Servicio diario - 27 de junio de 2019


 

Cardenal John Henry Newman: El lunes podría anunciarse su fecha de canonización
Rosa Die Alcolea

Consejo de Cardenales: Consulta externa sobre el borrador de 'Praedicate Evangelium'
Rosa Die Alcolea

Todos colaboramos en la lucha contra el hambre — Discurso a los participantes en la Conferencia de la FAO
Larissa I. López

Aniversario de la ordenación episcopal de Jorge Mario Bergoglio
Anita Bourdin

Escuchar, "vuestro servicio a marineros y pescadores"- Francisco a los capellanes y voluntarios de `Stella Maris'
Larissa I. López

Eslovenia: El Santo Padre recibe a Marjan Šarec, primer ministro de la República
Redacción

La Conferencia Episcopal Española presenta los trabajos de la Comisión Permanente
Larissa I. López

Encuentro Internacional de la Red Mundial de Oración por su 175° aniversario
Redacción

"El Sínodo para la Amazonía": Libro del Cardenal Claudio Hummes
Marina Droujinina

Manuel Barrios, nuevo secretario general de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la UE
Redacción

Monseñor Enrique Díaz Díaz: "Siguiendo a Jesús"
Enrique Díaz Díaz

Padre Antonio Rivero: "Cristo pide radicalidad y no medias tintas"
Antonio Rivero

Beata María Pía Mastena, 28 de junio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

27/06/2019-16:24
Rosa Die Alcolea

Cardenal John Henry Newman: El lunes podría anunciarse su fecha de canonización

(ZENIT — 27 junio 2019).- El próximo lunes 1 de julio de 2019, el Papa Francisco celebrará un consistorio público ordinario para la "votación sobre las causas de canonización" de cinco candidatos a los altares de América, Asia y Europa, entre ellos el Cardenal Newman y Marguerite Bays, bendecidos con un estigma. La fecha de su canonización podría anunciarse en esta ocasión.

La ceremonia será a las 10 horas en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, así lo ha anunciado Mons. Guido Marini, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, en un comunicado.

El Papa Francisco presidirá, rodeado de cardenales residentes o presentes en Roma, la celebración de la Tercera Hora y el consistorio público ordinario para la canonización de los beatos:

— John Henry Newman (1801-1890), cardenal, fundador del Oratorio de San Felipe Neri en Inglaterra; fue beatificado por el mismo Benedicto XVI en Birmingham el 19 de septiembre de 2010; algunos lo ven como un "padre de la Iglesia" para el próximo siglo;

— Giuseppina Vannini (1859-1911, en el siglo: Giuditta Adelaide Agata), beata italiana, fundadora de las Hijas de San Camilo;

— Mariam Thresia Chiramel Mankidiyan (1876-1926), india, de Kerala, fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia;

— Dulce Lopes Pontes (1914 — 1992, en el siglo: María Rita), de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, la "madre de los pobres de Brasil";

— Marguerite Bays (1815-1879), virgen de la Tercera Orden de San Francisco de Asís, beata de Suiza, estigmatizada.

 

 

 

27/06/2019-16:03
Rosa Die Alcolea

Consejo de Cardenales: Consulta externa sobre el borrador de Traedicate Evangelium'

(ZENIT — 27 junio 2019).- La 30a reunión del Consejo de Cardenales concluye hoy en el Vaticano. Los miembros concluirán el día una hora antes de lo habitual para participar en la Misa a las 18.00 horas, que será presidida por el Papa Francisco, con motivo del 50 aniversario del matrimonio de Guzmán Carriquiry Lecour, Vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, y de su esposa, Lídice María Gómez Mango.

El Consejo solía llamarse comúnmente "C9", pero muchos lo llaman ahora "C6", tras la destitución de tres de sus miembros durante la reunión de diciembre de 2018. El Consejo estudia los proyectos de reforma de la Constitución Apostólica "Pastor Bonus" en la Curia Romana.

El Consejo Cardenalicio, cuya reunión comenzó el martes y concluye hoy, estaba integrado por nueve prelados: cardenal Giuseppe Bertello, presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano; cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de Chile; cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay; cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Munich; cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa, Congo; el cardenal Sean Patrick O'Malley, arzobispo de Boston; el cardenal George Pell, prefecto del Secretariado para la Economía (no presente, en Australia); el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras; y el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.

Sin embargo, ahora hay seis miembros cardenales, ya que el cardenal chileno Errázuriz renunció al Consejo el 14 de noviembre de 2018, y el Papa agradeció al cardenal George Pell y al cardenal Laurent Monsengwo Pasinya por su servicio.

Las sesiones de trabajo se celebran por la mañana de las 9 a las 12:30 horas y por la tarde de las 16:30 a las 19 horas, y se dedican siempre a otras consideraciones sobre varios dicasterios de la Curia.

Estuvieron presentes el cardenal Pietro Parolin, el cardenal salesiano Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, el cardenal Reinhard Marx, el cardenal franciscano capuchino Seán Patrick O'Malley, el cardenal Giuseppe Bertello y el cardenal Oswald Gracias, así como el secretario del Consejo, Mons. Marcello Semeraro, y el secretario adjunto, Mons. Marco Mellino.

 

Borrador terminado en 2019

Hoy en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, y el secretario del Consejo, obispo de Albano, Marcello Semeraro, hablaron sobre cómo se está desarrollando la 30a reunión. Si bien la aclaración del documento no está lista y no se presentará hoy, señalaron que se espera que esté listo para finales de 2019, y esperan que pueda estarlo en torno a su reunión de septiembre, que tendrá lugar del 17 al 19 de ese mes.

El Santo Padre participó como de costumbre en las reuniones, aunque estuvo ausente el miércoles por la mañana, como de costumbre, debido a su audiencia general semanal, y esta mañana para una serie de audiencias en el Palacio Apostólico.

Según una declaración de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, durante la reunión, por deseo expreso del Santo Padre, se ilustró una parte de las observaciones recibidas por el Consejo de Cardenales. Monseñor Mellino, secretario adjunto del Concilio, señaló, presentó las propuestas al Papa y al Concilio en el siguiente orden:

1) Observaciones generales sobre el texto enviado

2) Cuestiones fundamentales a resolver antes de examinar el texto

3) Ilustración de los comentarios específicos recibidos

 

La consulta continúa

"La consulta, que registró la respuesta de todos los Dicasterios de la Curia Romana y de las Universidades Pontificias de Roma, continuará para permitir una respuesta de las Conferencias Episcopales Nacionales, que no pudieron cumplir con la fecha límite", señaló.

Mons. Semeraro confirmó también a ZENIT en la sesión informativa que se consultó a los responsables de las órdenes religiosas correspondientes, a través de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), para las religiosas católicas, y de la Unión de Superioras Generales (USG), para los religiosos.

En la sesión informativa, el portavoz del Vaticano señaló que el decano de la Rota Romana, Mons. Pio Vito Pinto, ofreció estos días una reflexión sobre las actividades de los dicasterios con jurisdicción en asuntos legales.

