Servicio diario - 11 de septiembre de 2019


 

El Papa recuerda su viaje a Mozambique, Madagascar y Mauricio
Larissa I López

Primera reunión del Comité Superior para el Documento sobre la Fraternidad Humana
Rosa Die Alcolea

Papa en África: "Me sentí muy pequeño frente a la grandeza de la soberanía popular"
Rosa Die Alcolea

El Evangelio, "la levadura más poderosa de fraternidad" — Catequesis completa
Larissa I López

Francisco a los hispanohablantes: Rezar por los frutos del viaje a África
Larissa I López

El Papa propone dejarse inspirar por la Virgen "con sentimientos cristianos"
Larissa I López

El Santo Padre invita a pedir por "la victoria del bien sobre el mal"
Larissa I López

La solidaridad, "la mejor arma para transformar la historia"
Larissa I López

Timor Oriental: El Papa erige la Provincia Eclesiástica de Díli
Redacción

Monseñor Felipe Arizmendi: "Hermosas familias unidas"
Felipe Arizmendi Esquivel

Beata María Luisa Angélica (Gertrude) Prosperi, 12 de septiembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

11/09/2019-08:30
Larissa I. López

El Papa recuerda su viaje a Mozambique, Madagascar y Mauricio

(ZENIT — 11 sept. 2019).- Hoy, 11 de septiembre de 2019, en la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco ha rememorado su viaje apostólico a Mozambique, Madagascar y Mauricio, que tuvo lugar del 4 al 10 de septiembre.

Repasando sus principales actividades en cada país, el Santo Padre ha indicado en la catequesis que ha realizado esta visita "como peregrino de paz y esperanza".

Con respecto a Mozambique, Francisco ha indicado que allí ha deseado "esparcir semillas de esperanza, paz y reconciliación", ya que se trata de un país que ha experimentado un largo conflicto armado y este año ha sido azotado por dos ciclones.

Al mismo tiempo, ha invitado a todos a "que sigan trabajando por el bien común y difundiendo la amistad social".

En cuanto a Madagascar, un país rico en recursos naturales pero de los más pobres del mundo, el Papa mostró su respaldo al pueblo para que juntos "puedan superar la adversidad y construir un futuro más justo y desarrollado".

También aludió a su visita a la Ciudad de la Amistad, donde se trabaja "por la dignidad de los más necesitados y la educación de los jóvenes", su encuentro con las religiosas contemplativas, con los sacerdotes y consagrados y la celebración de la Eucaristía en el país malgache.

Finalmente, sobre Mauricio, isla con un carácter multiétnico, el Papa ha rememorado su exhortación a las autoridades a seguir promoviendo "ese mismo espíritu de acogida y favoreciendo la vida democrática".

 

 

 

11/09/2019-17:30
Rosa Die Alcolea

Primera reunión del Comité Superior para el Documento sobre la Fraternidad Humana

(ZENIT — 11 sept. 2019).- Hoy, 11 de septiembre de 2019, a las 8:30 horas, se ha celebrado en la Casa Santa Marta, residencia del Papa Francisco, la primera reunión con el Santo Padre del Comité Superior establecido para implementar los objetivos del Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia, en agosto de este año, ha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

La fecha fue elegida para este encuentro, 11 de septiembre, es signo de la “voluntad de construir la vida y la fraternidad donde otros sembraron la muerte y la destrucción”, en memoria de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, organizados por la red yihadista Al Qaeda, señala la Santa Sede.

El Comité está formado por 7 miembros. La Santa Sede está representada por Mons. Miguel Ángel Ayuso Guixot, Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, y por Monseñor Yoannis Lahzi Gaid, Secretario Personal del Santo Padre.

El Santo Padre saludó a los miembros y jefes del secretariado del Comité y les entregó una copia del Documento sobre la Fraternidad Humana realizado por la Biblioteca Apostólica Vaticana. A continuación, dirigió unas palabras de agradecimiento y aliento a los miembros del Comité, "artesanos de la fraternidad", para que estén en el origen de las nuevas políticas "no sólo de manos extendidas, sino de corazones abiertos".

 

Miembros

La Universidad de Al-Azhar participa con su Director, el Prof. Dr. Mohamed Husin Abdelaziz Hassan, y con Mohamed Mahmoud Abdel Salam, Juez y ex Asesor del Gran Imán Al-Tayyib. Los Emiratos Árabes Unidos están representados por Mohamed Khalifa Al Mubarak, Presidente de la Cultura de Abu Dhabi, Yasser Saeed Abdulla Hareb Almuhairi, escritor y periodista, y el Sultán Faisal Al Khalifa Alremeithi, Secretario General de los Ancianos Musulmanes.

Después de ser recibido por el Sustituto de la Secretaría de Estado, Mons. Edgar Peña Parra, el Comité regresó a Casa Santa Marta para iniciar sus trabajos.

