Servicio diario - 16 de enero de 2020


 

Santa Marta: "Señor, si quieres, puedes", confiar en la compasión de Dios
Larissa I López

España: Madrid acogerá la Semana de de Oración por la Unidad de los Cristianos
Redacción

Obispos en Tierra Santa: Aportar una solución política "arraigada en la dignidad humana"
Larissa I López

Nicaragua: Nuevas intimidaciones del Estado contra los católicos
Larissa I López

Es la hora: Por una Iglesia comprometida por la equidad entre hombres y mujeres en la Amazonía
Redacción

República Dominicana: Obispos piden un pacto nacional a favor del "bienestar colectivo"
Larissa I López

Roma: El circo llega al Hospital Pediátrico Bambino Gesú
Rosa Die Alcolea

Enrique Díaz Díaz: «Cristo el Cordero»
Enrique Díaz Díaz

San Antonio Abad, 17 de enero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

16/01/2020-12:49
Larissa I. López

Santa Marta: "Señor, si quieres, puedes", confiar en la compasión de Dios

(ZENIT – 16 enero 2020).- “Tengamos la costumbre de repetir esta oración, siempre: ‘Señor, si quieres, puedes’. ‘Si quieres, puedes’, con la confianza de que el Señor está cerca de nosotros y su compasión tomará sobre sí nuestros problemas, nuestros pecados, nuestras enfermedades interiores, todo”, indicó el Papa Francisco.

Hoy, 16 de enero de 2020, en la homilía de la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre reflexionó sobre el episodio evangélico de la curación del leproso y exhortó a mirar la compasión de Jesús, que vino a dar su vida por nosotros, informa Vatican News.

 

Oración sencilla

Francisco se refirió a la oración que el leproso dirige a Jesús para que le cure: "Señor, si quieres, puedes". Es una súplica sencilla, "un acto de confianza", dijo, y al mismo tiempo "un verdadero desafío".

Se trata de una plegaria procedente de lo profundo del corazón del enfermo y que muestra también el modo de actuar del Cristo, de su compasión, "del sufrir con y por nosotros", de "tomar el sufrimiento del otro sobre sí" para calmarlo y curarlo en nombre del amor del Padre, explicó el Papa.

 

Acto de confianza

Para el Pontífice, en el “si quieres” se encuentra la oración que “atrae la atención de Dios” y está la solución: “Es un desafío pero también es un acto de confianza. Yo sé que Él puede y por esto me encomiendo a Él”.

Y continuó: “Pero ¿por qué este hombre sintió dentro de sí mismo hacer esta oración? Porque veía cómo actuaba Jesús. Este hombre había visto la compasión de Jesús”. Compasión, no pena, es un “estribillo del Evangelio” que tiene los rostros de la viuda de Naín, del Buen Samaritano, del padre y del hijo pródigo.

 

“La compasión involucra”

“La compasión involucra, viene del corazón e involucra y te conduce a hacer algo. Compasión es padecer con, tomar el sufrimiento del otro sobre sí para resolverlo, para sanarlo. Y esta fue la misión de Jesús. Jesús no vino a predicar la ley y después se fue. Jesús vino en compasión, es decir, a padecer con y por nosotros y a dar su propia vida. El amor de Jesús es tan grande que la compasión lo llevó precisamente hasta la cruz, a dar su vida”, describió el Obispo de Roma.

En este sentido, agregó, Cristo “es capaz de involucrarse en los dolores, en los problemas de los demás porque vino para esto, no para lavarse las manos y dar tres o cuatro sermones y marcharse”, está junto a nosotros siempre.

 

“Ten piedad de mí”

Como oración sencilla, que se puede usar muchas veces al día, el Santo Padre propuso: “’Señor, si tú quieres puedes sanarme; si tú quieres puedes perdonarme; si tú quieres puedes ayudarme’. O si quieren que lo diga un poco más ampliamente: ‘Señor, soy pecador, ten piedad de mí, ten compasión de mí’. ‘Señor, yo pecador, te pido: ten piedad de mí’”.

E insistió “Muchas veces al día, interiormente desde el corazón, sin decirlo en voz alta: ‘Señor, si tú quieres, puedes; si quieres, puedes. Ten piedad de mí’”.

 

Dios no se avergüenza

Francisco remarcó que el leproso obtuvo la curación con su oración sencilla y milagrosa y gracias a la compasión de Jesús, que nos ama incluso en el pecado.

Dios “no se avergüenza de nosotros. ‘Oh padre, yo soy un pecador, ¿cómo iré a decir esto?’… ¡Mejor! Porque Él vino precisamente por nosotros los pecadores, y cuanto más grande pecador tú eres, más cerca de ti está el Señor, porque vino por ti, el más grande pecador, por mí, el más grande pecador, por todos nosotros”, puntualizó el Papa de acuerdo al citado medio.

 

 

 

 

16/01/2020-13:59
Redacción

España: Madrid acogerá la Semana de de Oración por la Unidad de los Cristianos

(ZENIT — 16 enero 2020).- Recogiendo la invitación del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias, un comité interconfesional con representantes de las distintas confesiones cristianas presentes en Madrid (anglicanos, evangélicos, protestantes, católicos-romanos y ortodoxos) ha preparado diversas celebraciones para la Semana de Oración por la Unidad e los Cristianos, que tendrá lugar del 18 al 25 de enero con el lema «Nos mostraron una humanidad poco común» (Cf. Hch 28, 2).

En el programa de las celebraciones de Madrid, tal y como subraya en una carta mandada a las parroquias el todavía delegado de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la diócesis y secretario general de la COMECE, Manuel Barrios, sobresale la clausura de la SOUC el 25 de enero, a las 20 horas en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.