 

 

 

27/06/2019-12:25
Larissa I. López

Todos colaboramos en la lucha contra el hambre — Discurso a los participantes en la Conferencia de la FAO

(ZENIT- 27 junio 2019).- Para el Papa Francisco, la carencia de alimento y agua no solo concierne a los países que la sufren, pobres y frágiles, sino a todas las personas “porque todos con nuestra actitud participamos de una u otra forma favoreciendo o frenando el sufrimiento de muchos hermanos nuestros” (cf. Discurso a los miembros de la Federación Europea de Bancos de Alimentos, 18 mayo 2019) y todos estamos llamados a “escuchar el grito desesperado de nuestros hermanos”.

Hoy, 27 de junio de 2019, el Santo Padre ha recibido en audiencia a los participantes en el XLI sesión de la Conferencia de la la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), en curso del 22 al 29 de junio de 2019 en Roma.

En su discurso, el Pontífice ha manifestado su deseo de que “con la ayuda de todos” se pueda trabajar para alcanzar los objetivos 1 y 2 de la Agenda 2030 y “así erradicar con mayor rapidez y con fuerza los complejos, graves e inaceptables flagelos del hambre y de la inseguridad alimentaria”.

El Obispo de Roma ha señalado que, a pesar de que en los últimos decenios se ha avanzado en este punto, el objetivo “Hambre Cero” en el mundo constituye todavía un gran desafío. Igualmente, ha apuntado que el origen de la carencia de alimentos y agua potable se encuentra “la falta de compasión, el desinterés de muchos y una escasa voluntad social y política a la hora de responder a las obligaciones internacionales”.

En cuanto a las medidas a nuestro alcance para contribuir a eliminar el problema del hambre, el Papa ha señalado que la reducción del despilfarro de alimentos y agua es una de ellas y ha subrayado la necesidad de educación y sensibilización de la población, tanto para la generación actual como para las futuras.

Por otra parte, Francisco ha hablado de la conexión entre la inseguridad alimentaria y los fenómenos migratorios y, ante el aumento de los refugiados en los últimos años, es necesario "promover un desarrollo agrícola en las regiones más vulnerables, fortaleciendo la resiliencia y la sostenibilidad del territorio. Y esto solo se logrará, por una parte, invirtiendo y desarrollando tecnologías, y por otra, ideando políticas innovadoras y solidarias para el desarrollo".

Finalmente, el Santo Padre ha reafirmado el compromiso de cooperación de la Santa Sede con la FAO "apoyando el esfuerzo internacional hacia la eliminación del hambre en el mundo y garantizando un futuro mejor para nuestro planeta y para la humanidad entera".

A continuación se expone el discurso íntegro del Papa Francisco.

***

 

Discurso del Santo Padre

Saludo al Presidente, el señor Enzo Benech, a los honorables delegados de las diversas naciones y entidades, y a todos los presentes en esta cuadragésima primera sesión de la Conferencia de la FAO. De manera particular, quisiera dirigir mi saludo y mi reconocimiento al Director General, profesor José Graziano da Silva, que dentro de pocas semanas terminará su servicio al frente de esta Organización. Gracias de corazón por su trabajo. Y expreso mi felicitación por la elección del Director General de la FAO, Su Excelencia el señor Qu Dongyu. Espero que con la ayuda de todos podamos seguir trabajando conjuntamente para profundizar e incrementar, con responsabilidad y determinación, los esfuerzos dirigidos a alcanzar los objetivos 1 y 2 de la Agenda 2030 y así erradicar con mayor rapidez y con fuerza los complejos, graves e inaceptables flagelos del hambre y de la inseguridad alimentaria.

El objetivo "Hambre Cero" en el mundo es todavía un gran desafío, aun cuando se debe reconocer que en los últimos decenios se ha visto un gran avance. Para combatir la falta de alimento y de acceso al agua potable, es necesario actuar sobre las causas que las provocan. En el origen de este drama se halla sobre todo la falta de compasión, el desinterés de muchos y una escasa voluntad social y política a la hora de responder a las obligaciones internacionales.

La falta de alimento y de agua no es un asunto interno y exclusivo de los países más pobres y frágiles, sino que concierne a cada uno de nosotros, porque todos con nuestra actitud participamos de una u otra forma favoreciendo o frenando el sufrimiento de muchos hermanos nuestros (cf. Discurso a los miembros de la Federación Europea de Bancos de Alimentos, 18 mayo 2019). Todos estamos llamados a escuchar el grito desesperado de nuestros hermanos y a poner los medios para que puedan vivir, viendo respetados sus derechos más básicos.

Uno de los medios que está a nuestro alcance es la reducción del derroche de alimentos y de agua; para ello la educación y la sensibilización social es una inversión tanto a corto como a largo plazo; pues las nuevas generaciones pasarán este testigo a las futuras, sabiendo que este drama social no puede ser tolerado por más tiempo (cf. Carta enc. Laudato si', 50).

Es evidente la conexión entre fragilidad ambiental, la inseguridad alimentaria y los movimientos migratorios. El aumento del número de refugiados en el mundo durante los últimos años ?es impresionante la última estadística de las Naciones Unidas? nos ha demostrado que el problema de un país es el problema de toda la familia humana. Para ello se necesita promover un desarrollo agrícola en las regiones más vulnerables, fortaleciendo la resiliencia y la sostenibilidad del territorio. Y esto solo se logrará, por una parte, invirtiendo y desarrollando tecnologías, y por otra, ideando políticas innovadoras y solidarias para el desarrollo.

La FAO, como también otras organizaciones internacionales, son actores idóneos para coordinar medidas perentorias e incisivas que aseguren a todos, particularmente a los más pobres, el acceso a los bienes básicos. Estas entidades multilaterales deben estar acompañadas por el compromiso de los gobiernos, las empresas, el mundo académico, las instituciones de la sociedad civil y las personas individuales. El esfuerzo conjunto de todos logrará hacer realidad las metas y compromisos asumidos a través de programas y políticas que ayuden a la población local a adquirir responsabilidades con su propio país, con sus comunidades y, por último, con sus propias vidas.

Quiero concluir reafirmando el compromiso de la Santa Sede a cooperar con la FAO, apoyando el esfuerzo internacional hacia la eliminación del hambre en el mundo y garantizando un futuro mejor para nuestro planeta y para la humanidad entera. Que Dios los bendiga en sus trabajos, en sus desvelos en favor de un auténtico progreso de nuestra gran familia humana. Muchas gracias.

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

27/06/2019-17:00
Anita Bourdin

Aniversario de la ordenación episcopal de Jorge Mario Bergoglio

(ZENIT- 27 junio 2019).- ¡Felicidades! Hoy es el aniversario de la consagración episcopal, hace 27 años, del Padre Jorge Mario Bergoglio en la Catedral de Nuestra Señora de Buenos Aires, el 27 de junio de 1992, año del quinto centenario de la evangelización de América Latina: tenía 55 años.

El tweet publicado hoy en su cuenta, en forma de bienaventuranza, resume, quizás cómo ve el Papa el papel del obispo: "Bienaventurado el que cree y tiene el valor de crear encuentro y comunión".

