Servicio diario - 24 de enero de 2020


 

Jornada de las Comunicaciones Sociales: Una narración que mire al mundo "con ternura"
Larissa I López

Francisco recibe al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence
Deborah Castellano Lubov

Causas de los Santos: El Papa Francisco aprueba 8 nuevos decretos
Larissa I López

Estados Unidos: «9 días para la vida», novena de oración nacional
Richard Maher

Santa Marta: Pedir un "corazón transparente" que busque justicia y paz
Larissa I López

Obispos de Perú: Elecciones Parlamentarias, "oportunidad" para influir en el país
Larissa I López

«La eutanasia que llega» a España, explicada por el Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia
Rosa Die Alcolea

Capítulo General de los Salesianos: Pensando en los nativos digitales
Larissa I López

Filadelfia: Mons. Nelson J. Pérez visita el Santuario Nacional de San Juan Neumann
Redacción

Beato Manuel Domingo y Sol, 25 de enero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

24/01/2020-10:49
Larissa I. López

Jornada de las Comunicaciones Sociales: Una narración que mire al mundo "con ternura"

(ZENIT – 24 enero 2020).- El Papa Francisco afirma que la humanidad precisa una narración “que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura; que cuente que somos parte de un tejido vivo; que revele el entretejido de los hilos con los que estamos unidos unos con otros”.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha publicado hoy, 24 enero de 2020, el Mensaje del Santo Padre Francisco para la 54ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que este año se celebra en muchos países el domingo 24 de mayo, solemnidad de la Ascensión del Señor.

En esta ocasión, Francisco ha dedicado su mensaje al tema de la narración porque “en medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos”.

 

“Tejer historias”

En el primero de los puntos del mensaje, el Papa destaca que el humano es “un ser narrador” que desde la infancia tiene “hambre de historias”, ya que, “sumergiéndonos en las historias, podemos encontrar motivaciones heroicas para enfrentar los retos de la vida”.

“El hombre es un ser narrador porque es un ser en realización, que se descubre y se enriquece en las tramas de sus días. Pero, desde el principio, nuestro relato se ve amenazado: en la historia serpentea el mal”, apuntó.

 

“No todas las historias son buenas”

Efectivamente, “No todas las historias son buenas”: “Cuántas historias nos narcotizan, convenciéndonos de que necesitamos continuamente tener, poseer, consumir para ser felices. Casi no nos damos cuenta de cómo nos volvemos ávidos de chismes y de habladurías, de cuánta violencia y falsedad consumimos”, expone el Pontífice

En el mundo actual, en el que los relatos falsos está al orden del día, el mensaje indica que necesitamos “sabiduría para recibir y crear relatos bellos, verdaderos y buenos”, “valor para rechazar los que son falsos y malvados” y “paciencia y discernimiento para redescubrir historias que nos ayuden a no perder el hilo entre las muchas laceraciones de hoy; historias que saquen a la luz la verdad de lo que somos, incluso en la heroicidad ignorada de la vida cotidiana”.

 

“La Historia de las historias”

El Obispo de Roma subrayó que la Sagrada Escritura es una “Historia de historias”: “A través de su narración Dios llama a las cosas a la vida y, como colofón, crea al hombre y a la mujer como sus interlocutores libres, generadores de historia junto a Él”.

“La vida nos fue dada para invitarnos a seguir tejiendo esa ‘obra admirable’ que somos”, indica el texto. En este sentido, “la Biblia es la gran historia de amor entre Dios y la humanidad. En el centro está Jesús: su historia lleva al cumplimiento el amor de Dios por el hombre y, al mismo tiempo, la historia de amor del hombre por Dios”, añade.

En consecuencia, el hombre está llamado “de generación en generación, a contar y a grabar en su memoria los episodios más significativos de esta Historia de historias, los que puedan comunicar el sentido de lo sucedido”.

 

“Una historia que se renueva”

En cuarto lugar, el Santo Padre recuerda que la historia de Cristo no es “patrimonio del pasado”, sino “siempre actual”: “Nos muestra que a Dios le importa tanto el hombre, nuestra carne, nuestra historia, hasta el punto de hacerse hombre, carne e historia. También nos dice que no hay historias humanas insignificantes o pequeñas. Después de que Dios se hizo historia, toda historia humana es, de alguna manera, historia divina”.

Asimismo, “cada uno de nosotros conoce diferentes historias que huelen a Evangelio, que han dado testimonio del Amor que transforma la vida. Estas historias requieren que se las comparta, se las cuente y se las haga vivir en todas las épocas, con todos los lenguajes y por todos los medios”, indica.

 

Una historia que nos renueva”

En el último punto del mensaje, Francisco subraya que “mientras leemos la Escritura, las historias de los santos, y también esos textos que han sabido leer el alma del hombre y sacar a la luz su belleza, el Espíritu Santo es libre de escribir en nuestro corazón, renovando en nosotros la memoria de lo que somos a los ojos de Dios”.

Al rememorar el amor del que “nos creó y nos salvó”, “nos abrimos a la visión misma del Narrador”: “Contarle a Dios nuestra historia nunca es inútil; aunque la crónica de los acontecimientos permanezca inalterada, cambian el sentido y la perspectiva. Contarse al Señor es entrar en su mirada de amor compasivo hacia nosotros y hacia los demás. A Él podemos narrarle las historias que vivimos, llevarle a las personas, confiarle las situaciones”, describió el Papa.

De esta manera, es posible “anudar el tejido de la vida, remendando los rotos y los jirones. ¡Cuánto lo necesitamos todos” y no se  trata de “seguir la lógica del storytelling”, sino de “dar testimonio de lo que el Espíritu escribe en los corazones, de revelar a cada uno que su historia contiene obras maravillosas”, aclaró.

Finalmente, el Pontífice encomendó todo ello a la Virgen María, “una mujer que tejió la humanidad de Dios en su seno y —dice el Evangelio— entretejió todo lo que le sucedía”.

A continuación sigue el mensaje completo del Santo Padre.

***

 

Mensaje del Santo Padre

Para que puedas contar y grabar en la memoria (cf. Ex 10,2)

La vida se hace historia

Quiero dedicar el Mensaje de este año al tema de la narración, porque creo que para no perdernos necesitamos respirar la verdad de las buenas historias: historias que construyan, no que destruyan; historias que ayuden a reencontrar las raíces y la fuerza para avanzar juntos. En medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos. Una narración que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura; que cuente que somos parte de un tejido vivo; que revele el entretejido de los hilos con los que estamos unidos unos con otros.

 

  1. Tejer historias

El hombre es un ser narrador. Desde la infancia tenemos hambre de historias como tenemos hambre de alimentos. Ya sean en forma de cuentos, de novelas, de películas, de canciones, de noticias…, las historias influyen en nuestra vida, aunque no seamos conscientes de ello. A menudo decidimos lo que está bien o mal hacer basándonos en los personajes y en las historias que hemos asimilado. Los relatos nos enseñan; plasman nuestras convicciones y nuestros comportamientos; nos pueden ayudar a entender y a decir quiénes somos.