Estará presidida por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro y, «siguiendo una costumbre ya consolidada, se ha invitado a predicar a un miembro de otra Iglesia o comunidad eclesial. En esta ocasión, al Rvdo. Constantin Serban de la Iglesia ortodoxo rumana, elegido hace poco coordinador del Foro Ecuménico Pentecostés».

Asimismo, el delegado adjunta los materiales de la SOUC 2020. Entre ellos, según señalan los obispos de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales, el octavario se inspira en la narración de la tempestad que sufrió la nave que llevaba a san Pablo a Roma con algunos prisioneros y que acabaron socorridos en Malta «con verdadera humanidad por los nativos de la isla y por el personaje principal, Publio, que acogió en su propia casa a los náufragos y los auxilió hasta la admiración».

 

Programa completo

 

Sábado 18 — Apertura de la SOUC. Celebración Ecuménica de Jóvenes. 20 horas

Iglesia evangélica Cristo vive — Gran Vía de Hortaleza, 30. Madrid (Metro Pinar Del Rey). Acoge la iglesia evangélica Cristo vive con su pastor, el Rvdo. Emmanuel Buch Camí.

 

Domingo 19 — Encuentro Ecuménico de Coros. 19 horas

Paseo de las Delicias, 61. Madrid (Metro Delicias). Acoge la parroquia católica Ntra. Sra. de las Delicias. Participan coros de diversas confesiones cristianas de Madrid.

 

Lunes 20 — Parroquia anglicana de Saint George. 20 horas

Calle Núñez de Balboa, 43. Madrid (Metro Velázquez). Acoge la Comunión Anglicana, diócesis en Europa. Predica el Rvdo. Simon Wolfgang Dóbrich, pastor de la Iglesia evangélica de habla alemana de Madrid.

 

Martes 21 — Catedral del Redentor. 20 horas

Calle de la Beneficencia, 18. Madrid (Metro Tribunal). Acoge la Iglesia española reformada episcopal (IERE — Comunión Anglicana). Preside su obispo, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Carlos López Lozano. Predica la Rvda. Melanie Mitchell, pastora de la Community Church de Madrid.

 

Miércoles 22 — Comunidad luterana de la Friedenskirche (Iglesia de la Paz). 20 horas

Paseo de la Castellana, 6. Madrid (Metro Colón). Acoge la Iglesia evangélica de habla alemana de Madrid. Preside su pastor, el Rvdo. Simon Wolfgang Dóbrich. Predica el Rvdo. D. Jaime López Peñalba, director académico del Centro Ecuménico D. Julián García Hernando de Madrid.

 

Jueves 23 — Capilla del Seminario Conciliar. Vísperas Solemnes (rito católico). 20 horas

Calle San Buenaventura, 9. Madrid (Metro Latina). Acoge la Iglesia católica romana. Predica el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Nicolaos Matti Abd Alahad, arzobispo vicario patriarcal para España de la Iglesia ortodoxa siria.

 

Viernes 24 — Catedral de la Entrada en el Templo de la Sta. Madre de Dios. 20 horas

Calle Tubas, 9, Madrid (Metro Carabanchel Alto). Acoge la Iglesia ortodoxa rumana. Preside el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Timotei, obispo ortodoxo rumano de España y Portugal. Predica el Rvdo. D. Manuel Barrios Prieto, secretario general de la COMECE.

 

Sábado 25 — Catedral Santa María la Real de la Almudena. Clausura de la SOUC. 20 horas

Calle de Bailén, 10, Madrid (Metro Opera). Acoge la archidiócesis de Madrid. Preside el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Carlos Osoro Sierra, cardenal-arzobispo de Madrid. Predica el Rvdo. Constantin Serban, asesor del diálogo intercristiano e interreligioso del Obispado ortodoxo rumano de España y Portugal y coordinador del Foro Ecuménico Pentecostés.

 

 

 

16/01/2020-16:29
Larissa I. López

Obispos en Tierra Santa: Aportar una solución política "arraigada en la dignidad humana"

(ZENIT – 16 enero. 2020)-. Ante el conflicto vigente entre Israel y Palestina, los obispos de la Coordinadora de las Conferencias Episcopales para la Iglesia en Tierra Santa imploran a sus gobiernos que ayuden “a construir una nueva solución política arraigada en la dignidad humana para todos”.

Tras su encuentro anual en Jerusalén y Gaza, celebrado del 11 al 16 de enero de 2020, la Coordinadora de las Conferencias Episcopales para la Iglesia en Tierra Santa, “Holy Land Coordination” (HLC), ha publicado un mensaje final sobre esta visita.

 

Fracaso de la comunidad internacional

En él, los pastores recuerdan que cada año acuden "a conocer y a escuchar a la gente de Tierra Santa. Nos inspira su resistencia y su fe duradera en una situación que sigue empeorando".

Igualmente, remitiendo al mensaje de los obispos locales, lamentan el fracaso de la comunidad internacional para ayudar a lograr la justicia y la paz en esta región e indican que "nuestros gobiernos deben hacer más para cumplir con sus responsabilidades de defender el derecho internacional y proteger la dignidad humana", pues en algunos casos "se han convertido en cómplices activos de los males del conflicto y la ocupación".

Los representantes de la Iglesia en Tierra Santa también advirtieron que las personas se enfrentan a una mayor "evaporación de la esperanza de una solución duradera". Los miembros de la citada coordinadora, por su parte, apuntan que han sido testigos de ello, "particularmente cómo la construcción de asentamientos y el muro de separación está destruyendo cualquier posibilidad de que dos estados existan en paz".

Del mismo modo, en el texto de los prelados locales se denuncia que las condiciones de vida se vuelven "cada vez más insoportables", algo más "dolorosamente claro" en Cisjordania, "donde a nuestras hermanas y hermanos se les niegan incluso los derechos básicos, incluida la libertad de movimiento".