 

Estatutos

Durante la sesión, los miembros nombraron al Presidente del Comité, Mons. Miguel Angel Ayuso Guixot, y el Secretario, Mohamed Mahmoud Abdel Salam, así como los miembros de la Oficina Ejecutiva, Mons. Yoannis Lahzi Gaid, Yasser Saeed Abdulla Hareb Almuhairi y el sultán Faisal Al Khalifa Alremeithi. También trabajaron en el texto de los Estatutos que regularán la actividad del Comité.

El Comité expresó su gratitud al Papa Francisco, por su bienvenida y aliento, al Gran Imán Al-Tayyib, por sus palabras alentadoras, y a Su Alteza Muhamad Ben Zaid, por el apoyo que ha ofrecido al Comité.

A continuación, el Comité determinó algunas medidas concretas para iniciar su actividad. Entre ellas, la propuesta, que se presentará a las Naciones Unidas, de definir una fecha, entre el 3 y el 5 de febrero, para la proclamación del Día de la Fraternidad Humana, y la decisión de invitar a representantes de otras religiones a formar parte del Comité.

 

 

 

11/09/2019-12:55
Rosa Die Alcolea

Papa en África: "Me sentí muy pequeño frente a la grandeza de la soberanía popular"

(ZENIT — 11 sept. 2019).- "Me llamó la atención -lo vi en tres países, pero me refiero a Madagascar, nos fuimos de allí-, la gente, en las calles, estaba la gente, se autoconvocó. En la misa del estadio, bajo la lluvia, estaba la gente que bailaba bajo la lluvia, estaban contentos...", observó el Papa ayer, martes, 10 de septiembre de 2019, en el vuelo de regreso a Roma, tras visitar África por cuarta vez.

Francisco ha visitado Mozambique del 4 al 6 de septiembre, a Madagascar llegó el día 6 por la tarde, y estuvo allí hasta el día 10, excepto el día 9 que lo dedicó a Islas Mauricio.

"Me sentí humilde, muy pequeño frente a la grandeza de la soberanía popular, confesó en la rueda de prensa ofrecida a los periodistas acreditados en el vuelo papal, según la transcripción de trabajo que ofrece Vatican News en español. "¿Cuál es la señal de que un grupo de personas es gente? La alegría. Había gente pobre, había gente que no había comido esa tarde para quedarse allí, estaban alegres", valoró el Santo Padre.

"En cambio, —continuó— cuando la gente o los grupos rompen con ese sentido popular de la alegría, la pierden. Es uno de los primeros signos, la tristeza de los solos, la tristeza de los que han olvidado sus raíces culturales".

Y subrayó: "Ser consciente de ser un pueblo es ser consciente de tener una identidad, de tener una conciencia, de tener una forma de entender la realidad y eso une a las personas. Pero la señal de que estás en el pueblo y no en una élite, es la alegría, la alegría común. (...) Y por eso los niños se despidieron así, porque sus padres los contagiaron de alegría".

 

Unidad interreligiosa

Al Santo Padre, en su 31° viaje internacional fuera de Italia con destino en África, le ha "impresionado mucho" la capacidad del país "para la unidad interreligiosa, el diálogo interreligioso", comentó en el vuelo de vuelta, que tomó en Antananarivo, capital de Madagascar. "La diferencia entre las religiones no se borra, pero se subraya que todos somos hermanos, que todos tenemos que hablar. Esto es una señal de la madurez de su país", aclaró.

"Ustedes son hermanos, la hermandad humana que está en la base y respeta todas las creencias. El respeto religioso es importante, por eso les digo a los misioneros que no hagan proselitismo. El proselitismo es una falacia para el mundo de la política, del deporte — anima a mi equipo, a tu equipo... — pero no para la fe. Pero, ¿qué significa para usted, ¿Santo Padre, evangelizar?".

 

Testimonio, el primer paso

"Hay una frase de San Francisco que me ha iluminado tanto. Francisco de Asís dijo a sus frailes: 'Lleven el Evangelio, si es necesario también con palabras'. Es decir, evangelizar es lo que leemos en el libro de los Hechos de los Apóstoles: el testimonio. Y ese testimonio provocó la pregunta: 'Pero, ¿por qué vives así, por qué haces esto?'. Y allí les explico: 'Es por el Evangelio'. La proclamación viene primero del testimonio. Primero vives como cristiano y si te piden que hables, ellos hablarán".

El testimonio "es el primer paso" y "el protagonista de la evangelización no es el misionero, sino el Espíritu Santo que lleva a los cristianos y a los misioneros a dar testimonio", matizó el Papa.
"Entonces vendrán las preguntas o no vendrán, pero el testimonio de vida cuenta. Este es el primer paso. Es importante evitar el proselitismo. Cuando ves propuestas religiosas que siguen el camino del proselitismo, no son cristianas. Buscan prosélitos, no adoradores de Dios en verdad. Aprovecho la oportunidad para subrayar esta experiencia interreligiosa suya que es tan hermosa".