El hombre no es solamente el único ser que necesita vestirse para cubrir su vulnerabilidad (cf. Gn 3,21), sino que también es el único ser que necesita “revestirse” de historias para custodiar su propia vida. No tejemos sólo ropas, sino también relatos: de hecho, la capacidad humana de “tejer” implica tanto a los tejidos como a los textos. Las historias de cada época tienen un “telar” común: la estructura prevé “héroes”, también actuales, que para llevar a cabo un sueño se enfrentan a situaciones difíciles, luchan contra el mal empujados por una fuerza que les da valentía, la del amor. Sumergiéndonos en las historias, podemos encontrar motivaciones heroicas para enfrentar los retos de la vida.

El hombre es un ser narrador porque es un ser en realización, que se descubre y se enriquece en las tramas de sus días. Pero, desde el principio, nuestro relato se ve amenazado: en la historia serpentea el mal.

 

  1. No todas las historias son buenas

«El día en que comáis de él, […] seréis como Dios» (cf. Gn 3,5). La tentación de la serpiente introduce en la trama de la historia un nudo difícil de deshacer. “Si posees, te convertirás, alcanzarás…”, susurra todavía hoy quien se sirve del llamado storytelling con fines instrumentales. Cuántas historias nos narcotizan, convenciéndonos de que necesitamos continuamente tener, poseer, consumir para ser felices. Casi no nos damos cuenta de cómo nos volvemos ávidos de chismes y de habladurías, de cuánta violencia y falsedad consumimos. A menudo, en los telares de la comunicación, en lugar de relatos constructivos, que son un aglutinante de los lazos sociales y del tejido cultural, se fabrican historias destructivas y provocadoras, que desgastan y rompen los hilos frágiles de la convivencia. Recopilando información no contrastada, repitiendo discursos triviales y falsamente persuasivos, hostigando con proclamas de odio, no se teje la historia humana, sino que se despoja al hombre de la dignidad.

Pero mientras que las historias utilizadas con fines instrumentales y de poder tienen una vida breve, una buena historia es capaz de trascender los límites del espacio y del tiempo. A distancia de siglos sigue siendo actual, porque alimenta la vida. En una época en la que la falsificación es cada vez más sofisticada y alcanza niveles exponenciales (el deepfake), necesitamos sabiduría para recibir y crear relatos bellos, verdaderos y buenos. Necesitamos valor para rechazar los que son falsos y malvados. Necesitamos paciencia y discernimiento para redescubrir historias que nos ayuden a no perder el hilo entre las muchas laceraciones de hoy; historias que saquen a la luz la verdad de lo que somos, incluso en la heroicidad ignorada de la vida cotidiana.

 

  1. La Historiade las historias

La Sagrada Escritura es una Historia de historias. ¡Cuántas vivencias, pueblos, personas nos presenta! Nos muestra desde el principio a un Dios que es creador y narrador al mismo tiempo. En efecto, pronuncia su Palabra y las cosas existen (cf. Gn 1). A través de su narración Dios llama a las cosas a la vida y, como colofón, crea al hombre y a la mujer como sus interlocutores libres, generadores de historia junto a Él. En un salmo, la criatura le dice al Creador: «Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno. Te doy gracias porque son admirables tus obras […], no desconocías mis huesos. Cuando, en lo oculto, me iba formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra» (139,13-15). No nacemos realizados, sino que necesitamos constantemente ser “tejidos” y “bordados”. La vida nos fue dada para invitarnos a seguir tejiendo esa “obra admirable” que somos.

En este sentido, la Biblia es la gran historia de amor entre Dios y la humanidad. En el centro está Jesús: su historia lleva al cumplimiento el amor de Dios por el hombre y, al mismo tiempo, la historia de amor del hombre por Dios. El hombre será llamado así, de generación en generación, a contar y a grabar en su memoria los episodios más significativos de esta Historia de historias, los que puedan comunicar el sentido de lo sucedido.

El título de este Mensaje está tomado del libro del Éxodo, relato bíblico fundamental, en el que Dios interviene en la historia de su pueblo. De hecho, cuando los hijos de Israel estaban esclavizados clamaron a Dios, Él los escuchó y rememoró: «Dios se acordó de su alianza con Abrahán, Isaac y Jacob. Dios se fijó en los hijos de Israel y se les apareció» (Ex 2, 24-25). De la memoria de Dios brota la liberación de la opresión, que tiene lugar a través de signos y prodigios. Es entonces cuando el Señor revela a Moisés el sentido de todos estos signos: «Para que puedas contar [y grabar en la memoria] de tus hijos y nietos […] los signos que realicé en medio de ellos. Así sabréis que yo soy el Señor» (Ex 10,2). La experiencia del Éxodo nos enseña que el conocimiento de Dios se transmite sobre todo contando, de generación en generación, cómo Él sigue haciéndose presente. El Dios de la vida se comunica contando la vida.

El mismo Jesús hablaba de Dios no con discursos abstractos, sino con parábolas, narraciones breves, tomadas de la vida cotidiana. Aquí la vida se hace historia y luego, para el que la escucha, la historia se hace vida: esa narración entra en la vida de quien la escucha y la transforma.

No es casualidad que también los Evangelios sean relatos. Mientras nos informan sobre Jesús, nos “performan[1] a Jesús, nos conforman a Él: el Evangelio pide al lector que participe en la misma fe para compartir la misma vida. El Evangelio de Juan nos dice que el Narrador por excelencia —el Verbo, la Palabra— se hizo narración: «El Hijo único, que está en el seno del Padre, Él lo ha contado» (cf. Jn 1,18). He usado el término “contado” porque el original exeghésato puede traducirse sea como “revelado” que como “contado”. Dios se ha entretejido personalmente en nuestra humanidad, dándonos así una nueva forma de tejer nuestras historias

 

  1. Una historia que se renueva

La historia de Cristo no es patrimonio del pasado, es nuestra historia, siempre actual. Nos muestra que a Dios le importa tanto el hombre, nuestra carne, nuestra historia, hasta el punto de hacerse hombre, carne e historia. También nos dice que no hay historias humanas insignificantes o pequeñas. Después de que Dios se hizo historia, toda historia humana es, de alguna manera, historia divina. En la historia de cada hombre, el Padre vuelve a ver la historia de su Hijo que bajó a la tierra. Toda historia humana tiene una dignidad que no puede suprimirse. Por lo tanto, la humanidad se merece relatos que estén a su altura, a esa altura vertiginosa y fascinante a la que Jesús la elevó.