En Gaza, las decisiones políticas han provocado "la creación de una prisión al aire libre, los abusos contra los derechos humanos y una profunda crisis humanitaria" y los miembros de la coordinadora de episcopados para la Iglesia en Tierra Santa han sido recibidos por familias centradas "en la supervivencia diaria y cuyas aspiraciones se han reducido a lo esencial, como la electricidad y el agua potable".

 

Ayuda de religiosas, laicos y sacerdotes

En estas circunstancias, el texto final de la reunión también reconoce y agradece el sacrificio "de hermanas religiosas, laicos y sacerdotes que se están acercando con respecto a cada lado para construir un futuro mejor para todos", proporcionando servicios relacionados con el ámbito educativo, laboral y la atención a los más vulnerables.

Por otra parte, alientan a los cristianos de los países que forman parte de la coordinadora a "orar y apoyar esta misión" y animan a los que peregrinan a Tierra Santa "para asegurarse de que se encuentren con las comunidades locales".

 

Acciones de la comunidad internacional

Al mismo tiempo, aunque reconocen que la solución a la situación en Tierra Santa debe ser determinada en diálogo entre los pueblos que viven en ella, ofrecen una serie de pasos a través de los que la comunidad internacional “puede solidarizarse significativamente con aquellos israelíes y palestinos que se niegan a renunciar a su lucha no violenta por la justicia, la paz y los derechos humanos”.

'Estos pasos incluyen las siguientes acciones: insistir en la aplicación del derecho internacional; continuar el liderazgo de la Santa Sede en el reconocimiento del Estado de Palestina; atender las preocupaciones de seguridad de Israel y el derecho de todos a vivir con seguridad; rechazar el apoyo político o económico a los asentamientos; y oponerse decididamente a cualquier acto de violencia o abusos de los derechos humanos por cualquier parte.

Finalmente, los obispos de la Coordinadora de las Conferencias Episcopales para la Iglesia en Tierra Santa manifiestan que oran por la paz de Jerusalén.

 

Coordinadora para la Iglesia en Tierra Santa

La Coordinadora de las Conferencias Episcopales para la Iglesia en Tierra Santa se fundó, por invitación de la Santa Sede, a finales del siglo pasado para ofrecer apoyo a las comunidades cristianas del país de Jesús.

La peregrinación es uno de los aspectos más interesantes de estos encuentros anuales. Los obispos visitan las comunidades católicas y participan en su liturgia diaria. Otro de los puntos de interés es el conocimiento por parte de los obispos de las obras en desarrollo y el apoyo a la labor de los cristianos en Tierra Santa, fomentando el diálogo con miembros de la comunidad local figuras políticas locales.

En esta visita participan prelados representantes de las Conferencias Episcopales de Europa, Estados Unidos de América y del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE).
En concreto, las personas que suscriben este mensaje son: Mons. Declan Lang, responsable de la Coordinadora de Tierra Santa), Inglaterra y Gales; Mons. Udo Bentz, Alemania; Mons. Timothy Broglio, Estados Unidos; Mons. Peter Bürcher. Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia; Mons. Rodolfo Cetoloni, Italia; Mons. Christopher Chessun, Iglesia de Inglaterra; Mons. Richard Gagnon, Canadá; Mons. William Kenney, Inglaterra y Gales; Mons. Alan McGuckian, Irlanda; Mons. William Nolan, Escocia; Mons. Marc Stenger, Francia; Mons. Noel Treanor, Irlanda; Mons. Joan Enric-Vives Sicilia, España y Andorra; Rvdo. Antonio Ammirati, Consejo de Conferencia Episcopales de Europa; y el Dr. Erwin Tanner, Suiza.

 

 

 

16/01/2020-17:11
Larissa I. López

Nicaragua: Nuevas intimidaciones del Estado contra los católicos

(ZENIT — 16 enero. 2020)-. El vicario general de la Arquidiócesis de Managua, Mons. Carlos Avilés, denunció la intimidación del Estado contra los fieles católicos.

Así lo ha comunicado la agencia de noticias Fides en una nota publicada hoy, 16 de enero de 2020.

 

La Iglesia con "los más débiles"

"Los miembros de la policía toman nota de la placa de los autos de los fieles solo por el hecho de que van a Misa en una parroquia, eso es ridículo. Pero la Iglesia ha tenido esta experiencia de persecución ya en los años 80", explicó Mons. Avilés.

A pesar de esto,"no nos detenemos en nuestro trabajo y nuestra misión, evangelizar y estar al lado del pueblo. Desde abril de 2018, cuando la gente salió pacíficamente para manifestar en protesta contra la reforma del Seguro Social y fue brutalmente reprimido por la dictadura, la Iglesia Católica se puso nuevamente del lado de los más débiles", aclaró en un video compartido con la citada agencia.

 

Vivir en paz y armonía

En dicho video, el vicario general informa que existe una queja oficial de la Iglesia sobre estos hechos. La pieza audiovisual también contiene una entrevista del periódico La Prensa de Nicaragua en la que el representante eclesial describe la situación de la Iglesia.

"Gracias a Dios, la Iglesia refleja cuánta sociedad vive, cuánto vive el pueblo. No tenemos poder, ni militar, ni político, para enfrentar y luchar contra una represión gratuita solo por estar del lado del pueblo, o solo por denunciar los pedidos de justicia del pueblo", describió en este sentido.

Por último, el prelado pidió a los policías que detengan la persecución de la Iglesia y sus fieles, pues "no podemos vivir en un ambiente de represión. Debemos vivir en un espíritu cristiano, en paz y armonía".

 

Situación en Nicaragua

De acuerdo a la misma fuente, la situación de tensión en este país es constante. El Gobierno vigente intenta presentar un país pacífico y sereno ante la prensa internacional, mientras los líderes sociales y campesinos son perseguidos, amenazados o incluso asesinados.