 

Flores del gran Imán

Lo primero que encontró el Papa cuando entró al episcopado —contó como anécdota—fue un hermoso ramo de flores. ¿Quién lo envió? El gran Imán.

"Al hablar ayer con el Primer Ministro, me sorprendió cómo ellos, ustedes, han desarrollado esta realidad y la viven como una necesidad de coexistencia". Asimismo, el Papa narró cómo el Primer Ministro también le dijo que cuando uno pide ayuda a otro, dan la misma ayuda a todos, y nadie se ofende, porque se sienten como hermanos. "Esto hace la unidad del país. Es muy, muy importante".

El Papa también observó que en las reuniones "no sólo había católicos, había cristianos de otras religiones, y había musulmanes, hindúes y todos eran hermanos". Según contó, lo vio bastante en Madagascar y también en el Encuentro Interreligioso por la Paz de los Jóvenes, con jóvenes de diferentes religiones que han querido expresar cómo viven su deseo de paz.

 

 

 

11/09/2019-11:37
Larissa I. López

El Evangelio, "la levadura más poderosa de fraternidad" — Catequesis completa

(ZENIT – 11 sept. 2019).- El Papa Francisco explicó que emprendió su viaje a África como “peregrino de paz y esperanza” y resaltó que ”la esperanza del mundo es Cristo, y su Evangelio es la levadura más poderosa de fraternidad, libertad, justicia y paz para todos los pueblos” .

Hoy, 11 de septiembre de 2019, en la catequesis de la audiencia general, el Santo Padre recordó su reciente viaje apostólico a África, que tuvo lugar del 4 al 10 de septiembre con Mozambique, Madagascar y Mauricio como destinos.

 

Llevar "la levadura de Jesús"

En su catequesis de hoy, Francisco hizo un repaso sobre los principales actos que presidió en los tres países, así como sobre los mensajes que dedicó a los ciudadanos de cada nación.

De este modo, en primer lugar, indicó que a través de su visita y "siguiendo las huellas de los santos evangelizadores", trató de llevar la mencionada "levadura de Jesús" a los mozambiqueños, malgaches y mauricianos.

El Pontífice describió que, ante el prolongado proceso de paz que vive el país y el reciente azote de los ciclones Idai y Kenneth, acudió a Mozambique para "esparcir semillas de esperanza, paz y reconciliación",

Asimismo, expuso que la Iglesia sigue acompañando dicho proceso de paz, que avanzó el pasado 1 de agosto con un nuevo acuerdo entre las dos partes, y agradeció el trabajo realizado por la Comunidad San Egidio frente a este asunto.

El programa en Mozambique culminó con una Misa en el Estadio Zimpeto, en el que, bajo la lluvia, "resonó la llamada del Señor Jesús: "Amad a vuestros enemigos" (Lc 6,27), la semilla de la verdadera revolución, la del amor, que extingue la violencia y genera fraternidad", apuntó el Pontífice.

 

Madagascar

En este país, "rico en belleza y recursos naturales" y a la vez marcado por la pobreza, el Obispo de Roma manifestó su deseo de que la población malgache "pueda superar la adversidad y construir un futuro de desarrollo conjugando el respeto por el medio ambiente y la justicia social".

"Como signo profético de esta dirección", el Papa Francisco visitó la Ciudad de la Amistad-Akamasoa, pues se trata de "un lugar que atiende a los más pobres unir trabajo, dignidad, atención a los más pobres, instrucción de los niños. Todo animado por el Evangelio".

 

Mauricio

En cuanto a la República de Mauricio, definida por el Santo Padre como un "lugar de integración entre diferentes etnias y culturas", destacó la fuerza del "diálogo interreligioso y también la amistad entre los jefes de las diversas confesiones religiosas", algo "natural" allí.

Como ejemplo de ello, se refirió al detalle del Gran Imán, que le dejó un ramo de flores en el episcopado "como señal de hermandad".

La Santa Misa en Mauricio se celebró en el Monumento a María Reina de la Paz, en la fiesta del beato Jacques-Désiré Laval, conocido como el "apóstol de la unidad mauriciana".

En esta homilía, Francisco propuso las bienaventuranzas como el "carnet de identidad de los discípulos de Cristo" y el "antídoto contra este bienestar egoísta y discriminatorio, y también el fermento de la verdadera felicidad, impregnada de misericordia, justicia y paz".

Finalmente, el Pontífice invitó a dar gracias a Dios y a pedir "que las semillas arrojadas en este camino apostólico den frutos abundantes para los pueblos de Mozambique, Madagascar y Mauricio".

A continuación, reproducimos la catequesis completa del Papa Francisco.