Pero el Papa Francisco ya ha pintado en varias ocasiones el retrato robot del obispo según su corazón, como en su homilía del 12 de noviembre de 2018 en Santa Marta: "Es la Palabra de Dios la que proclama que el obispo debe ser un siervo humilde y manso, no un príncipe": "no es una novedad postconciliar, sino que se remonta a los inicios de la Iglesia, cuando esta se dio cuenta de que tenía que organizarse", señaló el Papa.

"En la Iglesia no se puede poner orden sin este tipo de obispos", subraya el Papa: "Lo que importa ante Dios no es ser "simpáticos", sino "la humildad" y el "servicio", añadió.

Y estas son las cualidades que debe cultivar el obispo, empezando por la "hospitalidad", para luego "estar enamorado del bien", "razonable, justo, santo, dueño de sí mismo, fiel a la palabra que le ha sido enseñada".

Un video de archivo describe el evento. El obispo auxiliar de Buenos Aires fue ordenado al mismo tiempo que Mons. Raúl Omar Rossi (1938-2003), obispo de San Martín, por el Cardenal Antonio Quarracino, Arzobispo de Buenos Aires (1923-1998).

Después fue designado coadjuntor, a partir del 3 de junio de 1997, antes de suceder al cardenal Quarracino, fallecido el 28 de febrero de 1998.

Fue nombrado cardenal por Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001 y elegido Papa el 13 de marzo de 2013, a la edad de 76 años.

Nacido el 17 de diciembre de 1936, fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, cuatro días antes de cumplir 33 años. Había hecho sus votos religiosos perpetuos en la Compañía de Jesús el 22 de abril de 1973.

 

 

 

27/06/2019-16:13
Larissa I. López

Escuchar, "vuestro servicio a marineros y pescadores"- Francisco a los capellanes y voluntarios de `Stella Maris'

(ZENIT- 27 junio 2019).- “Vuestro servicio a los marineros y pescadores es, sobre todo, escucharlos, escuchar sus preocupaciones materiales y espirituales. ‘La escucha nos ayuda a encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila condición de espectadores'” (Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 171), expuso el Papa Francisco.

Hoy, 27 de junio de 2019, el Santo Padre se reunió en audiencia con los participantes en el encuentro de capellanes y voluntarios de Stella Maris- Apostolado del Mar, las personas que trabajan en los puertos europeos y están al servicio de la gente de mar y de los pescadores.

Según señaló el Papa en su discurso, el apostolado de Stella Maris está presente en más de 300 puertos del todo el mundo y ofrece asistencia espiritual y material a marineros, pescadores y sus familias.

El Pontífice resaltó la importancia de la industria marítima y la gente del mar para la economía y el sustento de la sociedad mundial y pidió a los presentes que transmitieran a pescadores y marineros “mi aprecio y mi aliento”.

Asimismo, describió que la vida de estos profesionales está marcada por el aislamiento y la lejanía y también por el abuso y la injusticia (traficantes de personas, chantajes de trabajo forzoso, salarios no cobrados, abandono en puertos lejanos), por los peligros de la naturaleza y por los ataques de la piratería y del terrorismo.

Es por ello que los capellanes y voluntarios de Stella Maris en sus visitas a los barcos deben dirigirse a estas personas “con compasión y discreción, les dais la oportunidad de abrir sus corazones, y esto es lo primero, muy valioso, especialmente para las personas que tienen muy pocas oportunidades de hacerlo”, explicó Francisco.

Después de la escucha, el Papa exhortó a los miembros de este apostolado marítimo a la acción, a esforzarse para abordar los problemas que estas personas enfrentan: “Pienso en la trata de seres humanos, el trabajo forzado y la violación de los derechos humanos y laborales de tantos hombres y mujeres que viven y trabajan en los mares. Con vuestro servicio podéis contribuir a devolver a estas personas el sentido de su dignidad”.

Igualmente, el Obispo de Roma subrayó que la labor de Stella Maris puede ayudar a las personas a no rendirse y a mantener la esperanza: “vuestra presencia en los puertos, tanto grandes como pequeños, debería ser en sí misma un recordatorio de la paternidad de Dios y del hecho de que ante Él todos somos hijos y hermanos; una referencia al valor primario de la persona humana antes y por encima de cualquier  interés; y un incentivo para todos, comenzando por los más pobres, a esforzarse por la justicia y el respeto de los derechos fundamentales”, dijo.

Por último, el Santo Padre, antes de terminar, pidió a los sacerdotes que atienden las almas de estos profesionales del mar: “Sed misericordiosos, sed misericordiosos. Y para favorecer esta misericordia, concedo a todos los capellanes de los marineros las mismas facultades que concedí a los Misioneros de la Misericordia. Así, podréis  ayudar a que haya  paz en tantos corazones”.

A continuación se expone el discurso completo del Papa Francisco.

***

 

Discurso del Santo Padre

Queridas hermanas y hermanos,

Os recibo con alegría y doy las gracias al cardenal Turkson por sus palabras y por haberme presentado a vosotros, directores nacionales, capellanes y voluntarios de Stella Maris – Apostolado del Mar, con motivo de la reunión celebrada aquí en Roma en los últimos días. Os  doy la bienvenida a todos y confío en que el encuentro haya sido fructífero.

Vuestro encuentro ha reunido a capellanes y voluntarios que trabajan en los puertos europeos al servicio de la gente de mar y de los pescadores, que con su arduo trabajo nos traen los productos que necesitamos todos los días. El apostolado de Stella Maris está activo en más de 300 puertos en todo el mundo para ofrecer asistencia espiritual y material a muchos marineros, pescadores y a sus familias dispersas en tantos lugares.

Con más del noventa por ciento del comercio mundial que transportan  barcos de todo tipo, la dependencia de nuestra sociedad de la industria marítima es indiscutible. Sin la gente de mar, la economía mundial se detendría; y sin los pescadores, muchas partes del mundo sufrirían de hambre. Quisiera que mi aprecio  y mi aliento llegasen a los marineros y pescadores que encontráis, muchos de los cuales trabajan por largos períodos, a miles de kilómetros de su país y de sus familias.

La vida del marinero o del pescador está marcada no solo por el aislamiento y la lejanía. A veces también está herida por  vergonzosas experiencias de abuso e injusticia, por la insidia de los  traficantes de personas; por el chantaje del trabajo forzoso. Otras veces, no reciben el salario que se les debe o son abandonados en puertos lejanos. Además de los peligros de la naturaleza -tormentas y huracanes-, deben hacer frente a  los de los hombres, como la piratería o los ataques terroristas. Surcan  los océanos y los mares del mundo, desembarcan en puertos donde no siempre son bienvenidos.

Como capellanes y voluntarios de Stella Maris, se os ha encomendado la misión de estar presentes para llevar la Buena Nueva del Señor al heterogéneo mundo marítimo. Vuestras visitas diarias a los barcos hacen posible que conozcáis a la gente del mar en su realidad concreta, a veces serena, a veces inquieta, a veces angustiosa. Entonces, con compasión y discreción, les dais la oportunidad de abrir sus corazones, y esto es lo primero, muy valioso, especialmente para las personas que tienen muy pocas oportunidades de hacerlo. Vuestro servicio a los marineros y pescadores es, sobre todo, escucharlos, escuchar sus preocupaciones materiales y espirituales. “La escucha nos ayuda a encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila condición de espectadores.” (Exhort. Ap. Evangelii gaudium, 171).