Escribía san Pablo: «Sois carta de Cristo […] escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de corazones de carne» (2 Co 3,3). El Espíritu Santo, el amor de Dios, escribe en nosotros. Y, al escribir dentro, graba en nosotros el bien, nos lo recuerda. Re-cordar significa efectivamente llevar al corazón, “escribir” en el corazón. Por obra del Espíritu Santo cada historia, incluso la más olvidada, incluso la que parece estar escrita con los renglones más torcidos, puede volverse inspirada, puede renacer como una obra maestra, convirtiéndose en un apéndice del Evangelio. Como las Confesiones de Agustín. Como El Relato del Peregrino de Ignacio. Como la Historia de un alma de Teresita del Niño Jesús. Como Los Novios, como Los Hermanos Karamazov. Como tantas innumerables historias que han escenificado admirablemente el encuentro entre la libertad de Dios y la del hombre. Cada uno de nosotros conoce diferentes historias que huelen a Evangelio, que han dado testimonio del Amor que transforma la vida. Estas historias requieren que se las comparta, se las cuente y se las haga vivir en todas las épocas, con todos los lenguajes y por todos los medios.

 

  1. Una historia que nos renueva

En todo gran relato entra en juego el nuestro. Mientras leemos la Escritura, las historias de los santos, y también esos textos que han sabido leer el alma del hombre y sacar a la luz su belleza, el Espíritu Santo es libre de escribir en nuestro corazón, renovando en nosotros la memoria de lo que somos a los ojos de Dios. Cuando rememoramos el amor que nos creó y nos salvó, cuando ponemos amor en nuestras historias diarias, cuando tejemos de misericordia las tramas de nuestros días, entonces pasamos página. Ya no estamos anudados a los recuerdos y a las tristezas, enlazados a una memoria enferma que nos aprisiona el corazón, sino que abriéndonos a los demás, nos abrimos a la visión misma del Narrador. Contarle a Dios nuestra historia nunca es inútil; aunque la crónica de los acontecimientos permanezca inalterada, cambian el sentido y la perspectiva. Contarse al Señor es entrar en su mirada de amor compasivo hacia nosotros y hacia los demás. A Él podemos narrarle las historias que vivimos, llevarle a las personas, confiarle las situaciones. Con Él podemos anudar el tejido de la vida, remendando los rotos y los jirones. ¡Cuánto lo necesitamos todos!

Con la mirada del Narrador —el único que tiene el punto de vista final— nos acercamos luego a los protagonistas, a nuestros hermanos y hermanas, actores a nuestro lado de la historia de hoy. Sí, porque nadie es un extra en el escenario del mundo y la historia de cada uno está abierta a la posibilidad de cambiar. Incluso cuando contamos el mal podemos aprender a dejar espacio a la redención, podemos reconocer en medio del mal el dinamismo del bien y hacerle sitio.

No se trata, pues, de seguir la lógica del storytelling, ni de hacer o hacerse publicidad, sino de rememorar lo que somos a los ojos de Dios, de dar testimonio de lo que el Espíritu escribe en los corazones, de revelar a cada uno que su historia contiene obras maravillosas. Para ello, nos encomendamos a una mujer que tejió la humanidad de Dios en su seno y —dice el Evangelio— entretejió todo lo que le sucedía. La Virgen María lo guardaba todo, meditándolo en su corazón (cf. Lc 2,19). Pidamos ayuda a aquella que supo deshacer los nudos de la vida con la fuerza suave del amor:

Oh María, mujer y madre, tú tejiste en tu seno la Palabra divina, tú narraste con tu vida las obras magníficas de Dios. Escucha nuestras historias, guárdalas en tu corazón y haz tuyas esas historias que nadie quiere escuchar. Enséñanos a reconocer el hilo bueno que guía la historia. Mira el cúmulo de nudos en que se ha enredado nuestra vida, paralizando nuestra memoria. Tus manos delicadas pueden deshacer cualquier nudo. Mujer del Espíritu, madre de la confianza, inspíranos también a nosotros. Ayúdanos a construir historias de paz, historias de futuro. Y muéstranos el camino para recorrerlas juntos.

 

Vaticano, 24 de enero de 2020, fiesta de san Francisco de Sales.

 

FRANCISCUS

_______________________________

[1] Cf. Benedicto XVI, Carta enc. Spe salvi, 2: «El mensaje cristiano no era sólo “informativo”, sino “performativo”. Eso significa que el Evangelio no es solamente una comunicación de cosas que se pueden saber, sino una comunicación que comporta hechos y cambia la vida».

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

 

24/01/2020-15:43
Deborah Castellano Lubov

Francisco recibe al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence

(zenit — 24 enero 2020).- El vicepresidente de los Estados Unidos de América, Mike Pence, hoy, 24 de enero de 2020, se ha reunido con el Papa Francisco alrededor de las 12 horas en el Palacio Apostólico.

El encuentro ha durado una hora. El vicepresidente estaba acompañado por su esposa, Karen, y su nuera, Sarah.

La última vez que un vicepresidente de los Estados Unidos tuvo una audiencia privada con el Pontífice en el Vaticano fue cuando Benedicto XVI recibió a Joe Biden en 2011.

No se espera que el Vaticano publique una declaración. Según informan los periodistas que han presenciado el encuentro, el vicepresidente sonreía extáticamente y el Papa estaba de buen humor y era cordial y cálido.

Cuando Pence se sentó por primera vez en la biblioteca papal, dijo: «Quería darle el más cálido saludo en nombre del presidente Donald Trump, que tanto disfrutó de su visita aquí».

 

Intercambio de regalos

En el tradicional intercambio de regalos, el Papa le entregó a Pence sus cinco documentos papales y su Mensaje por la Paz, así como un medallón. Pence, por otro lado, le dio a Francisco una cruz hecha de madera de un árbol en la residencia del vicepresidente.

Estuvieron presentes la embajadora Callista Gingrich y el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich. Antes de irse, el vicepresidente Pence le dijo al Papa: «Me hiciste un héroe».

Según los reporteros allí presentes, Pence aludía al hecho de que su madre es muy católica. Pence también le dijo al Papa Francisco: «Dios le bendiga».

 

Secretario de Estado

Recientemente, el Santo Padre se reunió con el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, el 3 de octubre de 2019.

«Reafirmaron el compromiso de Estados Unidos y de la Santa Sede», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, «con el avance de la libertad religiosa en el mundo y, en particular, con la protección de las comunidades cristianas en Oriente Medio».

El Vaticano tampoco emitió una declaración después de esa ocasión ya que sólo lo hace, para los jefes de Estado.

 

Reunión con Donald Trump

El 24 de mayo de 2017, el presidente Donald Trump de los Estados Unidos de América, se reunió con el Papa Francisco alrededor de las 8:30 horas en el Palacio Apostólico, antes de la Audiencia General semanal de Francisco en la Plaza de San Pedro. El encuentro fue transmitido por la Televisión Vaticana y se pudo ver a través de este enlace.