***

 

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Ayer tarde volví de mi viaje apostólico a Mozambique, Madagascar y Mauricio. Doy gracias a Dios porque me ha concedido llevar a cabo este itinerario como peregrino de paz y de esperanza, y renuevo la expresión de mi gratitud a las respectivas autoridades de estos Estados, así como a los obispos, que me han invitado y acogido con tanto cariño y atenciones, y a los nuncios apostólicos, que tanto han trabajado para este viaje.

La esperanza del mundo es Cristo, y su Evangelio es la levadura más poderosa de fraternidad, libertad, justicia y paz para todos los pueblos. Con mi visita, siguiendo las huellas de los santos evangelizadores, traté de llevar esta levadura, la levadura de Jesús, a las poblaciones mozambiqueñas, malgaches y mauricianas.

En Mozambique fui a esparcir semillas de esperanza, paz y reconciliación en una tierra que tanto ha sufrido en el pasado reciente a causa de un largo conflicto armado, y que la primavera pasada fue azotada por dos ciclones que causaron daños muy graves. La Iglesia sigue acompañando el proceso de paz, que también dio un paso adelante el pasado 1 de agosto con un nuevo Acuerdo entre las partes. Y aquí quisiera detenerme para dar las gracias a la Comunidad de Sant’Egidio que ha trabajado tanto, tanto en este proceso de paz.

Animé a las autoridades del país en este sentido, exhortándolas a trabajar juntas por el bien común. Y animé a los jóvenes  de diferentes orígenes religiosos allí reunidos a construir el país, superando la resignación y la ansiedad, difundiendo la amistad social y atesorando  las tradiciones de los ancianos. A los obispos, sacerdotes y personas consagradas que encontré en la catedral de Maputo, dedicada a la Virgen Inmaculada, les propuse el camino de Nazaret, el camino del “sí” generoso a Dios, en la memoria agradecida de su llamada y de sus propios orígenes. Un signo fuerte de esta presencia evangélica es el Hospital de Zimpeto, en las afueras de la capital, construido con el esfuerzo de la Comunidad de Sant’Egidio.  En ese hospital he visto que lo más importante son los enfermos, y todos trabajan para los enfermos. Además, no todos pertenecen a la misma religión. La directora de ese hospital en una investigadora, muy buena, una investigadora sobre el SIDA. Es musulmana, pero dirige ese hospital que construyó la Comunidad de Sant’Egidio. Pero todos , todos juntos por el pueblo, unidos, como hermanos. Mi visita a Mozambique culminó con la misa, celebrada en el Estadio bajo la lluvia, pero todos estábamos contentos. Los cantos, las danzas religiosas…tanta felicidad. La lluvia no importaba. Y allí resonó la llamada del Señor Jesús: “Amad a vuestros enemigos” (Lc 6,27), la semilla de la verdadera revolución, la del amor, que extingue la violencia y genera fraternidad.

De Maputo me trasladé  a Antananarivo, la capital de Madagascar. Un país rico en belleza y recursos naturales, pero marcado por tanta pobreza. Manifesté el deseo de que, animado por su tradicional espíritu de solidaridad, el pueblo malgache pueda superar la adversidad y construir un futuro de desarrollo conjugando el respeto por el medio ambiente y la justicia social. Como signo profético en esta dirección, visité la “Ciudad de la Amistad” – Akamasoa, fundada por un misionero lazarista, el Padre Pedro Opeka: allí se trata de unir trabajo, dignidad,  atención a los más pobres, instrucción de los niños. Todo animado por el Evangelio. En Akamasoa, en la cantera de granito, elevé a Dios la Oración por los trabajadores.

Luego tuve un encuentro con las monjas contemplativas de diversas congregaciones en el monasterio de las Carmelitas: efectivamente, sin fe y sin oración no se construye  una ciudad digna del hombre. Con los obispos del país renovamos nuestro compromiso de ser “sembradores de paz y esperanza”, cuidando del pueblo de Dios, especialmente de los pobres, y de nuestros presbíteros. Juntos veneramos a la beata Victoire Rasoamanarivo, la primera malgache elevada a los altares. Con los jóvenes, que eran muy numerosos, -tantos jóvenes, en aquella vigilia, tantos, tantos- viví una vigilia rica en testimonios, cantos y bailes.

En Antananarivo  se celebró la Eucaristía dominical en el gran “Campo Diocesano”: grandes multitudes se reunieron en torno al Señor Jesús. Y finalmente, en el Instituto Saint-Michel, me encontré con los sacerdotes, los las consagradas, los consagrados y los seminaristas de Madagascar. Un encuentro en el signo de la alabanza a Dios.

La jornada del lunes estuvo dedicada a la visita a la República de Mauricio, una meta turística muy conocida, pero que elegí como lugar de integración entre diferentes etnias y culturas. Efectivamente, en los últimos dos siglos, han desembarcado en ese archipiélago, diferentes poblaciones especialmente de la India; y después de la independencia ha experimentado un fuerte desarrollo económico y social. Allí es muy fuerte el diálogo interreligioso y también la amistad entre los jefes de las diversas confesiones religiosas. Algo que a nosotros nos parecería raro, pero ellos viven así la amistad que es natural. Cuando entré en el episcopio, encontré un ramo de flores, precioso: lo había mandado el Gran Imam como señal de hermandad.