La escucha, luego, lleva a la acción. Por lo tanto, os exhorto así como a todos los capellanes y voluntarios de Stella Maris a redoblar vuestros esfuerzos para abordar los problemas que con demasiada frecuencia son el resultado de la codicia humana. Pienso en la trata de seres humanos, el trabajo forzado y la violación de los derechos humanos y laborales de tantos hombres y mujeres que viven y trabajan en los mares. Con vuestro servicio podéis contribuir a devolver a estas personas el sentido de su dignidad.

También gracias a vosotros, las personas más vulnerables pueden reencontrar la esperanza de un futuro mejor. Vuestro esfuerzo puede ayudarlas a no rendirse ante una vida precaria y a veces marcada por la explotación. Vuestra presencia en los puertos, tanto grandes como pequeños, debería ser en sí misma un recordatorio de la paternidad de Dios y del hecho de que ante Él todos somos hijos y hermanos; una referencia al valor primario de la persona humana antes y por encima de cualquier  interés; y un incentivo para todos, comenzando por los más pobres, a esforzarse por la justicia y el respeto de los derechos fundamentales. Recordemos que ” Los hombres renovados por el amor de Dios son capaces de cambiar las reglas, la calidad de las relaciones y las estructuras sociales: son personas capaces de llevar paz donde hay conflictos, de construir y cultivar relaciones fraternas donde hay odio, de buscar la justicia donde domina la explotación del hombre por el hombre. Sólo el amor es capaz de transformar de modo radical las relaciones que los seres humanos tienen entre sí (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 4).

Queridos hermanos y hermanas,  os exhorto a proseguir con entrega y perseverancia vuestro apostolado, siguiendo los buenos ejemplos de los muchos que os han precedido. En efecto os encamináis a celebrar el próximo año, el centenario de Stella Maris, con el 25º Congreso Mundial en Glasgow, Escocia, donde nació esta misión de la Iglesia en los corazones y las acciones de algunos laicos. El centenario será una oportunidad para recordar, para discernir el presente y trazar el futuro. El Papa Pío XI quiso que el apostolado Stella Maris extendiera su misión a los océanos y las costas de todos los continentes. El Espíritu Santo, a través de la intercesión de María Estrella del Mar, renueve este servicio pastoral de acuerdo con las necesidades de nuestro tiempo.

Y antes de terminar, me gustaría decir una palabra sobre la paz de los corazones. Tantos marineros se acercarán a los capellanes, a los sacerdotes, con problemas de conciencia que los hacen sufrir mucho y de los que nunca han tenido la oportunidad de hablar, en esas circunstancias, lejos de casa, lejos de la patria, y en aquellas situaciones que hemos descrito Tal vez un diálogo con el capellán abra horizontes de esperanza. Me gustaría deciros: sed misericordiosos, sed misericordiosos. Y para favorecer esta misericordia, concedo a todos los capellanes de los marineros las mismas facultades que concedí a los Misioneros de la Misericordia. Así, podréis  ayudar a que haya  paz en tantos corazones.

Os imparto de corazón la bendición apostólica y os ruego que la llevéis a las personas que encontréis. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Gracias

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

27/06/2019-14:43
Redacción

Eslovenia: El Santo Padre recibe a Marjan Šarec, primer ministro de la República

(ZENIT — 27 junio 2019).- El Santo Padre Francisco ha recibido hoy en audiencia, en el Palacio Apostólico Vaticano, a Marjan Šarec, primer ministro de la República de Eslovenia, quien posteriormente se encontró con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por Mons. Paul R. Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.

Así ha informado hoy, 27 de junio de 2019, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Según indica la Santa Sede, durante el tiempo de conversación, establecido en un clima de cordialidad, el Papa y el primer ministro hablaron de las buenas relaciones bilaterales y manifestaron el deseo de que se afiancen a través de la firma de acuerdos específicos sobre algunos temas de interés común.

En el encuentro se destacó, asimismo, la contribución positiva de la Iglesia católica a la vida del país, especialmente a nivel educativo, con la esperanza de que pueda reforzarse en lo venidero la cooperación en dicho ámbito con iniciativas institucionales.

Al final de la audiencia se produjo un intercambio de puntos de vista sobre algunos temas internacionales. En especial, se hizo referencia al futuro del proyecto europeo y a los desafíos actuales que interesan a la región.

 

 

 

27/06/2019-15:21
Larissa I. López

La Conferencia Episcopal Española presenta los trabajos de la Comisión Permanente

(ZENIT – 27 junio 2019).- Hoy, jueves 27 de junio, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. Luis Argüello García, ha informado en rueda de prensa sobre los trabajos de la Comisión Permanente. El encuentro ha tenido lugar en la sede de la CEE los días 25 y 26 de junio.

Este ha constituido el primer encuentro tras el fallecimiento de Mons. Juan Antonio Menéndez Fernández, el 15 de mayo, quien era miembro de la Permanente como presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones.

Según establecen los estatutos de la CEE, hasta la reunión de la próxima Asamblea Plenaria (18-22 de noviembre de 2019) desempañará estas funciones el miembro más antiguo por ordenación episcopal de entre los miembros de la Comisión. En esta ocasión, se trata de Mons. Luis Quinteiro Fuiza, obispo de Tui-Vigo.

 

Protocolo de seguridad del patrimonio cultural

La Comisión Episcopal de Patrimonio Cultural, que preside Mons. Juan José Asenjo Pelegrina, ha presentado a la Comisión Permanente una propuesta para elaborar un protocolo para la gestión de seguridad, principalmente preventiva, de los Bienes de Patrimonio Eclesiástico.

En este documento estarían incluidas las catedrales y todos los edificios singulares declarados Bienes de Interés Cultural, especialmente los que albergan colecciones artísticas, documentales y bibliográficas. Su principal objetivo será la protección de las personas y del patrimonio frente a cualquier riesgo o incidencia.

 

Doctrina de la Fe, Semanas Sociales y Congreso de Laicos

La Comisión Permanente ha aprobado el documento presentado por el presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Mons. Enrique Benavent Vidal, titulado “‘Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo’ (Sal 42,3). Orientaciones doctrinales sobre la oración cristiana”.

Por su parte, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Mons. Atilano Rodríguez Martínez, ha informado sobre el proyecto de revitalización de las Semanas Sociales, una institución dedicada a la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia, especialmente en cuestiones como el desempleo o la vida cultural y política.

Se ha puesto en marcha un grupo de trabajo que será el encargado de organizar una semana social de ámbito nacional en octubre de 2020, que tendrá como tema “La regeneración de la vida pública. Una llamada al bien común y a la participación”.

La Comisión Permanente ha recibido información sobre el trabajo de preparación para el Congreso de Laicos Pueblo de Dios “en salida” que se celebrará del 14 al 16 de febrero de 2020. La organización del Congreso está a cargo de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, que preside Mons. Javier Salinas Viñals.