Al mismo tiempo, los empresarios ya no apoyan la política económica del Gobierno, lo cual supone consecuencias negativas inmediatas para el mercado internacional. La prensa nacional, por su parte, no puede informar sobre eventos diarios y los partidos de oposición se encuentran sin instrumentos políticos antes de las próximas elecciones.

 

Respuesta del pueblo

No obstante, a través de las redes sociales, los testimonios de los jóvenes en distintos puntos de Nicaragua confirman que un país libre y unido es posible y que será el resultado de cada pequeña contribución.

Tal y como señala Mons. Rolando Alvarez, obispo de Matagalpa: "El pueblo está enseñando una lección de unidad. Lo hace en la vida diaria, apostando a los grandes ideales para construir una nueva Nicaragua, una gran nación. Porque el pueblo hace una verdadera unidad".

 

 

 

16/01/2020-12:17
Redacción

Es la hora: Por una Iglesia comprometida por la equidad entre hombres y mujeres en la Amazonía

(ZENIT — 16 enero 2020).- Dominik Szkatula es misionera laica y responsable de Pastoral Indígena del Vicariato Apostólico San José del Amazonas, en Perú. De origen polaco, trabaja desde hace más de 37 años en diferentes puestos de misión de la zona. Desde hace cuatro años se desempeña entre los pueblos Kichwas en el Alto Napo.

Ofrecemos a continuación el artículo escrito por Szkatula sobre las «apus», jefas de sus respectivas comunidades indígenas del pueblo Kichwa, publicado en el portal web del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP).

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Sí, no son muchas. Pero conozco a algunas mujeres, por lo menos dos, que son apus. Es decir, son jefas de sus respectivas comunidades indígenas del pueblo Kichwa, algo que rara vez encuentras en estas sociedades. Ellas tienen el mismo título y cargo que sus homónimos varones. Fueron elegidas mediante asamblea comunal, ante todo el pueblo, y son quienes presiden su comunidad teniendo plena capacidad para convocar, reunir, decidir y representar.

Ellas son la excepción, el símbolo de la esperanza. Y son esas excepciones las que me hacen ver el vaso medio lleno. Por ejemplo, la señora Betty, desde ya varios años, es la presidenta de la Federación indígena Kichwa FECONAMNCUA, que abarca muchas comunidades del medio Napo y otras dos cuencas: Curaray y Arabela. Sin mencionar mujeres que presiden organizaciones de programas sociales que se realizan en las comunidades. ¿Esto qué quiere decir? Que cuando a las mujeres se les confía la organización de un grupo de personas, esto suele ligares a la administración de alimentos y dinero.

Otra de esas mujeres valientes es la señora Lésica, quien siendo ya madre de familia familia y teniendo cuatro hijos decidió terminar su Secundaria en la modalidad a la distancia y logró estudiar la Educación Inicial. Hoy trabaja en una escuelita cerca de Angoteros pero, más allá de eso, es que su ejemplo fue seguido por otras.

Pero creo, de verdad, que la valentía e integridad de estas mujeres puede medirse de múltiples formas. Por eso admiro a la señora Selmira, indígena kichwa, madre y abuela, quien es traductora de su lengua, y contadora de cuentos y mitos, además de historias bíblicas. Con su valioso trabajo, aporta a muchas publicaciones. Su fe y perseverancia salvó a su esposo del alcoholismo y hoy le da valor para que siga dando testimonio de cómo volver a vivir dignamente.

Muchas veces recuerdo también a doña Yadira, muy comprometida en la Iglesia, a la cual dedicaba mucho tiempo. Ante esto yo tenía una curiosidad, ¿cómo aceptaba su ' karr (hombre en kichwa) que pasara tanto tiempo dedicada a una actividad externa, fuera de la casa? Y le pregunté. Y ella, con toda la fuerza, me respondió: "Él sabe que yo me comprometí y tengo que cumplir mis tareas". ¡Qué bien! Las mujeres se hacen respetar, valorar y, cada día más, se hacen más independientes de sus maridos.

Hablar de inicio sobre Selmira, Lésica, Betty o Yadira es tomar el vaso medio lleno. Sin embargo, o podemos ignorar que ellas aún son una minoría en un mundo (o mejor dicho, en una selva amazónica) donde las mujeres viven en clara desigualdad. La violencia, muchas veces invisibilizada bajo pretextos culturales, permanece a pesar de que, en estos tiempos, todos sabemos que ninguna violación de los derechos humanos es justificable ni debe ser permitida o silenciada. ¿Será el Decreto Supremo 009-2019 que sacó el Ministerio de Cultura este 2019 una buena herramienta para frenar las realidades más crueles de nuestra Amazonía en temas de violencia contra las mujeres en sus múltiples formas? Nació con mal pie, pues fue un lineamiento que no fue construido de manera participativa, ni fue socializado, validado o consultado con las organizaciones indígenas antes de su emisión.

 

¿Cómo puede ayudar la Iglesia a la equidad de género en la Amazonía?

Cuando hablamos de los Encuentros de Formación de los Animadores en la sede del puesto de misión, nos referimos generalmente a puros varones, porque la mujer animadora no logra librarse de las muchísimas tareas del hogar y el cuidado de muchos hijos (promedio de siete por familia). Sin embargo, en el último de ellos convocado por nuestra sede le dimos un cambio. ¿Qué hicimos? Sabiendo que en la cultura Kichwa el varón sin la mujer no es completo y viceversa, la mujer sin el varón no existe y viceversa (hasta la misma lengua lo indica: no hay pronombre el, ella solo pai, igual para los dos) comenzamos a invitar a todos los encuentros a los animadores, con sus señoras. Así como lo hacen en su cultura, pues cuando participan de algún evento lo hacen juntos.