Según un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la conversación, que duró unos 30 minutos, fue cordial. «Se expresó satisfacción por las buenas relaciones bilaterales existentes entre la Santa Sede y los Estados Unidos de América, así como por su compromiso conjunto a favor de la vida y la libertad de culto y de conciencia».

«Se espera -añadió- que haya una colaboración serena entre el Estado y la Iglesia Católica en los Estados Unidos, comprometida en el servicio a la gente en los campos de la salud, la educación y la asistencia a los inmigrantes».

El diálogo, señaló la Oficina de Prensa, «permitió un intercambio de opiniones sobre diversos temas relacionados con los asuntos internacionales y la promoción de la paz en el mundo mediante la negociación política y el diálogo interreligioso, con especial referencia a la situación en Oriente Medio y la protección de las comunidades cristianas».

Después de la audiencia, la esposa del presidente Trump, Melania, fue al hospital infantil del Vaticano, Bambino Gesu, y su hija, Ivanka, fue a la comunidad caritativa de Roma Sant’Egidio.

 

Pence en Roma

El vicepresidente está visitando Roma cuando regresa de Jerusalén para los eventos de recordación del Holocausto. En el pasado, Pence ha hablado con el Vaticano sobre temas de interés común.

El 10 de agosto de 2018, según la Casa Blanca, Pence habló con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, para discutir su preocupación mutua sobre la crisis política en curso en Nicaragua.

«El vicepresidente Pence», dijo, «reconoció el liderazgo de la Iglesia Católica y los llamados del Papa a la mediación y al proceso de diálogo nacional hechos a principios de este año. En particular, el vicepresidente reconoció el sacrificio personal del clero de la Iglesia en Nicaragua, por esforzarse en proteger los derechos humanos, defender la libertad religiosa y promover las negociaciones de buena fe».

«Los dos líderes», continuó la Casa Blanca, «condenaron la violencia que ha cobrado cientos de vidas y se ha dirigido cada vez más contra la Iglesia, y reafirmaron su apoyo a la Conferencia Episcopal Nicaragüense y a toda la comunidad de fe que se ha mantenido firme en su apoyo a los derechos humanos, la democracia y la libertad».

 

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NOTA DEL EDITOR: Este artículo se irá actualizando a lo largo del día

 

 

 

24/01/2020-12:15
Larissa I. López

Causas de los Santos: El Papa Francisco aprueba 8 nuevos decretos

(ZENIT — 24 enero 2020)- Ayer, 23 de enero de 2020, el Santo Padre recibió en audiencia al cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. En ella se promulgaron, en total, 8 decretos.

Entre ellos se encuentra el del martirio de los siervos de Dios Benito de Santa Coloma de Gramenet y 2 compañeros, de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, asesinados, por odio a la fe en España (1936); así como el de los siervos de Dios José María Gran Cirera (español) y 2 compañeros, sacerdotes profesos de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, y 7 compañeros, laicos, asesinados, por odio a la fe, en Guatemala (entre 1980 y 1991).

Del mismo modo, se aprobaron las virtudes heroicas del siervo de Dios español Joachim Masmitjá i Puig, canónigo de la catedral de Girona y fundador de la Congregación de los Misioneros del Corazón de María; de José Antonio Plancarte y Labastida, sacerdote diocesano mexicano y fundador del Instituto de las Hermanas de María Inmaculada de Guadalupe; y del siervo de Dios José Pío Gurruchaga Castuariense, sacerdote diocesano de España, fundador de la Congregación de la Ayuda Parroquial de Cristo Sacerdote.

Además de los anteriores, también se aprobaron las virtudes heroicas del beato italiano Giovanni Tavelli da Tossignano, de la Orden de los Jesuatos, obispo de Ferrara; del siervo de Dios Marie- Antoine de Lavaur, sacerdote francés de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos; y de la sierva de Dios María do Carmo da Santíssima Trindade, religiosa brasileña de la Orden de las Carmelitas Descalzas.

 

Causa por martirio

Una causa de santidad introducida por motivo de martirio se centra en el momento de la muerte del siervo de Dios, pues se trata de demostrar que murió por odio a la fe.

Si la causa de beatificación se sigue por la vía de martirio, no se procede a la declaración de venerable. El reconocimiento del martirio abre el camino para la beatificación de ese siervo de Dios.

Un milagro, posterior a la proclamación de beato, solo será necesario para la eventual canonización.

 

Virtudes heroicas

El reconocimiento de las virtudes heroicas de una persona otorga el título de venerable. Esta condición ratifica que un fallecido vivió las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), las cardinales (fortaleza, prudencia, templanza y justicia) y todas las demás virtudes de manera heroica, es decir, extraordinaria.

Ser venerable consiste en el primer paso en el proceso oficial de la causa de los santos, antes de ser proclamado beato y santo. Los criterios por los que se consideraba "santa" a una persona son: su reputación entre la gente ("fama de santidad"); el ejemplo de su vida como modelo de virtud heroica; y su poder de obrar milagros, en especial aquellos producidos póstumamente sobre las tumbas o a través de las reliquias.

 

Decretos

A continuación se exponen los 8 nuevos Decretos autorizados por el Papa Francisco y difundidos hoy, 24 de enero de 2020, por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

— el martirio de los Siervos de Dios Benito de Santa Coloma de Gramenet (nacido José Doménech Bonet) y 2 compañeros, de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, asesinados, por odio a la fe, en España, entre el 24 de julio y el 6 de agosto de 1936.

— el martirio de los Siervos de Dios José María Gran Cirera y 2 compañeros, sacerdotes profesos de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, y 7 compañeros, laicos, asesinados, por odio a la fe, en Guatemala entre 1980 y 1991.

— las virtudes heroicas del beato Giovanni Tavelli da Tossignano, de la Orden de los Jesuatos, obispo de Ferrara; nacido en Tossignano (Italia) en 1386 y muerto en Ferrara (Italia) el 24 de julio de 1446.

— las virtudes heroicas del Siervo de Dios Joachim Masmitjá i Puig, canónigo de la catedral de Girona, fundador de la Congregación de los Misioneros del Corazón de María; nacido en Olot (España) el 29 de diciembre de 1808 y fallecido en Girona (España) el 26 de agosto de 1886.

— las virtudes heroicas del Siervo de Dios José Antonio Plancarte y Labastida, sacerdote diocesano, fundador del Instituto de las Hermanas de María Inmaculada de Guadalupe, nacido en Ciudad de México (México) el 23 de diciembre de 1840 y fallecido en Ciudad de México (México) el 26 de abril de 1898.

— las virtudes heroicas del Siervo de Dios José Pío Gurruchaga Castuariense, sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de la Ayuda Parroquial de Cristo Sacerdote; nacido en Tolosa (España) el 5 de mayo de 1881 y muerto en Bilbao (España) el 22 de mayo de 1967.

