él, los prelados manifiestan su preocupación ante los hechos sucedidos en las manifestaciones acontecidas en el país a partir del 30 de abril y hasta el 2 de mayo de 2019, en el marco de la "operación libertad" iniciada por Juan Guaidó.

 

Víctimas

Los altercados, provocados por la violencia contra los manifestantes ejercida por los efectivos de seguridad del gobierno de Maduro, se han saldado con la muerte de 4 personas, 240 detenidos y más de 300 heridos, según el informe de la organización Foro Penal de Venezuela.

 

Ataques contra la prensa y la Iglesia

En dicho mensaje, los obispos rechazan las "las agresiones a la libertad de prensa" después de que doce trabajadores fueran "víctimas de distintos tipos de violencia", una emisora fuera robada y tres medios interrumpieran su emisión.

Igualmente, el comunicado condena el ataque violento a la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en San Cristóbal.

El episcopado señala en el texto que las actuaciones criminales sobrevenidas en las manifestaciones "son contrarias a las obligaciones de respeto y garantía de los Derechos Humanos contemplados en la Constitución Venezolana y son violatorias de los tratados internacionales en la materia suscritos por la República".

 

Demandas de la comisión

En consecuencia, la Comisión de Justicia, exige "tanto a los superiores de la Guardia Nacional, SEBIN, PNB, a los efectivos de estos cuerpos de seguridad y a los llamados colectivos, el debido respeto y garantía de los Derechos Humanos, el cese inaplazable del uso criminal de la fuerza letal para el control de las manifestaciones y la inmediata liberación de los detenidos arbitrariamente".

También solicita que la Asamblea Nacional "determine las responsabilidades de estos hechos a fin de que sean tramitadas ante las instancias correspondientes" y recuerda que "el derecho a la vida y a la integridad personal, el derecho a manifestar, al debido proceso y a la libre expresión del pensamiento, son inviolables" y que el quebrantamiento de los mismos puede conllevar delitos imprescriptibles y no justificables por la obediencia debida.

Finalmente, en el comunicado, firmado por Monseñor Roberto Lückert León -Presidente de la Comisión Episcopal de Justicia y Paz- y por el sacerdote Saúl Ron Braasch-Presidente Vicario General-, exhorta a la oración por "el restablecimiento de la concordia y la fraternidad, por el descanso eterno de los fallecidos, y el consuelo de los familiares de las víctimas".

 

 

 

03/05/2019-10:19
Larissa 1. López

Argentina: Encuentro del Papa con los obispos en visita 'Ad Limina'

(ZENIT — 3 mayo 2019).- Ayer, 2 de mayo de 2019, 31 obispos de la Conferencia Episcopal Argentina, que se encuentran desde el 29 de abril en Roma realizando la visita Ad Limina Apostolorum, fueron recibidos por el Papa Francisco en el Palacio Apostólico.

Se trata del primer grupo de obispos argentinos -pertenecientes de las regiones NEA (Nordeste Argentino), Platense y Litoral -de los tres que peregrinarán en este mes de mayo para la visita Ad Limina. Durante la misma, los prelados rezan ante las tumbas de Pedro y Pablo, informan al Santo Padre sobre el estado de sus diócesis y renuevan su fidelidad al Pontífice.

 

Intercambio, diálogo y fraternidad

Según informa la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en una nota informativa, ayer, después de peregrinar a San Pedro y celebrar Misa en la tumba del apóstol, los obispos se reunieron con el Papa Francisco. El texto, emitido por la Oficina de Prensa de la CEA, indica que el encuentro se produjo "en un clima de intercambio, diálogo y fraternidad".

 

Jóvenes, vocaciones y educación

Efectivamente, los obispos informaron al Santo Padre sobre las distintas realidades pastorales de sus respectivas diócesis y los retos ante los que se encuentran.

El Papa, por su parte, les animó a ser "testigos de la fe", y a acompañar especialmente a los jóvenes argentinos.