Varias mujeres, estando ya en el encuentro, vinieron a agradecer muy emotivas el hecho de haberlas invitado personalmente a través de una carta. Tanto así que, emocionadas, aseguraban que nunca lo iban a olvidar. Fue ahí que pensé: "qué importante es ser considerada, visibilizada, tomada en cuenta con respeto".

Con este detalle, a priori simbólico, podemos empezar a encontrar respuestas. La primera de ellas: hay que considerar a las mujeres en todos los eventos de la Iglesia, a pesar del mito de que “ellas no podrán participar porque se ocupan del hogar”. Ya lo vieron, eso es falso. Ellas ven cómo se organizan. La invitación está hecha con todo el corazón, y ellas decidirán.

La tarea pastoral fundamental de Iglesia es la formación integral en la que tienen que participar siempre las mujeres para alcanzar los más altos niveles de liderazgo en los sectores públicos y privados. Ellas esperan ser protagonistas en diferentes ámbitos: económico, educativo, salud, en la participación política y eclesial. Pero, en paralelo, la Iglesia tendrá que mostrar que en su interior procura lo mismo: las mujeres preparadas y con sus propios dones, tanto religiosas como laicas, participan en los espacios de decisiones, son tomadas seriamente en cuenta, tienen funciones importantes y cargos de responsabilidad y confianza en su labor de modo que nunca más se las mire como menores de edad.

Esto no es sólo una idea, sino que se sustenta en datos pues parece que, en la sociedad, el apoyo a una mayor responsabilidad de la mujer en la iglesia supera el 97 %. Y una nota más: decir que la igualdad de género es importante es una cosa y crear una cultura donde se la practique diariamente, es otra. Así que la Iglesia tiene también esta tarea de dar ejemplo de ello en la vida cotidiana.

 

Tres ideas finales

Mi reflexión pondrá fin con tres puntos que considero fundamentales para mejorar y contribuir a la relación entre la Iglesia y las mujeres.

  1. Las mujeres indígenas juegan un rol muy importante en la sobrevivencia de los pueblos a los que pertenecen. Son ellas quienes transmiten la lengua, costumbres y mitos a otras generaciones. Es por eso que la Iglesia tiene que reconocer y apoyar a las mujeres en esta tarea, ya que defendiendo la cultura no se disolverá su tradicional armonía, la repartición de tareas entre hombres y mujeres y su complementariedad.
  2. Que la Iglesia dé mejor y más eficaz atención a las mujeres víctimas de violencia física, psicológica y sexual y acompañe los procesos de reparación. Mencionar que la mayoría de las mujeres que sufren la violencia en nuestra región son menores de edad y lo sufren frecuentemente por parte de sus profesores y familiares.
  3. Finalmente la educación, que es fundamental para la equidad de género. La Iglesia tiene aquí muchas potencialidades de promoverla: los indígenas Kichwas, en la zona de mi ámbito de trabajo, son en un aproximadamente 15 % analfabetos, pero esta condición afecta más a las mujeres en todas sus edades. Siempre tienen menos oportunidades para estudiar y superarse. Entre varias causas podríamos mencionar: hablar tan solo Kichwa coloca a las mujeres en una situación de mayor exclusión para acceder a la educación superior y secundaria, de esta manera también son las primeras candidatas a ser madres adolescentes, pues ya a la edad de 13 años, cuando están embarazadas, son discriminadas. Sienten vergüenza y no terminan sus estudios ni se reintegran después de dar a luz por falta de apoyo. Nadie las respalda, ni sus familias, ni la escuela, ni las instituciones.

 

Ojalá llegue un día en que todas las brechas, y muy especialmente la de género, sean un recuerdo del pasado. Mientras tanto continuaremos trabajando por ellas, y por las que vendrán.

 

 

 

16/01/2020-10:34
Larissa I. López

República Dominicana: Obispos piden un pacto nacional a favor del "bienestar colectivo"

(ZENIT — 16 enero. 2020)-. Los obispos de República Dominicana expresan su deseo de que los líderes políticos logren un pacto nacional en el que suscriban un compromiso en torno a las propuestas prioritarias para el país, "conformando una agenda nacional y provincial que trascienda los intereses personales y grupales a favor del bienestar colectivo de la nación".

La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), con motivo del Día de Nuestra Señora de la Altagracia, ha publicado su Carta Pastoral titulada "Elecciones 2020: espacio de participación y compromiso", en la que se refieren a los procesos electorales previstos para febrero, con las elecciones municipales, y finales de mayo, con los comicios generales.

 

58 años de democracia

El mensaje transmite la preocupación de los pastores, pues, "en estos 58 años de construcción democrática, hemos tenido la amarga experiencia de procesos electorales traumáticos, que han afectado el orden político y económico, la tranquilidad y progreso del país".

Frente a la situación política y social en Latinoamérica, los representantes de la Iglesia en el citado país llaman a la reflexión y recuerdan que la política "no puede estar al margen de la moral si no quiere convertirse en una de las más nefastas actividades por sus implicaciones para la sociedad".

 

Importancia de la ética

Asimismo, aunque ya se han producido avances en el sistema electoral y se han introducido dos nuevas normas que refuerzan la transparencia de los comicios, resaltan que "el aniquilamiento de la ética marca el paso hacia el uso degradante del poder, a la explotación y a los abusos por parte de quienes ocupan los primeros puestos, y al arrinconamiento de una clase desposeída a la que solo le asiste el derecho a consentir.

En esta línea, exhortan "a votar por personas honestas que ofrezcan garantías de futuro a la patria, por partidos que defiendan la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, y que custodien los valores supremos de nuestra Nación".

 

Acciones concretas

En cuanto a los candidatos electorales, les exigen presentar propuestas fundamentadas en la solución de las necesidades más urgentes del pueblo dominicano, "evitando las intrigas, calumnias y manipulaciones de las denominadas campañas sucias, así como el despilfarro de recursos económicos en la publicidad desmedida".