La santa misa en Mauricio se celebró en el Monumento a María Reina de la Paz, en memoria del beato Jacques-Désiré Laval, conocido como el “apóstol de la unidad mauriciana”. El Evangelio de las Bienaventuranzas, carnet de identidad de los discípulos de Cristo, en este contexto es un antídoto contra la tentación del bienestar egoísta y discriminatorio. El Evangelio y las Bienaventuranzas son el antídoto contra este bienestar egoísta y discriminatorio, y también el fermento de la verdadera felicidad, impregnada de misericordia, justicia y paz. Me impresionó el trabajo de los obispos para evangelizar a los pobres. Más tarde, en mi encuentro con las autoridades de Mauricio, expresé mi agradecimiento por el esfuerzo de armonizar las diferencias en un proyecto común, y las alenté a que mantuvieran en nuestro tiempo su capacidad de acoger a las personas así como sus esfuerzos por mantener y desarrollar la vida democrática.

Así, ayer por la tarde llegué al Vaticano. Antes de empezar un viaje y a la vuelta, voy siempre a visitar a la Virgen, la Salus Populi Romani, para que me acompañe en el viaje, como Madre, para que me diga que tengo que hacer, para que custodie mis palabras y mis gestos. Con la Virgen voy seguro.

Queridos hermanos y hermanas, demos gracias a Dios y pidámosle que las semillas arrojadas en este camino apostólico den frutos abundantes para los pueblos de Mozambique, Madagascar y Mauricio. Gracias.

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

11/09/2019-09:20
Larissa I. López

Francisco a los hispanohablantes: Rezar por los frutos del viaje a África

(ZENIT — 11 sept. 2019).- "A todos los invito a rezar por los frutos de este viaje apostólico, para que el Señor siga sosteniendo a los habitantes de Mozambique, Madagascar y Mauricio, y a la Iglesia conceda la valentía de seguir llevando el consuelo y la alegría del Evangelio".

Estas son las palabras con las que el Papa Francisco se dirigió a los hispanohablantes durante la audiencia general celebrada hoy, 11 de septiembre de 2019, en la plaza de San Pedro.

En su catequesis, el Santo Padre ha realizado una recapitulación de su reciente viaje a África, que tuvo lugar del 4 al 10 de septiembre y en el que ha visitado los tres países mencionados.

El Papa también ha saludado a los peregrinos de lengua española procedentes de España y América Latina. En particular, a los miembros de Universitarios para el desarrollo, que trabajan en zonas necesitadas de Argentina con misiones en Bolson, Río Negro, y la Viña, en Salta.

Finalmente, el Pontífice los ha bendecido a todos.

 

Universitarios para el Desarrollo

Universitarios para el Desarrollo es un proyecto argentino conjunto de profesores, estudiantes y profesionales, que busca promover el desarrollo humano organizando actividades de voluntariado y promoción social.

Se trata de una iniciativa que favorece la inclusión, los valores humanos y la responsabilidad social entre los jóvenes.

 

 

 

11/09/2019-10:16
Larissa I. López

El Papa propone dejarse inspirar por la Virgen "con sentimientos cristianos"

(ZENIT — 11 sept. 2019).- "Invito a todos a mirar a la Virgen y dejarse inspirar por Ella con sentimientos cristianos para que podáis vivir e imitar cada vez más a su Hijo Jesús", dijo el Papa tras dirigirse a los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados.

Con estas palabras, el Santo Padre recordó hoy, 11 de septiembre de 2019, en la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro, que mañana, 12 de septiembre, se celebra la memoria del Santísimo Nombre de María.

Después de finalizar ayer su cuarto viaje apostólico a África, realizado del 4 al 10 de septiembre y en el que visitó Mozambique, Madagascar y Mauricio, Francisco ha dedicado la catequesis de la audiencia general a recordar los principales momentos vividos, así como las claves de los mensajes transmitidos al pueblo mozambiqueño, malgache y mauriciano, respectivamente.

 

 

 

11/09/2019-14:27
Larissa I. López

El Santo Padre invita a pedir por "la victoria del bien sobre el mal"

(ZENIT — 11 sept. 2019).- "Rezad para obtener las gracias necesarias para vosotros, vuestras familias y vuestra patria. Implorad la gracia de la conversión y del arrepentimiento para muchos, y especialmente por el don de la victoria del bien sobre el mal, que penetra fácilmente en el corazón humano", dijo el Papa ante la celebración de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.

Hoy, 11 de septiembre de 2019, en sus saludos en diversas lenguas, al dirigirse a los peregrinos polacos, el Santo Padre se refirió a la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que se celebra el próximo sábado 14 de septiembre.

