Zoom

 

La primera comunidad en el mundo que acoge religiosas Síndrome de Down

 

 

24/07/19


 

 

La historia de Vatican News me ha llamado mucho la atención y me ha sobrecogido profundamente. Frente ante tanta noticia penosa que mina la credibilidad de la Iglesia, surgen destellos de esperanza que levantan los ánimos a los católicos y también, por que no, a los agnósticos Y si estas luces brillan en la laica y secularizada Francia, mejor que mejor.

Se trata de las Pequeñas Hermanas Discípulas del Cordero que viven en el centro de Francia y que forman la primera comunidad contemplativa en el mundo que recibe a personas con Síndrome de Down en la vida consagrada.

Aunque la inteligencia de las personas Down sea limitada, en muchos casos y gracias a los desarrollados programas de estimulación precoz en la infancia que ayudan a estas personas a aumentar sus destrezas y capacidades cognitivas, junto a una formación cristiana integral, hay muchas personas Síndromes de Down que son capaces de entender y conocer a Dios. Y ahora, también son capaces de consagrarse a la vida religiosa.

La amistad entre Line, una joven en búsqueda espiritual que quería vivir su vocación al servicio de los más pequeños, y Véronique, una joven con síndrome de Down que quería consagrarse al Señor, es lo que ha originado esta gran obra evangélica.

Han tenido que romper barreras y llamar a muchas puertas, puesto que el derecho canónico y las reglas monásticas no prevén la admisión a la vida religiosa de las personas con discapacidades mentales. Line y Véronique han tardado 14 años para que sean reconocidos los estatutos de esta comunidad especial, que tiene su "propio estilo original".

En la web de la comunidad religiosa se puede descubrir más anécdotas de esta comunidad, una esperanza para la Iglesia, y una prueba más de que muchas personas con discapacidad se pueden integrar en la sociedad. No les abortéis.

 

Zenón de Elea.