En la fase previa, el protagonismo está en las diócesis, donde se están trabajando los materiales que luego servirán para la preparación del material que se pondrá en común en el Congreso que se celebrará en Madrid.

 

Otros temas

La Permanente también ha dado el plácet para la creación de nuevos centros de estudios eclesiásticos. En concreto se ha concedido dicho aprobación a la Universidad Católica San Antonio de Murcia para la creación de una facultad eclesiástica de Ciencias Sociales; a la archidiócesis de Sevilla, para la creación de la nueva facultad de Teología San Isidoro de Sevilla; y a la archidiócesis de Granada para la creación del instituto de Filosofía Edith Stein.

En el capítulo de temas económicos, la Comisión Permanente ha aprobado los balances y liquidación presupuestaria del año 2018 del Fondo Común Interdiocesano, de la Conferencia Episcopal Española y de los órganos que de ella dependen.

Como es habitual en la reunión del mes de junio, se ha aprobado el calendario de reuniones de los órganos de la Conferencia Episcopal Española para el año 2020. Los ejercicios espirituales tendrán lugar del 12 al 18 de enero. Las Asambleas Plenarias, por su parte, están programadas del 2 al 6 de marzo y del 16 al 20 de noviembre. La primera reunión de la Comisión Permanente del año próximo se celebrará los días 28 y 29 de enero.

Los obispos han informado sobre las actividades de las comisiones episcopales que presiden.

 

Nombramientos

La Comisión Permanente ha nombrado al sacerdote Jesús Pulido Arriero nuevo director general de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC). Jesús Pulido era ya subdirector de la editorial desde la marcha de Camino Cañón Loyes. Es además director del secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.

Silvia Rozas Barrero, Hija de Jesús, es la nueva directora de la revista Ecclesia en sustitución de Jesús de las Heras Muela. Ocupaba ya el cargo de redactora jefe y ha llevado a cabo el proceso de renovación de la revista.

También se ha elegido el nombre que se va a enviar a la Santa Sede para su nombramiento como Rector Magnífico de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Igualmente, se han aprobado los siguientes nombramientos:

  • María José Vaquero Santos, laica de la archidiócesis de Toledo, como presidenta nacional de la Asociación Católica de Ciegos Españoles (CECO).
  • Rafael León León, religioso de la diócesis de Segorbe-Castellón, como consiliario Nacional de la Asociación Católica de Ciegos Españoles (CECO).
  • Clara Pardo  Gil, laica de la archidiócesis de Madrid, como Presidenta de Manos Unidas.

 

 

 

 

27/06/2019-10:53
Redacción

Encuentro Internacional de la Red Mundial de Oración por su 175° aniversario

(ZENIT — 27 junio 2019).- Durante los próximos 28 y 29 de junio de 2019, el Apostolado de la Oración, hoy Red Mundial de Oración del Papa, celebra su 175° aniversario con en un Encuentro Internacional en el Vaticano en el que participará el Papa Francisco.

Así informó, mediante un comunicado de prensa, la propia Red Mundial de Oración, el pasado 20 de junio.

Este servicio de la Santa Sede, que incluye el Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ), celebra no solamente los 175 años desde su fundación, sino también los 10 años desde que se iniciara su proceso de recreación, aprobado por el Papa Francisco hace 5 años.

Se espera la concurrencia y participación de más de 6.000 personas, provenientes de 52 delegaciones de Europa, América, África y Asia-Oceanía.

 

Programa

El Encuentro Internacional se inaugurará mañana, viernes 28 de junio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, a las 10 horas, con las diferentes regiones que integran la Red, en el Aula Pablo VI. Cerca del mediodía, el Papa Francisco se unirá a la celebración para rezar con todos los presentes.

Más tarde, a las 19 horas, tendrá lugar una Misa en la basílica de San Juan de Letrán, presidida por el padre Arturo Sosa, superior general de la Compañía de Jesús.

El sábado 29 de junio, entre las 10 y 12 horas, se reunirán la mayoría de los directores y coordinadores nacionales de la Red Mundial de Oración del Papa.

Para dar cierre al evento, a partir de las 18.30 horas se llevará a cabo el encuentro de los jóvenes, monitores y animadores del Movimiento Eucarístico Juvenil en la Capilla de la Universidad Sapienza.

El padre Frédéric Fornos, Director Internacional de esta institución, ha enfatizado que más allá de la fundación del Apostolado de la Oración en 1844,"un evento de nuestra historia", lo que se celebra es el presente como Red Mundial de Oración del Papa, hoy obra pontificia, después de 175 años.

"Nuestro cumpleaños nos conduce a agradecer al Señor por su fidelidad, a mirar la manera en que Él actuó hoy como ayer, y a abrirnos aún más a su misión de compasión por el mundo", añadió el padre jesuita.

 

Red Mundial de Oración del Papa y MEJ

La Red Mundial de Oración del Papa es una obra pontificia que tiene como misión movilizar a los católicos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia. Estos desafíos se presentan en forma de intenciones de oración confiados por el Papa a toda la Iglesia.

Su misión se inscribe en la dinámica del Corazón de Jesús, una misión de compasión por el mundo. Fue fundada en 1844 como Apostolado de la Oración. Esta red está presente en 98 países y la integran más de 35 millones de católicos. Incluye su rama de jóvenes, el MEJ (Movimiento Eucarístico Juvenil).

En marzo de 2018 el Papa constituyó este servicio eclesial como obra pontificia y aprobó sus nuevos estatutos.

El MEJ es el movimiento internacional de formación cristiana para niños y jóvenes, de 5 a 25 años. Como tal, participa activamente en la dinámica de oración y servicio que caracteriza a la Red Mundial de Oración del Papa.

 

 

 

27/06/2019-16:38
Marina Droujinina

"El Sínodo para la Amazonía": Libro del Cardenal Claudio Hummes

(ZENIT — 27 junio 2019).- "El Sínodo para la Amazonía" es el título de un libro publicado en italiano por el cardenal Claudio Hummes, prefecto emérito de la Congregación para el Clero y nombrado por el Papa Francisco relator general de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Amazonía, que tendrá lugar del 6 al 27 de octubre de 2019.

"El volumen —publicado por 'San Pablo'— ofrece un adelanto de los principales temas que se tratarán durante esta Asamblea Especial", señala Vatican News.

"Este libro fue escrito para la difusión del Sínodo, del tema, del proceso sinodal, de toda esta escucha, de toda esta visión... todo este gran proceso", explica el cardenal. Desea presentar todo esto a la gente común, bajo una forma sencilla, directa y sin grandes complicaciones, para que todos puedan tener una introducción a este Sínodo".

El volumen "fue escrito antes del inicio de la consulta. Por lo tanto, no hay nada en el texto sobre los resultados de esta primera fase", continúa.

"Este Sínodo se celebra en el gran contexto de la crisis mundial, de la crisis climática, de la crisis ecológica, que es muy grave, lo sabemos", añade el cardenal. Este Sínodo fue organizado durante el pontificado del Papa Francisco, en torno al bello documento Evangelii Gaudium, la alegría del Evangelio. ¿Cómo puede esta Iglesia, que el Papa propone en la Evangelii Gaudium, concretarse realmente en la Amazonía y en todas las particularidades de la Amazonía? Es el objetivo del libro".