Los obispos dominicanos manifiestan que en la agenda de acciones concretas de los candidatos no debe faltar el combate a la corrupción administrativa pública y privada, la defensa de las dos vidas tanto de la madre como del hijo por nacer, la violencia ciudadana e intrafamiliar, el cambio climático, el respeto al orden jurídico y constitucional; así como, políticas de ordenamiento migratorio, justas inversiones en salud, justicia y seguridad social, políticas de empleo, salarios justos y la disminución de la pobreza.

 

Proceso electoral transparente

Por otro lado, recuerdan a los electos y los que serán elegidos que los cargos públicos son para servir con sobriedad, educación, sensatez, don de gobierno, dignidad, autenticidad, transparencia, sabiduría y régimen de justicia, de modo que, no deben "sentirse imprescindibles o llegar a creerse mesías político".

El episcopado también indica que la "Junta Central Electoral merece nuestro apoyo y el de todos los dominicanos, sobre todo en orden a velar por la dirección de un proceso electoral transparente", además de advertir que "no se puede admitir la práctica corrupta e ilícita de compra y venta de cédulas a la vista de todos, sin que se tome acción contra esta infracción electoral".

 

La Iglesia

Con respecto "a quienes cuestionan el derecho de la Iglesia a opinar sobre temas políticos o sobre los procesos electorales" aclaran que, "como dominicanos y pastores de este pueblo, nos preocupa todo lo referente al ser humano".

Los pastores apuntan que la Iglesia respeta la libertad de elección, que el voto es un derecho y un deber de conciencia que no debe estar motivado por intereses personales y que un auténtico ejercicio democrático solo es posible en un Estado de Derecho donde predomine la ley "por encima de interpretaciones coyunturales y acomodaticias."

En torno al papel de la mujer en las elecciones remarcan que más allá de una cuota para ocupar cargos públicos es necesario más apertura de oportunidades para mostrar su inconmensurable valor, dignidad y respeto. Igualmente, misiva hace referencia a la preocupación de los obispos por el notable incremento de los feminicidios.

 

60° aniversario de la Carta Pastoral

En el año 2020 la CED conmemora el 60° aniversario de la Carta Pastoral publicada en enero de 1960 en contra del régimen de Rafael Leónidas Trujillo. Esta fue suscrita, "en el ejercicio de su misión profética", por los seis obispos del momento: Mons. Ricardo Pittini, Mons. Octavio A. Beras Rojas, Mons. Hugo Eduardo Polanco, Mons. Francisco Panal, Mons. Juan Félix Pepén y Mons. Tomás F. Reilly.

La Carta reconocía que "cada ser humano, aun antes de su nacimiento, ostenta un cúmulo de derechos anteriores y superiores a los de cualquier Estado. Son derechos intangibles que ni siquiera la suma de todas las potestades humanas puede impedir su libre ejercicio, disminuir o restringir el campo de su actuación".

 

 

 

16/01/2020-17:08
Rosa Die Alcolea

Roma: El circo llega al Hospital Pediátrico Bambino Gesú

(ZENIT — 16 enero 2020).- El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el Hospital Pediátrico Bambino Gesú promueven la iniciativa «¡Niños a la fiesta! El circo llega al Bambino Gesú», que tendrá lugar el viernes 17 de enero de 2020, con ocasión de la presencia en Roma de «Rony Roller Circus», ya premiado en el Festival del Circo de Montecarlo.

Al evento, organizado en el marco de la próxima Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará el 11 de febrero, asistirán el cardenal Peter K.A. Turkson, prefecto del Dicasterio, Mons. Bruno Marie Duffé, secretario del Dicasterio, y Mariella Enoc, presidente del hospital Bambino Gesú.

A las 8:30 horas, en la capilla del Hospital en el Gianicolo (piazza s. Onofrio, 4), el Card. Turkson y Mons. Duffé concelebrarán la Misa para los pequeños pacientes de la estructura sanitaria y sus familias, para el personal médico, así como para los representantes del circo allí presentes. Después, habrá un primer espectáculo pequeño en el interior de la Ludoteca del Hospital, mientras que a las 11 horas un espectáculo más amplio y articulado se desarrollará en los espacios del Castillo de los juegos.

Seguirá una alegre «invasión» de los artistas, payasos y malabaristas en algunos pabellones para llevar algunas risas y algo de felicidad incluso a los niños que no pueden salir de sus habitaciones.
La iniciativa se enmarca en un camino pastoral que el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral promueve desde su inicio (habiendo absorbido las competencias del antiguo Consejo Pontificio para los Migrantes e Itinerantes) a favor de los circenses y feriantes, con especial atención hacia la tutela de la dignidad de los trabajadores y de los que trabajan en el sector de las ferias y exposiciones itinerantes.

A tal propósito, el Dicasterio participa también en el "Foro para la Organización Cristiana para la Pastoral de los Circenses y de los lunaparquistas», que se reúnen anualmente en Montecarlo. Recibiendo en audiencia a los participantes en el «Jubileo del espectáculo itinerante» en 2016, el Papa Francisco dijo: «¡Vosotros hacéis grandes cosas! Vosotros sois 'artesanos' de la fiesta, de la maravilla: sois artesanos de lo bello: con estas cualidades enriquecéis a la sociedad en todo el mundo, también con la ambición de alimentar sentimientos de esperanza y de confianza». Desde hace tiempo los artistas de circo abren sus espectáculos a los más necesitados, a los presos, a los sin techo, a los enfermos: «También esto es misericordia —concluyó el Papa en aquella ocasión— para sembrar belleza y alegría en un mundo a veces sombrío y triste».