Los miembros del episcopado argentino también comentaron con Francisco la realidad sobre las vocaciones sacerdotales y el Papa les habló de la riqueza de sus viajes apostólicos.

Igualmente, los obispos resaltaron la relevancia de la educación en Argentina y el Pontífice los animó a continuar "fortaleciendo la tarea de la Iglesia en este importante aspecto", dice la nota.

 

Renovación del Ministerio

Por último, el episcopado informa que en la reunión con el Papa Francisco, los obispos renovaron adhesión al Ministerio Episcopal, de manera que esta visita los ha confirmado en la fe.

La visita Ad Limina Apostolorum de la Conferencia Episcopal Argentina finaliza el 18 de mayo, se espera que los obispos del segundo grupo viajen a Roma del 5 al 11 de mayo, y los del tercer grupo del 13 al 18 de mayo.

 

 

 

03/05/2019-08:33
Larissa 1. López

Calendario de celebraciones del Papa en mayo, junio y julio

(ZENIT — 3 de mayo 2019).- Ayer, 2 de mayo de 2019, Mons. Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, dio a conocer el calendario de las celebraciones que presidirá el Santo Padre Francisco en los meses de mayo, junio y julio, publicado por la Oficina de Prensa del Vaticano.

 

Viajes apostólicos

En las próximas semanas, el Papa Francisco realizará dos viajes apostólicos, del 5 al 7 de mayo a Bulgaria y Macedonia del Norte y del 31 de mayo al 2 de junio a Rumanía.

 

Mayo

El 12 de mayo, IV Domingo de Pascua, se celebrará en la Basílica de San Pedro a las 9.15, la Santa Misa con las Ordenaciones presbiterales.

 

Junio

En el mes de junio, el sábado 8 a las 18 horas, tendrá lugar la vigilia de Pentecostés en la plaza de San Pedro. Al día siguiente, 9 de junio, Domingo de Pentecostés, se celebrará a las 10.30 horas la Santa Misa en el mismo lugar.

El domingo 16 de junio, Solemnidad de la Santísima Trinidad, tendrá lugar la visita pastoral a las zonas afectadas por el terremoto de las diócesis de Camerino-San Severino Marche.

El sábado 29 de junio es la solemnidad de los santos Pedro y Pablo. En la Basílica de San Pedro a las 9.30 horas se oficiará la Santa Misa y la bendición de los palios de los nuevos arzobispos metropolitanos.

 

Julio

Por último, el lunes 1 de julio, a las 10 horas, se reúne con el Consistorio Ordinario Público para algunas causas de canonización en la Sala del Consistorio.

 

 

 

03/05/2019-17:46
Redacción

"No nos dejes caer en la tentación" - Catequesis del Papa Francisco

(ZENIT — 3 mayo 2019).- En la catequesis del miércoles 1 de mayo de 2019, el Papa Francisco ha señalado que es el maligno el que pone trampas a nuestra libertad a través de la tentación. No obstante, el Señor es un aliado constante para las personas: "Dios vela con nosotros, Dios lucha con nosotros, siempre está cerca de nosotros" porque es nuestro Padre.

Durante la audiencia general, el Santo Padre ha reanudado la catequesis dedicada al Padre Nuestro, centrándose esta vez en la a la penúltima invocación: «No nos dejes caer en la tentación» (Mateo 6, 13).

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Continuamos en la catequesis sobre el Padre Nuestro, llegando ahora a la penúltima invocación: «No nos dejes caer en la tentación» (Mateo 6, 13). Otra versión dice: «No nos abandones a la tentación». El Padre Nuestro comienza de una manera serena: nos hace desear que el gran proyecto de Dios se pueda realizar entre nosotros. Luego mira la vida y nos pregunta qué necesitamos cotidianamente: el «pan de cada día». Luego, la oración se dirige a nuestras relaciones interpersonales, a menudo contaminadas por el egoísmo: pedimos perdón y nos comprometemos a darlo. Pero es con esta penúltima invocación con la que nuestro diálogo con el Padre celestial entra, por así decirlo, en el corazón del drama, es decir, en el terreno de la confrontación entre nuestra libertad y las trampas del maligno.