Reflexionando sobre las próximas etapas de la preparación del Sínodo, el cardenal Hummes señala que es necesario "continuar con el mismo espíritu sinodal", porque a veces hay momentos difíciles en el camino común. "Hay que volver siempre a este espíritu", subraya, "hay que caminar juntos porque es un camino, un proceso que hay que hacer juntos, con el Pueblo de Dios y con la Iglesia, iluminándonos unos a otros".

Según el cardenal, "este proceso va por buen camino". "Creo que realmente aprendemos a ser (sinodales'", subraya. "Esto exige una verdadera conversión y una apertura a las diferencias para recibir al otro y ser inclusivo y no excluyente", concluye.

 

 

 

27/06/2019-09:39
Redacción

Manuel Barrios, nuevo secretario general de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la UE

(ZENIT — 27 junio 2019).- Manuel Barrios Prieto, director del secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española, ha sido elegido nuevo secretario general de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE).

Así informó ayer, 26 de junio de 2019, la Conferencia Episcopal Española.

El nombramiento se hizo público el 25 de junio y Manuel Barrios asumirá el cargo el próximo 1 de septiembre. Barrios sustituye al hermano Olivier Poquillon, dominico, y ha sido designado por un periodo de cuatro años.

 

Manuel Barrios Prieto

Manuel Barrios nació en Madrid en 1962. Fue ordenado sacerdote en Roma en 1988, tras cursar los estudios en el Pontificio Seminario Romano Mayor. Es Doctor en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1989). También es Licenciado en Psicología (1998).

Entre otros cargos ha sido delegado episcopal para la Pastoral Familiar de la diócesis de Madrid (2002-2011) y catedrático de Teología en los Institutos de Ciencias Religiosas de San Agustín (2000-2011) y San Dámaso (2001-2010).

Actualmente es delegado episcopal de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la diócesis de Madrid y director del secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales (desde 2011). También es párroco, desde hace 20 años, de la parroquia de Santa Catalina de Alejandría en Madrid.

 

La COMECE

La COMECE está formada por obispos delegados de las Conferencias de Obispos Católicos de los estados miembros de la Unión Europea. Su sede está en Bruselas y se encarga de supervisar y analizar el proceso político de la Unión Europea en todas las áreas de interés para la Iglesia. Para ello cuenta con el apoyo de una serie de comisiones y grupos de trabajo compuestos por expertos encomendados por las Conferencias Episcopales y las organizaciones católicas que trabajan en los campos pertinentes.

La Secretaría general se encarga de las relaciones con las instituciones europeas y de informar al Comité Permanente y a la Asamblea Plenaria de la COMECE.

El representante de la Conferencia Episcopal Española en la COMECE es el obispo de Almería, Mons. Adolfo González Montes.

 

 

 

27/06/2019-06:02
Enrique Díaz Díaz

Monseñor Enrique Díaz Díaz: "Siguiendo a Jesús"

 

I Reyes 19, 16. 19-21: "Eliseo se levantó y siguió a Elías"
Salmo 15: "Enséñanos, Señor, el camino de la vida"
Gálatas 5, 1. 13-18: "La vocación de ustedes es la libertad"
San Lucas 9, 51-62:"Tomó la firme determinación de ir a Jerusalén. Te seguiré a dondequiera que vayas"

Para nuestra sociedad, llena al mismo tiempo de intolerancias y de componendas; llena de exigencias y de medias tintas, Jesús tiene una palabra clara que nos ayuda discernir y que al mismo tiempo cuestiona nuestra coherencia. Hoy Jesús presenta las condiciones para ser discípulos. Nos dice que debemos tomar decisiones firmes y estables; parecería hasta intransigente en cuanto a nuestra decisión de seguirlo: abandonar familia, dejar a un lado los bienes y las comodidades, no volverse atrás en la decisión... parece intransigente. Pero cuando los discípulos se comportan intransigentes y quieren hacer caer fuego sobre los samaritanos que se niegan a recibirlo, reciben una fuerte reprimenda. Este es Jesús y esta es su enseñanza: una clara decisión en su seguimiento, una exigencia en la vida de quien lo sigue; pero un respeto grande para el que es diferente.

Nuestro mundo que cada día aparece más plural y nos obliga a aprender a vivir en relación con la diversidad, se ha dejado también llevar cada vez más por los fundamentalismos religiosos, políticos y raciales, como lo hemos estado viviendo y percibiendo en los últimos días. No aceptamos que el otro sea diferente y lo convertimos en nuestro enemigo. San Pablo resume en una frase machacona que viene a darnos el sentido del seguimiento de Jesús: "Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues la libertad y no se sometan al yugo de la esclavitud" (Ga 5,1.13-18) Seguir a Jesús no es cuestión de ideologías que nos esclavicen sino de vida que brota de nuestro interior. ¡Cuántos pleitos, guerras y desencuentros nos evitaríamos si comprendiéramos estas palabras!

Si hiciéramos caso tendríamos la verdadera libertad y no divisiones estúpidas que sólo hieren y destruyen. Nosotros, igual que los discípulos, caemos en los exclusivismos y en las discriminaciones. ¡Qué dolorosa la historia de la Iglesia y de las religiones que se enfrascan en guerras y matanzas defendiendo a un Dios que es amor! ¡Qué triste dividir al país por ideologías estúpidas! Y ojalá esto hubiera quedado en el pasado, pero hoy está más presente que nunca. En nombre de Dios o de las ideologías mueren miles en Irak, en África y en América. En nombre de las religiones y de las razas, se destruye y aniquila. Más que vivir la vida de Dios, nos hemos dedicado a defenderla. En nombre de Jesús se condena al que no piensa igual que nosotros.

En cambio, en la palabra de Dios de este día tenemos casos ejemplares de cómo es el seguimiento. Al primero que se ofrece espontáneamente para seguirlo, Cristo le pide que no se identifique con ninguna institución, que no busque sus propias seguridades, que no se haga esclavo de la riqueza, pues Él no tiene dónde reclinar la cabeza. Si queremos seguirle hemos de aceptar vivir en la inseguridad y renunciar a una vida cómoda y tranquila: Jesús nos quiere abiertos a todo y a todos, universales, no apegados a nuestros propios feudos.

La segunda invitación, "deja que los muertos...", que algunos interpretarían literalmente y como una injusticia contra la propia familia, parece indicarnos más bien una nueva forma de la religión: romper con una tradición que esclaviza, con una costumbre que lleva a la muerte y con una sociedad que se agota en sí misma. Jesús ya ha roto y denuncia esa tradición. Pide que esa ruptura sea total, que no se viva en la indecisión, que no se retrase su opción y se disponga a anunciar la novedad del reino con urgencia y prontitud.

Al tercero le advierte que el seguimiento sólo es posible con decisión firme y con mucha constancia. No se puede jugar a dos cartas. No se puede ser cristiano un día sí y otro día no. No se puede vivir en una religión a caprichos. No se puede arreglar un seguimiento a nuestros propios gustos. Hoy como ayer, Jesús sigue llamando a hombres y mujeres que dejándolo todo se comprometan con la causa del Evangelio y, tomando el arado sin mirar hacia atrás, entreguen la propia vida en la construcción de un mundo nuevo donde reine la justicia y la igualdad entre los seres humanos.