— las virtudes heroicas del Siervo de Dios Marie- Antoine de Lavaur (para el siglo: Frangois-Léon Clergue), sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, nacido en Lavaur (Francia) el 23 de diciembre de 1825 y muerto en Toulouse (Francia) el 8 de febrero de 1907.

— las virtudes heroicas de la Sierva de Dios María do Carmo da Santíssima Trindade (nacida Carmen Catarina Bieno), religiosa profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzas, nacida en Campinas (Brasil) el 25 de noviembre de 1898 y fallecida el 13 de julio de 1966 en Taubaté (Brasil).

 

 

 

24/01/2020-10:50
Richard Maher

Estados Unidos: «9 días para la vida», novena de oración nacional

(ZENIT – 24 enero 2020).- El mes de enero trae temperaturas frías a los Estados Unidos y también un recordatorio escalofriante de la notoria decisión de la Corte Suprema, Roe v.Wade, que legalizó el aborto electivo en todo el país hace 47 años.

Ante la escala de este fenómeno, los registros muestran que 67 millones de bebés han sido asesinados a través de la práctica, y la naturaleza grotesca del acto en sí mismo, los católicos en los Estados Unidos se han unido en gran medida en una oposición abierta. La causa ha servido desde entonces como una línea divisoria entre la visión de la Iglesia sobre la dignidad humana y el nihilismo predominante del Occidente posmoderno.

 

Novena convocada por la Conferencia Episcopal

Lejos de ser simplemente una posición abstracta, la feroz dedicación de los católicos en todo el país a la vida inocente aún por nacer se ha manifestado en muchos ministerios con fuerza. Por ejemplo, este año, la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB) ha convocado una novena de «9 días para la vida«, que comenzó el 21 de enero, para coincidir con el 47 aniversario de Roe v. Wade.

El objetivo de la iniciativa es alentar a los fieles católicos a rezar, ayunar y hacer penitencia por una renovación de respeto por la vida humana. Esta novena anual comenzó en 2013 y ha crecido constantemente. Ahora cuenta con el pleno respaldo del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal.

Esta novena es solo una parte de las muchas actividades pro-vida prominentes que suceden durante este mes y estas manifestaciones públicas son simplemente el más visible de los diversos ministerios que continúan durante todo el año. Mientras que los católicos en los Estados Unidos observan esta lamentable aniversario, es útil recordar las incansables y variadas obras de misericordia y oración que los fieles emprenden diariamente por convicción y dedicación a los principios de su fe.

 

Marcha por la Vida

Las fechas de la novena coinciden con la Marcha por la Vida anual, una manifestación pro-vida pacífica en Washington D.C. que se celebra el 24 de enero. La marcha incluye un paseo por los paseos más pominentes de la capital del país y termina en los escalones del edificio de la Corte Suprema. Zenit ha informado que los asistentes suman habitualmente  en los cientos de miles y, según los organizadores del evento, alcanzaron 650.000 en 2013 durante el 40 aniversario de Roe v. Wade.

La marcha comenzó en 1974 en el primer aniversario de Roe v. Wade y desde entonces ha crecido constantemente, a través de varias generaciones de participantes. El evento en sí incluye oradores que consiste de, gobernantes, clérigos de múltiples confesiones y activistas en ambos lados de la plaza Capitol Mall.

Sin embargo, dado que la gente viaja de todo el país para el evento, para muchos es más que simplemente un asunto de un solo día. Por ejemplo, este año, la Conferencia Episcopal está promoviendo la Vigilia Nacional de Oración por la Vida, una noche de oración en el Santuario Nacional que se realizará en las vísperas de la Marcha Por la Vida. Se espera más de 20.000 participantes.

 

Pro-vida todo el año

Para que no se diga que los ministerios pro-vida son meramente unidimensionales o que simplemente se limitan a eventos de alto perfil, la dedicación a la vida anima a los católicos de los Estados Unidos durante todo el año. Por ejemplo, reconociendo esos embarazos que suelen ocurrir en circunstancias subóptimas, Mons. Joseph F. Naumann, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida, invitó a los católicos a participar en «Caminando con Mamás Necesitadas: Un Año de Servicio”.

Se trata de una iniciativa de un año organizada a nivel parroquial  pero facilitado y animado por la conferncia episcopal para ayudar a estas mujeres. Como el prelado amonestó a los fieles: «La respuesta pastoral de la Iglesia se centra en las necesidades de las mujeres que enfrentan embarazos en circunstancias difíciles. Si bien este ha sido el caso durante mucho tiempo, la respuesta pastoral pronto se intensificará».

Otras organizaciones, aunque no necesariamente católicas formalmente, están en gran parte animadas por fieles católicos. “And Then There Were None,” fundado por Abby Johnson, ex directora de una clínica de abortos, ayuda a brindar apoyo y una red profesional a los trabajadores de clínicas de abortos que experimentan conversiones y necesitan aliento para abandonar ese horrible negocio. Rachel’s Vineyard brinda apoyo emocional e espiritual a quienes tuvieron un aborto o de otra manera participaron en uno. Finalmente, Live Action es una organización que investiga la industria del aborto y aumenta la conciencia de la humanidad de un niño no nacido.

 

Testimonio viviente

Estas manifestaciones pacíficas se llevan a cabo sin ningún indicio de partidismo, ideología política o sectarismo religioso. Aún así, son católicos—laicos y clérigos– quienes han asumido papeles prominentes e integrales estableciendo y liderando estas diversas iniciativas para promover la dignidad de toda la vida humana. Y estos ministerios son tan diversos como las necesidades de la complejidad de este problema.

El dinamismo del movimiento pro-vida y el papel central de la Iglesia en la promoción de la dignidad humana y solidaria con los inocentes e indefensos trae a la mente \ la exhortación evangélica de San Pablo a «convertirse en todo para todas las personas para que por todos los medios posibles pueda salvar algunos… por el bien del Evangelio. (1 Cor. 9: 22-23). De hecho, incluso cuando se realizan más de un millón de abortos en los Estados Unidos cada año, los fieles católicos están listos y dispuestos a orar, ayunar, y aconsejar para que todos los afectados por la miseria del aborto pueden encontrar perdón, conversión y sanación.

 

 

 

 

24/01/2020-13:51
Larissa I. López

Santa Marta: Pedir un "corazón transparente" que busque justicia y paz

(ZENIT — 24 enero 2020)- El Papa Francisco exhortó a pedir "la gracia de tener un corazón transparente como el de David. Un corazón transparente que solo busca la justicia, busca la paz. Un corazón amigable, un corazón que no quiera matar a nadie, porque los celos y la envidia matan".

Hoy, 24 de enero de 2020, durante la homilía en la Casa Santa Marta, el Santo Padre reflexionó en torno la primera lectura del día, en la que describe cómo se desatan los celos del rey Saúl contra David, informa Vatican News.