"En vuestro país será también el día de la iniciativa de evangelización llamada 'Polonia bajo la Cruz'. Participando en las numerosas celebraciones y encuentros de oración, perseverad junto con María, Madre Dolorosa bajo la Cruz de su Hijo", indicó el Pontífice a los visitantes de Polonia.

La catequesis de Francisco de este miércoles ha estado dedicada a rememorar su reciente viaje apostólico a Mozambique, Madagascar y Mauricio, que ha tenido lugar desde el 4 hasta el 10 de septiembre.

 

 

 

11/09/2019-14:49
Larissa I. López

La solidaridad, "la mejor arma para transformar la historia"

(ZENIT — 11 sept. 2019).- "Queridos hermanos y hermanas, tratad de crecer en la amistad, incluso con aquellos que piensan diferente, para que la solidaridad crezca entre vosotros y se convierta en la mejor arma para transformar la historia", dijo el Papa Francisco a los visitantes de lengua árabe.

Hoy, 11 de septiembre, durante la audiencia general, el Santo Padre ha saludado a los peregrinos de lengua árabe, especialmente al grupo de la Hermandad de la Juventud Mariana en el 25° aniversario de su fundación, acompañados por el Obispo de Jbeil, Líbano, Mons. Michel Aoun.

En la catequesis de este miércoles, Francisco ha repasado su reciente viaje apostólico a África, que tuvo lugar del 4 al 10 de septiembre, que emprendió como "peregrino de la paz" y en el que Mozambique, Madagascar y Mauricio fueron sus destinos.

 

 

 

11/09/2019-16:43
Redacción

Timor Oriental: El Papa erige la Provincia Eclesiástica de Díli

(ZENIT — 11 sept. 2019).- El Santo Padre ha erigido la Provincia Eclesiástica de Díli (Timor Oriental), elevando la diócesis a la categoría de Iglesia Metropolitana; tendrá como Iglesias sufragáneas las diócesis de Baucau y Maliana, y ha nombrado como primer arzobispo metropolitano a Mons. Virgilio do Carno da Silva, salesiano, actual obispo de Díli.

 

Datos estadísticos

La diócesis de Díli ocupa la parte central de Timor Oriental. Tiene una superficie de 4.775 kilómetros cuadrados y está dividida en 5 Distritos. Hay 630.176 católicos, de un total de 667.331 habitantes (94,4%), atendidos en 30 parroquias. Los sacerdotes son 149 (63 diocesanos y 86 religiosos). También participan en la pastoral 132 religiosos y 432 religiosas. Hay 98 seminaristas mayores. La diócesis también se sirve de numerosos catequistas.

La nueva Provincia Eclesiástica de Díli en Timor Oriental tendrá como sufragáneas las diócesis de Baucau y Maliana.

 

Diocésis Díli Baucau Maliana
Superficie (km2) 4.775 5.097 3.141
Habitantes 667.331 322.300 268.822
Católicos 630.176 320.255 267.206
Parroquias 30 21 11
Sacerdotes Diocesanos 63 31 16
Sacerdotes Religiosos 86 34 29
Religiosos 132 214 50
Religiosas 432 126 89
Seminaristas 98 38 40

 

 

 

11/09/2019-06:05
Felipe Arizmendi Esquivel

Monseñor Felipe Arizmendi: "Hermosas familias unidas"

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Dos de mis hermanas tienen a su esposo en cama, con muchas limitaciones, por la edad o por enfermedades. Por las noches, los hijos se turnan para cuidarlos. En el día, los nietos ayudan y están pendientes, para que mis hermanas no se sientan tan agobiadas. El resto de la familia estamos cerca, para apoyar en lo que sea necesario. ¡Qué hermoso es no sentirse solos ante estas realidades! La cruz, si la llevamos entre varios, pesa menos.

Fui a un hospital a atender a una prima, avanzada en años, que estaba en terapia intensiva; le llevé la unción de los enfermos y la comunión eucarística. Estaban el esposo, los hijos y parientes, tratando de ayudar en todo. Ante el dolor, ¡cuánto consuelo tener quien te acompañe y te ayude!

Con motivo de mi reciente 56 aniversario de ordenación presbiteral, organizamos una sencilla convivencia familiar. ¡Qué bonito es sentirte miembro de una familia unida! Además, tuvimos la celebración eucarística en el pueblo del que soy nativo. ¡Qué satisfacción tan grande sentirte parte viva de tu pueblo!

Es una bendición contar con una familia de sangre, con una familia parroquial, diocesana y eclesial. Pero, ¡qué triste es que no tengas con quien compartir alegrías y preocupaciones! ¡Qué doloroso es que, ante la enfermedad, la ancianidad, los problemas económicos o morales, no tengas quien te dé la mano! A eso se exponen quienes crecen egoístas, quienes no quieren casarse para no perder sus comodidades, los que no quieren hijos para evitarse molestias y sólo anhelan disfrutar su mal entendida libertad. ¡Tendrán que contratar a alguien para que nos les deje en la más terrible soledad!