Entre las áreas de intervención del Departamento está también la atención pastoral de los trabajadores de la salud. De ahí la idea del circo en el hospital, nacido junto al Bambino Gesú, una institución de la Santa Sede, que garantiza más de 600 camas y casi 29.000 hospitalizaciones al año y que en 2019 celebró el 150 aniversario de su fundación.

«Estamos contentos por compartir esta iniciativa con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral», afirmó Mariella Enoc, presidenta del Bambino Gesú. El estupor y la alegría por la actuación de un payaso o un acróbata están entre las herramientas más efectivas para ayudar a los niños a sonreír y por ello agradecemos sinceramente a los artistas que actuarán».

«Regalar a un pequeño paciente un recuerdo de alegría ligado a un momento delicado de su vida —subrayó el Card. Peter K.A. Turkson— significa aliviar su carga de dolor, aliviar la de los padres que lo acompañan y, por qué no, aliviar incluso un poco a los médicos y enfermeras, dándoles una pizca de alegría para alimentar la extraordinaria misión que cada día llevan a cabo al servicio de los demás».

 

 

 

16/01/2020-08:00
Enrique Díaz Díaz

Enrique Díaz Díaz: «Cristo el Cordero»

 

II DOMINGO ORDINARIO

Isaías 49, 3.5-6: "Te hago luz de las naciones para que todos vean mi salvación"
Salmo 39: "Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad"
Corintios 1, 1-3: "A todos ustedes Dios los santificó en Cristo Jesús y son su pueblo santo"
San Juan 1, 29-34: "Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo"

Baja el río de la montaña, saltando entre las peñas, corriendo en medio de la barranca y se introduce por en medio del pueblo. Su agua cristalina pronto se torna opaca pues va recogiendo la basura y desperdicios de toda la comunidad. Le llaman "Río Puerco", a él que es tan limpio y que da tanta vida y belleza. A su paso barre con toda la porquería, pero parece que entre más purifica, más suciedad y desperdicios le arrojan las personas. ¿Se cansará un día el río de purificar y dar vida? Mi río es como esas personas buenas que sólo saben dar amor y bondad, mi río es como Jesús que no espera agradecimientos, que siempre sigue liberando, purificando y perdonando.

Aunque desde el lunes pasado iniciamos el tiempo que llamamos ordinario, hoy es el primer domingo que retomamos la vida de cada día para enfrentarnos a los problemas diarios. Hemos dejado atrás las fiestas de Navidad y Año Nuevo y ahora estamos ya subiendo la cuesta de enero. Y la cuesta "cuesta", porque hemos de enfrentar las situaciones ordinarias, pero de una manera extraordinaria y hemos de transformar el camino de cada día en un tiempo de construcción, de siembra y en un llamado a la esperanza. Y este año, por desgracia, tenemos que afrontar un ambiente de violencia, de injusticias, de dudas y de pobreza creciente. Parecería para desanimar. Pero el verdadero discípulo encuentra razones para sostener su lucha. Hoy San Juan Bautista nos indica la mejor manera de hacer este camino: acompañados de Jesús. Ya en los primeros domingos hemos ido descubriendo este rostro de Jesús, Emmanuel, Dios con nosotros, pero ahora el Bautista pretende que nos acerquemos a Él, que lo conozcamos más íntimamente, que nos dejemos tocar, limpiar y fortalecer por Jesús.

La imagen de Jesús que hoy nos ofrece este singular profeta, es la del Cordero de Dios. Para el pueblo de Israel esta imagen encierra un profundo significado que ojalá nosotros lográramos recuperar y transformar en una imagen actual y motivante. El pueblo que vivía en esclavitud se ve liberado por Dios, pero la señal de la liberación es la sangre de un cordero rociada en los dinteles de las casas. Así, el Cordero aparece como liberador. Cuando el pueblo de Israel tenía sus fiestas anuales, debía purificarse de todos los pecados. En un rito ancestral, escogían un cabrito y, después de arrojar sobre él todas las culpas del pueblo, lo enviaban al desierto para que con él desapareciera toda la maldad del pueblo. Era un bello rito que implicaba el arrepentimiento y la conversión. La gran fiesta de la Pascua y liberación se celebraba participando todos de un mismo cordero en fiesta familiar y comunitaria. Liberación, purificación y sentido de comunidad, se unen en el recuerdo del pueblo. Todos estos signos, experimentados y vividos por los israelitas, deberían acudir a su memoria cuando Juan presenta a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Pero, ¿cómo explicarlo y vivirlo en nuestros días? Tendremos experimentar a Jesús como el gran liberador cuando sentimos que las injusticias nos superan; mirarlo como quien construye la unidad contra el individualismo y el egoísmo; y sabernos purificados y perdonados en un ambiente de corrupción y de pecado.

Con frecuencia los mismos cristianos hemos olvidado el significado de pecado. Lo hemos reducido a una especie de mancha o de impureza en los vestidos o en el "alma", pero el pecado es algo mucho más grave porque rompe la relación del hombre con sus hermanos, destruye la comunidad, le atrofia los sentidos y le hace perder su propia identidad. Tomemos conciencia de que hay algo que nos impide vivir en plenitud y que, a toda esa realidad de injusticia, egoísmo, mentira y ambición, le llamamos pecado. Hay quien se asusta y no quiere llamar pecado a las cosas malas, pero, aunque no le llamemos pecado, estamos experimentando en nosotros, en las estructuras, en la sociedad, esa maldad que impide nuestra felicidad. Por eso cuando Juan nos presenta a Jesús no está indicando una acción moralizante o una limpieza de costumbres, sino que nos está anunciando que Dios está de nuestra parte en esta lucha contra todo mal e injusticia. En Jesús nos ofrece todo su amor, su apoyo y fortaleza, para librarnos del mal y poder vivir en armonía, felicidad y plenitud. No podemos quedarnos nosotros mirando de una manera pasiva. Cierto que Cristo quita el pecado y es el único que lo puede hacer, pero su dinamismo nos implica a todos en una lucha sincera, honesta y tenaz contra toda maldad.

Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, pero nosotros somos sus discípulos y también debemos entablar una lucha sin cuartel contra todo lo que sea pecado y no en el sentido escrupuloso de quien ve faltas en todos lados y se asusta, sino contra el verdadero pecado, el que mata y divide, el que provoca hambre y desigualdades, el que engaña y seduce, el que denigra y humilla. Jesús juzgó certeramente las mentiras sociales y las mentiras del mundo, y tomó partido por la verdad y por la vida. Empeñó su palabra y transformó la comunidad. Hoy nosotros no podemos ser cómplices silenciosos de tanta injusticia. Callar es un pecado cuando se está destruyendo la naturaleza, la fraternidad y convivencia. Hoy también nosotros nos debemos sentir impulsados por el Espíritu para formar este pueblo de santos que ha liberado Jesús. Hoy debemos sentir a Jesús que se ha metido en nuestra historia y carga con nuestros pecados, los borra. Hoy su fuerza y su gracia nos acompañan en una lucha sincera contra toda maldad personal y comunitaria. No podemos quedar indiferentes ante el pecado. ¿Qué estamos haciendo para superar el mal y la injusticia? ¿Callamos y convivimos con el verdadero pecado? ¿Cómo aceptamos en nuestra vida esta imagen bella de Jesús Cordero? ¿A qué nos impulsa en nuestra vida diaria?

Padre Bueno que en Jesús nos ofreces al Cordero que quita el pecado, concédenos la sabiduría para distinguir el mal y la fortaleza para sostenemos en una lucha por la vida y la comunidad. Amén.

 

 

 

16/01/2020-08:00
Isabel Orellana Vilches

San Antonio Abad, 17 de enero

Es uno de los padres del desierto, un gran asceta que fue tentado por el maligno de muy diversas formas. Es también uno de los santos que suscita gran devoción popular al ser considerado protector de los animales.

Es uno de los santos más populares, al menos en España, por cuanto este día existe la tradición de llevar a los animales a las iglesias para ser bendecidos. Su biógrafo fue san Atanasio. Antonio nació en el Alto Egipto hacia el año 251, y siendo joven quedó conmovido por el pasaje evangélico del joven rico que escuchó en una iglesia. Entregó su patrimonio a los pobres (pertenecía a una familia pudiente) y emprendió una vida de severo ascetismo. Durante un tiempo su "lecho" fue un sepulcro vacío, y después las ruinas de una fortaleza de fortaleza militar que se hallaba en ruinas en el desierto de Nitria hasta que se afincó en un promontorio cerca del Mar Rojo morando en una humilde choza que se construyó él mismo.

Muchos jóvenes de su tiempo conmovidos por esta vida de silencio, oración y penitencia, acudían allí para materializar sus sueños de perfección en el yermo. Se había convertido en el punto de referencia para los que llevaban una vida de oración compartida a ratos comunitariamente y otras en la soledad de las oquedades que convirtieron en sus moradas. Veinte años permaneció Antonio haciendo frente a las tentaciones que querían atentar contra su castidad. La violencia de las mismas se aprecia en las palabras que dirigió a sus seguidores: «Terribles y pérfidos son nuestros adversarios. Sus multitudes llenan el espacio. Están siempre cerca de nosotros. Entre ellos existe una gran soledad. Dejando a los más sabios explicar su naturaleza, contentémonos con enterarnos de las astucias que usan en sus asaltos contra nosotros».

La bibliografía sobre este santo ermitaño refleja las múltiples artimañas de toda índole empleadas por el maligno para seducirle. Lo intentó todo con objeto de apresarlo entre sus pérfidas redes, acosándolo de una forma tremebunda. En una ocasión en la que el rugido de la horda brutal de fieras manipulada por Satanás hacía temblar todo en derredor de Antonio, una inmensa luz desterró instantáneamente las fieras que campeaban entre tinieblas, y del mismo modo que siglos más tarde le sucedería a santa Catalina de Siena, exclamó: «¿Dónde estabas, mi buen Jesús? ¿Dónde estabas? ¿Por qué no acudiste antes a curar mis heridas?». La voz de lo alto replicó: «Contigo estaba, Antonio; asistía a tu generoso combate. No temas; estos monstruos no volverán a causarte el menor daño». Pero prosiguieron atormentándole durante un tiempo con otras estrategias más sutiles, hasta que el acoso del inmundo diablo que prosiguió tras él no le causaba ni la más mínima turbación. Solía decir: «Los rezos y las lágrimas purifican hasta lo más impuro»; «Los más puros son los que con más frecuencia se ven acosados por las arteras mañas del demonio».

El denominado «padre de los monjes», de vez en cuando abandonaba el desierto y misionaba en Alejandría combatiendo el arrianismo. Su máxima fue: «esforcémonos en no poseer nada que no nos podamos llevar a la tumba, es decir, la caridad, la dulzura y la justicia. Toda prueba nos es favorable. Si no hay tentaciones no se salva nadie». Para todos los que se acercaban a él, que fueron multitudes, tenía un sabio consejo:

«Nada es tan vano como la desesperación. Llorad, que las lágrimas lavan el alma; llorad sin descanso, hasta que la losa de plomo que pesa sobre vosotros se derrita con el calor de vuestras lágrimas», decía a los que se hallaban al borde del desánimo, sopesando su fragilidad espiritual. Un día del año 356, siendo de avanzadísima edad, parece que superó con creces los cien años, sintió que su vida se apagaba. Y dio las últimas indicaciones a sus discípulos. Les dejó su cilicio, el único objeto material que poseía, y entregó su alma a Dios. San Atanasio conservó su túnica. Antonio fue canonizado el año 491.