 

Los celos "son criminales"

Con respecto a ello, el Papa recuerda que los celos del rey descritos en el primer Libro de Samuel surgen por el canto de victoria de las jóvenes a Saúl, que mató a mil enemigos, mientras que David mató a diez mil. De esta manera, se inicia "la inquietud de los celos", como "una polilla que te carcome por dentro".

"Saúl sale con el ejército para matar a David», narra el Papa, "los celos son criminales siempre tratan de matar". Y a los que dicen "sí, estoy celoso de esto, pero no soy un asesino", les advierte, "ahora. Pero si continúas puede terminar mal", se puede matar fácilmente "con la lengua, con la calumnia".

Para el Pontífice, los celos crecen "hablando consigo mismo", interpretando las cosas en clave celosa. En esta "murmuración consigo mismo", el celoso "es incapaz de ver la realidad" y solamente "un hecho muy fuerte" le puede abrir los ojos. Así, en la fantasía de Saúl, "los celos le hicieron creer que David era un asesino, un enemigo".

 

Una pompa de jabón

"Nosotros también, cuando sentimos la envida, los celos, hacemos esto, ¿eh? Cada uno de nosotros piense: `¿Por qué esta persona me resulta insoportable? ¿Por qué a aquel otro ni siquiera lo quiero ver? Porque aquel otro...'", cuestionó el Papa Francisco.

Y pidió que cada uno piense por qué, ya que "muchas veces buscaremos el por qué y descubriremos que son fantasías nuestras. Fantasías, pero que crecen en esa murmuración conmigo mismo".

"Y al final es una gracia de Dios cuando el celoso se encuentra con una realidad como la que le sucedió a Saúl: los celos estallan como una pompa de jabón, porque los celos y la envidia no tienen consistencia", añadió.

 

La salvación, el amor de Dios

Francisco apuntó que la salvación de Saúl se encuentra en el amor de Dios que "le había dicho que si no obedecía, le habría quitado su reino, pero lo quería" y, por ello, "le dio la gracia de hacer reventar esa burbuja de jabón que no tenía consistencia".

El Santo Padre prosiguió relatando el episodio bíblico. Saúl entra en la cueva donde se escondieron David y sus hombres, "para hacer sus necesidades" y sus amigos le dicen a David que aproveche para matar al rey, pero él se niega: "Nunca pondré mi manos sobre el ungido del Señor".

En este pasaje, remarcó, se percibe "la nobleza de David comparada con los celos asesinos de Saúl". En silencio, David corta solo un trozo de tela del dobladillo del manto del rey "y se lo lleva consigo".

 

Volver a la realidad

Al salir de la cueva, David llama respetuosamente a Saúl "¡Oh rey, mi señor!" y le pregunta: "¿Por qué haces caso a los rumores de la gente, cuando dicen que David busca tu ruina?" y, mostrándole el borde del manto, le indica que podría haberle matado y no lo hizo.

Esto, puntualizó el Pontífice, "rompe la pompa de jabón de los celos de Saúl", que reconoce a David "como si fuera un hijo y vuelve a la realidad", reconociendo: "Tú eres más justo que yo, porque me has hecho el bien, mientras que yo te he hecho el mal".

"Es una gracia cuando el envidioso, el celoso, se enfrenta a una realidad que revienta esa burbuja de jabón que es su vicio de celos o de envidia", subrayó el Obispo de Roma, e invitó a mirarnos a nosotros mismos cuando "somos antipáticos con una persona, no la queremos".

 

Proteger el corazón

Para ello, anima a cuestionarse "Qué hay dentro de mí? ¿Está creciendo la polilla de los celos porque él tiene algo que yo no tengo o hay un enojo oculto?" porque, aconsejó, debemos "proteger nuestro corazón de esta enfermedad, de este murmullo conmigo mismo que hace crecer esta pompa de jabón, que luego no tiene consistencia, pero que duele mucho".

E incluso, si alguien viene a nosotros "para hablar mal de otro", es preciso hacerle comprender que con frecuencia no habla con serenidad, sino "con pasión", y en esa pasión "está el mal de la envidia y el mal de los celos".

"Estemos atentos, porque esta es una polilla que entra en el corazón de todos nosotros — ¡de todos nosotros! — y nos lleva a juzgar mal a la gente, porque dentro hay una competencia: él tiene algo que yo no tengo", alertó el Papa.

 

Hacer examen

Con esa polilla comienza una competencia que nos lleva "a descartar a la gente, nos lleva a una guerra; una guerra doméstica, una guerra de vecindario, una guerra de lugares de trabajo. Pero precisamente en el origen está la semilla de una guerra: la envidia y los celos".

"Cuando sentimos esta antipatía por alguien", preguntémonos: "'¿Por qué siento esto?' Y no permitamos que esta 'murmuración' con nosotros mismos nos haga pensar mal, porque esto hace crecer la pompa de jabón", insistió Francisco de acuerdo al medio vaticano.

 

 

 

24/01/2020-15:58
Larissa I. López

Obispos de Perú: Elecciones Parlamentarias, "oportunidad" para influir en el país

(ZENIT — 24 enero 2020)- Para los obispos del Perú, la elección del nuevo Congreso "brinda a los ciudadanos una gran oportunidad para influir en el curso de los acontecimientos del País" y anima a emitir "un voto responsable, de acuerdo a sus convicciones personales".

Ayer, 23 de enero de 2020, los prelados de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), reunidos en Asamblea Anual, difundieron un comunicado ante las Elecciones Parlamentarias que se celebrarán el próximo domingo 26 de enero.

 

Trabajar por el bien común

El mensaje recuerda que la Iglesia enseña que la política "es una alta forma de caridad" y que, para el Papa Francisco, "esta debe estar ante todo al servicio del bien común y no quedar atrapada por ambiciones individuales, ni por la prepotencia de facciones o de centros de intereses particulares". La verdadera política "consiste en trabajar por el bien común", agrega.

Así, remitiendo a la historia reciente, los prelados indican que esta "nos ha enseñado que los enfrentamientos destruyen", y que, en cambio, "la verdadera política— nos hace más fuertes".

 

Conectar con los ciudadanos

Por otro lado, exhortan a los futuros congresistas a asumir "el compromiso de volver a conectar la política con las preocupaciones de los ciudadanos, haciendo frente a los problemas del País, y poniendo entre sus prioridades la lucha contra la corrupción, la impunidad, la inseguridad ciudadana, la violencia familiar, el feminicidio, la educación y la lucha contra el desempleo".

Asimismo, concluyen que el Gobierno "debe establecer adecuados y eficientes canales de comunicación con el pueblo y con todos los poderes del Estado por el bien del País".

 

 

 

24/01/2020-18:33
Rosa Die Alcolea

«La eutanasia que llega» a España, explicada por el Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia

(zenit – 24 enero 2020).- Ante las expectativas por parte del nuevo gobierno español de aprobar la nueva ley de eutanasia, el Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia ha preparado un tríptico en el que se manera sintética se explica de qué se trata la nueva ley, los problemas éticos que plantea y cuál es la terminología que utiliza.