Como es bien sabido, la expresión griega original contenida en los Evangelios es difícil de representar con exactitud, y todas las traducciones modernas resultan un tanto cojas. Sin embargo, en un elemento podemos converger unánimemente: de cualquier modo en el que se entienda el texto, debemos excluir que es Dios el protagonista de las tentaciones que se ciernen sobre el camino del hombre. Como si Dios estuviese al acecho para poner trampas y escollos sobre sus hijos. Una interpretación de este tipo contrasta sobre todo con el texto mismo, y está lejos de la imagen de Dios que Jesús nos reveló. No olvidemos: el Padre Nuestro comienza con Padre. Y un padre no pone trampas a sus hijos. Los cristianos no tienen nada que ver con un Dios envidioso, en competición con el hombre, o que disfruta poniéndolo a prueba. Esas son las imágenes de muchas deidades paganas. Leemos en la Carta del Apóstol Santiago: «Ninguno, cuando sea probado, diga: “es Dios quien me prueba”; porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie»» (1, 13). Más bien al contrario: el Padre no es el autor del mal, a ningún hijo que pide un pez le da una culebra (cf. Lucas 11, 11), como enseña Jesús, y cuando el mal aparece en la vida del hombre, lucha contra él, a su lado, para que pueda ser liberado. Un Dios que siempre lucha por nosotros, no contra nosotros. ¡Él es el Padre! Es en este sentido en el que rezamos el Padre Nuestro.

Estos dos momentos —la prueba y la tentación—, han estado misteriosamente presentes en la vida del mismo Jesús. En esta experiencia, el Hijo de Dios se hizo completamente hermano nuestro, de una manera que casi roza el escándalo. Y son precisamente estos pasajes del Evangelio los que nos muestran que las invocaciones más difíciles del Padre Nuestro, las que cierran el texto, ya han tenido respuesta: Dios no nos ha dejado solos, sino que en Jesús se manifiesta como el «Dios con nosotros» hasta las consecuencias extremas. Él está con nosotros cuando nos da la vida, está con nosotros durante la vida, está con nosotros en la alegría, está con nosotros en las pruebas, está con nosotros en las tristeza, está con nosotros en las derrotas, cuando pecamos, pero siempre está con nosotros porque es Padre y no puede abandonarnos.

Si estamos tentados a hacer el mal, negando la fraternidad con los demás y deseando un poder absoluto sobre todo y sobre todos, Jesús ya ha luchado contra esta tentación por nosotros: las primeras páginas de los Evangelios lo atestiguan. Inmediatamente después de recibir el bautismo de Juan, en medio de la multitud de pecadores, Jesús se retira al desierto y es tentado por Satanás. Así comienza la vida pública de Jesús, con la tentación que viene de Satanás. Satanás estaba presente. Mucha gente dice: «¿Pero por qué hablar del diablo que es una cosa antigua? El diablo no existe». Pero mira lo que el Evangelio te enseña: Jesús se enfrentó al diablo, fue tentado por Satanás. Pero Jesús rechaza toda tentación y sale victorioso. El Evangelio de Mateo tiene una nota interesante que cierra el duelo entre Jesús y el enemigo: «Entonces el diablo le deja, y he aquí que se acercan unos ángeles a él y le servían» (4, 11).