En casa, somos siete hermanos. Mis padres nos enseñaron a procurar, como una prioridad después de Dios, la unidad familiar: buscarnos, querernos, ayudarnos, disculparnos, invitarnos, sobrellevarnos, acompañarnos en toda circunstancia. ¡Nunca estamos solos! ¡Qué bendición! Y si estos lazos los extendemos más allá de la familia de sangre, ¡mayor gracia y bendición!

Hay muchas familias que gozan de esta misma bendición de unidad y armonía. Son un tesoro para la sociedad y la Iglesia.

 

PENSAR

El Papa Francisco, en su Exhortación Amoris laetitia, dice: "La familia es el sujeto protagonista de una ecología integral, porque es el sujeto social primario, que contiene en su seno los dos principios-base de la civilización humana sobre la tierra: el principio de comunión y el principio de fecundidad. Igualmente, los momentos difíciles y duros de la vida familiar pueden ser muy educativos. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando llega una enfermedad, porque ante la enfermedad, incluso en la familia surgen dificultades, a causa de la debilidad humana. Pero, en general, el tiempo de la enfermedad hace crecer la fuerza de los vínculos familiares. Una educación que deja de lado la sensibilidad por la enfermedad humana, aridece el corazón; y hace que los jóvenes estén 'anestesiados' respecto al sufrimiento de los demás, incapaces de confrontarse con el sufrimiento y vivir la experiencia del límite" (277).

"En la historia de un matrimonio, la apariencia física cambia, pero esto no es razón para que la atracción amorosa se debilite. Alguien se enamora de una persona entera con una identidad propia, no sólo de un cuerpo, aunque ese cuerpo, más allá del desgaste del tiempo, nunca deje de expresar de algún modo esa identidad personal que ha cautivado el corazón. Cuando los demás ya no puedan reconocer la belleza de esa identidad, el cónyuge enamorado sigue siendo capaz de percibirla con el instinto del amor, y el cariño no desaparece. Pero nada de esto es posible si no se invoca al Espíritu Santo, si no se clama cada día pidiendo su gracia, si no se busca su fuerza sobrenatural, si no se le reclama con deseo que derrame su fuego sobre nuestro amor para fortalecerlo, orientarlo y transformarlo en cada nueva situación" (164).

"La mayoría de las familias respeta a los ancianos, los rodea de cariño y los considera una bendición. En las sociedades altamente industrializadas, donde su número va en aumento, mientras que la tasa de natalidad disminuye, estos corren el riesgo de ser percibidos como un peso. Por otro lado, los cuidados que requieren a menudo ponen a dura prueba a sus seres queridos" (48).

"La Iglesia no puede y no quiere conformarse a una mentalidad de intolerancia, y mucho menos de indiferencia y desprecio, respecto a la vejez. Debemos despertar el sentido colectivo de gratitud, de aprecio, de hospitalidad, que hagan sentir al anciano parte viva de su comunidad. Los ancianos son hombres y mujeres, padres y madres que estuvieron antes que nosotros en el mismo camino, en nuestra misma casa, en nuestra diaria batalla por una vida digna" (191).

 

ACTUAR

Valoremos y promovamos la unidad de las familias, empezando por la nuestra. Que la enfermedad o ancianidad de uno de los nuestros nos mantenga unidos, apoyándonos en todo cuanto sea posible y necesario.

 

 

 

11/09/2019-07:33
Isabel Orellana Vilches

Beata María Luisa Angélica (Gertrude) Prosperi, 12 de septiembre

«Mística benedictina, agraciada con experiencias sobrenaturales, padeció la incomprensión de uno de sus directores espirituales. Fue una gran abadesa que rigió santamente a la comunidad hasta el fin de sus días»

Hoy festividad del Santísimo Nombre de María, entre otros santos y beatos, se celebra la vida de Gertrude Prosperi. El 10 de noviembre de 2012 era elevada a los altares en la catedral de Spoleto. Desde 1232, ocasión en que la ciudad se vistió de gala para la canonización de san Antonio de Padua, no tenía lugar allí una ceremonia de tal solemnidad. El insondable amor a Dios y al prójimo compartido por el venerado capuchino y esta benedictina, junto a todos los que integran la vida santa, tiene en cada caso su matiz, aunque existen siempre confluencias porque el itinerario espiritual está amasado de ofrenda y oración rodeando una cruz que invita a sumergirse en los brazos del Padre.

Gertrude era una italiana que vino al mundo en una familia de procedencia aristocrática, aunque económicamente no se hallara en su mejor momento. Vio la luz por vez primera en Fogliano, el 19 de agosto de 1799. Cuando a sus 20 años ingresó en el monasterio benedictino de Santa Lucía en Trevi estaba más que vinculada a la fe que le transmitieron sus padres. No llegó a cumplir ni tres décadas en él porque su destino, el que se labró con su heroica entrega en la vida religiosa, era el cielo. Su existencia culminó cuando tenía 47 años.