Con el título «La eutanasia que nos llega», el folleto recoge las proposiciones de ley presentadas por los partidos políticos Unidas Podemos y PSOE, sometidas a trámite en el Parlamento Español. El objeto de esta nueva ley es “regular el derecho que asiste a las personas a solicitar y recibir ayuda médica para poner fin a su vida si se cumplen determinados requisitos”.

El Observatorio se ampara y se inspira en el documento Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de la vida, publicado el 4 de diciembre de 2019 por la Conferencia Episcopal Española en el que, con un serio y riguroso argumentario, aborda los dilemas que se le presentan al ser humano frente al sufrimiento y la cercanía de la muerte.

El documento se presenta con la intención de presentar argumentos que ayuden a buscar el sentido al sufrimiento, acompañar y reconfortar al paciente y su familia. Al mismo tiempo, aporta también luz, apoyo y sentido a la tarea de los profesionales de la salud que viven de cerca estas situaciones.

«Con la constitución del nuevo Gobierno es previsible que se active la legalización de la eutanasia, por lo que parece muy necesario promover algunas iniciativas para tratar de paliar, en la medida de lo posible, tan grave problema», aclara Justo Aznar, director del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia, creado en 2005.

En el momento actual hay dos proposiciones de ley sobre la eutanasia sometidas a trámite en el Parlamento Español, promovidas por Unidas Podemos (UP) y por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Existe una tercera proposición del partido Ciudadanos, que hace referencia esencialmente a los Cuidados Paliativos, por lo que no se considera en este folleto. Finalmente hay una cuarta proposición de ley presentada en el Parlamento Catalán, en 2006, propuesta por el Comité Consultivo de Bioética de Cataluña. A esta última tampoco se refiere el Observatorio en el tríptico.

Asimismo, señalan que tanto la eutanasia como el suicidio asistido están tipificados como delito, en el artículo 143 del Código Penal español.

 

 

 

 

24/01/2020-17:01
Larissa I. López

Capítulo General de los Salesianos: Pensando en los nativos digitales

(ZENIT — 24 enero 2020)- "¿Qué preferencias tendremos en los próximos seis años? ¿Qué Salesianos queremos ofrecer a los jóvenes?". Estas cuestiones fueron formuladas por el padre Ángel Fernández Martínez, actual número 1 de los Salesianos, en vista del próximo 28° Capítulo General de la institución.

Ayer, jueves 23 de enero de 2020, se celebró una rueda de prensa en la sede salesiana de Roma, en la que además del padre Ángel, participó el cardenal Cristóbal López Romero, salesiano con experiencia en países de tres continentes: España, Paraguay, Bolivia y Marruecos.

Con respecto a la reflexión sobre los jóvenes, según informa el vaticanista Sergio Mora, el rector remarcó que estos "son nativos digitales". "Las cosas han cambiado y no son como hace 40 años. Entonces, ¿cómo debemos hacer y pensar para responder a las principales emergencias?", cuestionó.

 

28° Capítulo General

El 28° Capítulo General de los Salesianos tendrá lugar en Italia del 16 de febrero al 4 de abril de este 2020. Sobre su importancia, el padre Ángel expuso que "la mayor autoridad de esta institución no es el rector mayor, sino el capítulo general, que una vez concluido otorga autoridad a un rector mayor".

Además, indicó que el capítulo se celebrará "en Baldocco donde nació Don Bosco, de lo contrario lo hubiéramos hecho en otro país". Serán "siete semanas allí, donde todo habla de la Virgen y Don Bosco" porque "una reunión de la familia salesiana en Baldocco siempre es muy especial".

 

Jóvenes, esencia de los Salesianos

En respuesta a la pregunta de Sergio Mora, sobre el carisma y el nuevo lenguaje hacia los jóvenes, el padre afirmó: "Creemos que nunca hemos perdido la fidelidad a Don Bosco», y agregó que después de visitar la congregación salesiana en 100 países durante su sexenio de rector mayor, puede asegurar que "el bien que hace la Iglesia en el mundo y también el bien que hacen los Salesianos es verdaderamente e increíble". Y concluyó: "El bien que se hace es extraordinario".

Para el sacerdote, los jóvenes, incluidos los salesianos, "tienen otro horizonte cultural" y es necesario entender "cómo no perder este tren que está en los rieles y sigue adelante. Queremos reiterar a la congregación: Niños y jóvenes y entre estos los más necesitados son la esencia de los salesianos".

 

Venezuela

En cuanto al caso de Venezuela y de los países donde existen dificultades particulares, el padre salesiano indicó: "Traemos dolor en nuestros corazones por esta situación muy difícil", y reiteró que cuando los salesianos "nos enfrentamos a dificultades, nunca nos vamos".

Hoy los Salesianos son casi 15.000 hermanos, tienen 3.643 escuelas con 940.000 estudiantes, 68.000 maestros y formadores, 830 centros de formación profesional, además de universidades con más de 70.000 estudiantes.

 

 

 

24/01/2020-15:59
Redacción

Filadelfia: Mons. Nelson J. Pérez visita el Santuario Nacional de San Juan Neumann

(zenit – 24 enero 2020).- El arzobispo electo Nelson J. Pérez ha visitado el Santuario Nacional de San Juan Neumann hoy viernes 24 de enero de 2020, a las 9, hora de Filadelfia, en Estados Unidos (las 15 horas en Roma). Ha rezado ante la tumba de San Juan Nepomuceno Neuman, C.SS.R., el cuarto obispo de Filadelfia. Se le han unido los estudiantes de la Escuela Elemental San Pedro Apóstol.

Esta es la primera aparición pública del arzobispo electo Pérez desde que fue anunciado como el 14º obispo y 10º arzobispo de la Arquidiócesis de Filadelfia en una conferencia de prensa celebrada en el Centro Pastoral Arquidiocesano el jueves 23 de enero.

Además, está previsto que el arzobispo electo Pérez se reúna con los niños de 3 a 5 años de la Academia de Preescolar de Casa del Carmen. Ubicada en el norte de Filadelfia, Casa es una agencia de Servicios Sociales Católicos de la Arquidiócesis de Filadelfia que provee servicios completos de programación de educación infantil.

 

Rueda de Prensa en Filadelfia

Ayer jueves 23 de enero de 2020, el arzobispo saliente reverendo Charles J. Chaput, O.F.M. Cap. anunció que el Papa Francisco había nombrado al Reverendo Nelson J. Pérez como el 14º obispo y10º arzobispo de la Arquidiócesis de Filadelfia. La Misa de instalación del arzobispo electo Pérez se llevará a cabo el martes 18 de febrero de 2020 en la Catedral Basílica de los Santos Pedro y Pablo a las 2 de la tarde hora local.