El seguimiento de Jesús es una invitación y un don de Dios, pero al mismo tiempo exige nuestra respuesta esforzada. Es pues un don y una conquista. Una invitación de Dios y una meta que nos debemos proponer con tesón. Pero sólo por amor, por enamoramiento de la Causa de Jesús, podremos avanzar en el seguimiento. Ni las prescripciones legales, ni los encuadramientos jurídicos, ni las prescripciones ascéticas pueden suplir el papel que el amor, el amor directo a la Causa de Jesús y a Dios mismo a través de la persona de Jesús, tiene de modo preponderante e insustituible en nuestras vidas.

Hoy están en juego dos preguntas que parecerían distintas pero que en realidad se unen en su fundamento: ¿Cómo estamos siguiendo a Jesús? ¿Cuál es nuestra actitud frente a quienes piensan diferente a nosotros? Y digo que están unidas en su fundamento porque si realmente seguimos a Jesús tendremos sus mismos sentimientos: un amor incondicional, incluso a los enemigos. ¿Cómo respondemos a las preguntas que nos hace Jesús?

Dios, Padre nuestro, ayuda a quienes queremos ser seguidores radicales de Jesús, a tomar también resueltamente la opción de dar nuestra vida día a día en el servicio a la Causa que Él con su entrega nos mostró. Amén

 

 

 

27/06/2019-06:44
Antonio Rivero

Padre Antonio Rivero: "Cristo pide radicalidad y no medias tintas"

 

DÉCIMO TERCER DOMINGO TIEMPO COMÚN

 

Ciclo C

Textos: 1 Re 19, 16b.19-21; Gal 5, 1.13-18; Lc 9, 51-62

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: Dios pide radicalidad en la vivencia de nuestra vida cristiana, y no medias tintas.

Síntesis del mensaje: Si el domingo pasado Cristo anunciaba su Pasión e invitaba a sus seguidores a cargar también ellos con su cruz cada día, ahora se acerca la hora de la verdad y se encamina con decisión hacia Jerusalén, dando por terminada su predicación en tierras de Galilea. A Eliseo le costó seguir a Elías, despedirse de sus padres y sacrificar su yunta de bueyes, que era lo que tenía (la lectura). Este desprendimiento radical y seguimiento de Cristo tiene que ser en la libertad y desde la libertad (2a lectura).

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, Dios pidió radicalidad a los profetas. Abramos la Biblia. Hoy mismo en la primera lectura. Elías por el campo, vio a Eliseo en la arada tras los bueyes, se quitó el manto y se lo echó a los hombros. "Déjame decir adiós a mis padres", le pidió. "Vete y vuelve", le dijo Elías. Cuando volvió, sacrificó sus dos bueyes, los asó al fuego de los aperos de labranza, celebró con sus trabajadores la cena del adiós y se fue de profeta (cf. 1 Re 19, 16-21). El permiso que pide para despedir a sus padres no tiene como finalidad dar largas a su decisión, sino que servirá precisamente para mostrar su radicalidad. A Abraham le mandó salir de su tierra e ir a otra que Dios le indicaría. A Moisés le ordenó ir ante el faraón y echarle un discurso que nada tenía de blandengue. Y otro tanto a Isaías, a quien un querubín le purificó los labios con una ascua del altar (cf. Is 6, 6-7); a Jeremías el mismo Dios le tocó los labios (cf. Jer 1, 9); a Ezequiel le dio a comer un libro enrollado que le supo a mieles (cf. Ez 3, 1-3); a Jonás, que le mandó pregonar un duro mensaje de conversión al pueblo de Nínive. Dios fue radical con los profetas. Nadie lo puede negar. Él es el Señor, el Creador. Nosotros, sus creaturas y sus siervos. Sí, también será Padre. Pero tuvo que venir Cristo a revelarlo.

En segundo lugar, Cristo pidió radicalidad a los apóstoles. Porque cristiano es más que profeta. El evangelio es más exigente que el Antiguo Testamento. Abramos el evangelio de hoy. Jesús, a uno que le pedía el mismo permiso del adiós a sus padres que Eliseo hizo a Elías, le respondió que "el que pone su mano en el arado y sigue mirando hacia atrás, no sirve para el reino de Dios". ¿Es o no exigente y radical, este Jesús? Y al fan que quiso seguirle: "sábete que si la zorra tiene madriguera y nido el ave, tú no tendrás almohada siquiera". A otro no le acepta la excusa dilatoria de que tiene que enterrar a su padre: "Deja que los muertos entierren a sus muertos". Otra vez radicalidad, porque hay mucho trabajo y no nos podemos entretener en cosas secundarias. En el primer caso, se nos dice que no por ser buenos cristianos, o por seguir la vocación religiosa o ministerial, se nos prometen ventajas temporales. Con la segunda respuesta, Jesús no desautoriza ciertamente la buena obra de enterrar a los muertos. Lo que nos dice es que no podemos dar largas a nuestro seguimiento y a nuestro servicio por el Reino. Hay que renunciar a los lazos de la familia si lo pide la misión evangelizadora, como hacen tantos cristianos cuando se sienten llamados a la vocación religiosa o ministerial, y tantos misioneros, también laicos, que deciden trabajar por Cristo dejando todo lo demás. No podemos hacer una cierta cirugía estética al evangelio por respeto al Respetable. Estos del evangelio de hoy, ¿siguieron a Jesús ante tanta radicalidad, o "tomaron las de Villadiego", es decir, se fugaron y no volvieron a saber más de Jesús?

Finalmente, Cristo nos pide y nos pedirá radicalidad a todos nosotros, eso está claro. Por tanto, ante el evangelio hay que elegir: radicalidad o frivolidad; radicalidad o evangelio a mi bolsillo y con edición reducida; radicalidad o evangelio light. ¡Pues sí que está el hombre de hoy para radicalismos religiosos! ¡Buena está la religión y la Iglesia para exigirlos! El radicalismo que pide el evangelio es la fe o aceptación radical de Jesús como Hijo de Dios, la esperanza o confianza radical en Jesús como salvador del mundo y la caridad o entrega radical a la voluntad de Dios. La radicalidad del evangelio está en pensar como Jesús pensaba, tasar y valorar las cosas como Él lo hacía, trabajar como Él trabajó y amar como Él amó, adorar como adoraba Él, llorar y perdonar como Él lo hacía, morir como Él moría para resucitar. La radicalidad evangélica es triple: la disponibilidad sin condiciones a Dios; la entrega a Dios sin contemplaciones, y la vida consecuente y sin excepciones. Es la exigencia de Jesús a los suyos, los cristianos. Esta radicalidad se concreta en la vivencia de los mandamientos, en la moral matrimonial, en la moral sexual y en la doctrina social de la Iglesia. Quien no entienda esta radicalidad, siempre estará poniendo "cojines" a las exigencias de Cristo e intentará aguar la radicalidad evangélica. Quien se entrega a esta radicalidad, será libre en su interior, sobre todo será libre del egoísmo y vivirá según el Espíritu (2' lectura).