Casi desde que inició su andadura como consagrada, su trayectoria espiritual fue un compendio de experiencias místicas en medio de las cuales no faltaron las insidias del diablo. A ello se unió el juicio precipitado y erróneo de un director espiritual. Paralelamente gobernó con rigor y sabiduría la comunidad. Al incoarse el proceso de beatificación estuvieron presentes los pilares en los que sustentó su heroica vida. No fueron otros que la adoración del Santísimo Sacramento, la contemplación de Cristo crucificado, que le infundía plena confianza en su infinita misericordia y la certeza de que si seguía sus pasos obtendría la gracia de estar junto a la Santísima Trinidad eternamente, así como con María, José y los bienaventurados.

El desenvolvimiento de este camino emprendido con plena conciencia, libertad y la voluntad de no volver la vista atrás fue sencillamente el propio de una persona consagrada que es fiel a Cristo en las pequeñas cosas de cada día. Ella desempeñó las misiones de enfermera, sacristana, camarlenga en cuatro ocasiones, y fue también instructora de huéspedes. No hay que dudar de su empeño para ejercitarlas con eficacia y hacerlo impregnándolas de caridad porque de otro modo no habría sido tan estimada por sus hermanas y por personas ajenas al monasterio, como fue el caso. Porque Gertrude era una mujer de intensa oración y animaba a todas a vivir con ese espíritu evangélico indicado por Cristo. Era sencilla, humilde y caritativa, prudente y cabal observante de la regla benedictina; amaba la pobreza y detestaba las alabanzas dirigidas a ella. Siempre elegía para sí lo que no era valorado por las demás. Gran asceta, con el fin de doblegar su cuerpo, había adoptado mortificaciones y severas disciplinas que eran usuales en la época. Nadie pudo sospechar inicialmente que convivían con una religiosa agraciada con tantos favores celestiales, ni el tormentoso acecho del diablo que padecía. Fue consciente de que los episodios que le acontecían de haber salido a la luz hubieran perturbado el ritmo de la comunidad.

En octubre de 1837 fue designada abadesa, misión encarnada con celo y fidelidad a las constituciones logrando en poco tiempo que las dificultades comunitarias diesen paso a una vital y fecunda convivencia entre todas, unidas por el amor y cumplimiento de la regla que habían heredado. Fue por esta época cuando uno de sus cuatro directores espirituales, Mons. Ignazio Giovanni Cadolini, arzobispo de Spoleto, le indicó que pusiese por escrito sus experiencias místicas. En una de las visiones que tuvo, Cristo advirtió a Gertrude de la procedencia de sus sufrimientos. El Redentor portaba la cruz cuando le dijo: «así es como te quiero, serás la vergüenza de todos. Te verás oprimida, y a pesar de ser acosada por los demonios, sufrirás por causa de los confesores. Desearán ayudarte, pero no podrán...». Pues bien, Mons. Cadolini durante cinco años juzgó que las visiones eran fruto de su orgullo, instigadas por el diablo. Le fue impuesta una pena y sufrió la incomprensión de la comunidad. Pero ella seguía viviendo cautiva de ese amor al Sacratísimo Corazón de Jesús. Y en los celestiales coloquios recibía grandes consuelos: «Aquí hija está tu hogar, aquí descansarás, pide lo que quieras, pon aquí todo corazón que yo lo aceptaré, los de los justos por amarme, los de los pecadores para convertirlos, los de los incrédulos para que puedan regresar a mi Iglesia».

Entretanto, el demonio atentaba contra ella golpeándola con saña además de infligirle otras agresiones.

En un momento dado, Mons. Cadolini quiso trasladarla a Ferrara, de cuya sede ya era cardenal, para que se integrase en una fundación que él quería poner en marcha. La salida del monasterio era costosa, pero la beata antepuso la obediencia, respondiendo: «Yo nada decido, sólo quiero lo que quiere Dios». Y se ve que Él quiso que permaneciera en Spoleto. Lo que sí culminó fue su relación con el prelado. El jesuita P. Paterniani, confesor y biógrafo suyo, ha narrado la extraordinaria vida de esta mujer que, aún enferma desde 1847, hallándose en su lecho dirigía a la comunidad y tenía bríos para alentarla en la observancia rigurosa del carisma que la congregaba. En la Semana Santa de ese año vivió la Pasión de Cristo como manifestó la novicia Pellegrini: «alrededor de la cabeza tiene como señales en forma de corona de espinas, cerca del corazón tiene una herida abierta y llena de sangre viva, apareció una señal sonrojada en el medio de las manos...». Tras una ligera mejoría, al llegar la Pascua Gertrude empeoró de nuevo aunque siguió rigiendo el monasterio hasta que falleció el 12 de septiembre de 1847.