El arzobispo electo Pérez, de 58 años, fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Filadelfia en 1989. Sirvió aquí durante muchos años a nivel parroquial con un gran enfoque en el ministerio a los católicos hispanos antes de ser nombrado obispo auxiliar de la Diócesis de Rockville Centre en el 2012. En julio de 2017, el Papa lo nombró para servir como el 11º Obispo de la Diócesis de Cleveland.

El Santo Padre ha nombrado al arzobispo Chaput para servir como administrador apostólico de la Arquidiócesis de Filadelfia hasta la instalación del arzobispo electo Pérez el martes 18 de febrero.

Para saber más: Siga al obispo Pérez en Facebook en https://www.facebook.com/BishopNPerez/ y en Twitter en https://twitter.com/BishopNPerez

 

Jordi Picazo

 

 

 

 

24/01/2020-08:00
Isabel Orellana Vilches

Beato Manuel Domingo y Sol, 25 de enero

«Este santo apóstol de las vocaciones, como lo denominó Pablo VI, amó profundamente su vocación sacerdotal y tuteló la de los seminaristas. Es el fundador de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos»

Hoy la Iglesia celebra la conversión de san Pablo apóstol, y entre otros, la vida de este beato.

Es impagable la labor de tantos sacerdotes diocesanos que han nutrido con su oración ante el sagrario (y continúan haciéndolo) la vocación que recibieron encaminada a llevar la fe al corazón de las gentes sencillas, a veces en lugares apartados e inhóspitos, multiplicando el tiempo para atender a varias parroquias y estar presente en los momentos de gozo y de duelo de los fieles. Son albaceas de hermosos sueños y han sido capaces de transitar por las frías veredas de la desidia ajena sin dejarse atrapar por el sentimiento de fracaso. Con su admirable tesón y sacrificio han cosechado numerosos frutos apostólicos a lo largo de los siglos. Manuel, considerado por Pablo VI «santo apóstol de las vocaciones», fue uno de ellos.

Vino al mundo el 1 de abril de 1836 en Tortosa, Tarragona, España. Y creció amando profundamente el sacerdocio en el que veía un campo fecundo de grandes proporciones evangelizadoras. En plena adolescencia ingresó en el seminario, y en 1862 comenzaba a dar rienda a sus anhelos en una modesta población, La Aldea, perteneciente a la demarcación de Tortosa, un destino en el que permaneció un año hasta que tomó posesión de la parroquia de Santiago de esta ciudad en la que había nacido. Combinó su misión pastoral con la atención espiritual a religiosas y la docencia en el Instituto. Entre las obras que emprendió a lo largo de 13 años se hallan tres conventos de clausura para religiosas, un centro juvenil y la fundación de la revista católica dirigida a este colectivo El Congregante, pionera en España. Pero la honda impresión de que podía hacer mucho más le acompañaba y portando este sentimiento en lo más recóndito de su ser, afán que ponía a los pies de Cristo en su oración, un día halló la respuesta.

¡Cuántos seminaristas han malvivido y sufrido carencias de distinto calado para materializar su vocación! En febrero de 1873 Manuel se encontró con un grupo de generosos jóvenes que actuaron en conformidad con el Evangelio despojándose de todo con auténtica fruición para obtener la perla preciosa, fieles al llamamiento de Cristo. El eslabón de este importantísimo hallazgo, de suma trascendencia en su vida, fue el seminarista Ramón Valero, quien informó al beato de la existencia de otros compañeros que se hallaban en su misma situación. Impresiona la grandeza de corazón de este colectivo aspirante al sacerdocio que sobrevivía casi clandestinamente en Tortosa, sin lugar donde guarecerse de forma digna, por haber sido destruido el seminario durante la guerra de 1868, y no tenían más comida que la que obtenían de la caridad ajena o de la que se procuraban en el basurero, ni más luz que una simple vela. Entre tantas necesidades incluían la falta de formadores.

Manuel se puso manos a la obra y en septiembre de ese mismo año ya contaba con un grupo de 24 seminaristas que habían vivido en precarias condiciones y tres años más tarde se había engrosado el número llegando casi al centenar. A este primer centro que denominó «Casa de san José» siguió en 1878 el «Colegio de san José para vocaciones sacerdotales», cuya apertura tuvo lugar en 1879 y en el que se alojaron 300 seminaristas que habían conocido en carne propia la indigencia. A ellos había que sumar otro centenar que tenía acogidos en el palacio de San Rufo.
Pero el horizonte de un apóstol es inmenso, su fe no tiene fronteras, y su oración insistente ante Dios para conocer su voluntad, termina por recibir respuestas. El 29 de enero de 1883, después de oficiar la Santa Misa, tuvo una honda impresión que pocos días más tarde emergió con claridad y dio lugar a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos que se centrarían en la formación de los seminaristas. Desde el primer momento, el espíritu que animó a los sacerdotes que inicialmente se unieron a esta labor era la Reparación al Corazón de Jesús, toda vez que Manuel tenía gran devoción por la Eucaristía que había convertido en el centro de su vida y quehacer apostólico. «Si descendiéramos al fondo, al manantial de los sentimientos de nuestra espiritualidad, tal vez encontraríamos lo que no habíamos reparado ni discurrido: que el origen de nuestro deseo por el bien y promoción de las vocaciones sacerdotales, de que Dios tenga muchos y buenos sacerdotes, ha sido nuestro instintivo amor a Jesús eucarístico», solía decir.

La profunda sensibilidad del beato revertió en los seminaristas que comenzaron a recibir una formación integral extraordinaria. Abarcaba todas las facetas: humanas, espirituales, intelectuales, pastorales, etc., una manera de proceder que signó la tarea de los Sacerdotes Operarios. Manuel vio con inmensa alegría cómo brotaban las vocaciones y llovían las demandas de prelados de distintas diócesis para contar con la inestimable ayuda de la Hermandad.

Siempre con el sello del amor a Jesús Eucaristía recordaba: «una de las cosas que nos avergonzarían en el cielo, si pudiese haber confusión, sería el pensar que le hemos tenido en la tierra, y no nos absorbió toda la vida, todo nuestro corazón». Y con este espíritu siguió trabajando por el reino de Dios sin desfallecer, con la convicción de que entre sus manos tenían la delicadísima tarea de formar sacerdotes revestidos por la auténtica y genuina entrega evangélica: «la formación de los sacerdotes es lo que podríamos decir 'la llave de la cosecha' en todos los campos de la gloria de Dios. Nosotros, más que apóstoles parciales, hemos de ser moldeadores y formadores de apóstoles». Entre sus grandes sueños alimentó la idea de erigir templos de Reparación en todas las diócesis. Uno de los dos construídos, a instancias suyas, fue el de Tortosa, y en él se custodian sus restos. Murió el 25 de enero de 1909. Juan Pablo II lo beatificó el 29 de marzo de 1987.