Pero incluso en el momento de la prueba suprema, Dios no nos deja solos. Cuando Jesús se retira a orar en Getsemaní, su corazón es invadido por una angustia indecible —así les dice a sus discípulos— y siente la soledad y el abandono. Solo, con la responsabilidad de todos los pecados del mundo sobre sus hombros; solo, con una angustia indecible. La prueba es tan desgarradora que sucede algo inesperado. Jesús no mendiga nunca amor para sí mismo, pero esa noche siente que su alma está triste hasta la muerte, y entonces pide a sus amigos que estén cerca de él: «Quedaos aquí y velad conmigo» (Mateo 26, 38). Como sabemos, los discípulos, entorpecidos por un agotamiento causado por el miedo, se quedaron dormidos. En el momento de la agonía, Dios pide al hombre que no lo abandone, y el hombre en cambio duerme. En el tiempo en que el hombre conoce su prueba, Dios en cambio vela. En los peores momentos de nuestras vidas, en los momentos más dolorosos, en los momentos más angustiosos, Dios vela con nosotros, Dios lucha con nosotros, siempre está cerca de nosotros. ¿Por qué? Porque es Padre. Así  habíamos empezado la oración: Padre nuestro. Y un padre no abandona a sus hijos. Aquella noche de dolor de Jesús, de lucha, son el último sello de la Encarnación: Dios desciende para encontrarnos en nuestros abismos y en las tribulaciones que constelan la historia.

Es nuestro consuelo en la hora de la prueba saber que ese valle, desde que Jesús lo cruzó, ya no está desolado, sino que está bendecido por la presencia del Hijo de Dios. ¡Él nunca nos abandonará!

Aleja, pues, de nosotros, oh Dios, el tiempo de la prueba y de la tentación. Pero cuando llegue ese momento, Padre nuestro, muéstranos que no estamos solos. Tú eres el Padre. Muéstranos que Cristo ya ha tomado sobre sí también el peso de esa cruz. Muéstranos que Jesús nos llama a llevarla con él, abandonándonos confiados a tu amor de Padre. Gracias.

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

 

03/05/2019-15:37
Larissa 1. López

Audiencia con los participantes en el encuentro sobre minería

(ZENIT — 3 mayo 2019).- Hoy, 3 de mayo de 2019, el Papa Francisco se ha reunido con los participantes en el encuentro "La industria minera para el bien común".

Dicho encuentro, organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, constituye un espacio para el diálogo en el que intervienen representantes de las comunidades mineras como de la industria junto con exponentes de diversos credos. El Papa ha definido este evento como "ecuménico" porque invita a actuar y pensar como miembros de una casa común.

El Pontífice señaló que la minería es un sector que se encuentra en situación precaria debido al modelo económico imperante basado en "un crecimiento económico ilimitado" que nos resistimos a cambiar, a pesar de que es evidente el impacto negativo en el medio natural y en la vida de las personas que genera.

 

Servicio a la comunidad humana

Después enumeró tres aspectos de la actividad minera que están relacionados con el título de este encuentro. En primer lugar, el Papa destacó que la minería debería estar al servicio de "toda la comunidad humana". En este sentido, incidió en la participación de las comunidades locales que desarrollan este trabajo, "quienes se preguntan por lo que quieren para ellos y para sus hijos, y pueden considerar los fines que trascienden el interés económico inmediato".

 

Sínodo de la Amazonia

También se refirió al Sínodo de la Amazonia, destacando que es indispensable prestar atención a las comunidades aborígenes y su cultura. Francisco alegó que "Estas comunidades vulnerables tienen mucho que enseñarnos. Para ellos, la tierra no es un bien económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores".

 

Al servicio de las personas

En segundo lugar, el Pontífice indicó que la minería ha de estar al servicio de las personas: "La atención a la protección y el bienestar de las personas involucradas en las operaciones mineras, así como el respeto por los derechos humanos fundamentales de los miembros de las comunidades locales y aquellos que defienden sus causas, no son principios negociables".

 

Economía circular

En tercer lugar, el Papa subrayó la necesidad de fomentar, especialmente dentro de este sector, el desarrollo de una economía circular, que asegure recursos para todos, rompiendo con el modelo extractivista, esto es, "la tendencia del sistema económico por convertir en capital los bienes de la naturaleza".

A este respecto, Francisco añadió que "La promoción de una economía circular y el enfoque de 'reducir, reutilizar, reciclar' también están en gran medida en consonancia con el consumo sostenible y los modelos de producción promovidos en el 12° Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas".