Para reflexionar: ¿Aceptamos o no esta radicalidad de Jesús? ¿Por qué? ¿Por miedo al infierno o por amor y santo temor de Dios? ¿Trato de vivir esta radicalidad en mi matrimonio, en mi familia? Los apóstoles dejaron sus barcas y sus redes; Eliseo, sus bueyes y su familia...¿qué soy capaz de sacrificar yo para ser fiel a mi vocación cristiana en medio de un mundo que tiene otro estilo de vida?

Para rezar: Recemos con san Ignacio de Loyola.

Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.

Amén.

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

 

 

27/06/2019-07:00
Isabel Orellana Vilches

Beata María Pía Mastena, 28 de junio

«El Rostro de Cristo: sublime peana para ejercer la caridad. Fundadora del Instituto de la Santa Faz, con el que se propuso propagar, reparar y restaurar la imagen amable de Jesús en las almas. Es impulsora de la Pía obra de socorro»

No es la primera vez que un integrante de la vida santa descubre el auténtico sendero de su vocación después de haber recorrido otros. María Teresa Mastena vivió esta experiencia. Nació en Bovolone, Verona, Italia, el 7 de diciembre de 1881. Fue la primogénita de siete hermanos. Su padre Giulio, que regentaba una tienda de comestibles, y su madre María Antonia, que ejercía como maestra infantil en una escuela, les dieron una formación en la fe tan sólida que recibieron la gracia de ver cómo se consagraban dos de ellos porque Emilio Tarsicio, el penúltimo, fue capuchino. Además, otra de las hermanas, Magdalena, fue terciaria capuchina. Antes de cumplir 10 años en nota escrita prometió a Dios su virginidad, lógica salida para una niña que recordaba sentirse inmersa en Él hacia los 3 años.

La primera comunión en 1891 fue un instante lleno de resonancias místicas. A los 14 mostró su deseo de ingresar en el convento, pero la edad le obligó a demorar su ingreso, hasta que en 1901 las Hermanas de la Misericordia la acogieron en la comunidad. Se caracterizó por su piedad; ya guardaba dentro de su corazón una intensa devoción por el rostro de Cristo, cuya imagen plasmada en una antigua pintura se había acostumbrado a venerar en su casa paterna.

Percibía en su interior la llamada a una progresiva conversión, y el 11 de abril de 1903, fecha en la que Gemma Galgani entraba en la gloria, Teresa se unía místicamente sin saberlo a quienes, como esta pasionista, habían entregado su vida a Dios ofreciéndose en holocausto. Gemma murió custodiando su integridad, en aras de la pureza. Teresa, autorizada por sus superiores, quiso pronunciar ese día el voto privado de hacerse víctima. Profesó a finales de octubre de ese año tomando el nombre de Passitea del Niño Jesús. En 1905 finalizó los estudios de magisterio y en 1907 fue habilitada para impartir clases elementales. Estaba capacitada para asistir a niños enfermos, que fueron objeto de su enseñanza, fundamentalmente. Ejerció la docencia en Miane, mientras asumía la misión de superiora.

Su sed de progresar en el amor iba in crescendo, y en 1915 obtuvo el permiso del prelado monseñor Caroli para añadir nuevo voto a su vida: el de perseguir en todo lo más perfecto. En Miane hubo personas generosas que con sus aportaciones le permitieron abrir un centro-asilo para niños, un orfanato, una escuela y un club social. Hasta ese momento no había manifestado abiertamente lo que bullía en su interior. Estaba agradecida por todo lo que había aprendido junto a las Hermanas, pero no terminaba de encajar en ese carisma. Por eso, en 1927 ingresó con las religiosas cistercienses de San Giacomo di Veglia. Fue en este lugar donde al profesar tomó el nombre de María Pía. Pero lejos de la necesaria estabilidad humana y espiritual que perseguía, no tardó en darse cuenta de que la clausura tampoco era para ella. Y, de acuerdo con el prelado de Vittorio Veneto, monseñor Eugenio Beccegato, a finales de ese mismo año retornó a las aulas. Su decisión no fue comprendida; algunos de los que le prestaron apoyo, se pusieron en contra; fue objeto de críticas y represalias.

Impartió clases en Miane, Carpesica y San Fior. Su creatividad apostólica no estaba agotada: abrió un asilo, un comedor para niños sin recursos, y un taller. Sin olvidarse ni un segundo del voto de buscar siempre lo más perfecto tenía presente poner «toda la atención en ejercitar la santa indiferencia en todas las cosas» dando vía única a dos expresiones «el Fiat y el Deo gratias» tanto en las situaciones adversas, las que revistieran gravedad, como en los instantes felices.

Generalmente las obras destinadas a dar gloria a Dios no surgen sin más. En su origen hay todo un ejercicio de entrega de quien las impulsa: aflicción por las necesidades de los demás, que se anteponen a las particulares, un torrente de pasión incontenible que tiembla ante el despilfarro de la gracia divina, y un punzante anhelo de dejarse la vida literalmente, si es preciso, sembrando la semilla del evangelio por cualquier recodo. Si se ha contemplado el rostro de Dios en el otro, queda desterrado el legítimo descanso. Falta tiempo para atender al prójimo, para desgastarse en aras de ese amor incomparable que corre por las venas. Un apóstol no quiere ni pensar que tan solo uno de sus hermanos se pierda. Teresa había experimentado el sentimiento evangélico de ver en ellos al mismo Cristo. Por eso, mientras enseñaba dio los pasos oportunos para instituir una nueva fundación, materializada en 1930 en San Fior, y que implícitamente acogía estas vivencias de las que daba cuenta con su heroico quehacer.

Benedicto XVI, en la ceremonia de beatificación el 13 de noviembre de 2005, sintetizó sus elevados afanes con estas palabras: «...conquistada por el Rostro de Cristo, asimilo los sentimientos de dulce premura del Hijo de Dios hacia la humanidad desfigurada por el pecado, y lo concretó en gestos de compasión y después proyectó un Instituto con la finalidad de propagar, reparar, devolver la imagen del dulce Jesús en las almas». Su íntimo deseo era: «cada acto que realice con mis manos sea un trabajo continuo en torno al Corazón dulcísimo de mi Jesús...». Este Instituto de la Santa Faz tendría la finalidad de «... propagar, reparar y restaurar la imagen amable de Jesús en las almas».

En 1933 la beata instituyó la «Pía obra de socorro», y en 1936 abandonó la docencia. Entre tanto seguía con los trámites para el reconocimiento de su institución que llegó en 1947 después de haber sido recibida en audiencia por Pío XII en varias ocasiones. Al año siguiente se celebró el primer capítulo en el que salió elegida superiora general de forma unánime. Pero no pudo permanecer mucho tiempo en este oficio. Padecía diabetes, angina de pecho e hipertensión. En abril de 1951 sufrió un infarto; fue un aviso. El 28 de junio de ese año en Roma una nueva parada cardiaca terminó con su vida. Desde ese momento contemplaría, cara a cara y para siempre, el rostro de Dios.