 

 

 

03/05/2019-14:42
Larissa 1. López

Papa Francisco: La economía sirve al bien común

(ZENIT — 3 mayo 2019).- El Papa ha recibido hoy, 3 de mayo de 2019, a los representantes de la Fundación "Guido Carli" y del Jurado del Premio homónimo, en el décimo aniversario de dicha organización.

En su breve discurso, Francisco les agradeció el compromiso de la fundación en el ámbito de la solidaridad, "un valor humano que desde la perspectiva cristiana cumple el deber de la caridad evangélica", matizó.

Además, el Santo Padre les habló de una de las grandes contradicciones de la sociedad actual: "por un lado, vemos la prevalencia de criterios puramente económicos o financieros y de actividades encaminadas al consumo, y por el otro, la incapacidad cada vez más grande de conciliar la justa distribución de los ingresos con la mejora de las perspectivas de desarrollo".

Ante ello, el Pontífice el Papa ha insistido en que la economía sirve al bien común "si permanece vinculada a la ética, que es medida universal del bien humano auténtico".

Ante todo esto, el Papa ha animado a los miembros de la Fundación "Guido Carli" a permanecer con su actividad solidaria, sobre todo en beneficio de los "sectores más débiles de la sociedad".

 

Guido Carli

Guido Carli fue un economista y político italiano que presidió el Banco de Italia durante 15 años. Sus primeras incursiones en las instituciones italianas se produjeron gracias a un sacerdote amigo de la familia del Papa Pablo VI, los Montini, que eran también amigos de los padres del dirigente.

El Papa ha recordado que este economista destacó por presentar "un fuerte sentido del deber y un compromiso constante por el bien de la colectividad".

 

 

 

03/05/2019-07:00
Isabel Orellana Vilches

Beato Juan Martín Moyë, 4 de mayo

«En manos de la divina providencia vivió este beato su acción apostólica en Metz en medio de prostitutas, vagabundos, niños sumidos en la pobreza y faltos de instrucción, así como ancianos y enfermos. También evangelizó China»

Indudablemente, la vida apostólica no es para los que sueñan con un mullido sofá. El seguidor de Cristo tiene alas en los pies. Trazado sobre su frente, junto a la cruz, exhibe el sello característico de la perseverancia, de la tenacidad. Infatigable, audaz, lejos de discursos estériles ante una carencia, actúa, le da inmediata respuesta. La hermana Marie Agnés Kernel, biógrafa de Juan, afirmó: «El santo es el verdadero amo de la historia, pues es él quien cambia el corazón de quienes hacen la historia». Este beato modificó —al menos en uno de sus aspectos cruciales, el de la educación— una porción de la misma.

Nació el 27 de enero de 1730 en Cutting, Francia. Fue el sexto de trece hermanos. Sus padres eran agricultores con ciertos recursos, personas sensibilizadas y comprometidas con la fe. Antes de nacer, su madre supo por un sueño que sería santo. La tendencia que mostró en su infancia así lo ratificaba. Era un niño en el que calaron hondamente las enseñanzas y el testimonio de su ejemplar familia. Junto a ella comenzó a experimentar una irresistible devoción por la Pasión, se enamoró de todo gesto caritativo, y se abrazó a la penitencia. Amaba la oración, rezaba piadosamente con los brazos en cruz, y tenía arte para conmover el corazón de otros chicos a los que narraba la vida de san Martín y les instruía explicando el catecismo encaramado en un peral. De su madre heredó la generosidad con los necesitados, y si veía a un pobre no dudaba en desprenderse de lo que tenía, incluidos sus zapatos. Fue alumno aventajado en la universidad de Pont-a-Mousson regida por los jesuitas. Estaba dotado para los idiomas, cualidad que le iba a servir, y mucho, en su labor misionera. Fue brillante en los estudios filosófico-teológicos, un gran especialista experto en la historia de la Iglesia.

Se ordenó en 1754 y dada su trayectoria académica pensaron que era idóneo para ocupar la cátedra de letras del seminario mayor. Pero él eligió la misión pastoral y fue designado coadjutor de la parroquia de san Víctor de Metz. Como era un hombre que amaba la virtud, se rodeó expresamente de buenas compañías, sacerdotes íntegros que sabía iban a ayudarle en el alto ideal que se había propuesto. Entre los santos, el de su mayor devoción fue san Francisco de Sales, a quien eligió como patrono. Siendo director espiritual del seminario mayor, halló entre los presbíteros un alma gemela, Luis Jobal, que moriría prematuramente, y del que fue su biógrafo. Ambos compartieron similares anhelos. Tuvieron como objetivo la infancia desamparada y falta de instrucción.
Para Juan fue prioritario remediar tantas carencias detectadas en sus constantes incursiones por las calles, en las que veía a prostitutas, jóvenes vagabundos, ancianos y enfermos. Se propuso no dejar desasistidos a los niños que podían morir sin recibir el bautismo. Observó la bondad de las manifestaciones populares de fe, como los desfiles procesionales, pero vio que no sirven para erradicar problemas a los que conduce la falta de cultura. En cambio, una adecuada formación va penetrando en el estrato social por influjo de la acción individualizada. El problema era que el acceso a ella estaba vedado para los pobres. Y en resolver este vacío puso sus miras. Luego verbalizó este sentimiento: «No hay nada más importante que la educación de la niñez y la juventud puesto que de ella depende toda la vida».

Había ejercido su ministerio en las parroquias de San Livier, de San Víctor y de Santa Cruz. Y cuando se hallaba en Dieuze se produjo una curación prodigiosa por su mediación en un niño moribundo que había sido víctima de un incendio. A la madre, que había acudido a él angustiada buscando su consuelo y a la que aseguró que el niño sanaría, le rogó que fuese prudente ante el hecho. Pero ella proclamó el milagro a los cuatro vientos, lo cual supuso para Juan un cúmulo de problemas e incomprensiones de gran alcance. Otro tanto sucedió cuando emprendió la tarea de instruir a las niñas indigentes de los pueblos a través de la Congregación de Hermanas de la Providencia, fundada por él.

La creación de «miniescuelas» en barrios apartados, proyecto que había acariciado y para el que contó con la generosidad de Marguerite Lecomte, fue considerada un golpe bajo por los altos estamentos de la sociedad y suscitó recelos dentro del clero. El obispo vetó la apertura de nuevos centros, y Juan pasó por un trance espiritual doloroso. Luis Jobal le ayudó y compartió con él la convicción de que la obra era fruto de la Providencia. El beato siguió confiando en Dios. Además, Marguerite ya había sembrado la semilla de la Congregación nacida bajo el sello de una fe inalterable en las previsiones divinas; no había vuelta atrás. Al tiempo, el prelado levantó la prohibición.

En 1772 recaló en Macao, China. Nunca se había apagado su deseo de ser misionero. «No me prometí convertir primero muchas almas sino hacer y sufrir en China lo que Dios quisiera», dijo después. Durante diez años se integró de tal modo en el país que hasta adoptó la forma externa de vestir de los ciudadanos chinos. Con astucia evangélica, en un lugar que prohibía la presencia de misioneros, recorrió montañas y ríos, ocultándose en los frondosos campos de maíz. Fue descubierto en distintas ocasiones y castigado: «A veces tenía tanto miedo que no sentía el dolor». Jamás dejó de animar, consolar y difundir la fe.

Compuso oraciones en chino, lengua que llegó a dominar, bautizó a millares de niños, muchos en trance de morir, ayudó a las mujeres y a los jóvenes, proporcionó formación a los sacerdotes, auxilió a los pobres... Fue un apóstol valeroso y perseverante; un gran confesor que vivió amparado siempre en la oración. Regresó a Francia en 1783 y se dedicó a fortalecer la fe de sus hijas, algunas vacilantes y tendentes a una cierta relajación. Cuidando a soldados enfermos en Tréveris, Alemania, contrajo el tifus. Murió el 4 de mayo de 1793. Pío XII lo beatificó el 21 de noviembre de 1954.